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EL ESCULTOR Y EL... por MILO YASHA

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EN FIN ESTE FIC ESTA BASADO EN UN HERMOSO TEMA DE JOSE LUIS PERALES LLAMADO EL ESCULTOR Y ELLA (Q LO RECOMIENDO)

EL ESCULTOR Y EL

Hacía poco tiempo que el sol se asomaba por el horizonte cuando se escucha el molesto sonido del reloj despertador. Con disgusto extiende su brazo intentando desactivarlo. Una vez lograda la tarea se dispone a taparse hasta la cabeza para intentar dormirse de nuevo, para volver a ese mundo perfecto y maravilloso en donde es feliz y lo posee todo, en sus sueños…

Pasado algunos minutos, y al no conseguir volver a dormirse, decide levantarse. Con resignación se viste y posteriormente se dirige a la cocina a prepararse el primer café del día, encontrándose con la desagradable sorpresa que había olvidado que éste se acabó el día anterior; por hoy debería conformarse con una taza de té

Luego de constatar en la alacena que no habrá con que acompañar su infusión, parte con ésta rumbo a un pequeño cuarto cercano. El ruido de la puerta que se abre rompe el silencio reinante en la antigua casa. Sin prisa ingresa a ese lugar que tan diferente es a los demás. Cierra la puerta, voltea e inmediatamente una leve sonrisa se dibuja en su cara; la primer sonrisa de día, una de las pocas que adornaron su vida…

Tenía una ventana al cielo por donde entraba el sol y alguna golondrina buscando hacer su nido
Sobre la mesa, tabaco y soledad, y entre sus manos barro y corazón
En el tejado viento y sobre el plinto, él


He ahí el motivo de su destello de alegría, a metros de él. Si, era nada más y nada menos esa figura que para otros no tendría nada de diferente a cualquier otra que se haya visto a pesar de su hermosura, mas para él no era así, para él representaba cosas que aunque se esmerara en explicarlas jamás hubieran sido entendidas, o eso al menos creía…

Luego de algunos segundos se decide a acercársele lentamente, como si no quisiera perturbarle. Al no haber nunca alguien presenciando esas escenas, que se repetían diariamente, jamás se enteró de cómo su expresión cambiaba al verle, mucho menos del color que sus mejillas se tornaban si se perdía en sus pensamientos o cuando sus manos modelaban esa obra maestra…

Sus manos se deslizan por la arcilla, modelándola y sintiendo su humedad
Cada pliegue de su cuerpo debe ser como él lo quiso imaginar
Su sonrisa leve, su mirada de profunda soledad


Si es cierto que Dios hizo a los humanos a imagen y semejanza entonces no hubiera sido errado que alguien dijera que él intentaba imitarle, mas si de algo estaba seguro Milo era que jamás se sabría de lo que en ese cuarto sucedía porque su fiel compañera, la soledad, a nadie se lo diría, ella jamás lo dejaría…

Si algo llamaba la atención, exceptuando la belleza de la obra, era la sonrisa leve y esa mirada triste que tanto decía sin hablar…fiel retrato de su creador, al menos copia fiel de su interior. Físicamente diferentes, esencialmente iguales diría quizás alguna persona si alguna vez viera la escultura y conociera realmente al escultor. Posiblemente él nunca reparó en ese parecido, era lo más probable, pero si algún día lo hiciera no debería sorprenderse, al fin y al cabo los artistas generalmente son almas melancólicas que hablan por sus obras se dice…

Tendrá los brazos de una bailarina y su cuerpo tan desnudo como el mar
Se sonríe cuando piensa “si pudiera un día oírlo suspirar
Y decir mi nombre, lo podría poco a poco enamorar”


-Lo que daría porque fueras algún día real, Kamus…-dijo sin pensar, simplemente su alma susurró lo que sentía-al menos un día, un simple día…Tú harías mi sueño realidad

Su sueño no sólo tenía rostro sino también nombre ya. Poco a poco iba tomando forma, la forma que él le daba pero ¿y su alma? Miles de veces lo imaginó cobrar vida, no sólo sacarlo de la abstracción sino hacerlo real, alguien con quien compartir su vida, alguien con quien olvidar la soledad…

Quién diría que aquello que, en principio, sólo sería una obra más en su vida lo haría perder la razón de esa manera, que él terminaría, igual que Narciso, enamorado de un reflejo, reflejo de sus anhelos y, en parte, de si mismo…

Los días se sucedieron transformándose en semanas y luego meses pero eso a él no le importaba, paciencia le sobraba. Las personas rara vez lo veían salir de su casa pero no les llamaba la atención, los tenía acostumbrado a sus ausencias, aunque de vez en cuando algún rumor extraño se esparcía por la pequeña ciudad, debe ser que la imaginación humana es demasiado poderosa, más aún cuando existe desconocimiento, sin embargo a veces la realidad supera cualquier fantasía…


Cantó la lluvia en la ventana cuando se despertó, el viento del invierno buscaba hacer su nido
Sobre la mesa un poco de café y en su mirada frío y soledad
En el tejado nieve y sobre el plinto, él


Independientemente de lo que ocurría en el exterior él, quizás por primera vez, tenía una verdadera ilusión; de alguna extraña forma tenía la esperanza de que al terminarle sería feliz. Ya no sería aquél joven prometedor que en sus pocas interacciones con el mundo externo lucía encantadoramente seductor pero cuya fantasía caía al llegar a su fría morada y su espejo le recordaba quien era realmente, no, ahora existía una posibilidad, aunque mínima, de sentirse completo…

Salvo por detalles mínimos, ya estaba prácticamente listo. Si todo salía según lo calculaba éste sería el último día de trabajo, algo que lo motivaba y angustiaba por igual. Todo este tiempo soñó con finalizarle y ahora que llegaba el momento tenía miedo, miedo de no saber que pasaría después. Ya no existiría la excusa en la cual depositar sus esperanzas. Su razón amenazaba con despertarle de su largo sueño, sacarlo de su refugio para luego reprenderlo por evadirse del mundo de esa forma.

Ese fue sin duda el día más largo de su vida, experimentó todo tipo de sensaciones y sentimientos pero aún así logró su fin, para su dicha y tristeza…

Agobiado por su revolución interna decidió imponer una tregua y refugiarse entre sus sábanas, esperando que Morfeo se apiadara de él y lo acogiera en sus brazos como todas las noches, cosa que así sucedió

Al amanecer algo lo sobresaltó. Su nombre. Con desespero fue en busca de esa voz tan desconocida como envolvente, en otra época habría quienes le confundieran con el canto de una sirena tal vez.

Había recorrido prácticamente la totalidad de la casa cuando nota algo extraño en el cuarto de trabajo, por debajo de la puerta la luz escapaba delatando la anormalidad. Él no recordaba haber dejado las luces encendidas, quizás las había olvidado, quizás no…

<<<De seguro hay un intruso, estoy seguro de haber apagado las luces, sin embargo nada parece haber sido forzado, es como si…>>>

Un sentimiento extraño se apoderó de él y lo paralizó por algunos segundos, segundos que le parecieron siglos. Temor y ansiedad, así se llamaban sus ataduras

Como puede toma el control de su cuerpo, gira el picaporte y abre la puerta lentamente, como si el fuera el que no perteneciera a ese lugar. Lo que vio en ese momento superaba a todo lo soñado y se resumía en una sola palabra: Kamus

Desnudo como el tallo de una rosa, con sus brazos extendidos hacia él
En su boca una sonrisa esperando su caricia un día más
Y en sus ojos tristes, un silencio tan profundo como el mar


Camina lentamente, no porque fuera su voluntad el hacerlo así sino porque su cuerpo no se lo permitía hacer de otra forma. Una vez que lo tuvo en frente instintivamente levantó una de sus manos y la posó en aquél rostro blanco como mármol, tan puro como un ángel.

Su mente es blanco de miles de pensamientos y sensaciones, su corazón late violentamente, su cuerpo tiembla mas así intenta proseguir con su tarea de explorar ese bello rostro, delinear sus cejas, recorrer su nariz para terminar en los labios, sintiendo un pulso eléctrico recorrer su cuerpo como respuesta al contacto de éstos con la yema de sus dedos.

-Dime que no estoy loco, dime que esto es real…-dice en forma casi inaudible-Por favor, di algo…
-Creo que si los dioses existen ellos oyeron tus plegarias… y las mías –su voz dulce inundo el lugar
- Por todos los dioses, eres real-quita sus dedos de los labios y procede a acariciar su mejilla conteniendo sus deseos de llorar- ¿Dijiste tus plegarias? ¿Cómo…
-No sé qué o cómo sucedió pero al igual que tú me enamoré de un imposible, o al menos eso creía…-sus mejillas se encendieron-No sé cuando se me concedió un alma, sólo tengo la certeza que desde que la tengo tú inundas todo mi universo, pero a diferencia de ti yo siendo prisionero de mi cuerpo debía conformarme con tenerte en frente y rendirte mi mudo homenaje, tan cerca y tan difícil de alcanzar y tocar como una imagen que refleja un espejo
-Tan cercas y tan lejos como el infinito…-toma su rostro con ambas manos-pero ya no más…
-No más escucharte sin posibilidad de responderte-dice emocionado
-No más barreras que nos separen
-No más caricias a las que no podré corresponder-posa sus manos en las de Milo
-No más soledad-se inclina levemente para tener su rostro más próximo y hundirse en su mirar
-Sólo tú y yo…
-Amándonos de aquí a la eternidad-acerca su rostro y sella lo dicho con un beso

En ese momento la noción del tiempo y espacio se desvaneció, era algo innecesario. Milo se inclina un poco más para incrementar el contacto. Kamus abandona las manos del escultor para abrazarse a su cuerpo como si de ese hecho dependiera su vida.

Lentamente separan sus labios, deshacen el abrazo y vuelven a mirarse a los ojos, reflejándose cada uno en los del otro, diciéndose todo aquello que no cabe en las palabras.

-No existen palabras para decirte cuánto te amo Kamus
-No hacen falta, me lo dices con tus ojos, me lo trasmites con tus besos-coloca su mano en el pecho Milo-me lo gritan los latidos de tu corazón
-Gracias-toma la mano que el otro depositó en su pecho y la besa-gracias por existir
-No tienes nada que agradecer, al contrario, tú me hiciste vivir incluso antes de que éste cuerpo me hiciera real
-No digas eso…
-Sabes muy bien que es cierto, me sacaste de la oscuridad que brinda la nada y me diste no un nombre sino una identidad…
-Así como tú rescataste mi alma y le brindaste calor por medio de una ilusión…
-Una ilusión que la vida me brindo…
-Y a los latidos de mi corazón condicionó-remata sonriendo como nunca-Ven Kamus, acompáñame

Tomó la mano que el otro le ofrecía y en silencio lo acompañó hasta la habitación, quedando a unos pasos de la salida

-Espérame aquí por favor, es sólo un momento
-Si, ve tranquilo

Se quedó viendo sus manos, cerrando y abriendo sus puños a voluntad para posteriormente rozarlas entre sí y experimentar las extrañas sensaciones que le brindaba el tacto. Aún no podía creer que era real pero debía serlo ya que jamás su imaginación sería tan poderosa como para crear tales cosas.

-Es increíble ¿no? Créeme, comprendo lo que sientes-dice Milo que lo observaba hace tiempo en silencio
-Milo, no me di cuenta que estabas aquí…
-Te dije que no te dejaría mucho tiempo solo-le da unas vestimentas-Toma, vístete que quiero que me acompañes a un bello lugar y aunque lo deseara no puedo llevarte así como estas-dice alegremente
-¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo?-sus preguntas y su expresión de inocencia solo despertaron la ternura del escultor
-Porque…digamos que las personas generalmente no están acostumbrados a los seres puros como tú y podrían tomarte a mal-besa su frente-Ahora menos pregunta y más acción

Dicho esto Kamus procede a vestirse frente a Milo, que lo mira embelesado como un niño que ve por primera vez caer una estrella fugaz

-¿Cómo me veo?
-Estás bellísimo-le extiende una mano-Acompáñame
-¿A dónde iremos?-pregunta mientras atraviesan varios ambientes de la casa
-A un lugar que llamamos comúnmente mundo exterior y creo que te agradará mucho el conocerlo
-Si tú lo dices, dalo por hecho
-Bien, aquí vamos-abre la puerta y junto con ella un mundo totalmente nuevo para Kamus

El cielo fue testigo de aquél día que quedaría grabado a fuego en la memoria y el corazón de ambos jóvenes que vivían cada momento como si del último se tratase, aunque Milo en más de una ocasión tuvo que actuar en calidad de salvador de su acompañante protegiéndole ya sea del tránsito o disculpándose y pagando todo aquello que Kamus rompía o se llevaba de los negocios como si le perteneciera.

Ya el sol se estaba ocultando cuando se detuvieron a observar el paisaje desde una barranca. Para uno todo era nuevo, para el otro todo tomaba un significado diferente…

-Kamus, tengo algo para ti
-¿Para mí?- dice sorprendido
-Si, eso dije-saca de su bolsillo una cadena y se la coloca-Es un regalo que mi madre me hizo cuando niño, hasta el día de hoy, mi gran tesoro…quiero que la tengas
-Pero…no creo merecerlo
-Nada de peros. Quiero que aquello que con tanto celo guardé todos estos años esté en buenas manos y que más apropiado que compartirlo con la persona que lo es todo en mi vida
-Gracias, no sé que decir…-comienza a llorar de la emoción
-No hacen faltas las palabras-le seca las lágrimas-No cuando éstas lágrimas ya lo han dicho todo-le sonríe y besa tiernamente-Ahora volvamos a casa que está anocheciendo y hace mucho frío
-Si

Abrazados emprenden el camino de regreso al hogar, al tiempo que Milo cuenta anécdotas de su niñez robándole más de una sonrisa a su compañero

Una vez que llegaron a la morada Milo se encargó de preparar la mejor cena de su vida mientras que Kamus por poco incendia la cocina. Luego de cenar y platicar un rato se dirigen a la habitación

-Esta mañana me preguntaste cómo te veía, sé que no me lo decías en éste sentido pero… creo que es hora que lo veas con tus propios ojos-lo pone frente a un espejo-Ese eres tú Kamus, aunque tu belleza externa jamás igualará a la interna
- Soy yo…-se acerca y toca la fría superficie
-Ese es el reflejo de tu aspecto, tú eres mucho más que eso-se acerca y lo abraza por detrás
-Quisiera detener el tiempo en este instante, vernos eternamente juntos como ahora-dice contemplando maravillado las imágenes ofrecidas por el espejo
-No podemos detener el tiempo pero si vivirlo juntos y para eso no necesitamos de un espejo, solo hace falta que estemos los dos
-Tienes razón, es inútil perder el tiempo frente al espejo y conformarme con un reflejo cuando tengo detrás de mí todo lo que necesito para ser feliz-zafa del abrazo y voltea para poder verlo a los ojos
-Precisamente es lo que pensaba decirte, amor mío-se inclina levemente y lo besa poniendo el alma en ese acto

Poco tardaron en entregarse por completo uno al otro, sucumbiendo en el extraño rito del amor en el cual los cuerpos son el vehículo por el cual se expresan las almas sellando, mediante caricias y besos, miles de promesas de eterno amor y fidelidad

Se amaron por primera vez y luego se abrazaron y lloraron sin hablar
Se juraron para siempre un amor que nunca nadie entenderá
Les cubrió la noche con su manto de profunda oscuridad


Los primeros rayos del sol se asomaban por el horizonte cuando despertó con una sonrisa en los labios. Voltea para observar y deleitarse con las facciones de su amado pero sólo se encuentra con un lugar vacío. Se levanta y comienza a buscarlo para darle el primer beso del día pero no logra hallarlo.

Conforme se agotaban los lugares sin revisar de la casa, su corazón se aceleraba y una opresión en el pecho le dificultaba respirar, aumentando su angustia

Sólo quedaba un lugar por inspeccionar, aquél que fue mudo testigo de cómo todo comenzó. Abrió la puerta y allí lo encontró, en la misma postura que le brindó, en el mismo lugar donde lo terminó. Todo había sido un sueño.

-No, no puedo haberlo soñado-de sus ojos comenzaron a brotar amargas lágrimas-Kamus, tú no puedes…-un nudo en la garganta la impide hablar-Debe haber un error, debo estar soñando…

<<< Si, eso debe ser, todo lo que vivimos es real y ahora estoy soñando una pesadilla pero cuando despierte tú estarás conmigo y esto será sólo un mal rato>>>

- A quien quiero engañar, sé perfectamente que esto es la realidad-golpea una pared, lastimándose la mano-¡¡Esta es la maldita realidad y sé que nunca volverás!!-comienza a desquitarse con todo lo que está a su paso

Cuando su furia se desvanece un vacío enorme se apodera de él. Tambaleando se dirige hacia donde se encuentra Kamus y se recuesta sobre él, sintiendo un extraño sentimiento de rechazo al hacer contacto con el frío cuerpo, echándose a llorar sobre su hombro.

Sus manos se deslizan por la arcilla, modelándola y sintiendo su humedad
Cada pliegue de su cuerpo debe ser como él lo quiso imaginar
Su sonrisa leve, su mirada de profunda soledad…


-Te hice una copia fiel de mis anhelos pero nunca te pude dar un alma y es por eso que me tienes aquí llorando como un niño

***Lo que daría porque fueras algún día real, Kamus…al menos un día, un simple día…Tú harías mi sueño realidad***

-Un sueño no era suficiente para tanto amor-deposita un beso en esos inertes labios y se separa de su amor imposible, dirigiéndose a la salida-un día tampoco lo hubiera sido…

Dicho esto cerró la puerta retirándose cabizbajo de ahí, dejando un lugar semidestruido y a Kamus en medio de tanta soledad. A los pies de éste, algo en lo que Milo no reparó: el brillo metálico de una cadena que no tarda en ser humedecida por un líquido q mana de sus ojos.

***-Dime que no estoy loco, dime que esto es real…
-Creo que si los dioses existen ellos oyeron tus plegarias… y las mías
- Por todos los dioses, eres real. ¿Dijiste tus plegarias? ¿Cómo…
-No sé qué o cómo sucedió pero al igual que tú me enamoré de un imposible, o al menos eso creía. No sé cuando se me concedió un alma, sólo tengo la certeza que desde que la tengo tú inundas todo mi universo, pero a diferencia de ti, yo siendo prisionero de mi cuerpo, debía conformarme con tenerte en frente y rendirte mi mudo homenaje, tan cerca y a su vez tan difícil de alcanzar y tocar como una imagen que refleja un espejo***

Hubiera deseado tanto decirle a Milo que no fue un sueño, que su amor era con creces correspondido…pero aunque quisiera no podía, como Milo dijo, “un día no era suficiente para tanto amor” pero era más que nada, ese era su consuelo.

Como antes debería conformarse con tenerlo tan cerca y tan lejos como la brecha que separa la fantasía de la realidad, guardando para sí aquello que nadie le puede arrebatar: un amor verdadero que existirá de aquí a la eternidad


FIN

ESPERO Q LES HAYA GUSTADO. SE ACEPTA TODO TIPO DE COMENTARIO

GRACIAS POR LA LECTURA

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