El joven Mu era
bastante famoso entre todos los santos. Los de oro, plata, bronce... Junto a Saga, era de los más deseados. Pero por su carácter era más acosado, pues quien se le acercase a Saga con intenciones impuras no llegaba entero a su templo, pero todos sabemos que Mu es reservado y tímido, por lo que muchos le acosan.
Un día como otro Mu salía a dar una de sus vueltas matutinas por el pueblo a buscar algo de comer, y todo sea dicho, a comprar caprichos para su maestro, cuando…
-Hola Mu, ¿Dónde vas?
-Al pueblo, ha comprar cosas para mi maestro, que parece una embarazada con antojos.
-¿Puedo acompañarte?
-No hace falta, seguro que tienes mejores cosas que hacer, Kannon. “¿Cómo habrá llegado tan pronto delante de mi templo y sin que me diese cuenta?”
-La verdad no tengo nada mejor que hacer… y yo esperaba poder…
Kannon se le acerca sensualmente para dejar sus cuerpos pegados y hablarle al oído.
-Esperaba poder volver juntos y llevarte nuevamente a tu cama. Debes estar cansado de levantarte pronto todos lo días.
-Esto O///”///O mmm… si te digo la verdad… yo no estoy cansado… T-tengo que irme.
Mu escapó del agarre de Kannon y salió corriendo escaleras abajo hacia el pueblo.
-Ya verás, algún día te llevo a la cama, corderito.
Ya en el pueblo, después de recorre unas cuantas (diez) fruterías, encontró las malditas fresas que su maestro deseaba. ¿Por qué no pedía nada normal para la temporada? No era tiempo de fresas y de ese tipo de fruta.
-Bueno, solo me falta el helado de pistacho… Que cosa más rara… ¿Esto existe realmente? Y las mascarillas… Luego se van a pensar cosas raras en la tienda…
-Mucito miooooo...
-Hola Dita, ¿Tan temprano viniste al pueblo?
-Como se que Shion usa un tipo de mascarilla especial vine para avisarte que no fuese otra la que cogieras. Si no te importa te acompaño y te enseño cual es para la próxima.
-“Seguro que ahora dice algo raro”.
-Pero… también puedo enseñarte otras cosas…
Se mordía el labio inferior de forma lasciva.
-No… ejem je… esto… Con la mascarilla vale. No te preocupes Dita.
-Jo, bueno. Esta vez pasa.
Y después de comprar la mascarilla y hacer desaparecer a Dita tocaba buscar el insólito helado de gusto extraño.
-Veamos… Chocolate, no. Vainilla, no. Fresa, malditas sean, no… La próxima le digo a Camus que me congele un par de pistachos y hacen el mismo efecto.
-¿Me llamabas?
-¡Camus! Que susto, no aparezcas por atrás…
-Por atrás es más divertido. ¿No crees?-con deje sensual.
-Esto… No, no creo…
-¿Y que buscabas? Se te van a helar las manos y luego no las vas a poder usar en otras cosas más importantes.
-Yo O//”//O esto, buscaba helado de pistacho para mi maestro que no puede pedir cosas normales como todos.
-¿Helado de pistacho? ¿Eso existe?
-Es lo que yo me he preguntado desde que me lo dijo.
-Pues si lo necesitas yo te lo encuentro.
Y después de tirarse un buen rato en el congelador (unos 10 minutos) Camus encontró el insólito helado con sabor a pistacho.
-Gracias Camus.
-Por ti lo que sea, y tranquilo, que siempre aparezco por detrás.
-O///”///O
Y de vuelta, en esto que pasa por la casa de cáncer.
-Hola corderito. ¿Dónde vas tú tan bonito?
-Parece una canción infantil. ¬”¬
-No has respuesto a mi pregunta corderito… y eso merece un castigo.
-¿Un… castigo? “¿Qué dice este alcohólico?”
-Vamos, no seas tímido abrázame.
Pero no solo fue un abrazo lo que Death Mask le propinó, sino una buena tocada de culo de regalo, cosa que a Mu le hizo colorarse y enfadarse. Mu se removía entre los brazos del Death Mask sin tener escapatoria.
-Vaya, Masky, comparte con los otros.
-Aioria, no pienso compartir a Mu contigo.
-“Me tratan como si yo no pintase nada”.
-Chicos, chicos, chicos. Mu es mío.
-¡Aphrodita!- gritaba al unísono Death Mask y Aioria.
-Aphrodita, no digas tonterías. Mu es mió- decía el recién llegado Camus.
Y luego solo griterios y empujones que permitieron al joven carnero huir en la confusión que reinaba entre los santos.
-Por los pelos que salí vivo de la matanza.
-Hola Mu.
-Hola Alde. ¿Al final vas a hacer lo que Shion te propuso?
-Creo que sí, pero antes quiero despedirme de todos.
-Pero si solo es un mes fuera.
-Pero te voy a echar mucho de menos.
-“Otro que tal baila”.
-Dame un abrazo Mu.
-“No se donde he oído una frase parecida y me da algo de miedo”.
Aldebarán abrazo a Mu con demasiada fuerza, pues le crujió un poco la espalda.
-Lo siento Mu. De verdad, no quise hacerte daño.
-No pasa nada Alde, ha sido sin querer.
-Lo siento. Un besito para pedirte perdón.
-“Que mono, como los niños pequeños, ahora me dará un beso en la mejilla”.
Y Aldebarán se le acerco, pero el beso no fue precisamente en la mejilla como el inocente Mu esperaba, fue en los labios.
-O//”//O Esto… Alde… Que… Tengo que irme o Shion me mata.
Mu, ya desesperado, decide tele transportarse hasta Shion para darle las compras.
-Maestro Shion… ¿Maestro? Que raro, no está en la sala del patriarca…
-Hola Mucito querido.
-¡Maestro Shion, que susto! No aparezca por detrás como Camus.
-Dile a Camus… Bueno, ya se lo digo yo que venga. No hace falta que le digas nada.
-Traigo su compra maestro.
-Oh, encontraste el helado que bueno. Lastima que ahora ya no me apetece, ahora me apetece con sabor a pan de warholm.
-¿A qué? Le gustan cosas muy raras maestro.
-Bueno, seguro que luego me apetece. Gracias por la compra Mucito.
-De nada maestro. Si necesita algo más.
-No, ya puedes irte Mu. Nos vemos. ^^
-Adiós entonces, maestro. “Que raro que me dije ir tan rápido, ahora que tenia ganas de quedarme. Fuera corro peligro de violación”.
-“No puedo hacer esperar mucho a Dohko o se vuelve muy malo y no me deja hacerle nada… Espero que le guste el helado de pistacho… kukuku”.
Mu salió de la sala del patriarca e intento llegar a su templo sin encontrarse a nadie, pero cuanto más esperas estar solo menos lo consigues.
-Hola Mu, si piensas que yendo por los alrededores te escaparás de su sed de sexo te equivocas, acabarías antes con tu tele transportación para evitarlos.
-¡Saga! “Suerte que este no es un rarito violador” Y también lo pienso, pero me apetece caminar y tomar el sol. Dentro de mi templo no puedo hacerlo…
-Tengo una idea. Vamos a mi templo, cogemos el bañador, vamos al tuyo, coges tu bañador y nos tele transportas a la playa. Ahora todos están entretenidos con que si eres suyo y eso. Por eso vamos y nos distraemos.
-Gracias Saga.-Sonriendo tiernamente, dando ganas a cualquiera de violarlo por guapo.
-D-De nada. Va-vamos rápido antes de que acaben de pelear. Aunque creo que hasta que Shion no les haga parar no se dará la suerte del bendito silencio.
Y así Mu se tele transportó con Saga hasta el templo de géminis para coger el bañador del propietario en principio, después de cambiarse el mismo proceso para llegar al templo del carnero y el mismo para llegar a la playa.
En la playa, el agua era como millones de diamante brillando al sol, la arena llena de gente tostándose y niños corriendo arriba y abajo o haciendo castillos de arena.
-Vamos al agua Saga.
-Vamos, hagamos una carrera. A ver quien llegan antes a la orilla desde donde estamos ahora sin utilizar tele transportación, que te veo venir, y evitando molestar a nadie.
-1
-2
-¡Y 3!
Los dos salieron corriendo hasta llegar a la orilla, por poco ganó Saga, que tuvo la suerte de no cruzarse con ningún niño y tener que saltarlo, como le pasó a Mu.
-Esto fue un tongo. Se me cruzó el niño.
-No sabes perder, reconócelo, soy mejor.
-Si no se me hubiese cruzado ese niño…-Hinchaba las mejillas.
-Vale, otro día lo repetimos. Ahora… Je.
Un salpicón de agua golpeo el la cara del joven pelilila haciendo una reacción en cadena de salpicones. Al principio el agua era fría al tener contacto con ésta, pero poco a poco la temperatura se hacía normal para el cuerpo de los dos y llego a estar a la temperatura perfecta para darse un chapuzón repentino. Saga inició la carrera para el chapuzón y, de muy cerca, le seguía el carnero con intenciones de hacer lo mismo. Una vez sacaron la cabeza del agua otra estúpida pelea comenzaba, Mu intentaba bajarle el bañador a Saga y éste al joven pelilila.
-Me voy a quedar con tu bañador como premio por haber ganado.
-Y yo con el tuyo por qué fue tongo la carrera.
Y tirando, tirando, el bañador fue bajando. Dos culitos blancos fueron visibles por unos segundos para los que estuviesen mirándoles, que era la mayoría de la playa, pues todos les miraban sorprendidos y pensaban…
-Estos tíos tan grandotes y haciendo tonterías.
-¿Estos no son los santos dorados?
-Son muy guapos.
-¿Serán pareja?
-Parecen un par de enamorados.
-Etc, etc… (Me da perritis escribir estas cosas XD)
Chop, chop (onomatopeya del agua al ser salpicada y golpeada. Efectos de sonido… Mejor no digo nada. Reclamen a otro, no se.) Wakh, wakh (¿gaviotas?). La playa se iba vaciando, sin darse cuenta estuvieron toda la mañana jugando y chapoteando pasándose la hora de comer y llegando a la tarde.
-Creo que es hora de volver al templo Mu.
-Lo mismo digo, hemos pasado mucho tiempo divirtiéndonos.
-Otro día que quieras hacer esto, o lo que sea, me avisas. ¿Vale?
-“Con él, estas cosas no suenan mal” Vale, lo prometo.
Volvieron al templo para encontrarse al resto de santos en la puerta del templo de Aries.
-¿Chicos?-decía Mu desconfiado. Estaban destrozados, seguro que fue por pegarse.
-¡Nosotros discutiendo y tú vas y te largas con el bipolar!
-¿A quien le has llamado bipolar maldita rata de cloaca?
-Cálmate Saga, que seguro que los envías a otra dimensión.
-Como lo sabes, que me den una buena razón para no enviar, al menos, a ese.
-Va, no te enfades. Después de todo son amigos.
-Pues yo me pensaría eso. A ti solo te buscan por una cosa y mira lo que dicen de mi.
-Pe… Pero Saga…
Saga se fue hacia su templo sin girarse a ver a Mu que empezaba a llorar desconsoladamente sin remedio.
-¡Estarán contentos! Miren lo que han hecho… ¡Ahora Saga se ha enfadado conmigo por sus estúpidas disputas para ver quien se me lleva antes a la cama! ¿Quieren que les diga la verdad? Resultan patéticos sus intentos de hacerlo. Son todos una panda de ineptos que necesitan ir a un buen club para echar un polvo y quitarse esa cara de viciosos que se les ha puesto de seguir mi culo a donde quiera que se mueva. Por una estúpida paja no vale la pena montar todo esto. Han discutido los unos con los otros siendo amigos, ahora están enfrentados por esto y han hecho que yo me ponga a llorar y que haya perdido al mejor amigo que he tenido en todo lo que ustedes me han seguido el culo. ¡Me gusta Saga para quien le interese! ¡Jamás tuve la intención de acostarme con ninguno de vosotros y no la tengo! ¡Me dan asco!
Todos agacharon la cabeza y poco a poco se retiraron a sus templos pidiendo perdón a Mu por todo. Pero algunos murmullos les seguían en el camino.
-Como se pone Mu cuando se enfada. Da miedo.
-Pero tiene toda la razón del mundo.-Decía Shaka mordiéndose el labio intentando contener las lagrimas que resbalaban caprichosas por su rostro.
-Tranquilo, a todos nos duele esta situación, y más hacerle daño a Mu. Como amigos que somos tenemos que hacer algo para que Saga hable nuevamente con éste.
-Yo intentaré decirle algo esta noche.-Kannon estaba dispuesto para ayudar en todo.
-Decidle a Mu que mañana prepare algo realmente desangrante para su querido Saga, pues irá de visita al mediodía antes de comer.
-¿Cómo estás tan confiado?
-Conozco a mi hermano perfectamente. No va a poder resistirse a mi oferta.
-Comienzas a dar miedo, querido Kannon.
-Amigo Shaka, todo sea por ayudar. Dile a Mu que preparé algo. Un buen espectáculo.
-Eso está hecho. Mañana mismo, en cuanto Mu se despierte… ¡No! Mejor esta noche, le digo que Saga va a verle, pero con una condición…
Shaka puso una cara que jamás habían visto antes. Era entre vicioso y… vicioso.
En el templo de Aries…
-Mu, para demostrar que estamos arrepentidos y que te queremos mucho, hemos conseguido que mañana por la mañana vaya a verte Saga, pero tiene una condición que si no se cumple…
Y después de explicarle su magnifica idea, que quedó como condición de Saga…
-Bu… Bueno, si es por Saga…
-¡Así me gusta Mucito! Me voy.
-Que malo eres Shaka. No sabía que tenías esas ideas en la cabeza.
-No sabes nada de mi, Milo.
…
-Por alguna razón siento escalofríos al pensar en que le pasa por la cabeza a Saga.
Y en el templo de géminis…
-¡Achus!
-¿Te has resfriado hermano?
-No lo sé. Puede, con el tiempo que me pasé en la playa.
-Escucha, sobre lo de antes…
-No quiero saber nada.
-Me importa un comino que no quieras saber nada.
-Ya, igualmente me lo ibas a decir, ¿cierto?
-Cierto. Mu no tiene la culpa de nada de esto, ya nos dejó muy claro que nos hemos pasado de la raya y deseamos ser perdonados. Por eso, no solo buscamos que Mu nos perdone, sino que tú también debes perdonarnos. Por eso te pido…
-No deseo que me digas que te perdone, ni a ti ni a esos, no tengo interés.
-No es eso lo que deseo pedirte, Saga.
-Dime lo que sea rápido para poder decirte que no e irme a dormir.
-Deseo que mañana vayas a ver a Mu. Él no va a pedirte que nos perdones, ni mucho menos, no deseamos que sea esa la forma en que nos perdones a todos. Solo es una forma de que vosotros volváis a ser amigos. No duele que estéis enfadados. Y piensa que mañana Mu te va a estar esperando, para que luego no aparezcas y le rompas su buen corazón, por el que ha limpiado todo y se ha dispuesto para hablar.
Saga se da la vuelta y se va a su cuarto.
-¡Saga! Esto va bien, seguro que mañana va a verle por la mañana.
De buena mañana, Mu, estaba preparando todo para la llegada de su amado Saga.
Una buena música, una ropa algo… Milo… y a limpiar el templo para que esté bien reluciente para su amado. Tanto bailar, en un fallo de cálculos lanzo el cubo de agua por los aires cayendo sobre este, no importaba lo llenaría de nuevo, pero estaba empapado. Bah, se quitaba la camisa y listo, a seguir limpiando y bailando como una loca en la discoteca buscando rollo (para que imagines y la situación, reggeaton (o como quiera que se escriba) y mu en pantalones cortos muy, muy estrechos y bailando como se debe).
-Esto cansa, ¡Pero es por Saga! Y con la música es más entretenido. ¿Dicho esto, de donde saqué esta música? Tendría falta de sueño o Milo me los coló con sus cosas.
Y no se desencaminaba mucho el cordero, aprovechando lo de la pelea, Milo pidió a Shaka que para su plan le llevase los CD’s con su poder mental. Y el pobre Shaka así lo hizo, todo sea por ayudar.
-¡Ha mover el culo al ritmo de la música!
Llegó el momento en que se olvidó de la limpieza y simplemente bailaba y cantaba. Pues el simple hecho de que su amado Saga fuese a visitarle después de todo, era lo mejor que le podía pasar aquel día y eso le daban ganas de bailar y cantar como loco.
-¡Yuuuu! ¡Es momento de moverse!
-Veo que estás muy animado, Mu.
-¡¡¡SAGA!!! Dioses, ahora es el momento en el que me matáis antes de que la vergüenza se coma lo que queda de mi ser antes de morir.
-No es para tanto, solo vine a verte.
-¡Dioses! Al final, no he limpiado nada. Tanto cantar y bailar… Casi sin ropa ahora que lo miro, mojado y reggeaton… Matadme dioses. He sido bueno con vosotros.
-Pensé que estabas más triste por lo de ayer.
-Pero Shaka me dijo que ibas a venir y que debía limpiarlo todo, que si no estaba limpio no venias y como noselimpiarsinmúsica pues mehepuestoalimpiar perodelaemoción noheacabado- Pobre de tan nervioso algunas palabras se le ajuntaban.
-Ya veo “Ya lo tenían planeado todo, cabrones”. Bueno, ya estoy aquí “y estoy algo más despierto de lo que desearía, baja amiguito o te juro…”
-Bueno, ayer, sobre lo que me dijiste, pues…
-Era el momento. Yo, no quería gritarte ni nada, pero es que después de todo solo miraban una cosa, su interés más impuro. No puedo soportarlo. No deseo que otros te toquen, envidio al que cada mañana te llama pidiendo caprichosamente de tus servicios, odio al que desee tocarte y olerte o simplemente mirarte. Odio que los dioses se encaprichen con tu belleza y pidan que te reúnas con ellos pronto, odio el tiempo que paso sin verte, oírte, olerte… Odio el tiempo en el que pasas con otros como si yo no existiera en ese mundo, odio el hecho que otro pueda hacerte suyo con las simples palabras de un te amo falsas o verdaderas, no importan. No me gusta el viento que se encapricha por tocar tus cabellos y hacerlos volar a su gusto, no me gusta el agua y el alimento que es capaz te tocar tus dulces labios como si no supiesen de lo valiosos que se tratan. Del agua que roza todo tu cuerpo cuando te duchas y toca tu cuerpo a su gusto sin dejar de recorrerlo. Odio que seas capaz de decirle a otros palabras de amor cuando yo las deseo desde que te plantaste ante mí diciendo tu bonito nombre.
-No soy capaz de entregar mi cuerpo, mis labios, mis palabras de amor a alguien que no sea a la persona a la que amo. No soy capaz de dárselo a nadie que no seas tú. Pues yo recuerdo que desde que llegué siempre me trataste como a un amigo, no intentabas violarme, me defendías ante lo que fuese, no te importaban las consecuencias. Eras un amigo, siempre algo distante, pero siempre de mi lado. Si no amo a alguien como tú. ¿A quién crees que debo amar y entregarme? Yo solo te entrego a ti lo que deseas. El tiempo solo es tiempo, mi maestro es un caprichoso, todos pueden mirarme si paso por delante suyo, todos pueden oírme si hablo. Los dioses deben esperar a que muera para poder estar conmigo y si desean que tenga el paraíso, debes estar conmigo siempre. Siempre que estoy con otros hablando, escapando, espero que aparezcas de algún rincón con tu sonrisa para que corra a tu lado y hablemos como solíamos hacer antes. Las palabras no dejan de ser palabras, simples sonidos que salen y toman sentido en nuestra mente, pero que pueden estar muy vacías y sin sentido. El viento sopla para todos, para darnos vida, frío en invierno y alivio en verano. El alimento y el agua son necesarios para que viva, pero no son cosas que amo, por lo que pueden tocar mis labios teniendo en cuenta que solo es eso, agua y alimento. El agua que toca mi cuerpo al ducharme, recorre cada día los mismo caminos, los caminos que algún día espero que recorras con la mirada, las manos… Saga, entiende, siempre te he amado.
Un beso fundió a los amantes en cuerpo y alma. A Saga se le estaban mojando los pantalones por culpa de Mu (no pensemos mal, es por qué Mu estaba mojado, recordemos) y unos apalusos se oían de fondo (tipo película).
-¡QUE SE BESEN DE NUEVO!
Eran todos los santos, habían ido a ver como le iba el plan y llegaron justo cuando Saga empezaba a declararse, pero ninguno de los dos se dio cuenta…
-Esto… ¡Chicos! ¿Cuánto lleváis ahí?
-Desde que Saga ha empezado a declararse.
-Y nosotros sin darnos cuenta…
-Ya me lo podía pensar, mi hermano es muy cotilla y seguro que convencía a alguien para venir a vernos… puesto que esto lo han montado ellos. Parece que os ha salido bien el plan. Ya estamos juntos.
-¡ESOS NOVIOS! ¡¿PARA CUANDO ES LA BODA?!
-No lo se, pero de momento nos vamos a la cama para celebrarlo. ^^
-¡Sa-Saga! Esas cosas no se dicen en público…
Pero Saga ya cargaba a Mu en sus brazos y se lo llevaba a la cama.
-Vamonos chicos, esto ya no es para nosotros.-Kannon.
-¿Masky, puedes pasarte un momento por mi casa?
-Uy, Dita estás muy atrevido. Vale, voy pero las sabanas las cambias tú.
-Hecho. ^^
-No coments… El resto, ¿Nos montamos una orgía?-Kannon.
-Bueno- el resto…
Y así Saga y Mu se lo montaron mucho, se amaron 4ever y… Pasando a Masky y Dita, estos tanto ir a la cama acabaron por enamorarse y se casaron al poco tiempo después… El resto de los santos siguieron con sus orgías. Para curiosidad, sí, a Dohko le gustó el helado de pistacho, pero decidió que la siguiente vez que utilizaran helados para sueños eróticos del que fuese sería de un sabor más normal. Los santos que no salieron se comieron los mocos (no literalmente, claro).