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Atrapado por Yesushika

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Notas del fanfic:

LENGUAJE COMPLETAMENTE MEXICANO Y USO DE PALABRAS ALTISONANTES!!!!!!!!

El día acababa de empezar, eran aproximadamente las 7:00 am, una hora en la que generalmente la gente decente esta dormida, sobre todo si es, digamos domingo…

 

Bueno, como el personaje que interpreta esta pequeña historia no es normal (N/a: no se a quien se parece XDD) para esa hora ya se encontraba parado, en boxers, con una playerita interior no mas… Observando hacia la nada… como quien dice pensando en la infinidad del cangrejo.

 

Bueno bueno, no había pegado un ojo en toda la mendiga noche y es que nuestro compatriota sufría el mal de amores, no comía, no dormía, solo suspiraba y debrayaba todo el día, imagínense como estaba el pobre pelado, con unas tamaño ojeras y un poco pálido… con una apariencia de esas que le saca un susto al miedo y vaya que para utilizar esa frase se necesita estar exageradamente espantoso.

 

Bueno, como les digo, nuestro amigo, que por cierto no les he dicho como se llama, estaba completamente enamorado, pero dejen ustedes ese no era el problema, el asunto por el cual se rebanaba los sesos y casi casi los hacia en taquitos, era porque estaba completamente prendido de un hombre…

 

Él tan machote que es y estando imbecilizado de un hombre… ¡OTRO MACHO!, eso era inconcebible, inaceptable, desagradable… bueno esta bien, a lo mejor no tanto para él  pero es que imagínense la complicación, él era conocido como un don Juan, todo un experto en conquistar el corazón de las señoritas, que de paso les digo pobres incautas que se hacían ilusiones con Milo, ups ya les dije el nombre, bueno algún día se tenían que enterar, echenle, con las ñoritas es una tarea relativamente fácil el conquistarlas, pero con un macho… un macho tan macho como era Camus, eso si que estaba en chino, italiano, japonés y ruso.

 

Digo, no es tan fácil el aventurarse a conquistar alguien así, digo, cabrón con cabrón ta cabrón….

 

Bueno dejen les doy mas o menos una pequeña introducción de quien es Camus y orita les sigo contando como siguió Milo con respecto a su trauma….

 

Camus, es como les digo, un hombre de esos que vez y dices “ puta madre que cabrón tan bueno”, de esos que los vez y te dan ganas de pararte enfrente, sonreírle y decir con pose poética: “ BENDITO EL VIRLO, DEL RIN, DE LA LLANTA, DEL TRACTOR, QUE TRANSPORTO EL CEMENTO, PA’ CONSTRUIRTE… MONUMENTO” , así de papasote esta Camus.

 

Bueno ya les dije mas o menos quien es Camus, un tipo que se cae de bueno, continuo con Milo, digo que tampoco canta tan mal las rancheras, resulta que Camus y Milo son amigos… digamos que MUY BUENOS AMIGOS, por no decir que los mejores amigos que hay, como le haces para decirle a tu mejor amigote que te gusta y de paso no perder su amistad… esta cañón.

 

En fin, nuestro amiguito Milo ideo un pequeño plan, o bueno por así decirle, invitaría a Camus a pasear, a ver a donde chingados se lo llevaba pero tenía que llevárselo a algún lado… había pensado seriamente utilizar el 16 de septiembre como esa fecha, digo, día de la independencia, todos bien pedotes gritando : ¡VIVA MÉXICO!, en los antros, así que no había nada que perder, digo, el pretexto era que como en esa fecha los bares se ponen hasta la madre, hay promociones, así que una botellita de tequila, unas cuantas chelas y listo, tenía el valor pa’ decirle a Camus lo que  sentía….

 

Bueno dejen les cuento mas o menos que pasó esa noche… esa celebre noche.

 

16 de septiembre por la mañana, las calles infestadas de adornitos con motivos mexicanos, todos felices, todos contentos, y Milo estresado. Había quedado de verse con Camus en un barecillo para ir a dar el grito, el problema era que había que ir vestidos de acuerdo a la fecha, no se de caudillo, de charro, de algo y él no tenía nada de eso… frustración y una gran desesperación se apoderaba lentamente de su mente, al paso que iba mejor se vestía de adelita y todo quedaba solucionado.

 

 

En fin, allá a lo lejos, bien lejos vio un mercado, se puso en marcha y después de pelearse con los camioneros, de empujarse mutuamente por las calles y de que lo trataran de convencer de que comprara chips de celular piraras llegó, cabe decir que en ese mercado había de todo, desde puestos con magazines y revistitas porno-decirles de que eran, hasta de medicamentos naturales milagrosos, camino un buen rato y en el último puesto lo encontró, un traje de charro mexicano que le quedaba excuso decir arrequintado arrequintado.

 

En fin compró el dichoso traje y ya en la noche llegó al bar, y ahí en la puerta estaba parado Camus, vestido de mariachi, traje que le hacia verse exquisito. En fin ambas esculturas entraron al lugar…

 

Me enamore de ti tan de repente

Me tienes atrapado y sin salida

Porque te estoy amando simplemente

Como jamás te amaron, como jamás te amaron

En la vida.

 

 

Caminaron hacia la barra y ordenaron Camus una cerveza y Milo un tequila, mal llegaron los pedidos y el shot se fue de parranda porque desapareció de la faz de la mesa, Camus lo miraba sorprendido,- Milo no crees que es un poco temprano como para que te quieras poner desde ahorita borracho?- y Camus seguía sin dar crédito porque Milo iba ya en su tercer shot, - Lo necesito- fue la escueta respuesta que obtuvo.

 

La noche era larga para Milo, quien decidió tratar de ponerse lo mas pedo que se pudiera, pero como que ese día en especial su cuerpo tenía mas aguante que el de costumbre para el alcohol y por mas tequila, cerveza y mezcal que le echaba ni sus luces de los típicos mareos y la soltada de lengua, estaba tan fresco como cuando llegó.

 

-         maldito bar de mierda, pinche tequila esta adulterado- murmuraba encolerizado, Camus lo miraba divertido- vamos disfruta la noche, hay muchas presas por delante- le sonreía picaramente, Milo se sintió mal, de plano estaba bien fregado, no tenía posibilidad alguna con el hermoso hombre que tenía enfrente.

 

En fin, las horas transcurrieron y a Camus se le comenzaron a subir las copas y comenzó a soltar la lengua de más, a ser mas desinhibido, más osado con un Milo que estaba impresionado.

 

 

Que tiene tu mirar, tu forma de besar que me ha embrujado

Porque en ningún lugar eh sido tan feliz como a tu lado

Sin conocerte mucho todavía

Te convertiste en dueña, te convertiste en dueña

De mi vida

 

 

Al final, el tiempo se agotó y las posibilidades de Milo de su tan aclamada y necesitada declaración se fueron de parranda ellas también, así que sin mas, Milo cargo con un prácticamente dormido Camus hasta su casa. Después de mucho hacerse bolas y casi caerse con Camus encima, llegaron sanos y salvos a la recamara.

 

Acostó a un adormilado Camus del lado derecho de la cama y el se acomodo a su costado, de frente, para poder observarlo mientras dormía, se veía hermoso, sonrió enamorado y suspiro.

 

Al día siguiente…

 

-AH QUE DOLOR DE CABEZA TAN CAGANTE!- gritaba un crudo Camus, mientras un Milo entraba con una humeante taza de café bien cargado, se la extendió al “su “ hombre, este le miro con enfado- PERO QUE TUE ESTAS LOCO, TU CREES QUE YO ME VOY A TOMAR ESO ESTANDO A 40° DE TEMPERATURA?- lo miraba con furia.

 

Milo lo miro sonriente- Si es tu decisión- se marcho por donde vino dando un portazo- MILOOO- el aludido, sonrió, agarro una ceserola una cuchara y a tamborazos, un histérico Camus salio y lo miró encabronadísimo,- CALLATE- Milo sonreía, - tomate el café- Camus desesperado y con la cabeza punzándole acepto.

 

Después de un rato, y ya mas calmados se encontraban sentados en el sillón, Camus miraba a Milo con un poco de vergüenza y es que no se acordaba de nada de lo que había sucedido una noche antes y aun no se decidía si preguntar o no, al final la curiosidad mató al gato.

 

- Milo… a-anoche que estábamos en el bar, ¿Qué fue lo que paso?- bajo su cabeza en señal de vergüenza

 

Milo lo miro sorprendido, su cabecita trabajo a mil por hora y al final decidió aprovecharse de la situación- N-no, te acuerdas?- Camus negó con la cabeza- Anoche me dijiste que me amabas- sonrió inocente y con un sonrojo en las mejillas.

 

 

A mi ya no me importan tus errores

Tampoco si me quieres o me engañas

 

Porque te llevo amor de mis amores

Como un puñal clavado, como un puñal clavado

En mis entrañas

 

Camus lo miró sorprendido, no daba crédito a lo que escuchaba, como era posible que él hubiera echo eso, es que era casi imposible- Milo yo…- sin palabras se había quedado sin palabras.

 

Milo sonreía- después de eso, te acercaste a mi- lo miraba seductoramente mientras aplicaba lo que estaba diciendo, entiéndase que se estaba acercando peligrosamente a un impactado Camus- y me besaste… así- y bolas, que le planta tremendo beso, Camus reacciono un poco tarde, que hizo, fácil se dejo llevar.

 

Se separaron, se observaron y al final se sonrieron…

 

-         No cabe duda que el alcohol es un muy buen aliado- sonreía Camus y aún con un poco de vergüenza decidió hacer lo que su buen amigo le había dicho que hizo,- Te quiero Milo- no mas que esta vez si estaba sano, no digo que en sus 5 sentidos porque algunos seguían nadando en alcohol pero si conciente.

 

Aunque esa última frase no había estado dentro de lo esperado para Milo, le gusto, vaya que le gusto escucharla…

 

 

Que tiene tu mirar, tu forma de besar que me ha embrujado

Porque en ningún lugar eh sido tan feliz como a tu lado

Sin conocerte mucho todavía

Te convertiste en dueña, te convertiste en dueña

De mi vida

 

 

-         Yo también te quiero Camus- y terminaron encerrados en la recamara, con seguro en la puerta, todo el santo día.

 

Quien sabe, chanza y algún buen día le diría a Camus que nunca hizo nada en ese bar.

 

 

Como ven, así que ya saben, si quieren decir algo a alguien, pónganse pedos o empedenlos a ellos… y ¡QUE VIVA MÉXICO!

 


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