A MI UNICO Y VERDADERO AMOR
Hoy me encuentro recordándote, hace tanto tiempo que no te veo, ya ni se cuanto ha pasado, solo se que sigues en mi y al parecer será por siempre, no tuve otra opción, tenia que irme, al descubrir que te amaba sentí miedo y preferí volverme un cobarde y alejarme de ti, creí que esa era la única forma para no desearte mas, para no amarte mas, pero me equivoque, sigues presente en mi y mas fuerte que nunca, tus hermosos ojos azules siguen brillando en el interior de mi alma, no deseo otra cosa que volverlos a ver aunque eso signifique volver a sufrir por lo que siento, y es que lo recuerdo, eras tan ingenuo, pensabas que derrotarme era la manera perfecta para domar mi corazón, y tal vez así era, o mas bien así fue, porque al final me enamore de ti.
El día en el que te conocí supe que estaba destinado a encontrarte en mi camino, tu mirada nunca se borrara de mi mente, tu sonrisa picara en aquel momento aun me carcome el alma, trataste de volverte mi amigo pero coloque una barrera de superioridad entre tu y yo, no quería que me hablaras, que me miraras, que me tocaras… en ese instante te diste cuenta, y desde entonces buscaste la mil y un formas de superarme solo con la esperanza de que yo te aceptara, y es que eras tan ingenuo, y es que yo eras apenas un niño y no comprendía lo que sentía mi cuerpo al verte, una extraña sensación de sentir tu piel con la mía, tantas veces me llevaste a la demencia, tantas veces en el baño de la escuela planee la forma de acorralarte y de hacerte el amor sin importa nada, pero como siempre desistí de esos deseos que no los comprendí… hasta ahora.
Al llegar la tarde mi corazón entristecía, era hora de ir a casa, las clases no me importaban, eras tu lo que me mantenía allí cautivo, eras tu por lo que yo estudiaba y por lo que me esforzaba, no se por que, pero por alguna extraña razón sentía placer al superarte, tu querías ser mejor que yo, y muchas veces lo hiciste, te odiaba por superarme, por mirarme, por hablarme, por amarte, odiaba esa sonrisa tuya, esa dorada cabellera, esa piel tan sensible y que tanto deseaba, y esos ojos… Dios, nunca olvidare esos ojos, en todo este tiempo lejos de ti he conocido a muchas personas con distinto color en sus iris: castaños, negros, mieles, verdes, azules…pero nunca un azul como los tuyos, aquellos eran únicos y espero que aun lo sean, pues desde que me fui no se nada de ti, tal vez estés muerto y no lo sepa, no, debes seguir con vida, porque si tu corazón hubiera dejado de latir estoy seguro que el mío hubiera hecho lo mismo y ya no te estaría recordando, pues estaría contigo, en el cielo, pero contigo.
Entre tu y yo existía una extraña pero placentera conexión, por lo que al dejar de verte mi alma entraba en un mundo vacío que no tenia salida alguna, solo el verte de nuevo, tu adiós era un castigo para mi, luego en casa todo era lúgubre, estaba completamente solo por lo que muchas veces paso por mi infantil cabeza la idea de suicidarme, si ahora lo recuerdo, muchas veces intente hacerlo, para no sufrir mas, para escapar del dolor del día a día, escapar como lo haría luego aquel día en que te deje sin nada mas que tristes deseos reprimidos, en aquella ocasión en que estuve a punto de saltar del precipicio una voz que susurro en mi oído hizo detenerme, eras tu, tu recuerdo me llamaba, y en ese instante lo supe… estaba enamorado de ti, ya no viviría para nadie mas solo para ti. Pero continuaba engañándome “no lo amo” y engañándote “no te amo”, tus amigos servían de conectivo, muchas veces notaron la forma en la que te miraba y se acercaban a mi buscando respuestas, ¿el te gusta? en ese instante me daba vértigo, sentía como si todos fueran a juzgarme, y pensaba que me degradaría ante ti si así era, mi respuesta siempre fue llena de enfado y de absoluta negación, aunque luego, al quedarme solo, mi corazón trataba de recuperar el ritmo normal de sus latidos, había mentido, pero me sentía aliviado pues tu no sabias lo que me provocabas. No digo que fuiste culpable, pero en tantas ocasiones desee ser con todas las fuerzas de mí ser otra persona, una llena de amor para poder brindártelo sin restricciones, y es que yo estaba lleno de odio, y aun lo estoy, bueno eso no importa, desataste en mi los mas lujuriosos deseos carnales y aunque apenas era un niño pude sentirlo.
Y ahora que estamos separados, me arrepiento de tantas cosas mi querido rubio, cosas que quise hacerte y decirte pero mi orgullo no me lo permitió, por eso aquí te lo digo ya que en mi corazón existe el fuerte presentimiento de que nos volveremos a ver, no se cuando, pero espero que sea pronto… cuando te vuelva a ver te daré el beso que siempre quise darte y que siempre quisiste recibir; te llevare a mi alcoba y tendremos sexo hasta que nuestros cuerpos se detengan y no aguanten mas; retirare las dolorosas e insultantes palabras que te dije el día de mi partida, se que te dolieron pues te vi llorar; cuando me vuelvan a preguntar si me gustas no vacilare en responder que si , y no solo eso, lo gritare, lo anunciare, lo publicare para que todos lo sepan; admitiré de una vez que me venciste pero que deberás esforzarte la próxima vez pues iré por la revancha.
Hoy me encuentro recordándote mi único y verdadero amor, aunque este en brazos de otro quiero que sepas que mi corazón esta interconectado con el tuyo por eso es factible que sientas que aun te amo, perdóname, ojala te lo hubiera dicho antes, de cualquier forma creo que ya lo sabes, o si no, ¿porque razón te esforzabas tanto por mi?, ¿ por tenerme a tu lado?. Siempre encontrabas la forma de llegar a mi, a mis mas sinceros sentimientos, y es que muchas veces nuestros ojos se encontraron frente a frente, y tu descifrabas mediante mis fríos y calculadores ojos la clave que tanto buscabas, yo no los quería apartar de ti, quería seguir mirándote, quería seguir sintiendo esa calidez en mi cuerpo, pero luego, sin quererlo, en un acto reflejo, retiraba la mirada, si, siempre yo la retiraba, no podía aguantar tus profundos ojos azules, pero tu no parabas, continuabas viéndome, pero ahora con una sonrisa, una sonrisa que ahora deseo con todo mi poder.
Una noche, tocaste a mi puerta, no supe que hacer, tenerte ahí de pie, junto a mí, venias para que fuéramos a entrenar pero al igual que yo lucias nervioso, sentía mi respiración entrecortada, mis latidos eran rápidos, sin decir nada te tome del cuello de la camisa y te arrastre hacia dentro, no sabias que pasaba pero no dijiste nada, solo me mirabas con tus ojitos tambaleantes, tenias miedo, me acerque a ti y te abracé para sentir tu cuerpo, dijiste mi nombre “Sasuke”, me sentí feliz, querías decir algo mas pero detuve tus labios con los míos, estabas estático, pude sentir tu respiración agitada, respondiste al beso y sentí tu lengua con la mía, luego al sentir la falta de aire te apartaste de mi ¿Por qué? ¿Acaso no querías seguir besándome Naruto? ¿No querías saber que era lo que sentía hacia ti, la razón por la cual te hacia miserable cada día de tu existencia junto a mi?, sin esperar a que te respondiera tu comenzaste el segundo beso, pero esta vez te fui arrastrando hacia la habitación mas cercana, tenia que hacerte mío mi pequeño rubio, tenia que estar dentro de ti aunque fuera una vez. No había problema alguno, tú y yo éramos los únicos moradores de aquella casa, no tenias que preocuparte si querías hacer algún ruido y lo sabias, por eso, cuando comencé a tocarte como loco por todas partes no evitaste gemir con fuerza, estuve a punto de quitarte la ropa pero me detuviste, dijiste que no era lo correcto, que tu y yo éramos amigos aunque yo sabia que te estabas mintiendo porque también querías estar conmigo, trate de intentar tocarte otra vez pero tu te apartaste, me diste una bofetada cuando intente besarte a la fuerza, saliste de la habitación y rápidamente corriendo de mi casa, yo trate de seguirte pero tu fuiste muy astuto y te escapaste de mi, esa noche fría me la pase pensando en ti y en que no pude tenerte.
Luego pasado el tiempo note cierta distancia entre tu y yo, la competencia que nos unía poco a poco fue desapareciendo y nuestra miradas muy raramente se encontraban, por eso el día que me fui no me dolió tanto aunque se que a ti si porque intentaste detenerme, y después de lagrimas e insultos me aleje de tu lado como un cobarde dejándote solo y sin saber porque, pero no planee que mi amor por ti fuera tan fuerte como para perseguirme aun después de tanto tiempo, muchas veces llore por no estar contigo y aun sigo haciéndolo.
Y hoy que me encuentro recordando solo hay una cosa que me persigue del pasado, que me duele en el presente y que espero lograr superar en el futuro…. y es nunca haberte dicho que te amo mas que a mi propia vida mi querido rubio…