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Secreto de luna: Young Lee por Nia_will

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Notas del capitulo: He aqui otro capitulo de mi historia espero les guste.
 

En la actualidad...

 

Se encontraba sentado en la orilla del piso del anden del tren, su espalda descansaba en un pilar, una de sus piernas estaba doblada en el suelo mientras que la otra era abrazaba, su  cabeza se mantenía apoyada en la rodilla, sus ojos los tenía cerrados, su respiración era calmada, dormitaba un poco antes de regresar con sus deberes.

 

Como siempre su única compañera era la soledad, la tranquilidad, la oscuridad, la noche, la luna llena...

 

A lo lejos se podía escuchar el sonido de un pitido constante, era señal de que el tren pronto aparcaría en la estación, aunque al chico no parecía darle mucha importancia o atención.

 

Transcurrió el tiempo y el tren nuevamente daba su alerta a todos aquellos que se encontraran en la estación para que tomaran precauciones y no ocurriera algún accidente, pero para la hora que era (madrugada) no había necesidad de tanta alerta, a parte de él ninguna alma rondaba por la estación. Poco después la maquina aminoraba su marcha y comenzaba a pasar delante del chico, éste no cambio su postura ni de su lugar; las luces de los vagones iluminaban la estación cobrando vida las sombras de las bancas y columnas.

 

-/No te rindas...Descansa...lobo/- esas palabras resonaron en su cabeza al momento que el tren frenaba por completo. Young abrió los ojos ligeramente, las luces le molestaban, levanta  la mirada descubriendo a alguien enfrente de él. No le observa la cara, solo los zapatos que llevaba. Estos se encontraban llenos de lodo y en un pésimo estado, ya que le podía ver los dedos de los pies.

 

-Hola Young... ¿me extrañaste?- decía un sonriente chico de mediana estatura y con facciones infantiles, con una bella sonrisa adornándole el rostro, su cabello se encontraba algo despeinado aunque aun debajo de todo el barro podía ver los mechones verdosos como los de él. Cargaba una bolsa grande la cual se encontraba junto a sus pies.

Pesadamente el mayor se levanto del suelo quedando por centímetros más alto que él, lo observo detenidamente.

-si ya se que dirás...- mira su vestimenta, sus pies y pro ultimo la bolsa que sujetaba- me emboscaron en el trayecto, no podía dejar pasar la oportunidad y divertirme un poco- le respondió con su más dulce sonrisa.

 

Acto seguido Young se limito a abrazarlo sin decirle ni reprocharle nada. Lo estrecho contra su cuerpo mientras acercaba su rostro hasta su cuello para aspirar su aroma y sentirse de mejor animo. Lo que provoco en el cuerpo del chico un erizamiento de los cabellos de su nuca y ciertas descargas que se dispersaron por hombros y rostro, con esto Daichi se sonrojo ante este acto y por reflejo le abrazo la espalda -veo que si me extrañaste mucho- victoreaba feliz, Young lo soltó y tomo su bolsa de viaje -para nada- lentamente se fue alejando de él

-que malo eres, y entonces ¿qué fue ese abrazo?- ponía cara de puchero mientras corría para alcanzarlo

El mayor sonrió ante su reclamo, se detuvo para que le diera alcance para luego volver a repetir la acción de abrazarlo pero esta vez solo con un brazo, una vez que el chico estaba enfrente de él de nuevo.

Daichi sonrió victorioso de nuevo al saber con esta muestra de afecto que si era querido -gracias...- le susurro al sentir que Young había apoyado su rostro entre su cuello y su hombro. Al terminar esta camaradería caminaron tranquilamente, el chico estaba feliz de regresar, ya encaminados a su hogar el pequeño lobezno le contaba todo lo que había hecho en su viaje a un serio Young.

 

Al entrar a la casa de su compañero, Young deja las cosas en la entrada de la sala mientras Daichi que iba de tras de él, miraba al mayor con gran curiosidad, el lobo era a veces de pocas palabras, pero la seriedad que mantenía ahora era extrema y como tenia la manía de averiguar las cosas de un modo u otro y esta le carcomía las entrañas por saber que le preocupaba a su camarada, lo sigue hasta que Young se deja caer pesadamente al sillón individual.

 

El chico sonríe picara mente y se encamina hacia él, una vez cerca se toma la confianza de sentarse en el regazo del japonés, dejando sus rodillas a ambos lado de los muslos del mayor, para tener más equilibrio pasa sus brazos por encima de los hombros de Young sujetándose al cuello. Desde ahí Daichi quedo cara a cara con el joven, el menor observaba divertido la cara de asombro del otro. Le sonríe, quería animarlo y sabía que la debilidad de su compañero era su encantadora sonrisa. -oye estas algo tenso- le masajeaba lentamente los hombros -¿qué te preocupa?- preguntaba inocentemente

-pronto nos enfrentaremos con los vampiros... hace más de dos semanas recibimos su mensaje- decía mientras le sacudía un poco su cabello.

-¡Genial, acción!- guardo silencio al ver el gesto sombrío en el rostro de Young - Hey, no será difícil ir contra ellos, será divertido... ¡anímate!-

Young le sonría al chico sentado en sus piernas -tienes razón, será divertido patearles el trasero- le acaricio el rostro para después dirigir su mano a la nariz del lobezno - pero primero y antes de ensuciarte de nuevo... date una ducha- le quitaba tierra - te urge - decía mientras levantaba una ceja.

-hmp, le quitas lo divertido a las cosas- se quita del regazo del japonés para ir hasta su maleta y tomarla. Young le miraba, rápidamente cruzo delante de él para perderse de vista por el pasillo que lo conducía hasta su habitación.

 

El lobo mayor no podía dejar de pensar en la próxima batalla, se puso en pie caminando hasta el gran ventanal que adornaba la sala, observo detenidamente el cielo, dejando escapar un gran suspiro, no se encontraba tranquilo desde que lo vio. Lentamente sentía que se sofocaba dentro de esas cuatro paredes, así que decide salir.

En la puerta el aire fresco le da la bienvenida rozando sus mejillas y jugando sutil mente con su cabello. Se dirige al pórtico de la casa y se sienta apoyando su espalda en el pilar, y acomodando sus piernas, una queda un escalón a bajo mientras la otra es ligeramente flexionada, sus brazos descansan sobre cada una de sus piernas.

Cerro sus ojos dejando que la música de la noche llenara sus sentido y guiándole lentamente al mundo de los sueño.

 

 

                                                       

*flash back*

 

 

Había recibido una extraña llamada que le decía que acudiera a la calle 18 y 13 av. Clous. Sin pensarlo dos veces salio de su casa rumbo a la avenida. Al ir en camino recordó que la dirección dada no era precisamente una avenida sino más bien -cruzamientos de calles- a su izquierda observo la marcación 18 y 13 nada parecía fuera de su lugar pero enfrente tenia un terreno baldío, cruzo hacia la gigantesca barda de madera que se levantaba impidiendo la mirada de curiosos, poso una mano sobre la madera para inspeccionar y dar con alguna entrada que pueda estar oculta.

Camino lentamente alrededor del terreno hasta que diviso una entrada en la estructura, penetro y estudio cuidadosamente el sitio, no se veía mucho por la alta maleza que crecía, avanzando un poco detectando cierta irregularidad en la hierva, se agacho para inspeccionarla encontrando rastro de sangre fresca.

Frunció el seño y se levanto, siguió algunas marcas más de sangre, hasta que el olor de esta se hizo tan presente a su alrededor que comenzó a guiarse por él. Unos metros más descubrió con horror el cuerpo crucificado de uno de sus camaradas, para ser más precisó un joven lobo.

 

El cuerpo se encontraba clavado de manos levantadas sobre la cabeza que colgaba de algunos tendones, el tronco del cuerpo estaba abierto exponiendo a la vista las entrañas de aquel lobezno, la única pierna con la que contaba sujeta al cuerpo estaba destajaba desde la rodilla, la otra colgaba boca abajo y se sostenía debido al clavo en el empeine del pie.

La escena era de lo más grotesca, ya que las hormigas comenzaban a subir por la pared para devorar el cuerpo ensangrentado, a un lado de este había un solo nombre "Tsinize" escrito con sangre.

 

Young no podía hacer nada por aquella criatura, así que retrocedió para retirarse y dar aviso al clan. Mientras se iba sentía como sus entrañas de agitaban con solo recordar ese cuerpo, se sentía miserable -"malditos vampiros..."- maldecía pero algo no encajaba -"pero ¿como pudo ser un vampiro? ¿A plena luz del día? imposible a menos que..."- ya estaba llegando a la entrada cuando pudo observar que alguien le miraba desde esta. Se detuvo rápidamente -"¿como ha llegado y no sentí su presencia?"- 

El individuo sonríe al ver la cara de desconcierto del chino -¿te sorprendí Young?- da un paso adelante. El lobo no mueve ni un solo músculo pero no le quita la mirada, deja que el vampiro se acerque hasta quedar de frente a él. Este sonríe al ver que el chico había crecido algunos centímetros con el paso de los años, pero que sigue siendo más alto que él, aun así estaba gustoso de verle después de tanto tiempo, levanta su mano y acaricia la mejilla del joven -Te andaba buscando... No fue sencillo, pero al fin te encontré- le decía paternalmente y acto seguido lo estrecha fervientemente contra su cuerpo, Young cierra los ojos y acepta la muestra de cariño.

-"Dante"- piensa en su nombre, el vampiro sonrió al leer la mente del lobo -sabes que me puedes llamar Hyoga, el nombre de Dante era solo para los humanos-, lentamente le acaricia su cabeza haciendo que Young se apoye en su hombro como si fuera un niño. Este se siente reconfortado por tal acción pero su mente lo transporta hasta el cadáver del lobezno, esto causa un estremecimiento en su cuerpo el cual es captado por el vampiro, nuevamente este le lee la mente encontrándose con aquella visión, para después dirigir su mirada en aquella dirección.

Le dedica la atención necesaria, solo un segundo, para de nuevo concentrarse en la criatura de sus brazos, Hyoga cierra sus ojos y apoya ligeramente su mejilla en la cabeza de Young. -Mira tu cabello, te lo has teñido de un color extraño- sujeta un mechón verdusco -me gustaba más cuando era cobrizo, los reflejos color sangre marcaban muy bien tus bellas facciones-. Se quedan así por varios minutos hasta que el lobo rompe el lazo empujando ligeramente el cuerpo del vampiro, este no se opone y se aleja. El joven le mira unos segundos al rostro para después pasar junto  de él y encaminarse a la salida.

-Ahora que di contigo no me iré... sin ti- decía mientras Young detenía su marcha -Pronto...- Hyoga desaparece rápidamente el lobo solo le observa por al rabillo del ojo, al irse el vampiro, continuo con su marcha.

 

                                     

*fin del flash back*

 

 

Young despierta de aquel recuerdo y al abrir los ojos descubre el rostro de su joven amigo cerca del suyo -¿otra vez durmiendo en la entrada? pareces perro guardián- reía por su comentario

Mientras que Young fruncía el seño, luego lo sujeta de los hombros y lo atrae para abrazarlo haciendo que el chico se recostara entre sus piernas, quedando su cabeza  apoyada en su pecho -mejor guarda silencio Daichi- le decía acariciando su cabello, este sonreía mientras se acurrucaba más para minutos después quedar dormido.

- muy pronto nos veremos... Hyoga... muy pronto- mientras observaba la silenciosa luna plateada.

 

 

*****                              ******                   *****                    ********

 

Un elegante automóvil estaba aparcado en el hotel más lujoso de la ciudad, sus puertas abren paso dejando a una bella pareja salir de su interior.

 

La chica se acomodaba la ropa para que se viera bien para su pareja y futuro esposo. -y ¿que te parece Hyoga? ¿Te gusta mi collar?-mostraba orgullosa una exquisita joya en diamante puro finamente cortado.

-mhn..."como para horcarte con él, sí es hermoso"- no se encontraba con muchos ánimos de estar pegado a Flare, quien se le colgaba como monito cirquero al brazo. Pero sabía que debía mantener las apariencias si quería que todo salga conforme a sus planes.

-¿Hyoga...?

-Discúlpame ando algo distraído, te vez encantadora con esa joya colgada en tu cuello.- y como muestra de cariño le da un beso tan apasionado que la temperatura en el cuerpo de ella comienza a subir, el vampiro deja sus labio para bajar por el cuello y succionar un poco de sangre disimuladamente. Flare trata de ponerle un alto pero la pasión le gana.

-Hyo...ga aaahh... por favor...

-No digas nada y deja que te enseñe mis artes- proseguía con sus hábiles movimientos, -pero no tratemos de ganarle a la noche, que esta es joven, vamos a dar un paseo nocturno-

-¿a pie?- algo incrédula

-¿por que no? Seremos como dos amantes recorriendo su jardín, dejando que los mortales disfruten de tan espectacular vista- la idea no la convenció del todo, pero esa mirada tan seductora y sus palabras tan dulces fueron quien guiaron a esa joven vampiro, que disfrutaba de las miradas de los mortales.

 

Siempre había sido el centro de atracción entre su especie y entre los humanos no era la excepción ya que era conocida por miles de ojos como la mas famosa modelo.

-¿a donde tienes planeado llevarme amor?- se cuelga

-a un sitio muy especial, tanto que no querrás dejarlo jamás.- se logra desprender un poco del agarre, la compañía comenzaba a fastidiarle así que apresuro el paso mientras trataba de sacarle alguna conversación más allá de ella misma.

 

Por varias horas recorrieron el parque de la ciudad, donde comieron gustosamente de cuatro parejas y uno que otro perdido humano, para ese momento Hyoga no dejaba de observar su reloj con insistencia, Flare lo había notado ya que no le prestaba atención y ni tarde ni perezosa quiso saber.

-y bien, dame una buena razón para mirar el reloj cada dos segundos...

Hyoga suspiro resignado, su paciencia se le había acabado con esa frase y para su buena fortuna la hora que tanto aguardaba había llegado también, así que para enojo de la joven rubia, el chico se alejo de ella, se dejo caer en la banca más cercana que encontró y simplemente la miro con desprecio -es que ha llegado la hora.

-¿para que?

-para que vayas al lugar del cual te hable... veras que jamás querrás dejarlo -y con estas palabras un grupo de personas salieron de las sombras de los arbustos y árboles de alrededor y sin más preámbulos saltaron al unísono sobro la bella chica, arrancándole parte de la ropa y de la piel.

 

Sin dejarse sorprender Flare dio batalla alejando a todos sus atacantes con golpes que le arranco la quijada más de uno, pero estos rápidamente se la volvían a su lugar, atacando de nueva cuenta. Entre patadas, rasguños y uno que otro chillido que rompería los tímpanos a más de uno la chica lucho, en un último intento desesperado giro rápidamente hacia su futuro esposo pidiéndole ayuda, este simplemente se cruzo de piernas y bostezo indicando que todo aquello le parecía aburrido.

 

En un nuevo ataque la chica recibió un fuerte golpe en la nuca y en la espalda baja, haciendo que gritara de dolor, con esto el jefe de los atacantes salio detrás de Hyoga y se recargo en el respaldo de la banca.

-es tas contento con esto- obtuvo un afirmativo asentimiento- muy bien, pues págame de una buena vez para que termines de ver tu espectáculo. Hyoga le miro de reojo, abriendo su chaqueta saco un fajo gordo de dinero y se lo entrego a Death Mask, este comenzó a contar con velocidad su paga. -oye esto no esta completo.

-no te preocupes ella carga con una gran joya, que creo que no volverá a utilizar además de donarla con gusto.

-eres un maldito, como te a través- la vampiro se levanto del suelo en un impulso por desgarrarle el cuello a su ex esposo, pero fue detenida por su atacante

-bonita joya- se la arranca causándole más daño a su garganta- me conformare, con esto el resto se los dejo chicos -y sin más lanza el cuerpo de Flare al suelo donde es cubierta por un gran número de cuerpos que están deseosos de probar su sangre y terminar con la vida de ella.

 

El rubio se levanta de la banca ya que un poco de sangre a salpicado su traje negro, saca un pañuelo y se limpia -que desastre, pero tiene arreglo-no demora en borrar la mancha -así esta mejor- mira a Death Mask que anda fascinado con su joya- fue un placer hacer negocios y pronto necesitare de tu ayuda.

-mantengamos en contacto como buenos amigos y si seguimos trabajando así te aseguro que nuestra amistad perdurara mucho.

-lo mismo opino. -sonríe complacido. -bueno Flare nos seguimos viendo

-no creo que te oiga más.

-en fin, me voy...- y así sin mayor resentimiento del asesinato de su prometida se retira tranquilamente, los otros terminan con toda la sangre y como llegaron se fueron, Death Mask la observa para asegurarse de que estaba muerta para después dejarla y esperar que los mortales terminen con la basura.

 

Mientras el rubio regresa al hotel -Muy pronto Young terminaremos por fin con todo esto- sube a la limosina que esperaba a la pareja, da indicaciones para que lo llevaran a casa y le da al chofer un mensaje donde dice que su prometida se fue a resolver unos asuntos de último momento y se marcho sin él.

Notas finales:

bueno como vieron las cosas pueden estar algo complicadas pero eso no quiere decir que no se unan entre ellas.

nos vemos en el siguiente capitulo.


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