NDH: los que aun no han visto la serie pueden leer con confianza el fic que no voy a destripar nada (eso espero o.O) como ya dije: está inspirado en Sukisyo no basado
Protagonistas: Goten x Trunks
Género: no definido, tiene un poquito de todo.
Raiting: PG-13
Está narrada en tercera persona desde la perspectiva de ambos protagonistas a conveniencia del autor aunque en su mayoría por Trunks.
Historia original de: Haruka Tsukishiro
Éste es mi sexto fic, el tercero de Dragon Ball (sin contar el Drabble)
Dedicado 100% a Lenny kun (Lenny Maxwell de Yui, ahora: Lenny Uchiha)
◊♦◊ ≠ ♦◊♦ ≠ ◊♦◊ Comenzar de Cero ◊♦◊ ≠ ♦◊♦ ≠ ◊♦◊
Capítulo I
–¡Buenos días señora Milk! –saludó el pequeño Trunks muy temprano en la mañana–. ¿Se encuentra Goten?
–Aun duerme –dijo sonriente–. Pero pasa, ya te lo llamo.
–¿Puedo ir yo? –dijo el pequeño rápidamente antes que Milk se moviera un poco.
–Claro, adelante, mientras voy sirviendo el desayuno.
Trunks corrió escaleras arriba luego se detuvo en su puerta y tomó un poco de aire antes de entrar. Lo encontró aun enroscado entre las sábanas, su intención en primera instancia era despertarlo pero al verlo ahí durmiendo cerca de la orilla de la cama, lo alteró un poco. Le acarició su rostro pensando: «¿y si esta vez me atrevo?» y sin importarle sus escasos ocho años ni los siete de su amigo, se agachó y le dio un inocente beso que apenas y rozó sus labios, estaba más rojo que un tomate, después de tener mucho tiempo deseando hacerlo, por fin se atrevió, se dio golpecitos en ambas mejillas para calmar el ardor que sentía en el rostro, notó que su amigo seguía durmiendo pero esta vez con una plácida sonrisa en sus labios.
Lo removió para despertarlo.
–Despierta Goten –le susurró.
Goten se removió un poco antes de abrir los ojos y al ver el rostro de Trunks algo cerca, se estremeció, sentándose en la cama de inmediato, dándole la espalda, aun seguía con las sábanas enroscadas en sus piernas.
–¿Por qué me despiertas tan temprano? –murmuró algo adormilado.
–¡Que ingrato eres! –se quejó haciéndose el ofendido–. ¡Y yo que vengo a darte una buena noticia!
–Es que estaba soñando... –se tocó los labios–. Bueno, ya no importa –dijo algo ruborizado bajándose de la cama.
–¿No importa? –Repitió, notando que su amigo le rehuía la mirada–. ¿Qué soñaste? –Insistió parándose delante de él pero al verlo algo ruborizado, se acobardó–. Es mejor que te des prisa en el baño –musitó sin dejar de mirarlo–. Quiero mostrarte el lugar que encontré –diciendo esto se alejó de él, acostándose en su cama.
–¿¡Encontraste el lugar perfecto?! –exclamó muy emocionado sus ojos le brillaban con tanta intensidad.
–Por supuesto –dijo con un aire arrogante–. De hecho, fue algo fácil.
–Pero si llevamos semanas buscándolo...
–Goten, se nos está haciendo tarde, ya ve al baño.
Goten se apresuro a tomar su toalla y salió de la habitación, regresó media hora después con la bata de baño puesta, Trunks lo esperaba aun acostado. Goten se dirigió a su ropero y de espaldas a él se quitó la bata y comenzó a vestirse.
A Trunks le gustaba mucho llegar algo temprano a casa de Goten porque su amigo tenía la costumbre de vestirse en su habitación después de salir del baño y esa experiencia no se la perdía por nadie, ver su cuerpecito desnudo era algo sublime para él.
Después de desayunar, ambos salieron con algo de prisa.
–¿A dónde vamos? –Preguntó Goten que volaba al lado de Trunks, con cierta dificultad–. ¿Falta mucho?
–Ya casi llegamos –dijo pero no se detuvieron sino después de diez minutos de sobrevolar por las aguas.
Cuando estaban a punto de llegar, Goten divisó varias islas muy pequeñas a lo lejos, eran como unas siete u ocho y Trunks escogió justo la más pequeña, sin contar el pequeño montículo que tenía la isla de al lado.
–¡Es perfecta! –exclamó Goten al tocar tierra firme y observar a todos lados.
–Esto es sólo el principio –dijo y tomándolo por la muñeca añadió–. Ven, te quiero mostrar lo mejor.
Trunks se internó entre los árboles con pasos muy seguros, Goten iba maravillado contemplando todo, mientras se dejaba llevar. Los árboles no estaban muy juntos y por ellos pasaban algunos rayos de sol.
Trunks se detuvo frente a un inmenso árbol de raíces muy gruesas.
–Woooooow –exclamó Goten al verlo–. Es inmenso, me gusta!
–Si lo trepas es mejor que subir volando –le aseguró y comenzó a subir.
Goten, con un poco de dificultad, también comenzó a escalar el gran árbol, notó que Trunks se detuvo en uno de los brazos más grueso del árbol, Goten no tardo en pararse al lado.
–Observa –le dijo Trunks con voz de misterio y apartó algunas ramas.
Goten se había quedado sin palabras, no podía creerlo, que por fin habían encontrado el sitio indicado, el perfecto! En realidad no sabía cómo expresar lo que sentía en ese momento, estaba muy emocionado, excitado, feliz que no le salían las palabras.
–Lo sé –dijo Trunks atreviéndose a tomarle la mano.
Tenían ante ellos una espectacular vista al mar donde se podía ver, no muy lejos, el pequeño islote que mas bien parecía estar compuesto únicamente por una montaña del cual brotaba una magnifica cascada que al golpear en su desembocadura producía un pequeño arco iris, y detrás de este islote se podía divisar algunas islas.
–¡Lo encontramos Trunks! –Dijo por fin el pequeño muy emocionado mirándolo muy de cerca–. ¡Este es el lugar que hemos estado buscando.
–Si –respondió algo alucinado mirando su carita radiante, perdió un poco el equilibrio al ver que sus mejillas comenzaron a ruborizarse, por suerte aun seguían tomados de la mano y eso evitó su caída.
–Ten cuidado –le dijo sonriente cuando su amigo recupero el equilibrio.
Trunks se ruborizó enormemente.
–Entonces –dijo para pasar el bochorno que sentía mientras se peinaba el cabello con los dedos–. ¿Ya hiciste los planos?
–Si –respondió emocionado y sacó de su morral varios papeles doblados–. Pero no sé si sirvan.
–Claro que si servirán, sólo hay que ajustarlos un poco –luego miró los papeles por un momento–. Bueno, hay que ajustarlos mucho –rectificó.
–¿No te gustó? –preguntó con cierto pesar.
–Si, mucho –respondió sinceramente–. Sólo que tendremos que cortar algunas ramas que nos estorban porque yo quiero que nuestra habitación quede aquí, con una enorme ventana para mirar el atardecer –dijo señalando la hermosa vista, algo tapada por las ramas.
Goten voló a una rama más alta.
–Mañana hago unos nuevos planos de nuestra casa –dijo entre murmullo ya rojito como un tomate.
Él no sabía dibujar pero también sabía que Trunks hiciese lo que hiciese iba a entender sus garabatos en forma de planos.
–Mejor lo hacemos hoy –le recomendó volando para ponerse a su lado–. Pero después que inspeccionemos la isla.
Goten guardó nuevamente los planos y ambos bajaron a tierra firme.
Después de recorrerla por varias horas, deteniéndose de vez en cuando a recoger algunas frutas o a observar alguna ave extraña, se dieron cuenta que la isla tenía justo el tamaño perfecto: ni muy grande, ni muy chica, una persona adulta fácilmente podría darle la vuelta corriendo en dos horas.
En la tarde ambos se sentaron en las raíces del inmenso árbol, Goten sacó su block de dibujo escolar y sus creyones y comenzó a realizar los nuevos planos, esta vez con ayuda de Trunks que le daba sugerencias, hasta que empezó a oscurecer y tuvieron que regresar a casa.
Al día siguiente se la pasaron podando el árbol con las bolas de poder, conforme los planos y botando los restos que sabían que no utilizarían en la otra isla vecina. Y así la dejaron lista para comenzar a construir su casa la semana siguiente.
El lunes muy temprano en la mañana, Trunks se dirigió a casa de Goten, como era ya su costumbre buscarlo para ir juntos a la escuela, con suerte y lo encontraba aun en la cama pero al tocar la puerta fue él mismo quien lo recibió entusiasmado, ya vestido con su uniforme escolar.
–¡Hola Trunks! –le dijo, luego se dio la vuelta y gritó antes de cerrar la puerta–. ¡Chao mamá, ya me voy!
–¡Chao hijo! –apenas se le oyó gritar a Milk. –
Casi no pude dormir en toda la noche –le confesó Goten antes de tomar el vuelo–. Pensando en cómo construir la casa.
–Yo también he pensado mucho en eso. La vamos a hacer de bambú.
–¿De bambú? Pero en la isla no hay bambú... ¿de donde los vamos a sacar?
–¿Recuerdas que cuando estábamos buscando nuestro lugar, había una isla que estaba repleta de bambú?
–¡Si, si la recuerdo! Pero... ¿esa isla no queda muy, muy lejos de nuestra isla?
–Si, creo que si –admitió–. Pero si vamos poco a poco y con calma, lo lograremos.
Trunks lo dijo tan convencido que Goten aceptó sin decir más aunque seguía pensando que quedaba muy lejos.
Cuando llegaron a una distancia prudencial a la escuela, bajaron y siguieron el camino a pie.
–¿Crees que la terminaremos antes de vacaciones? –preguntó Goten al detenerse al principio del pasillo que conducían a los salones de tercero.
–Si –afirmó con convicción.
–¿Aunque falte muy poco para las vacaciones?
–Aunque falte muy poco para las vacaciones –le afirmó poniendo sus manos sobre sus hombros y mirándolo fijo–. Ya lo veras que sí lo lograremos, tendremos nuestro hogar antes de lo que te imaginas, yo me esforzaré al máximo para que así sea.
–Yo también me esforzaré al máximo –dijo sonriéndole y comenzando a ruborizarse.
–Será mejor que entremos a nuestros salones –aconsejó bajando las manos–. Nos vemos a la salida.
Goten asintió e intensificó su sonrisa y se quedó un momento viéndolo subir las escaleras que conducían a los salones de cuarto.
A la hora de la salida, Goten salió primero que Trunks así que se quedó un poco rezagado en la puerta principal, esperando que saliera, y cuando lo vio salir quiso correr a su encuentro pero algo lo detuvo, algo con nombre femenino.
Trunks salió acompañado por una chica de su edad, de cabellos rubios y largos, de piel rosada, en realidad era exageradamente bonita, más de lo que le hubiese gustado a Goten, estaban hablando muy animadamente que no se fijó cuando Goten se les acercó.
–¿Ya nos vamos? –le dijo, ignorando el hecho de que su amigo estuviera acompañado.
–¡Goten! –exclamó algo sorprendido.
–¿Quién es él? –le preguntó la chica con gesto despectivo.
–Es Goten, mi mejor amigo –dijo, luego miró a Goten–. Ella es kiroi, desde hoy va a estar en mi salón.
Goten la miró, tratando de que su sonrisa se viera lo más sincera posible aunque su sonrisa no fue correspondida.
–Kiroi quiere que la acompañe a dar una vuelta para conocer la ciudad –añadió.
–¡¿Los puedo acompañar?! –preguntó entusiasmado.
–¡No! –respondió la chica tajantemente detrás de una falsa sonrisa impidiendo que Trunks siquiera pensara en afirmarle.
–¿Por qué no? –se quejó mirando suplicante a Trunks.
–Porque eres muy pequeño y no queremos estar como niñera –alegó Kiroi y esta vez lo fulminó con la vista.
–Pero si sólo soy un año menor que ustedes –protestó.
–Goten, es mejor que hoy no vayas, ve a casa –le recomendó su amigo–. Mañana hablamos.
Goten sólo asintió con la cabeza y los observó alejarse muy triste, sentía el pecho cada vez mas apretado, no estaba seguro de lo que significaba eso pero lo que sí sabía era que esa niña rubia no le iba a quitar a su amigo.
Continuará...
◊♦◊ ≠ ♦◊♦ ≠ ◊♦◊ Rincón de Haruka ◊♦◊ ≠ ♦◊♦ ≠ ◊♦◊
Wiiiii!!!! Por fin volví XDDDDD después de tanto tiempo >< cómo no hacerlo en una fecha tan espectacular como esta: MARTE 13!!! como se abran dado cuenta la historia no se parece tanto a Sukisyo es que me inspiré viendo el capítulo final (no el ova 13 ese no me gustó tanto, aunque reconozco que también es bueno)...
Sólo los primeros capítulos son shota, después crecerán! Sé que parece que fuera Trunks x Goten pero no es así, es Goten x Trunks (aunque me cuesta mucho! ><)
Ne Lenny kun espero que te haya gustado y también a todos los que la leyeron.
Ya será hasta el próximo cap.
Haruka Tsukishiro