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Sadness por Alt3moTions

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Notas del fanfic:

Bien, pues aca mis pequeñas notas :P esto es algo que escribi, basado en mi horrible tristeza y en lo que hago durante la desesperacion n_n, como sea, una contribucion mas para la invacion del TWINCEST KAULITZ! n.n espero que haya mushas mushas mas autoras proximamente, ya saben que las amo por eso :P, y aunque mi casi novio diga que estoy loca y enferma... no importa xD eso ya lo sabia desde antes 6.6 jajaja, disfruten!!!

Notas del capitulo: ¿que tal?  psss....sigan con el lindo twincest adictivo buahahaha
  

El viento entra por la ventana, y la luz de la luna se refleja en la cuchilla en la mano del pelinegro, las lágrimas caen, atraídas por la gravedad, Bill cierra con fuerza su puño, mirando aquellas letras plasmadas en las paredes, que cubre con cuidado con la figura de los muebles.  Escondiendo su dolor, resguardando esa pena, huyendo de ese animal en su interior, temiendo por lo que mañana podría pasar, y al mismo tiempo deseando que pase.

 

Con sus oídos atentos a los ruidos exteriores, esperando ansioso a que sean los pasos de la persona que es dueña de sus mas sucios deseos y nada mas que eso, pensando que será amor, que será cariño, que será algo mas… pero su conciencia le dicta que solo es sucio, una persona vacía y sucia.

 

Sin permitirse refugiarse en los brazos de quien le brinda consuelo, toma la afilada arma, para pasarla sobre su brazo, mirando con dolor como la sangre empieza a brotar, no quiere sentir más, no quiere pensar más.

 

Que el dulce placer, del dolor de las heridas consuma el dolor de su alma.

 

Las pupilas ya tienen grabado su rostro, aunque lo evite estaba ahí en su interior, ya no había vuelta atrás, quito su playera de encima de su cuerpo, dejando que el frió le envolviera un poco mas.

 

Otra noche mas, otra cicatriz mas, recordándole la violencia del dolor contra su alma. Resucitando esos cadáveres que le brindaban preocupación, reabriendo las heridas a carne viva.  Rasgando una y otra vez la piel, sin poderse detener, quería sacar todo rastro de su sangre, sustituir su dolor, ya no soportaba su cuerpo, ya no quería estar en el, en esa bolsa de carne cruda que le impedía ser uno con su otra mitad, eso le estaba matando con lentitud y en silencio.

 

Escribir montones de canciones, ya no le era suficiente para distraer su pensamiento de la ansiedad de estar mas cerca de su gemelo, mas allá de lo que su conciencia le permitía, mas de lo que los ojos de su familia pudieran observar, mucho mas allá.

 

La colcha que cubría su colchón, se comenzaba a manchar de gotas carmín, Bill sonreía con tristeza, sintiendo lastima por si mismo, que solo haciéndose daño, podría sobrevivir.

 

Sentado en una de las esquinas de esa cama, alejándose de los rayos de luz falsa que brindaba la luna, y las luces artificiales del exterior, tocando las frías paredes de cemento, atado al sufrimiento.

 

La puerta se abrió con lentitud, dejando ver la silueta de a quien tanto añoraba, pero se quedo quieto, dejando que este pasara –No Bill… ¿Por qué te estas cortando otra vez?--- Tom cerro tras de si la puerta, con cuidado.

 

-No quiero estar mas apartado de ti…--- Dijo con voz neutral Bill, a Tom le preocupaba tanto el estado de su hermano, la única manera que tenia de alejar todo eso, era estando de una manera mas cercana con el.

 

Se sentó a su lado, besándole vorazmente, acariciando su vientre, unos instantes mas tarde, su cuerpo ya estaba desnudo sobre la cama.

 

Los hilos gruesos de la luna, rasgaban la oscuridad que los cubría, el mayor de los gemelos seguía lamiendo parte a parte el cuerpo de su gemelo, mirando como su dolor era representado por esas heridas con sangre coagulada, tomando por igual su mente, su cabeza y su corazón.

 

Por mas que pidiera a quien fuera, Tom no lograba mitigar el dolor de su gemelo de otra forma, ni el suyo propio, pero Bill había llegado al extremo de lastimarse a si mismo, con cada vez mas frecuencia, ya que a su madre le empezaban a dar sospechas de que sus hijos no se hubieran alejado un poco a pesar de los años.

 

El mayor no podía más que confiar en que sus padres ni nadie a parte de ellos mismos se enteraran de aquel secreto, que les mantenía con un poco de cordura en el cruel mundo. Tom lamió con cuidado las heridas de su hermano, separando a la vez las piernas delgadas de su gemelo.

 

Lagrimas aun brotaban de los ojos castaños de su hermano –Ahora… no llores Bill, estoy aquí, contigo--- Bill asintió, abrazándose al cuello de su hermano, preparándose para el momento en el que este entrara en su interior.

 

Bill sentía que estaba en un sueño a lado de su hermano, un sueño que le era siempre fugaz, convirtiéndose de un momento a otro en una pesadilla, y la misma realidad para el se había convertido en un sueño del que no podía salir.  Tom siempre le reconfortaba, susurrándole cada noche, que al no poderle tocar cuando todos le vieran, imaginara que el mismo se haría viento, recorriendo en cada ocasión su exterior, y después metiéndose a su interior, intoxicándose con su esencia.

 

-Mi piel ya se ha acostumbrado a la tuya Tom… mis manos están vacías si no te toco--- Murmuro entre gemidos el pelinegro, sujetándose con mas fuerza del cuello de su gemelo, este aumentaba el vaivén hacia el cuerpo de su hermano.

 

No podrían separarse, por mas de una vez que lo intentaron, experimentaron emociones aun peores que la misma muerte. Bill escondía bien sus cicatrices bajo tantos accesorios y detrás de lo que más engañaba a todos, su sonrisa.

 

Pero en una de esas noches, como la de hoy, Bill no soportaba mas y recurría al cuter afilado, poniendo el nombre de su hermano, tatuándolo a su piel, de la forma tan dolorosa, que representaba ese exquisito dolor al estar con él, de amarlo y desearlo.

 

Una noche, años atrás, Tom había descubierto esa tristeza que su gemelo había sentido, pero no tenia la precisión de lo que era o lo causaba, solo sentía…angustia, desde aquel día en que los separaron un poco mas.

 

Bill se ponía frenéticamente a escribir, para evitar su llanto y la preocupación de la familia, Tom le abrazaba – Encierra tu dolor en mi… no lo dejes solo en tu interior…--- Pidió su mayor, sintiendo insoportable ver a su hermano en ese precario estado.

 

Besándose después, descubriendo que estando bajo solo la pasión que sentían el uno por el otro, se olvidaban del dolor por al menos una noche completa.  Quedando aquella como su evasión a lo que sabían ellos estaba mal.  Ellos aunque estaban en partes distintas de la misma casa, nunca se podían apartar, siempre se tenían en su pensamiento, en sus sueños.

 

Al llegar al final, agotado Tom dejo caer su cuerpo con suavidad sobre el pecho de Bill, en donde tenia marcado una y otra vez, formado con cicatrices, su nombre.

 

-Estas siempre en mi… hasta en mi piel—Articulo Bill, adivinando la pregunta que haría su hermano.

 

El mayor tomo ese objeto, sacando la navaja, incorporándose un poco, y con fuerza, marco sobre el lado izquierdo de su pecho, el nombre de su hermano menor.

 

-Tu también… siempre--- Bill sintió dolor al mirar a su hermano causarse daño, comprendiendo a la perfección cuanto era el sufrimiento de Tom al mirarle cortarse, pero Tom lo había hecho por una razón distinta. Bill sabia que sin Tom esa tristeza le consumiría hasta su propia alma. Se abrazo con desesperación a su cuerpo. Esa noche le daría otro respiro a todo su ser, un respiro de ese pantano oscuro.

 

Tom se quedo dormido, Bill se quedo despierto, pasando entre sus dedos cada una de las rastas de su hermano, miro al techo, preguntándose cuando tiempo duraría aquello, aunque quisiera, todos los secretos salían a la luz, cerrando sus ojos, escucho como la puerta se abría, y escucho una expresión de sorpresa, abrió sus ojos para encontrarse con su madre.

 

-Mamá…--- Tom estaba moviéndose un poco entre las piernas de Bill, la ropa estaba regada por esa habitación, y las cicatrices del cuerpo de Bill no se miraban muy bien en la oscuridad, su madre iba a encender la luz, Bill se abrazo mas al cuerpo de su hermano, cerrando sus ojos con fuerza, escondiéndose al menos en su oscuridad interior y teniendo la seguridad de tener a su hermano en sus brazos.

 

-¿Qué han hecho?--- Preguntaba su madre entre sollozos, Tom despertó lentamente, escondiendo tras su cuerpo, el cuerpo desnudo de su hermano, mostrando la herida en su pecho, formando el nombre de Bill. El pelinegro no pudo evitar llorar, eso se había terminado… aunque su hermano le expresara de una forma sin palabras, que todo saldría bien, el sabia que era el final, pero aun encerrado en esa carne cruda, incluso en sus sueños, jamás se apartaría de Tom, como al igual esa maldita culpa que recorría sus venas, que era de igualmente fuerte que el amor que sentía por Tom.

Notas finales: noooo! Bill esta enfermooooo!! de su hermosa garganta ;_;...esto no tiene nada que ver cn el fic pero :P pss igual, pobresito uou ojala y se alivie pronto, en cuanto al fic, que les parecio? pronto publicare mas, pero pss sha saben, mi pag preferida es fanfiction.net :P

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