Corres despabiladamente…por aquel pasillo del hospital…ese pasillo que parece interminable, miras hacia todos lados, corres desesperado…te detienes al instante, al mirar ese rostro… ese rostro que te parece conocido…esa persona que te miraba fijamente desde antes de acercarte…te paras justo enfrente suyo, también le miras, mientras sientes como tu respiración se agita cada vez más…Imposible no ver esos ojos…esa mirada que te hace olvidar el motivo por el cual corrías…sacudirás tu cabello rosado que estará mojado por correr bajo la lluvia…mientras esa persona que permanece sentada cruzará las piernas sin dejar de verte… su mirada realmente te intimida… no puedes moverte…tratas de hablar , pero de tus labios no saldrá sonido alguno…hasta que de pronto, tras de tí escuchas que alguien te llama…
-Haku !!... que bien que ya estés aquí….!!!!-gritará esa señora mientras se acerca cada vez más. Voltearás a verle… ella te tomará del brazo, para conducirte hacia aquel lugar que habías olvidado ir…sientes que no puedes alejarte de allí…pero sin embargo irás donde te guía la señora…ambos caminarán hacia la habitación No.314, la habitación que se encuentra al final de ese pasillo.
Ya estando allí, la miras…. Miras a esa chica, la que por ahora es tu novia, la razón por la que estabas ahí, te acercas lentamente…y humildemente tomas su mano lisa, la aprietas, al mismo tiempo que te acomodas sobre esa silla un poco vieja que reposa a un lado de la cama donde descansa la chica… pegas su mano a tu pecho… el llanto inundará tanto tu rostro como el de su madre… cierras los ojos… pero al cerrarlos volverás a ver esa mirada … ese rostro que viste momentos antes en el pasillo… rápidamente vuelves a abrirlos… estas lleno de confusión… tratas de borrar su imagen de tu mente… es imposible… al instante escuchas que la manija de la puerta se abre, el doctor entrará… y enseguida les pedirá a ti y a la madre de Meiko que salgan…entonces mirarás a Meiko y… soltarás suavemente su mano sobre la cama…después te pondrás de pié , y junto con la señora saldrán, el doctor irá tras ustedes. Estando afuera, en el pasillo, la señora se colocará frente al médico, como esperando una respuesta….la madre de Meiko está muy preocupada.
Mirarás hacia el fondo del pasillo… buscando al dueño de aquella mirada que no te deja en paz… pero esa persona se abra ido… entonces vas junto el doctor y la señora… intentando entablar en la conversación.
-doctor, dígame qué le pasa a mi hija ??- dirá la señora Matsumoto mientras lo mira fijamente, aun llorando.
-señora cálmese, su hija estará bien, el accidente a sido algo fuerte, pero no esta muy grave, solo tenemos que sanar sus heridas, la mantendremos en reposo durante algún tiempo-dirá el doctor, tratando de calmar a la madre.
-está seguro doctor, Meiko se pondrá bien?? –dirás algo desesperado.
-se lo aseguro muchacho, será mejor que tu y la señora vayan a descansar-dirá el medico.
-el doctor tiene razón Haku, será mejor que regreses a casa, yo me quedaré aquí con Meiko, de acuerdo??-dirá la señora… mientras te guía hacia la salida del hospital…
-esta bien señora Matsumoto, pero llámeme si pasa algo, cualquier cosa…-dirás, para después abandonar el hospital.
Caminarás hacia la parada del transporte público….con el solo deseo de que Meiko se ponga bien… esperarás unos cuantos minutos a que el autobús pase…ahora eres la única persona que se encuentra allí… el autobús se ha demorado bastante…tu mente solo da vueltas y vueltas…hasta que por fin el transporte se detiene frente tuyo… lo tomas…y.. durante el recorrido… esa mirada fría te ataca nuevamente… hasta que llega el momento en que bajarás del autobús …puesto que ya te encuentras en la esquina de tu casa. Ya en casa… tu madre te esperará…
-ya vine mamá – dirás… al mismo tiempo que retiras tus zapatos.
-qué bien hijo ¡!... cómo está Meiko, la víste??- preguntará tu madre, la cual se encuentra fregando los trastes.
-el medico dijo que estará bien, la señora Matsumoto se quedó a cuidarla, me pidió que volviera a casa- dices mientras caminas rumbo a las escaleras.
-ya veo… quieres comer algo??-te preguntará
-no mamá, no tengo hambre… ha sido un día difícil, iré a dormir-contestas…
-Esta bien Haku, descansa, si te da hambre aquí te dejaré algo preparado – insistirá.
Subirás por las escaleras… caminarás por el pasillo… miras aquellas paredes que se encuentran tapizadas de cuadros familiares… te detendrás frente a la puerta que dá hacia tu alcoba, rápidamente la abrirás… entrarás y cerrarás la puerta detrás tuyo… suspiras… te dejarás caer sobre tu blanda cama… necesitabas descansar…abrazarás tu almohada como un bebe a su osito… te quedas allí acostado por un largo tiempo… pero aun así no logras conciliar el sueño… entonces te levantarás nuevamente… caminarás hacia tu escritorio… ese lugar donde pasas la mayoría de las noches… abres ese cajón que oculta algunos de tus secretos, el que guarda aquellos poemas que un día escribiste… tomas uno de ellos… jalas aquel listón que lo mantiene envuelto… con ambas manos lo desdoblas… diriges la luz de la lámpara hacia aquello q vas a leer… recuerdas que esos versos eran especialmente para Meiko… pero que… por algún motivo… aún no le has dado… antes de leer suspiras… lo leerás …hasta caer dormido…
El sol caerá sobre tu rostro…despertarás y te darás cuenta que dormiste sobre el escritorio… en tus manos aún conservas aquel papel que anoche leías… tomas el listón que antes lo sujetaba, y con el vuelves a sellarlo… tu madre llamará a la puerta y tu rápidamente esconderás aquello en el cajón.
-pasa…-dirás levantándote un poco adolorido, puesto que fue algo incomodo dormir allí.
-Sólo quería decirte que ya es tarde, vístete y baja a desayunar- dirá tu madre tras la puerta.
-esta bien mamá, pero antes me daré un baño, debo ir de nuevo al hospital-dices con pocas ganas.
-como quieras Haku, pero apresúrate, te espero abajo- dirá ella mientras se aleja.
Desabotonas cada botón en tu camisa… llevas tus manos hacia tu pantalón… desabrochándolo… retiras todas y cada una de tus prendas… las dejarás regadas sobre el piso… prepararás la ducha… esperas unos minutos a que esté lista…
Te encuentras desnudo en la tina… te sientes tan relajado… tomas la esponja… frotarás lentamente cada parte de tu cuerpo… como si no te importase que ya es tarde y que debes ir nuevamente a visitar a Meiko, además de bajar a desayunar…en ese instante olvidas todo lo demás…. abres ligeramente la llave del agua caliente… sujetas la regadera y enjuagas tu delgado cuerpo…
Terminas de ducharte… tomas aquella toalla azul celeste y con ella secas tu cabello… te dispones a vestirte.
Bajas a la sala, en el comedor estará un plato servido, tu madre se habrá ido a trabajar ya… miras el reloj, ya es muy tarde, así que te apresuras a comer.
Sales de casa con rumbo hacia el hospital, como antes, tomas el autobús… éste te dejará a una cuadra del hospital, así que tendrás que caminar hasta él…
Haz llegado… sabias que debías de llevar algún obsequio para Meiko, sin embargo no le compraste nada… así que pensarás lo que vas a decirle para excusarte…
Nuevamente te encuentras en el pasillo, vas caminando y de pronto, una puerta se abre al lado tuyo… una persona saldrá de allí… lo miras sorprendido…
-Es él !!!!- dirás asombrado, nunca creíste volver a verlo…
Sientes nuevamente esa mirada intimidante….él te estará mirando…sientes como todo se detiene…olvidas todo aquello que le dirías a Meiko por no traerle un regalo…
Una persona saldrá tras él…
-Yu~ki ¡!! ,no puedes salir así ¡!!- dirá la enfermera mientras lo sujeta del brazo.
-Yu~ki ¿??- te preguntarás… no dejas de mirarle…
Ahora sabes su nombre… en tu rostro habrá una sonrisa… como si saber aquello te alegrara…
-………….Yu~ki………………. – susurrarás.