TU ESPOSO, NOVIO, PAREJA… ¡LA MADRE DE TUS HIJOS!
El almuerzo había comenzado de manera tensa… como quiera que fuera lo primero que se tenía que hacer antes de seguir con semejante discusión, era obviamente llenar el estomago, después de todo… de no ser así seguro se terminarían desmayando una vez que cierto par de músicos comenzase a tirarse a golpes, en medio de este duelo continuaban saliendo a relucir los nombres Yuu y Takanori…
-Excelentes panqueques – afirmaba el alegre solista recientemente arrimado en el departamento de Aoi – te has lucido como siempre, Kai-san… -completaba con una mona sonrisa; para disgusto del dueño del lugar, Miyavi se encontraba sentado a la cabeza de la mesa… sin darse siquiera por aludido de las miradas asesinas que le dedicaba Aoi. Diablos… primero el enano queriendo enseñarle como llevar un buen rol de padre y luego ese sujeto anoréxico quitándole su lugar en la mesa…
-Gracias…-se limitaba a responder el batero antes de sentarse a comer con los demás.
Kai no se atrevía ni a levantar la mirada, si… sabía que Takanori tenía gran parte de la culpa en todo esto, pero el terminaba sintiéndose algo culpable también… ahora que recordaba nunca le había dado ningún ultimátum al solista revoltoso… siempre simplemente tratando de pasar de largo y el más alto que continuaba de insistente, no es que Miyavi-kun no se diera por aludido a su rechazo, de hecho algo le decía que a propósito se hacía el desentendido de todos los malos gestos que el baterista le hacía de manera sutil… como queriendo seguir manteniendo la esperanza de que algo podría ocurrir entre ellos… era ahí cuando venía su segundo error y la razón por la que se sentía todavía más culpable: Él continuaba amando a cierto guitarrista de oscuros cabellos, e incluso podría afirmar que esa era la principal razón de querer mantenerse cerca del mismo. De verdad deseaba poder compartir con Aoi un poco de esa felicidad que ahora desgraciadamente no podía darle él, sino Uruha…
-… así que como pienso que si esta oferta funciona incluso en los restaurantes de comida rápida… -¿Qué? ¿En que momento Aoi había comenzado a hablar? Tan concentrado estaba en sus pensamientos y en su labor de mirarlo atentamente de reojo que… se hizo de oídos sordos para que nada le distrajera… vaya que no podía superar eso… - he decidido que el que se va será Kai…
Aja… acababa de decir que sería él quien se fuera del lugar… que genial… la tranquilidad regresaba al hogar, ahora si podría disfrutar de… Momento, ¿Qué acababan de decir?
-¡¿Qué?!- exclamaba Kai saliendo de su ensimismamiento, dejando caer en el acto el tenedor con el cual sostenía el bocado con una porción de panqueque -¡¿Por qué tengo que irme yo?! – cuestionaba señalándose a si mismo y poniéndose en pie casi por inercia.
-Uke, estas actuando como el propio Taka-chan – murmuraba Reita sin inmutarse, siendo observado asesinamente por ese enano que se hacía llamar su “pareja”… continuaba saboreando su desayuno sin alzar la mirada del plato – deja que Aoi termine de hablar…
-Gracias- se dirigía el Shiroyama un poco hacia Reita que solo asentía, para luego proseguir con su explicación… con una severa mirada le dio a entender al líder que volviese a sentarse en su sitio – será como esas promociones que te dicen “compra una hamburguesa y llévate dos”- pareciera que fuese una explicación para niños de primer grado de primaria, lo más curioso pese a todo es que sus compañeros en verdad le ponían atención a sus cutres explicaciones simplonas – es así de fácil, considero que si te vas Miyavi-kun también lo hará…- el aludido más que poner atención se concentraba perfectamente en terminar de atragantarse con el desayuno preparado por el batero… semejante actitud no hacía más que hacer que una gigantesca venita creciera en la sien de Kai…
-¿Y porque es Ruki el que se queda? Se supone que ha sido el quien más problemas ha causado – bufaba ahora si indignado el Yutaka poniéndose en pie y comenzando a recoger los platos de todos así hubiesen o no terminado de comer sus porciones de panqueque…
-Porque el se encargara de enseñarme a “ser buen padre”- respondía de manera escueta el guitarrista, ahora mismo no estaba dispuesto a soportar ninguna otra disputa después del embrollo provocado por Ruki nada más levantarse de la cama, ni aunque fuese el propio Kai, su mejor amigo, el que quisiera reñirle.
-El problema aquí no es Ruki- desafiaba el baterista una vez que estuvo a un lado de Aoi para recoger sus trastos sucios – sino de la manera en que no sabes controlar a tu esposo, novio, pareja… -ahora enfocaba su mirada en Uruha, quien hasta el momento continuaba con su mirada sobre la mesa cual niño castigado por su madre- ¡lo que sea! Ese que a según será la madre de tus hijos. Recuerda bien que aunque Ruki fue el de la idea, fue Uruha quien nos acepto aquí…-un simple comentario de alguien dolido, pero… Aoi quería creer que no tenía ni minimamente la razón…
Largo rato el comedor se mantuvo en silencio. A diferencia del vocalista… Kai con un poco del orgullo que todavía le quedaba, pasó a recoger sus cosas y a retirarse tal cual lo dispusiera Aoi hacia unos minutos… nadie llevo los platos de la mesa al fregadero… los pesados pasos del baterista se escucharon por toda la casa, seguidos por los presurosos de su acosador estrella que mas que eso parecía un niño pequeño que no deseaba perder de vista a su madre… pronto un fuerte portazo proveniente de la puerta de la entrada hizo que todos tuvieran un pequeño respingo…
-Creo que se enojo… - sonreía Ruki burlesco jugando todavía con un tenedor entre sus manos. Una mirada de desaprobación por los tres restantes le terminó por dejar callado…
-Hora de irnos también nosotros, enano – indicaba el sin nariz levantándose de su asiento sin previo aviso. Sin comprender, los futuros padres le observaban curiosos –anda a recoger tus cosas… - con paso aún tranquilo, Reita se dirigía a la habitación de huéspedes, sitio en el que todos habían estado guardado sus pertenencias a lo largo de esos días en que duro su estancia en aquel sitio…
-¡Ey, Reita!- se levantaba presuroso para darle alcance en la habitación, la cual al tener a ambos dentro cerró sus puertas al posible publico que quisiese llegar a fisgonear…
El rubio guardaba en las maletas la ropa de ambos, seguro que no habría problema en ello, el punto era salir rápidamente del hogar de Aoi y Uruha… poco le importo la dura y berrinchuda mirada que le dedicaba Ruki un poco más que cerca del umbral de la puerta. De reojo alcanzo a apreciar el ceño fruncido del menor y los puños apretados que conservaba… estaba seguro de que tendría que aguantarle una rabieta más antes de partir, pero ni que hacerle… el sabía la razón de la reciente actitud de ese niño… pera ya era suficiente, por unos días había estado bien de complacerle, pero ya no…
-¿Por qué, Reita? – Murmuraba a regañadientes el vocalista, a kilómetros de distancia se notaba lo cabreado que se encontraba - ¡se supone que Aoi ya había aceptado que era bueno que me quedará a ayudarle con Uruha! –recriminaba con una voz chillona que a medio mundo le crisparía los nervios…
-Vamos, Ruki… - alentaba el bajista mientras continuaba en su labor de hacer que aquella maleta cerrara de una vez por todas, ese maldito chiquillo tenía demasiada ropa… con el pretexto de que debía de tener un guardarropa de lo más selecto – Aoi te acepto por resignación, se ha visto en la necesidad de correr a Kai para que halla menos gente. El lo que quiere es privacidad y punto…
-¡¿Qué sabes tu?! ¡Herí su orgullo y ahora tiene que demostrarme que estoy equivocado!- presumía Ruki a sus anchas cruzándose de brazos orgulloso. La mirada severa de Reita se poso directamente en sus ojos, se le veía molesto… el estupido cierre de la maleta por fin cedió ante la fuerza proporcionada por el Tsuzuki que termino por acercarse lentamente a su pareja, quien hasta el momento no se había movido de su lugar… y menos ahora lo haría, Reita parecía molesto…
-¿Qué que es lo que se, me preguntas?- cuestionaba el más alto sin cambiar su manera de observar literalmente desde las alturas a Ruki – se que te la has pasado molestando a medio mundo aquí y no es precisamente porque Uruha no te contase nada, sino porque…
-¡No lo digas!- refutaba Ruki acallando los labios del bajista con uno de sus dedos índice. Ya se lo temía, ese sujeto que tenía en frente podría decir que era el que mejor le conocía de todos… incluso seria raro que no se hubiese percatado de nada. Se había pasado, lo aceptaba… pero no deseaba que Reita se lo echará en cara con “eso” en especifico… estaba seguro de que las cosas se le irían de las manos de ser así –no digas nada que provoque algo de lo que nos podamos arrepentir después… - con paso un tanto nervioso comenzó a caminar en dirección a la cama de aquella habitación, mueble en el que la maleta de ambos les esperaba…
-Es envidia lo que tienes ¿cierto?- inquiría Reita sin miramientos, quizás Ruki desease evitar aquello, pero él no… ya alguna vez lo habían conversado y parecía haber quedado todo tranquilo.
-Tu ya una vez estuviste cuidando de Uruha, no tienes porque reprocharme que ahora yo quisiera hacerlo… -hablaba Ruki con rapidez mientras que prácticamente arrastraba la maleta hacia la salida… en verdad pesaba bastante.
-Sabes perfecto que no me refiero a mi, sino que es de ellos de los que tienes envidia… - especificaba el bajista tomándole del brazo una vez que el equipaje termino por ganarle con todo su peso a Ruki, obligándole a detener su paso. En verdad no deseaba llegar a ello, pero ya de por si que su relación pese a ser muy afectuosa era bastante inestable por los choques e inconformidades que tenían uno y otro… seguro que esta sería una discusión más… si eran palabras lo que quería de su parte, las tendría… ya después tendrían el tiempo del mundo para disculparse, siempre lo hacían… ¿Por qué debería de ser diferente esta vez?
-Supongo que simplemente no se puede tener todo en la vida- se limitaba a decir con un tonito por demás mordaz como nunca- aunque tal pareciera que a esos dos les toco la fortuna de realmente conseguir tenerlo todo –agregaba de manera casi venenosa… ya en alguna otra ocasión el mismo Reita había usado palabras hirientes en contra de su persona… pero esto solo sería una disputa más, estaba seguro… por tanto no importaba si se sinceraba del todo… era eso, o quizás su emberrinchado cerebro en modo infantil en realidad no le permitía pensar en las consecuencias de sus actos, de sus argumentos, de sus palabras…
-¿Y ahora que es lo que tú intentas decirme?- le escrutaban con la mirada, mirada que sin dudar sostenía…
-Ambos se adoran, tuvieron sus choques y siguen juntos… ahora hasta familia tendrán…
-Entonces estaba en lo correcto… “eso” aun te molesta – acertaba el mayor mientras que del bolsillo trasero de su pantalón sacaba una cajetilla de cigarrillos, de los cuales no dudo ni dos segundos en tomar uno y encenderlo… ¡poco le importaba ahora mismo el fumar en un lugar cerrado! Sino se llevaba pronto a los labios esa porción de tabaco estaba seguro de que se saldría de sus cabales – no se como lo veas tu… pero ya lo habíamos hablado una vez, y aunque no te lo exprese muy seguido sabes perfecto que te escogí sin importarme el tener o no familia… -sin mirarlo daba ya la primera calada a su cigarrillo – desde un principio sabíamos que una relación así nos limitaría de muchas cosas. Por Dios… ¡incluso Aoi y Uruha lo sabían! Ha sido una puta suerte la que les ha tocado pero nada mas – el cigarrillo iba de aquí para allá desperdigando un hilillo de humo… pareciera que mas que fumarlo, Reita buscase algo con que entretener sus manos que ahora hacían todo tipo de desesperados ademanes ante la todavía dura mirada del Matsumoto –yo siempre te he dicho que estando contigo me quedo conforme con respecto a las demás cosas…
-¡Pues yo no!- respondía Ruki sin siquiera pararse a pensar en ello un segundo…
Aquello podría haber sido una discusión más… Ruki lo había llegado a pensar así en un principio, pero cuando su hiriente respuesta provoco que la mirada de su… quería creer que todavía “pareja”… se nublo en lugar de seguir con su afán de sujeto cabreado… puso todo eso en duda… por ahora lo único que sabía es que las palabras de Reita antes de dejarlo atrás con su pesada maleta a sus pies… le habían calado de lleno…
-Siempre te dije que cuando quisieras podrías irte a buscar a cualquiera que en verdad te de todo lo que buscas…
Luego de esa tarde, no se atrevió ni siquiera a llamarle… algo le decía que no recibiría sus llamadas… y después de todo… como el propio Reita le había dado a entender ¿valdría la pena hacer el esfuerzo?
-No pierdas el tiempo conmigo, Takanori…