DEL DICHO AL HECHO... SIEMPRE UN GRAN TRECHO
-Yuu…
-…
-Yuu… contéstame…
-…
-¡Yuu, por favor!
-Shima, no voy a cambiar de parecer.
Y en verdad que el pelinegro guitarrista no cambiaria para nada de opinión; era ya la hora de irse a la cama y Uruha ya llevaría cerca de dos horas persiguiendo a su pareja por todo el departamento.
-No lo voy a repetir de nuevo, Shima. Ve a dormir de una buena vez- acotaba tranquilo de la vida el Shiroyama, quien sin previo aviso simplemente se echo en su sofá favorito de la sala, no se esforzaba siquiera en levantar la vista de aquel reportaje de cierta revista que se hallaba leyendo y en la que a decir verdad hablaban mucho acerca de ellos, de ese GazettE que se encontraba en medio de un extraño y también “inestable” descanso.
-No me ire a ninguna parte, al menos no hasta que me des permiso de salir con ellos…- condicionaba el más alto de los dos, cruzándose de brazos a modo ofendido justo frente a Aoi… descalzo sobre la alfombra y ya en pijama, uruha hacia uno de esos pucheros a los que el segundo en guitarra ya comenzaba a acostumbrarse – vamos, incluso tu podrías ayudarnos.
-Kouyou…- y ahí iba a llamarlo otra vez por su nombre, pero que manía la suya de llamarle así cada vez que se molestaba o en su defecto quería mostrarse severo con su persona, por considerarlo un tanto más inmaduro…- sabes perfecto que no te mereces ese permiso, permiso que obviamente ni tendrías ni porque pedirme, tu sabes lo que haces, o eso es lo que yo quiero creer- todavía sin mirarle… ¡¿era acaso que le dejaría ir con los chicos?! Vaya, que llevaba ya unas dos semanas sin salir, sin hacer nada, únicamente por haber ido de compras al lado del “chiyu-kei” – pero si tuvieras aunque fuera un poquito de sentido común…- ¡diablos! Al fin ese par de pozos negros que tenía por ojos, le miraban fijamente y a ciencia cierta empezaban a darle un poco de miedo- me parece que estarías de acuerdo conmigo en que lo mejor es descansar en casa en lugar de andar de organizador de ese mentado Baby Shouwar…
-Es Baby Shower- corregía el gestor de la casa.
-Me importa un reverendo comino como se llame- espetaba Aoi, por fin dejando de lado su revista comenzó a encaminarse rumbo a la habitación que ambos compartía; no necesitaba siquiera poner en duda el hecho de que Takashima en cosa de nada iría detrás de él… seguramente todavía suplicándole; pero esta vez no sería blando ni flexible… ¡¿es que no se imaginaba que tan duro había sido el golpe al saber el diagnostico de “Embarazo de alto riesgo” que le habían dado ya tiempo atrás en su primera visita medica?!
-Pero Yuu…
-Pero nada…
Las suplicas se iban perdiendo de a poco mientras mas cerca se encontraban de sus aposentos de descanso…
-Yuu… ¡incluso las alicias irán!
-Más alboroto aun, no es saludable…
-¡Entonces ni para que decirte que los de SuG también querían ayudar!
-¡A la cama!
No había espacio para más replicas, casi a rastras, el menor de los guitarristas termino por ser arropado en la cama. Con lo que el castaño no contaba, incluso el mismo Aoi presumía de ignorante acerca del hecho de que si Uruha no asistía a la organización de su festejo… Del dicho al hecho siempre un gran trecho, y en otra parte de la ciudad había quienes organizarían la celebración aun en ausencia del principal involucrado…
Aunque quizás no de la mejor manera…
-No habías mencionado nada acerca de que Reita también vendría…- reprochaba cierto vocalista, que más que molesto se hallaba entre frustrado y principalmente asustado. El líder de su banda, campante de la vida y con esa sonrisa que tan bien le caracterizaba, caminaba a su lado a paso raudo… recién se le había ocurrido confesarle a Ruki un pequeñísimo inconveniente acerca de su idea de organizarle a Uruha una de esas cosas llamadas Baby Shower, estaba seguro de que si Takashima se encontraba feliz y enérgico en estas ultimas semanas de gestación, con una sonrisa de sincera felicidad… Yuu estaría más que bien servido… vaya… que si no podía hacerlo feliz el mismo, esperaba que pudiera ser ese castaño guitarrista quien le contagiara su felicidad…
Comenzaba a dejar de ser egoísta, a olvidar su papel victimario… tal vez y solo tal vez… así empezaría a olvidarse de Yuu…
-Ruki –le llamaba todavía sonriente, con el trabajo que eso le costaba… y es que el más bajito continuaba con su monologo ofendido- somos un equipo ¿Qué esperabas? Igual no estaremos los tres solos mucho rato, los de Alice Nine llegaran en un par de minutos…
-¡¿y de mientras que?! ¡¿Por qué tengo que aguantarle la cara a ese sujeto desnarigado?! – exclamaba furico, moviendo los brazos de un lado a otro fue que ambos ingresaron al elevador de ese conjunto departamental en donde ese hallaba el hogar del bajista de GazettE
-Por el simple hecho de que prácticamente hace cosa de nada que me vas enterando de que terminaron, digo, si querías podrías decirme mañana… o tal vez cuando se reestablecieran los ensayos y tuviésemos que desintegrar la banda por tus tontos berrinches acerca de que no puedes estar en la misma habitación que Akira – sorprendente, la estupenda sonrisa de Kai se había ido al traste luego de decir todo ese montón de palabrería… ahora sin mirarlo, solamente se limitaba a sonrojarse completamente apenado… no era de esas personas que exteriorizaran de manera tan libre su frustración…
-Nos hace falta Miyavi-san…- murmuraba Ruki luego de un largo suspiro una vez que las puertas del elevador se abrieron de par en par. Una mirada descolocada por parte del baterista le dio a entender que debía de explicarse – el te hacia enojar más seguido, y a tal grado que no te costaba sacar todas tus frustraciones, no tenias que guardarte nada… estabas mas relajado…
El llamado “chiyu-kei” había adelantado el paso, seguramente ya hecho a la idea de tener que enfrentarse a la “iguana esa”, como el le llamaba, mientras tanto el todavía marcando ocupado empezó a recordar que… a esa cierta persona…
-No le he visto desde hace casi un mes…- una exclamación de alivio salio de entre sus labios, quería creer que aquello era algo bueno y en definitiva no algo en su contra como había intentado hacerle ver Takanori… y es que a diferencia de la relación del vocal con Reita… nadie se encontraba al tanto de los malos términos en los que andaba con ese solista escandaloso que alguna vez hubiese salido de su hogar…
Dolido…
Con una mirada de fastidio y decepción a la vez…
Los puños cerrados…
Dándole la espalda para luego cerrar la puerta tras de él y nunca más volver a ingresar a sus aposentos sin permiso…
Ese era el Miyavi que recordaba de aquella ultima vez… ¿debería acaso pedirle disculpas? Como quiera que fuera… eran compañeros en la misma disquera… no quería pensar que esas disculpas saldrían de su parte como mero compromiso laboral, después de todo… antes de que el solista comenzase a insinuársele de manera cínica, ambos habían sido muy bueno e inseparables amigos, era por ello que Miyavi había llegado a tomarse demasiadas libertades para con su persona, por muy cortante que alguna vez se hubiese querido mostrar con él…
-¿Taka-chan?
Esa voz, exageradamente inocente e infantil hasta el grado de ser poco creíble…
-¿Kai-san?
Esa voz… ¿Por qué solamente había sido infantil con su compañero vocalista y para con el se refería con toda formalidad y seriedad posible?
Ahí, abriéndoles la puerta del departamento, del famoso chico de la bandita en la nariz, se encontraba Miyavi, esa persona que venia ocupando sus pensamientos desde que ingresaran al edificio… Ahora con reproche observaba al más pequeño de todos… ¡Conocía muy bien a Ruki! Y estaba seguro de que bien el podría haber comploteado en su contra para llamar a ese guitarrista altísimo y flacucho que tanto le jodia… ¡por Dios, que era Ruki! ¡Ese diminuto ser que a toda costa intentaba hacer el bien común, aun si eso significaba hacerle traer al interprete de Kabuki Boiz por detrás todos los días! Curiosamente… el aludido se hallaba por demás igual o más extrañado que el mismo Kai.
Preparado se encontraba para recibir un ataque de efusividad por parte de Miyavi, cuando de buenas a primeras este se limito a abrirles espacio pasando su brazo por encima de los hombros del Matsumoto en son de hospitalidad…
Bueno, que de a mínimo habría esperado un grito de alegría… un abrazo que lo hiciese quedar estampado en el suelo, de a menos que lo cargara en brazos mientras el pataleaba un rato indignado… pero no, aun con Ruki apegado gracias a su abrazo… caminaron rumbo a la sala de estar de Reita…
Esto le daba mala espina… la actitud del solista no era normal… sumado a la presencia despreocupada de Akira frente al rostro de Ruki deformado por el nerviosismo… todo eso…
Le hacía sentir más estresado…
En silencio todos se acomodaron en cualquier sitio, la alfombra, un sofá, lo que fuera…
Vaya… que ganas de que Kohara y los demás dieran muestras de vida en estos momentos… en verdad se les necesitaba…