LA PROCEDENCIA DE LAS MALAS PALABRAS
-¡Yuu me corresponde!
Así de fuertes habían sido las palabras del más bajo, según lo recordaba, no solo en el nivel de su voz al confesárselo con los puños y ojos cerrados, seguramente por la vergüenza, sino también… se trataban de un fuerte golpe a su propia integridad mental… a su corazón más que nada… ¿Qué se suponía que eso significaba?
-¿Ah…?- vaya estupidez de respuesta… es más, ni siquiera era como si se tratara de algún tipo de palabra, era simplemente un sonido extraño, como una articulación de alguien que intenta hablar más sin embargo realmente no lo consigue o no tiene nada que decir ante la situación, y ese ultimo era su caso: se había quedado sin palabras.
-Me ha pedido para salir con el… todo mundo se equivocaba, tan solo era cosa de confesarlo… al final todo ha resultado bien…
Y ese adorable baterista continuaba parloteando de aquí para allá y él… él únicamente se limitaba a observar como el chico caminaba emocionado de un lado para otro en su departamento… de aquí para allá en una más de las cotidianas visitas que hacia el Yutaka por la sola razón de que eran los mejores amigos, vaya… más que hermanos… aquellos que podían contarse todo, aquellos que más de una vez habían dormido juntos bajo el mismo techo luego de embriagarse toda la noche… claro, con la seguridad de que nada ocurriría… al menos el por su parte, no haría jamás nunca algo que hiriera a ese al que ahora imposible le seria ocultar su emoción por hallarse por fin al lado de otra persona…
-Me siento tan tranquilo ahora…- tranquilo… seguramente de estarlo no se encontraría prácticamente rodando por su alfombra como niño pequeño; bien, eso era raro… más de una vez habían convertido una simple visita en una casi pijamada, donde su hogar sin falta quedaba lleno de dulces o de los suculentos postres que el baterista pudiese preparar… los muebles por lo regular en ciertos lugares que no deberían de estar, y como no, un montón de juegos de mesa y demás regados en cualquier lado… era la primera vez en que le molestaba que el de GazettE simplemente se recostara en la alfombra de su sala – Miyavi-kun… -quizás y solo quizás… toda esa cólera se debía a que él no era cualquier persona… quería creer que no era cualquier persona para ese ser de maravillosa sonrisa… hasta hace unos minutos continuaba creyendo firmemente en ello, ahora, realmente no lo sabía…
-Hmmm… - su ceño fruncido, una mueca que solo en tiempos desconocidos podría llegar a pasar por una sonrisa, dejaban en claro que no estaba muy alegre por la noticia, aun así poco se daba cuenta de ello Kai… o tal vez prefería ignorarlo.
Admitía que era una persona con la que era agotador pasar el tiempo, pero Kai nunca se quejaba de ello… pareciera que siempre intentaba darse el tiempo justo para todo… y al final todo calzaba para poder desinhibirse un rato, olvidarse por algunos instantes de las perturbadoras responsabilidades que se le adjudicaban siendo líder de su banda…
A su lado la palabra “relajamiento” no existía en el diccionario personal del baterista… siempre se estaba en activo, pero divirtiéndose sin arrepentirse de nada… como aquellas tantas idas a los bares de la ciudad, o en las ya incontables ocasiones en que le había invitado a practicar los llamados “deportes extremos” que mas de una vez Kai había considerado como peligrosos… vaya… que muchas de las cosas que juntos les había tocado experimentar eran de aquellas que al gente catalogaba como esas que quizás no se podrían vivir más que una vez en la vida… aún recordaba la cara de espanto que le había ofrecido el gazetto cuando le había propuesto acampar en el monte Fuji, una simple tontería para descolocarle un tanto y luego descojonarse de la risa…
Fue toda una lastima cuando… aún a pesar de las palabras de aliento del resto de gazettos e incluso de varios integrantes de su amada PSC… todos aquellos que le animaban a que todo se definiría con un simple “Te quiero” de parte suya… aún a pesar de ello, y de que hubiese estado a punto de armarse de valor para ello…
Los ojos del baterista de manera casi instantánea se posaron en alguien más, alguien que comenzaba a robarle su tiempo compartido con el Yutaka…
-Aun no comprendo porque los chicos insistían en que nada resultaría bien…
¿Qué porque lo decían? Con triste mirada clavada al suelo, sintiéndose incapaz de devolverle sus amables gestos, recordó que Ruki en especial, ese enano se sentía de lo más dolido de ir descubriendo que de a poco Kai le iba haciendo de lado por razones desconocidas… ese niño vocalista de la banda era quien podría haber llegado a apostar porque él y su líder eran la pareja perfecta, el uno para el otro…
Romántico empedernido hasta la muerte, aun cuando lo negara por ser muy “rudo”… Ruki luego de que se oficializara la relación entre el Shiroyama y ese que le robaba el sueño… había declarado de manera discreta que no se rendiría ante nada por un simple gustito, una relación a la que no le veía ni a millas y millas… algo más que no fuera una simple amistad… no se rendiría en su tarea de demostrar que Yuu no era precisamente la persona indicada para el batero…
Por todo eso, por ese entonces en que habían transcurrido ya varios pares de meses de que aflorara el nuevo noviazgo entre esos polémicos integrantes de gazette… había sido el propio Ruki quien le había cagado todo al prácticamente aprovecharse de su estado de embriagues en cierto bar, al que habían acudido varias amistades de la misma disquera, para retarle a desenfadarse de una vez y por todas para confesarse de la manera más sincera, más allá de las simples insinuaciones que de un tiempo para ese entonces había comenzado a tomar con un Kai que cada vez sentía más distante, con un Kai que parecía más lejano e imposible de alcanzar… con un Kai que incluso comenzaba a darle a entender que dejaba de ser aquel amigo, aquel ser tan cercano que hubiese sido alguna vez… aquel ser que desde ya hace tiempo le era imposible de ver con ojos enamorados…
Un sonoro golpe a puño cerrado en medio de la pista de baile… estrellandose de lleno en su ahora amoratada mejilla…
Cuatro Gazettos, aún con copa en mano, intentando verles a la distancia… tres de ellos desconociendo quien era realmente la persona que acosaba a su líder, el más pequeño de ellos totalmente conciente de la situación y sintiéndose fatal por sus actos…
Una mirada cristalizada por parte de la persona que tenía en frente… luego de literalmente forzarle a besarle… tal vez aquella no había sido la mejor manera de confesar de una vez por todas sus sentimientos…
-Te odio…
Y ese par de palabras que jamás habría deseado escuchar de esos labios que ahora más que nunca le parecían más que prohibidos, más inmaculados e intocables de lo que en su vida le hubiesen parecido… un simple “Eso me pasa por cargarme un novio tan guapo” por parte de esa insufrible persona que le había arrebatado a su tan estimado compañero de tantas maravillosas vivencias… su persona más amada, esa que ahora le detestaba… y con la cual no había vuelto a juguetear sino hasta después de muchas semanas, semanas que en conjunto hicieran varios meses… en cierta cena con spaghetti en casa del petaco vocalista de GazettE…
-¡Deja salir a Pon de ahí de una vez por todas!
Un largo suspiro salio de entre sus labios… ese Kohara era tan… demasiado obvio con respecto a sus sentimientos, al parecer las restantes tres alicias que continuaban sentadas a su lado, pensaban exactamente lo mismo que él, sus solos ojos en blanco, siendo rodados casi con hastío lo dejaban en claro… si de por si ya sabía que sería un caso perdido el intentar organizar el festejo del Baby shower de Shima al lado de Reita y Miyavi… jamás se sospecho que lo sería aún más con los “enanos de SuG”, como el Tsuzuki los había llamado, y como no… con los chicos aliciosos que a esas horas de la madrugada no andaban con muchos ánimos de aportar ningún tipo de idea o sugerencia más allá de la de tomar un cojín o almohada para descansar aunque fuese en la misma alfombra. El trabajo les tenía agotados, a diferencia de GazettE que continuaba de “vacaciones”.
-¡Shou! ¡que me desvisten con la mirada! – otra mala idea por parte de Ruki, quien para escabullirse de pasar el rato siendo, a según él, acechado por la mirada de Reita… había decidido ir a por algunas cuantas latas de cerveza a la tienda de autoservicio mas cercana; ahora tenia en el departamento del bajista desde gente casi dormida, o de a menos cabeceando… hasta personas ya completamente ebrias… entre ellas Masato, Takeru… y claro, el menor de los guitarristas de Alice Nine, que a saber en que momento, en un descuido del vocalista de ojos grandes, había terminado encerrado en el baño con cierto solista anoréxico que él se sabía…
-¡Yo te salvare! –corrección, el propio Kazamaza estaba también en la lista negra de personas en estado alcohólico, sus golpes insistentes con ganas de derribar la puerta del sanitario lo dejaban en claro.
Ruki y Reita le observaban intensamente, con unos caretos que le indicaban que como líder de la banda ahora era también su obligación ir a calmar aquella situación… pasando por alto el hecho de que seguramente en cosa de nada aquellos tres embriagados gladiadores caerían rendidos ante el sueño en algún par de minutos, y así el podría ahorrarse el tener que presenciar mas de cerca ese numerito…
-Ni de broma- bramo de una vez en el momento en el que bajista y vocalista le indicaron con sus dedos índices la dirección del baño, tarde se darían cuenta de su error de quedarse prácticamente en solitario considerando la embriagues del resto… un leve sonrojo tiño las mejillas del vocal al percatarse de que conocía como la palma de su mano el hogar de la “iguana esa”, quien ni por aludido se dio del gesto del menor, más atento se encontraba en el hecho de que Kai había optado al fin en ir a salvar las instalaciones de su sanitario… a saber ya como se encontraría ese lado de su departamento ahora mismo…
El departamento del Tsuzuki nunca le pareció tan enorme como en esos momentos en que lo tuvo que recorrer para ser el quien terminase por ayudar al vocalista de Alice Nine a abrir aquella puerta del baño, que, más que empujar requería simplemente maniobrar un poco con la perilla… pero vaya… cosas de gente entorpecida con el alcohol… parecía que el Kazamaza no lo había conseguido…
Varias cosas se fueron al traste al terminar con ese pequeño obstáculo que resultaba ser ese inmueble de madera…
¿Qué se supone que debían de pensar los recién llegados al observar a cierto par de músicos que ellos se sabían… con las ropas por demás alborotadas y a medio tironear? Kai nunca se llego a parar a pensar en que luego de tanta jugarreta de Miyavi con Pon… este último se sofocara, tanto por la embriagues como por el encierro, al grado de necesitar aire… de a menos una instantánea reanimación o lo que fuera… el encontrarse tan cerca del chico no implicaba por ello que sus intenciones fueran precisamente las de hacer otra cosa que no fuese ayudarlo… ¿Por qué tenían entonces que salir de los labios del mas lucido de todos… esas palabras que ya alguna vez le hubiesen lastimado…?
-Te odio…
¿A que diablos venían esas palabras? ¡¿Ahora a que venían?!... podría estar atolondrado con tanta cerveza en el cuerpo… pero esa mirada insegura, y esa carrera que el batero pegara luego de ese par de palabras, le indicaban como no, que el Yutaka estaba igualmente de confundido con lo recientemente dicho… ¿de donde venían esas palabras?... y sobre todo… ¿estaría dispuesto a aguantarlas una vez mas?