YA ES UN POCO TARDE…
Luego de la tormenta llegaba la calma… ese era un proverbio que mucha gente solía ocupar, y justo este momento era perfecto para usarlo… Después de una intensa guerra de deformes e incomibles onigiris, una sesión de limpieza hogareña al departamento sede de la guerra antes citada y de preparar una muy buena cena para los dos integrantes de Gazette que aun no llegaban… sus dos estudiantes de cocina ahora yacían más dormidos que despiertos en el sofá de la sala frente al televisor, haciendo como que veían un aburrido programa musical que ahora mismo transmitían…
Luego de verles tan ajetreados por cumplir con las tareas que les había impuesto había creído correcto ayudarles cuando menos a lavar los trastos sucios. Era exigente pero tampoco era malvado. Lo que si sabía es que esos dos en su momento requirieron una buena lección y tantos quehaceres sirvieron como tal…
El sol ya se comenzaba a ocultar desde hacia ya un buen rato… un maravilloso tinte entre rojizo y naranja bañaba ahora las cortinas en colores claros que adornaban los ventanales del departamento de Aoi. Reita y Uruha estaban demorándose un poco, sino se apresuraban la cena que Aoi y Ruki habían conseguido preparar en su mayoría por si solos… terminaría por enfriarse. Dio un pequeño respingo al notar como el guitarrista en el lugar volteaba su rostro en dirección al reloj de pared que se encontraba cerca de la puerta de la cocina, sitio en el que él ahora se encontraba fregando trastos… al ser un departamento no muy amplio con una sala y cocina-comedor conectados… todo quedaba comunicado. Aoi observaba por enésima vez en el día el reloj. También estaba preocupado.
-Quince veces… - escucharon tanto el batero como el guitarrista. Era Ruki quien antes de bostezar de aburrimiento comenzaba a hablar- con esta ya van quince veces que tanto tu como Kai se voltean a ver ese estupido reloj…
-Ya es algo tarde- argumentaba el pelinegro reincorporándose notando como Kai se acercaba a la sala mientras se secaba las manos con una franelilla.
-A penas son las siete, seguramente a Uruha le han dicho que esta de las mil maravillas y ahora Rei-chan se lo ha llevado a tomar algún trago – explicaba Ruki totalmente convencido de sus palabras a la vez que apagaba de una vez por todas al endemoniado aparato que ahora transmitía videos musicales de esos norteamericanos que no le agradaban del todo… irónicamente eran escandalosos –tampoco creo que vayan a demorarse mucho rato más… - les observaba cansado.
-Si tú lo dices…- coordinados y al unísono respondieron Kai y Aoi, ambos sonrieron y se amurraron a cada lado del vocal… igual una siesta no les caería nada mal.
¿Cuánto tiempo llevaría ya dormido… emm… más bien inconciente? Era algo que llevaba preguntándose hacia bastante rato. Y es que el hecho de que tuviese los parpados cerrados no significaba para nada que no estuviese despierto… en realidad le daba ¿vergüenza? ¿pena?... ¡lo que fuese! le provocaba no se que el haberse desmayado luego de recibir aquella noticia…
Seguía recostado en una camilla, la incomodidad que ahora padecía se lo confirmaba, esas sabanas tiesas y duras no tenían nada que ver con las que le arropaban en casa. En su frente al parecer continuaba habiendo rastros del sudor frío que seguramente hace algunas horas había recorrido su rostro. Todavía traía ese mal sabor metálico en su boca que le había tocado probar al momento de desvanecerse…
Escuchaba unos cuantos murmullos inentendibles, seguro que se trataba de la voz de su amigo y el doctor… no se atrevía a abrir los ojos, pero aun así la curiosidad termino por ganarle…
-¿Reita…?- exclamaba Uruha con semblante intranquilo casi corriendo a un lado del bajista que postrado a la camilla a un lado del escritorio del doctor, le mostraba un rostro más pálido que las mismas sabanas que ahora mismo le cubrían - ¡idiota! –Sollozaba Uruha sin poder evitarlo y zarandeando al que recién regresaba a sus cinco sentidos- ¡llevabas más de dos horas inconciente! ¡¿Acaso planeabas que nos quedáramos a dormir aquí o que?!
-Shima… -rogaba Reita un tanto mareado ¿Cómo era posible que ese tonto estuviese mas preocupado por su estado de anímico que el suyo de… de…? Ok, por ahora era mejor omitir eso… por su propia salud mental, continuaba sin creerse nada. Todavía tambaleante bajó de la camilla, casi por inercia busco apoyo en el hombro del guitarrista para pasar a sentarse nuevamente ante el escritorio del doctor.
-Me alegra que se encuentre mejor, Tsuzuki-san…- sonreía el ancianito con un poco de sorna ganándose una mala cara por parte del aludido. En definitiva ninguno de los dos simpatizaría con el otro –bien… ¿y al final que decidirás, Shima? – muestra de esa antipatia el doctor terminó por ignorar olímpicamente al bajista para dirigirse nuevamente hacia su paciente, en ese momento la atmósfera volvió a tornarse seria…
Reita enarco una ceja… ¿hablaban de una decisión?... Uruha también se mostraba serio… y quizás un tanto presionado, sus manos apretadas en puño se lo dejaban en claro ¡¿de que diablos se había perdido mientras “dormía”?!
-¿A que se refiere, Uruha? –cuestionó el bajista modulando su voz de manera conciliadora. Su compañero no le observaba, por el contrario clavó su mirada al suelo… Reita opto por hacer presión observando duramente a Sugisaki-san, el sujeto que había atendido a su amigo. El sujeto que según los estudios que había realizado… decía que su amigo Shima se encontraba en cinta…
-Shima… - Sugisaki-san no pudo evitar aquella mirada, pero en verdad requería que su paciente respondiera a “eso” de lo que habían estado hablando a lo largo de la tarde - ¿estarás dispuesto a…?
-Abortar un niño…- completaba Uruha levantando el rostro para buscar apoyo en la mirada de su amigo, quien ahora le observaba anonadado, esa era su manera de responder a la incógnita de Reita- Akira… - como era costumbre entre los integrantes de la banda, solían llamarse por sus nombres cuando las situaciones se tornaban tensas, difíciles… y al parecer este era uno de esos momentos en que las cosas se te iban de las manos- esto es tan absurdo… para empezar es una verdadera burla que digan que alguien como yo es fértil –el rostro de Uruha se desfiguraba en frustración, ahora se aferraba a su cuerpo. Le daba un poco de miedo que le tomara de los hombros con tanta agresividad- es una burla que quieran que yo de a luz a un niño… ¡es una burla que me digan que sino es de esta manera me quedare solo, sin una familia!- bien, ese había sido el punto limite de Takashima Kouyou… ahora se encontraba desgañitándose en llanto en un abrazo que había tenido que ofrecerle casi a la fuerza. Su amigo se lo había pedido indirectamente pero aun así de manera demandante… Desconcertado miro a Sugisaki-san, quisiera o no le debía una explicación.
-Bueno… es difícil decirlo Tsuzuki-san, pero su amigo es… completamente estéril como el varón que se supone que es… – Reita no pudo evitar abrir enormemente sus ojos, con que a eso se refería Uruha con respecto a que sino era de “esa” manera se quedaría solo. Ahora el guitarrista un poco más tranquilo tan solo se limitaba a esconder su mojado rostro en su pecho- más sin embargo… - el doctor subió un poco sus gafas que ya comenzaban a vacilar un poco en la punta de su nariz- al estudiar su caso, mis compañeros y yo podemos confirmar que Shima esta esperando, de alguna u otra forma hay un tipo de… “útero”… un intento de útero aún sin formarse del todo… ¿alguna vez has escuchado hablar del hermafroditismo, Akira-kun?- con el ceño fruncido por aquel “kun”, Reita termino por ladear un poco la cabeza… había escuchado algo al respecto, pero no estaba de más una explicación- se han dado casos de personas que podrían llamarse “asexuadas” al no poseer bien definido ninguno de los dos sexos…
-Uruha no es eso… - intentaba apelar Reita teniendo al centro de la conversación todavía abrazado a su cuerpo.
-No, no, no, claro que no – sonreía el ancianito- de ser así no se encontraría en este estado… aún cuando tiene todas las características de un varón en toda regla, ese “útero” se ha formado por “error”… incluso esta mal formado… y…
-Me esta diciendo que es más… -dudo un poco en completar sus palabras, los gimoteos del guitarrista al fin se habían tranquilizado- más… ¿un chico que una chica…?
-… -para la opinión del doctor esa era una pregunta con muy poco tacto, le sorprendió que su paciente no golpease a ese individuo. Pero era momento de ir al grano – la cuestión es… que si Shima decide no tener a este bebé tendremos la oportunidad de retirarle ese “útero” por completo y dejarle como cualquier hombre, lo lamentable esta en que como el hombre que es… Shima es completamente estéril. …l jamás podría llegar a embarazar a ninguna joven.
-…- ¿estéril?... eso era algo fuerte… realmente al ver a Uruha al lado de Aoi jamás se había llegado a plantear la sola idea de que su castaño amigo añorase una familia, después de todo esa idea no habia transitado siquiera en su cabeza luego de estar con Ruki… ese mocoso hiperactivo era lo mismo que cuidar a un niñato. Enterado estaba que en su núcleo familiar Uruha estaba más que contento, pero de eso a desear… ¿formar una familia propia…?
-Le decía a Shima que no se precipite en decidirlo. Llevara a penas poco más de un mes, pero como en todo embarazo, mientras el tiempo trascurra se volverá más complicado practicar un aborto, y considerando que no sería una practica como la que llevamos a cabo en mujeres, sería mejor que se tomara su tiempo en decidir pero que este no pase de los dos meses… - el medico se aclaro un poco la garganta para proseguir- esa es mi opinión. Este es un caso especial, por tanto no nos encontramos infringiendo ninguna ley moral ni nada por el estilo… es tan solo cosa de que lo piense el mismo y por sobre todo que lo converse con… el padre de la criatura…
¡¿El padre?! ¡Mierda! Tanto Reita como Uruha se tensaron, separándose al instante y mirándose con ojos muy abiertos ante la sola idea de tener que comentar aquello con Aoi, porque Reita estaba seguro de que Uruha le era fiel a Aoi… de hecho esa mirada asesina que el castaño le dedico cuando se atrevió a observarle con duda con respecto a la paternidad de ese niño le borro toda sospecha de su cabeza. Por otra parte… ni siquiera se habían parado a pensar en la manera en que semejante noticia repercutiría en la banda… ¡estupido doctor que se iba por las ramas en lugar de ir directo al grano! Ahora les quedaba menos tiempo para prepararse psicológicamente para enfrentar a los chicos o en todo caso hacer como que nada ocurría…
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