Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nueve meses por sakua_chan

[Reviews - 509]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: ù_u bueh… que no creo actualizar este fanfic hasta dentro de una semana y media o algo así ó_o mis exámenes son este próximo miércoles, viernes y me parece que para el siguiente lunes iwal… ;^; por tanto estaré estudiando a tope ù.ú repasando ya lo ultimo que me queda para tener éxito ò-o debo de tenerlo y lo haré como que me hago llamar Sakua/Ahiru ò_o. Deséenme mucha suerte n.n… les adoro… *O*
GATOS NEGROS, ESCALERAS Y ESPEJOS ROTOS

A dos días del tour por a saber cuantos distritos de Japón, y Uruha continuaba con una actitud nada agradable. No estaba tocando nada mal, es más, por el contrario podrían decir que con el humor de perros que se cargaba tocaba incluso mejor que cuando andaba de buenas. Lamentablemente para el resto de gazettos tal pareciera que el primero en guitarra se levantaba siempre con el pie izquierdo… ¿o sería quizás que desde que había regresado a la banda no tenía otro pie con el cual levantarse todas las mañanas?



-Creo que alguien debería de hablar con el- recomendaba el pequeño vocalista de GazettE luego de terminar con el penúltimo ensayo antes del ahora quizás no tan esperado tour.



-Paso- respondía Aoi al instante cargándose su guitarra al hombro y haciendo seña de intentar salir del lugar.



-Nada de eso- le detenía su compañero, encargado del bajo, tomándole por el brazo y observándole ceñudo debajo de su rubia mata de cabello- no intentes lavarte las manos de este asunto, Aoi. Es tu pareja de quien estamos hablando.



-Yuu…- susurraba quedito el líder de la banda. Algo le decía que el pelinegro no hablaba con su castaño compañero de cuerdas no porque no quisiera, sino porque el mismo Uruha se lo había impedido desde un principio con sus malos gestos.



El cuarteto de músicos, nada discretos, cerca de la puerta de salida se encontraban observando con gran interés a su ultimo integrante que con un rostro totalmente inexpresivo y ajeno a lo que a sus alrededores ocurría… se limitaba a tocar unas cuantas notas sin sentido en su guitarra, sin importarle que el tiempo para ensayar hubiese culminado hacia una media hora y que ya todos fuesen con instrumentos en mano rumbo a casa.



-Kai- llamaba Aoi a su amigo, ignorando olímpicamente las palabras de Reita, estaba harto de que el bajista le hiciese intentar ver que el era el “culpable” del mal humor de Uruha, luego de que este regresará… si, claro ¿y que había de él? ¿Acaso no le debía una explicación por su desaparición? No, el nunca exigía nada, en verdad lo que esperaba era la iniciativa de Uruha para contarle las razones de su distanciamiento, no importaba si era mentira, él le creería, siempre creía en las palabras de su todavía “pareja”… después de todo le quería ¿no? Y esperando que el cariño continuase siendo reciproco por parte de Shima… ¿Qué hacía este? No contaba nada acerca de su auto-exilio y encima le hacia mala cara únicamente a él, mientras que con todos los demás simplemente se mostraba frío… ¡pero mínimo los miraba a los ojos!



-¿Qué-que sucede?- respondía el batero, quien no tardó en alarmarse luego de notar como el segundo en guitarra le pasaba un brazo por sobre sus hombros y caminando a su lado le guiaba a la salida.



-Tengo antojo de comida occidental ¿Qué tienes planeado cocinar hoy?- preguntaba el Shiroyama lo suficientemente alto para que no solo sus otros dos compañeros le escucharan… sino para que también cierto guitarrista arrinconado en el estudio… por fin saliese de su letargo.



-Aoi, deja esto…- susurraba Ruki con voz suplicante, en verdad que desde un principio no había sido muy complejo suponer que Uruha algo se traía referente a la reciente amistad tan apegada de Aoi con Kai… “celos” era la palabra clave, y no era para menos puesto que según las propias palabras de Kai, era el mismo Aoi quien ya no le permitía regresar a su casa, “venganza” era la segunda palabra interesante en todo ese conflicto.



-Lo siento Ruki, pero deberás hacerle espagueti a Reita en tu casa. Hoy Kai me prometió hacer un nuevo menú y según recuerdo a tu novio no le agrada en nada la comida de Uke- era una respuesta amigable hasta cierto punto, de no ser por la severa mirada que el autor de dichas palabras le dedico al bajista de la banda.



El mas bajo no hacia mas que intercalar su mirada, entre la puerta, ahora cerrada, por la que Aoi había desaparecido muy bien acompañado… y obviamente Uruha que ahora dejado de lado su amada guitarra yacía ahí de pie con la boca abierta, y una mirada de cólera e incredulidad combinadas.



-Tal vez me este equivocando con Aoi- rompía el incomodo silencio el Tsuzuki- y quizás deberías de ser ti el que hablase con él de una buena vez- le indicaba a su todavía pasmado amigo, para luego cargarse su bajo al hombro llevando a Ruki fuera de esa sala, revolviéndole sus cabellos de manera cariñosa… le encantaba tratar al enano de su novio como a un mocoso, después de todo esa idea y las actitudes de Ruki no distaban mucho.



Era simplemente insoportable, llevaban casi dos semanas de haber vuelto y esta era la primera vez en que Aoi se intentaba pasar de listo provocándole celos y peor aun… consiguiendo su cometido… ¡pero no! Reita estaba nuevamente como que mal de la cabeza si se pensaba que él acudiría a los brazos de Aoi pidiéndole disculpas ¡no! Después de todo, el que en verdad estaba en una situación critica, con cierto problemita que rogaba a todos los cielos porque en seis meses no le saliera entre las piernas… ¡era él! Él y únicamente él era el que tenía derecho a sentirse mal… vaya… que Yuu no estaba al tanto de su “padecimiento” pero…



-¡Eso no justifica que vaya a consolarse precisamente con Kai!- y paso… el primer indicio de mala suerte…



Tan absorto estaba en sus pensamientos que nunca se enteró del momento en que sus pies le llevaron rumbo al lavabo de su casa a refrescarse la cara. Un golpe seco y el ruido de cristales estrellándose contra el suelo le hicieron caer en la cuenta de que en un ataque de enojo no era nada bueno desquitarse con tus inmuebles, en este caso, el espejo de su baño, que ahora yacía hecho trizas gracias al gran golpe que le había dado a puño cerrado…



-Es oficial, Takashima Kouyou, estas muy mal… primero hablas solo y ahora resulta que tendrás siete años de mala suerte…



¿Su mala suerte comenzaba desde ahora? No… el no era supersticioso, aunque… ahora se estaba quedando solo en su departamento… y recordaba que el maldito gato de su vecina se le había cruzado en su camino antes de llegar a casa… e irónicamente el endemoniado animal era completamente negro. Bien, en definitiva estaba desvariando… ¿Qué culpa tenia el animal de vestir un pelaje con ese color tan elegante y que según estupidas creencias traía desgracias? ¡Ninguna! Pero… no tenia a quien culpar, a nadie quien culpar mas que a si mismo, por la mala racha por la que ahora pasaba…



-No quiero tener mala suerte, bebé- murmuraba inquieto, recargado en una de las frías paredes del cuarto de baño, se dejó caer hasta los helados mosaicos del suelo- de verdad que no quiero…- un largo suspiro y una sonrisa se dibujó en sus labios; aquello era una buena opción, era la primera vez que se ponía a “hablar” con ese que a futuro se convertiría en su familia… ya no se sentía tan solo.



Kai no era de esos que creían en esas cosas de la mala suerte ni nada por el estilo, pero antes que nada seguía esa regla que alguna vez de niño hubiese escuchado a algún adulto “hombre precavido vale por dos”, mas aun con todo el montón de problemas que acontecían entre los miembros de GazettE; por tanto, cuando llego a casa de Ruki, para probar el espagueti que el vocal le había invitado por medio de una llamada telefónica por la tarde luego de que el batero literalmente abandonase a Aoi argumentando que en nada le agradaba formar parte de sus jueguitos de “celos” con Uruha… hizo lo posible por no pasar debajo de una escalera de madera postrada en una pared del pasillo de Ruki, por lo visto alguno de sus vecinos se había acomedido a la tarea de pintar el corredor de un nuevo color.



-¡Kai, viniste!- reconocía un alegre Ruki al abrir la puerta de su hogar y dejándose ver con un delantal bañado en salsa, seguramente del espagueti, que curiosamente le quedaba enorme- ¿Qué crees? Reita se ha tenido que ir mas temprano de lo esperado, pero llegó otra visita- informaba el vocal haciéndole pasar mientras hacia una pose muy graciosa aun con un cucharón con salsa en mano, una pose como de quien desea hacerse el interesante.



-¿Quién ha venido? Tal vez para el batero habría sido mejor no haber preguntado, seguro lo mejor hubiese sido ni siquiera haber pronunciado palabra alguna… ¿era acaso que evitar aquella escalera de madera no le había sido de mucha ayuda? Al parecer no, y esa hiperactiva persona que al instante le había caído encima quien sabe de donde y ahora pegándosele como lapa lo confirmaba. Una sonrisita cómplice por parte de Ruki, quien había conseguido hacerse a un lado justo a tiempo, fue lo único que pudo apreciar mientras intentaba quitarse de encima a la dichosa “visita”, que insistía en abrazarle de manera asfixiante… ¿aquello en verdad se hacia llamar un “adulto”?



-¡Argh! No me dejas… respirar…- alegaba apenas en un hilo de voz el Yutaka- Miyavi-kun…



De un lado sentía el frío del suelo con sus embaldosados mosaicos, del otro unas suaves palmaditas en su mejilla. Se negaba rotundamente a abrir lo ojos, pero le picaba la curiosidad el saber cuanto tiempo llevaría acostado en el suelo de su baño dormido. Con pesar abrió a penas un ojo ignorando del todo a quien había interrumpido su sueño… por la ventanilla de ese lugar de aseo, pudo apreciar el cielo nocturno, seguro que pasaban de las diez de la noche.



-¿Qué haces aquí?- pregunto al “intruso” mientras se tallaba sus ojos todavía recostado en el suelo, estaba fatigado y encima ahora con el cuerpo mas entumecido que nunca, le dolía incluso el mover su mano sobre sus adormilados ojos para tallarlos; el frío del ambiente debía de ser el causante de ese mal- ¿Aoi?- inquirió al no recibir respuesta por parte de ese que solo se limitaba a observarle sin expresión alguna.



-Te hará daño si continuas ahí tirado- era la escueta respuesta del pelinegro. Había acudido a ese lugar más que nada a petición de Kai que antes de dejarle con la palabra en la boca, le había amenazado con nunca volver a dirigirle la palabra sino hacia algo por hablar con el castaño guitarrista.



-Se esta bien aquí- mentía descaradamente Uruha, comenzando a tiritar casi inconcientemente, bien… su mentira no era nada convincente- he estado mucho rato aquí, no me puedo levantar por mi mismo…



No supo bien como ocurrió todo, seguro que demasiado rápido como para alcanzar a comprender siquiera en que momento Yuu le había tomado en brazos para llevarlo en silencio rumbo a su habitación. Hubiese sido completamente estupido preguntarle siquiera como diablos había conseguido entrar a su departamento… después de todo, era solamente Aoi el único que sabia en que maceta del pasillo escondía una copia de la llave de la entrada en caso de emergencia… Quiso pensar que era por resignación la razón por la que se abandono a abrazar al pelinegro por el cuello y aspirar ese aroma que tan bien le caracterizaba, era el aroma de Yuu… ese que venía extrañando a lo largo de esos casi dos meses; quiso creer que en un principio era simple resignación para finalmente darse cuenta de que ansiaba y necesitaba estar así con él.



-Yuu…- susurraba al oído del otro. Fue por una fracción de segundo, pero con solo pronunciar su nombre, antes de que el pelinegro abriese la puerta de su habitación, bastó para que Aoi se tensara por completo- ¿crees en la mala suerte y en las malas rachas?



-¿A que te refieres?- inquirió el pelinegro acompasando su respiración tratando de tranquilizarse, su salvador, termino por depositarle en su cama, incapaz de dar siquiera un paso lejos del castaño guitarrista en esas condiciones, opto por recargar su rostro y sus brazos sobre las sabanas mientras que el resto de su cuerpo descansaba hincado justo a un lado del inmueble.



-Creo que estábamos pasando por una mala racha- sonreía Uruha dándose la vuelta para quedar frente a frente con su compañero de cuerdas, quien para su sorpresa le sonreía de la misma manera. Harían su esfuerzo por olvidar ese problema que se venían acarreando estas ultimas dos semanas… no era necesario ya decirlo en palabras textuales para que ambos supieran que era un trato entre los dos…



-Supongo…- fue la única respuesta de Aoi antes de que Uruha le hiciese espacio en su lecho.



No estaría nada mal simplemente dormir por esa noche…
Notas finales:

Bueh... eso nu mas por ahora... n_n una enorme disculpa por la demora para el siguiente capitulo, pero preferi avisarles que dejarlos con la duda. Por otra parte, para los que ya estan desesperados por que Uruha lo suelte todo, les digo: Ya no falta mucho, de hecho n_n no se pierdan el siguiente capitulo... será decisivo *-*... en fin, vayamos con:

ALGO MAS DE MAS CON LOS DEBRAYES DE SAKUA-CHAN

¿De verdad los niños de GazettE estaran llenos de mala suerte?

¿Será que Uruha esta loco o le gano el instinto maternal que ya hasta habla con su bebé?

¿Que diantres pinta aqui Miyavi-kun? ¿esto tambien les huele a complot por parte de Ruki? ¬¬ ¡¿sera que quieren asfixiar a Kai? O_O

Y pues eso, ya para finalizar les agradezco sus rewies (que en un rato termino de responder) y... les dejo una ultima pregunta:

Ya tengo decidido si sera niño o niña el bebé, pero aun no se los dire... pero por mientras diganme bonitas opciones para ponerle nombre n.n... no importa si son nombres de niño o niña... se les agradeceran n.n...

Se cuidan!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).