NECESITAMOS UN DIAGNOSTICO…
Kai, como líder que era de la banda, se sentía con todo el derecho y libertad de permitirse el estar al pendiente de sus compañeros de trabajo, encima de eso, los consideraba más allá de simples colaboradores… eran sus amigos, por obvias razones no podría pasar por alto el estado tan deplorable en el que Aoi había asistido al ensayo del día de hoy, además… no en vano, antes de que este se liase con Uruha, habían estado manteniendo una relación sentimental bastante formal… aún en estos días no entendía muy bien las razones del porque aquello se había terminado, pero ahora mismo así se encontraba bien. Él y el guitarrista de negros cabellos eran buenos amigos y nada más…
¿Qué había ocurrido? Se suponía descansaron unos días del trabajo, debería de estar relajado… y por el contrario, se le veía cansado e incluso con una leve sombra debajo de sus negros ojos… ojeras, sin lugar a dudas.
-¿Aoi?- se animo a acercarse al guitarrista cuando este se encontraba cerca de la cafetera yendo ya por su cuarta taza de café en lo que iba del ensayo…
-Kai…- el batero se sorprendió un poco de que a pesar de su apariencia su compañero conservara una voz relajada- me he dado cuenta de algo…
-¿Qué-que sucede…?- inquirió curioso tratando de pasar saliva, Aoi no despegaba la vista de su café, lo comenzaba a preocupar en serio.
-Yo… creo que… necesito tu ayuda…- ok, esto era una situación alarmante, Aoi tenía una mirada suplicante, de esas a las que no puedes ni quieres negarles nada.
-Tú dirás. Sabes que si esta en mis manos te ayudaré, Yuu…- respondió con aire conciliador acompañado de una de esas sonrisas amigables que solo el conseguia obsequiar al mundo- lo que quieras…- agregó para animar a su amigo a seguir hablando.
-Necesito clases de cocina.
Su voz sonó completamente firme, su mirada aunque se mostraba vergonzosa era una de completa seguridad, noto de reojo que el pelinegro tenia presionando fuertemente su café entre las manos y que para nada pestañearía. Iba totalmente en serio, y aún así…
-¡Jajajajajaja! ¡¿Qué-que dices?!- pregunto tratando de controlar la risa y llevándose las manos al estomago casi por inercia mientras observaba como el otro dejaba en paz su bebida para encender un cigarrillo, era hora de regresar al ensayo con los demás…
-No estoy jugando, Kai – advirtió Aoi luego de la primer calada sin detener el paso, un leve sonrojo se asomaba por sus pálidas mejillas – Uruha me ha hecho ver que en verdad no soy bueno en la cocina.
-Jajajaja, lo que yo me pregunto es porque ahora te preocupa eso. Digo, estuvimos saliendo por más de un año y siempre que intentaba enseñarte algo sobre cocina me dabas la vuelta – comentaba ya tranquilo el baterista de Gazette, mirándolo todavía entre incrédulo y divertido, su siempre tierna sonrisa aun no se borraba de sus labios – siempre decías que podrías sobrevivir con comida rápida o a domicilio ¿Qué ha sucedido?- cuestiono reprimiendo una pequeña risita- ¿Qué ha dicho Uruha?
-Intente cocinar crepas… -confeso abochornado
-¿Intentaste? ¿Crepas?- Kai enarco una ceja – tan solo es cosa de expandir bien la mezcla y servir la mermelada o jalea, Aoi… no es tan difícil…
-Si lo dice el fanático por las tostadas francesas, parece fácil- suspiraba Aoi resignado con la cabeza agachada- pero sentí que me salieron miles y miles de crepas deformes y… ninguna parecía comestible… ¡eran las tres de la madrugada, Kai! ¡Las tres!
El amante de la cocina no comprendía bien lo que decía el otro entre lamentas prácticamente… ¿crepas? ¿Tres de la mañana? ¡¿de que diablos le estaba hablando?!
-Explícate… - pidió abriendo la puerta del estudio en el que ensayarían, a lo lejos cerca de la ventana, abierta seguramente a petición de Uruha quien recientemente disfrutaba mucho de la corriente fresca, podía apreciarse al resto de la banda apreciando el panorama con el viento dándoles en la cara. Alentaron el paso para que la explicación fuese dada a tiempo.
-Uruha tuvo un extraño antojo durante la noche hace ya algunos días, eran cerca de las dos de la madrugada y me hizo todo un berrinche porque le hiciera crepas con mermelada… - contaba su desgracia Aoi agachando la mirada, ni siquiera el se creía sus propias palabras- tuve que ir a una tienda de esas de veinticuatro horas para buscar ingredientes y un recetario de esos por los que no das ni un yen pero que parecen servibles…
Kai le observo un poco severo, como pidiendo que fuera al grano.
-El punto fue que… en un principio parecía complejo… y planeaba dejarlo por la paz, pero después sin que me diera cuenta ya era todo un reto personal y decidí no darme por vencido…- Kai le observaba boquiabierto, ni siquiera sus ojos pestañeaban - ¿Qué sucede?- pregunto ante la reacción de su ex-pareja.
-Emmm… pues… no pensé que fueras tan obsesivo con cosas que antes considerabas una perdida de tiempo… eso… -respondía con una sonrisita ahora nerviosa, no se fiaba del otro ¿Qué tal y se ofendía con el comentario? –pero… ¿a que se debió el antojo de Uruha? Y sobre todo… ¡¿Cómo demonios fue que le fuiste a hacer caso?!
Eso ultimo había sido como que lo que más curiosidad le había dado al líder de Gazette, puesto que prácticamente lo pregunto en un gritito ahogado y halando de la manga del guitarrista, más curioso se puso al notar como un fuerte rubor baño las mejillas del mayor…
-Recurrió al chantaje… -respondió el joven Shiroyama en muy resumidas palabras…
-Con que chantaje… -suspiraba Kai mientras daba un rápido vistazo en dirección a Uruha que reía junto con Ruki por quien sabe que tontería que seguramente habría dicho Reita en uno de sus momentos creativamente graciosos –conociendo a Uruha creo hacerme una idea acerca de su chantaje…
-Pero bueno… ¿me enseñaras a cocinar?- le observo serio el pelinegro cuando ya estaban más que cerca de sus compañeros listos para seguir con el ensayo.
-Pues… ¿solo serán las crepas o también…?
-¡Cof! ¡Cof! ¡Cof!- ni siquiera alcanzo a terminar la cuestión el batero cuando ya eran interrumpidos ambos, su atención y la de todo el mundo se centro en la persona dueña de esa intensa y quizás fingida tos -¡Aoi! – recriminaba esa persona haciendo que el aludido tirase su cigarrillo por el susto.
-¡¿Qué?!- exclamo todavía con el corazón acelerado por haber sido llamado con tanta fuerza.
-Apaga ese cigarrillo de una vez- le pedían de muy malas maneras, al instante todos giraron su mirada hasta el suelo… específicamente el sitio en donde la colilla de cigarro continuaba dejando un hilillo de humo.
-Uruha, ya esta en el suelo… no te alteres… - comentaba Ruki con una gotaza de sudor cayendo desde su frente. Hasta hacia un momento estaban todos tranquilos y ahora salían con esas… Reita fue quien en definitiva apago el cigarrillo con la suela de su zapato mientras apreciaba como Uruha observaba ceñudo y con un puchero a su pareja quien le miraba todavía descolocado…
-No me imagino como se te habrá puesto cuando pidió las crepas…- susurro Kai muy bajito, de manera que solo su acompañante le escuchase…
-No entiendo desde cuando te molesta el humo de cigarro, tu también eres un fumador compulsivo, Shima- vale, ya era suficiente, todos los días que les habían dado de descanso ese sujeto se la paso tratándole como su vil sirviente… acotando repentinos dolores de cabeza, mareos y demás cosas… y él se la estaba pasando de bueno, pero ya era suficiente… una cosa era consentirlo y otra que este se pusiera a abusar… Tomo su guitarra decidido a ignorar cualquier reacción por parte de Uruha y comenzó a dirigirse al centro del estudio dando a entender que continuasen con el ensayo… cuando…
-Yuu…- a más de uno esa vocecilla de suplica les removió algo en el pecho… casi por inercia toda la agrupación se volvió lentamente a ver al primero en guitarra que observaba con ojos enaguados a quien era su pareja desde hacia unos meses. Vaya… ¡¿Qué diablos se traía con esa sensibilidad, Uruha?! Y por sobre todas las cosas ¡¿Por qué diablos se veía tan jodidamente adorable poniendo ojitos llorosos a Aoi?!
-¿Qué… sucede…?- inquirió Aoi con voz flaqueante, el bajo de la banda en otro momento se habría burlado de este por mostrarse tan “mandilon” con su novio, pero… ahora nadie se atrevía a decir nada… y antes de que siquiera pudiese acercarse Uruha ya había salido prácticamente disparado en dirección al sanitario.
Ya eran varios los minutos que llevaban retrasados con el ensayo gracias a la ocurrencia de Uruha de encerrarse en el sanitario. Todos los miembros solo se veían unos a otros en silencio de cuando en cuando… Ruki jugaba con su pie girándolo de un lado a otro, Reita hacia como que revisaba las cuerdas de su bajo… Aoi cruzado de brazos se encontraba recargado en la pared dedicándole una mirada cómplice a Kai, quien estaba con el oído pegado a la puerta del sanitario.
-Esta volviendo el estomago – informo el batero al fin acercándose a sus compañeros.
-¿Todo el rato…?- pregunto el bajista un poco asqueado con esa idea, considerando que ya iban para una hora de espera… quizás no estaba tan fuera de lugar el comentario, solo la mirada de desaprobación de Aoi le hizo callar.
-Estará malo del estomago ¿no?- sugería el vocal de Gazette.
-Será necesario que vaya al médico… igual el culpable podría ser Aoi – comentaba un Kai con el semblante serio, haciendo que el guitarrista que estaba sano se ganara las miradas duras tanto de Ruki como de Reita.
-¡Ey! – Exclamo Aoi con aire ofendido saliendo de su ensimismamiento -¡¿Por qué habría de ser yo el culpable?! –cuestionaba con el ceño fruncido.
-Tu me acabas de decir que le hiciste de comer crepas y…
-¡¿Aoi cocinó?!- pregunto el “sin nariz” sin poder ocultar su sorpresa, pero Ruki al instante le puso una mano sobre la boca sin ningún cuidado, esta de más decir que el pobre bajista quedo adolorido con ello. No era momento para sus bromitas.
-Fuera de broma… es necesario que Uruha vaya a un médico. Seguramente no son achaques de último momento…
Cuando Kai se lo proponía realmente podía ponerse serio ante la situación. Ahora ahí de pie con los brazos cruzados y con sus intensos ojos observando fijamente a Aoi se notaba que no estaba hablando a la ligera, le preocupaba el estado de salud de Uruha y estaba claro que no se rendiría en joder a todos los integrantes hasta que convencieran al castaño de asistirse con un médico. No tenían ni idea a que se debiesen sus síntomas, pero seguramente no era nada bueno…