-Nunca pensé que capturarte fuera tan fácil, en verdad me has decepcionado… Naruto-kun…
Uchiha Itachi caminaba a mi alrededor; me observaba de manera curiosa y furiosa a la vez… su permanente Sharingan me tenía en la mira: ninguno de mis movimientos pasaba de a desapercibido
-Y yo que ansiaba tanto pelear contigo – comenzó a alzar la voz – Esperaba que fueras un verdadero reto: ¡se supone que eres Uzumaki Naruto! ¡el jinchuuriki más poderoso de todos!! – se acercó y me acorraló contra la pared – Y sólo bastó un golpe de Kisame para dejarte inconsciente – se aproximó a mi rostro - ¿Qué sucedió? Te asustaste tanto que no pudiste ni meter las manos? ¡¡¡RESPONDE!!!
-No veo… - le hablé tranquilamente – Cuál es el problema, después de todo, tu misión siempre ha sido capturarme – miré fijamente sus ojos color carmín – Deberías estar agradecido de que haya sido tan fácil… y de que no te maté…
-Si dices que eres capaz de matarme… - de repente sentí un fuerte golpe en el estómago que me sacó todo el aire, caí de rodillas… tosí un poco de sangre - ¡¡¡¿Por qué no lo hiciste?!!! – me propinó un fuerte golpe en la quijada - ¡¡¡¿Por qué no lo intentaste?!!! – y cuando caí al suelo comenzó a patearme fuertemente - ¡¡¡¿Por qué permites que te haga esto?!! ¡¡¡¡¿POR QUE NO HACES NADA?!!!
Continuó varios minutos más pateándome… cuando se tranquilizó se alejó de mí…
-Jajaja… - no podía evitarlo – WAJAJAJAJAJA – comencé a reír mientras me levantaba del suelo: limpié la sangre que caía por la comisura de mi boca
-¡¿Qué es tan gracioso?!
-Creí que era lógico, Itachi-san – me recargué en la pared – Es obvio, ¿no?... le sonreí abiertamente – Quiero darles a Kyubi n_n
-¡¿… o_o?!
-Si ustedes extraen a Kyubi de mi cuerpo… moriré, ¿verdad?
-Te dejaste capturar… para morir?
-Si… - me acerqué un poco al Uchiha – Yo no puedo suicidarme: las heridas se curan… no pueden matarme: además de que las heridas sana, nadie tiene la fuerza para hacerlo… ni siquiera usted… - frunció el seño – Darles a Kyubi es la única manera de terminar con mi vida…
-Que lastima…
-Además… - sonreí – Todos ganan: ustedes tienen al zorro y yo obtengo mi muerte – me senté en el suelo: las costillas me dolía – Es algo que beneficia a ambas partes, ¿no lo cree?
-¿Por qué quieres morir? – nuevamente su cara se volvió inexpresiva – Recuerdo que siempre decías: “quiero ser Hokage, quiero que todos me reconozcan y me respeten”… - se sentó a mi lado y pasó un brazo por mi espalda… me abrazó - ¿Qué sucedió contigo?
-Puede alguien… que no es capaz de salvar a sus amigos… convertirse en Hokage? Dígame… qué piensa, Itachi-san?
-No, no puede – me sonrió mientras acariciaba mi mejilla -Si no puede salvar a una persona, ¿Cómo espera salvar toda una Aldea?, si carece de esperanza, ¿Cómo puede alentar a otros?
-Lo sé… - me aferré a su regazo – Por eso lo hago: si no puedo cumplir mi sueño… ¿Cómo puedo seguir viviendo?
-Has madurado, Naruto-kun – se acercó a mi rostro, y me regaló un beso… bueno, sólo fue un roce entre nuestros labios… luego se levantó y dirigió a la oscuridad de aquella habitación – Pero piensa esto: ¿realmente no puedes cumplir tu sueño? – me dirigió una mirada… extraña - ¿Realmente no puedes hacer que mi ototo regrese a la Aldea?... – y desapareció
Me quedé unos minutos pensando en sus palabras…. pero…
-No, no puedo… - algo cálido rodó por mi mejilla – Lo he intentado por mucho tiempo… y ya no puedo… ya me cansé… - me acosté en el frío suelo: abracé mis piernas – Ya no quiero sufrir… ni llorar… sólo quiero desaparecer…
Cerré mis ojos…
Era hora de dormir…