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Interrupciones por Daramyui

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   La música comenzó a sonar, como ese día no practicaban con los bailarines, solo estaban los cinco en sus posiciones, aunque YunHo notó algo raro antes de que comenzase la canción, ChangMin examinaba un micrófono dándole vueltas, buscando, Dios sabe qué, y JaeJoong miraba a JunSu, examinándole de arriba a bajo, prestando especial atención a su famosa "línea S", el observado, YooChun y líder parecían los únicos concentrados, aunque cuando comenzaron a moverse se notaba que solo uno se tomaba aquel ensayo en serio.

 

   ChangMin les miró desorientado cuando comenzaron la coreografía y se apartó de la trayectoria de sus compañeros para evitar golpes, se quedó con cara de no comprender nada, más aun cuando YooChun comenzó con su parte en ingles, después le tocó el turno a JunSu, que se puso a cantar la versión china de Rising Sun.

 

   YunHo paró la música con un golpe excesivamente fuerte para el frágil reproductor, que se detuvo menos de un segundo y volvió a sonar, cuando consiguió que el aparato le obedeciese, miró enojado a sus compañeros. El pequeño seguía con esa expresión, los rostros de JunSu y YooChun se le unieron.

 

   -Se puede saber qué estas cantando.-pregunto YunHo a JunSu con paciencia.

 

   -Eso, que no estamos practicando chino, sino coreano.-intervino YooChun, logrando que el líder comenzara a perder su preciada y, en momentos como ese, escasa paciencia.

 

   -¿Pero no íbamos a ensayar la versión internacional de Hugh?- pregunto ChangMin levantando el micrófono que momentos antes había estado mareando.

 

   -¡Aaaaggg!-gritó YunHo con toda la potencia de sus pulmones, echándose las manos a la cabeza.

 

   Aquello era desesperante. Bajó la cabeza y contó hasta cien en chino, era el idioma que mejor le iba para relajarse y no liarse a guantazos contra sus amigos. Los días en los que cada uno iba a su bola le salían varias canas, y no sabia si estaba dispuesto a envejecer varios años porque se levantaran todos despistados.

 

   Con un suspiro, intentó controlar su voz para que no sonase demasiado enojada. Primer intento, fallido.

 

   -Rising Sun en japonés.-dijo pronunciando cada palabra lentamente, esperando que así se centrasen de una vez por todas.

 

   ChangMin dejó el micrófono encima del piano, mientras YooChun y JunSu asentían con la cabeza. Pocas veces veían a su líder con ganas de arrancarse la cabellera, y sabían que en ese preciso instante ellos eran los culpables de esa oscura aura asesina que envolvía su delgado cuerpo.

 

   YunHo resopló, parecía que pensaban hacer caso, así que volvió a encender la música y cuando se situó se encontró con que JaeJoong había desaparecido. Se miraron unos a otros estupefactos, no le habían visto marcharse, y la puerta era demasiado ruidosa como para no haberle escuchado salir.

 

   JunSu corrió hacia YunHo en cuanto le vio dejarse caer de rodillas al suelo, con la cabeza agachada. Eso era lo último que podía soportar esa tarde. Cuando vio acercarse al menor, se abrazo a su cuello desesperado. ¡Era tan difícil ser líder cuando nadie ponía de su parte!

 

   -Tranquilo, seguro que solo ha ido al lavabo.-aseguro JunSu palmeando la espalda de su amigo.

 

   ChangMin se asomó al pasillo y encontró al escabullido mirando por la ventana más alejada, casi sacando el torso por ella, hablando por el teléfono móvil. Así que se acerco a YunHo para informarle antes de que dimitiera otra vez. A veces era complicado que los cuatro le obedecieran, sobre todo cuando entraban en fase melancólica a la vez, y ya llevaban tres días así, era comprensible que se desquiciara de vez en cuando. Demasiado aguantaba.

 

   Cuando JaeJoong entró, vio a sus compañeros sentados en el suelo, con sus cosas cerca, preparados para irse. Miro el reloj del móvil dubitativo, sabía que se había entretenido mucho rato, pero no que fuera tan tarde. Las cifras digitales le confirmaron que no era la hora de irse a casa, pero al levantar la vista y verles preparados, volvió a dudar.

 

  -Fin del ensayo. Necesitamos descansar. Mañana quiero que "todos" estéis de vuelta a la realidad, y me encargaré personalmente de castigar a quien este despistado ¿queda claro?-pregunto YunHo con un deje de amenaza en su tranquila voz.

 

   -Clarísimo.-respondieron ChangMin y JaeJoong a la vez, arrancándoles a los cinco una sonrisa. Últimamente los dos pasaban demasiado tiempo juntos y empezaba a notarse.

 

   JaeJoong fue el último en salir, y se quedo mirándose al espejo que cubría la pared, preguntándose en que iba a ocupar su tiempo libre.

 

*                      *                      *

 

   JaeJoong miró la puerta en silencio. La luz del pasillo se apagó, pues ya llevaba mucho tiempo allí parado, sin decidirse a llamar. Sabía de sobra donde estaban los interruptores, el problema era que estaban pegados, y el sonido del timbre le asustó.

 

   Miró hacia todos los lados en busca de una salida, pero sus pies no respondieron a tiempo, la puerta se abrió antes. Kibum sonrió al verle y le estrechó en un fuerte abrazo que no dudó en devolver. << Su sonrisa es contagiosa>> pensó JaeJoong cuando se encontraban en la cocina, charlando alegremente con una lata de cerveza cada uno.

 

   Estaban solos, pues los tres compañeros de piso de Kibum estaban trabajando, y aprovecharon para ponerse al día. Hubo un momento en el que el mayor tuvo que sujetarse a la encimera, estaba doblado de la risa por una anécdota que acababa de contar Kibum, quien se acercó para quitarle la lata de las manos antes de que esparciera su contenido en el suelo. Dejó las dos bebidas mientras el otro reía con ganas, y levantó el rostro de JaeJoong para mirarle a los ojos y secarle las lágrimas de diversión que escapaban de ellos.

 

   Dejaron de reír para mirarse fijamente durante unos segundos que se hicieron eternos a ambos, había algo en la profundidad de esos extraños ojos oscuros que hipnotizaron a Kibum, JaeJoong era consciente del calor que desprendía la mano posada en su barbilla, de la mirada perdida que tenia su amigo y lo que le desorientó fue que la atmósfera que les envolvía era parecida a los momentos en los que se había besado por primera vez con alguna chica. Su corazón latió apresuradamente y su respiración se volvió levemente trabajosa cuando sus rostros se acercaron instintivamente.

 

   JaeJoong cerraba los ojos conforme sus labios se acercaban con una lentitud exasperante. Ninguno era consciente de sus actos, hasta que el sonido del teléfono les despertó de la especie de letargo en el que se encontraban.

 

   Se sonrojaron notablemente. JaeJoong escuchaba desde la cocina como Kibum respondía al teléfono. Buscó las cervezas y se bebió el resto de una de las latas de un largo trago, sin importarle de quien era, total, solo estaban ellos dos y nunca habían encontrado reparo en compartir las bebidas. Notó como temblaba y se sujetó las manos.

 

   ¿Qué demonios estaba pasando? Había estado a punto de besarse con su mejor amigo y deseaba que el teléfono no hubiese interrumpido. Ya estaba harto, sabía que se atraían mutuamente, pero "él" les molestaba cada vez que iba a pasar algo entre ellos.

 

   Ese era el motivo por el que llevaba varios días pensativo, sin poder quitarse a Kibum de la cabeza, le llamaba constantemente, y ahora que podían estar completamente a solas, llamaba el condenado. Ni que les estuviese espiando.

 

   Decidido, le quitó el teléfono a Kibum de las manos y lo colgó.

 

   -¿Qué haces? Era...-fue incapaz de terminar la frase.

 

   JaeJoong le agarró la cara con ambas manos ignorando lo que le estaba diciendo y le besó mientras le empujaba contra la pared. Kibum se sorprendió muchísimo, pero no tardo en abrazar al mayor y profundizar el beso, hacia años que deseaba poder hacer eso, una de sus manos acaricio la espalda de JaeJoong, atrayéndolo contra su cuerpo, y la otra descendió tímidamente a sus nalgas.

 

   -Deja en paz a MI Kibum.-grito la voz de HeeChul desde la puerta.

 

   Se separaron sorprendidos y asustados. HeeChul se reía con ganas, apoyándose en el marco de la puerta abierta, traía una bolsa de deporte que cayó al suelo con un ruido sordo. JaeJoong le fulminaba con la mirada, se acercó a él con la clara intención de estrangularle.

 

   Kibum agarró la cintura de JaeJoong, el mayor se revolvía entre sus brazos, insultando al pelirrojo en japonés.

 

   -Kibum, suéltame, que le mato, ¡yo le mato! Siempre me hace lo mismo.

 

   -Cálmate, hyung, no lo hace adrede.-dijo Kibum con una sonrisa divertida, viendo como HeeChul se caía al suelo de la risa, sujetándose el abdomen sin fuerzas.

 

    HanGeng entró en ese momento, y les miró completamente perdido. Paseo los ojos del risueño HeeChul al enfadadísimo JaeJoong, que ya parecía calmarse con las cosas que Kibum le susurraba al oído.

 

   -Esta me la pagas, Kim HeeChul. -dijo JaeJoong amenazante, señalándole con el dedo.

 

   -¿Qué ha pasado?-pregunto HanGeng viendo como JaeJoong entraba en la cocina.

 

   -HeeChul y sus bromas, lo de siempre.-respondió Kibum encogiéndose de hombros antes de seguir los pasos de JaeJoong.

 

   HanGeng miró a HeeChul receloso, preguntándole con la mirada si debía enfadarse él también.

 

   -Ve a preparar una cena especial, que tenemos al Héroe como invitado.-dijo HeeChul secándose las lágrimas.

 

*                      *                      *

 

 

   -JaeJoong, hyung.-dijo YunHo enfadado, tirando de la oreja del mayor.

 

   JaeJoong protestó bajando la cabeza con el tirón del líder, que no parecía querer soltarle. YunHo le reprendió por estar despistado, y aceptó la disculpa con un resoplido de impaciencia.

 

   JunSu entró dando brinquitos de alegría, había ido un momento al lavabo y se traía a RyeoWook de la mano.

 

   -Me los encontré en el pasillo.-dijo JunSu feliz.

 

   Kibum entro detrás de ellos, saludando con una sonrisa que contagio enseguida a JaeJoong, hasta que vio entrar a HeeChul.

 

   -¡Eh! ¿Dónde te llevas a mi chico?-pregunto HeeChul divertido viendo como JaeJoong arrastraba a Kibum fuera.

 

   HeeChul sonría con malicia mientras sacaba su teléfono móvil, mientras RyeoWook hablaba con los otros cuatro. Un pitido proveniente del celular les distrajo un momento.

 

   -¿Un mensaje?-pregunto YunHo acercándose.

 

   HeeChul se apresuro en ocultarle la visión de la pantalla, ampliando su sonrisa de vampiro.

 

   -Tengo que ir al lavabo, vuelvo enseguida. Traeré de vuelta a Kibum y JaeJoong.-dijo Heechul antes de irse a toda prisa.

 

   -¿Qué le pasa? Parecía que estaba planeando algo.-pregunto YooChun.

 

   -Y así es.-suspiro RyeoWook. -No aceptéis nunca un reloj de HeeChul, lo digo por experiencia.

 

 

FIN


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