Tezuka no sabía como uno de sus compañeros de trabajo en la empresa lo había convencido de hacer eso, era verdad, para sus veinte y tantos años aun no sabia lo que era el llamado “hacer el amor” o como le decían mas vulgarmente sus compañero en la oficia, “cogerse a alguien”, el lo llamaba simplemente no tener relacione sexuales con nadie y se excusaba de aquello con “una vida sana no requiere de sexo”. Lo mas sorprendente de la situación, es que uno de sus tantos buenos “amigos” lo llevo a uno de los tantos prostíbulos de la capital y muy ruinmente con engaños, pero ahí estaba y no era un lugar cualquiera era un prostíbulo de hombres, delante de el había como una fila de 20 hombres, algunos mas jóvenes que otros, otros con mas músculo que el resto y hasta había alguno que otro mas bello que los demás si se podría decir.
De la veintena que tenia delante de el, su compañero escogió 4 hombres que oscilaban entre los 23 y los 26 años, Tezuka no podía creer que estaba allí mirando como eso cuatro muchachos miraban, aunque uno le llamo la atención, un bajito de tez blanca, cabello castaño y que tenia lo ojos cerrados con una sonrisa dibujada en su rostro, parecía buen chico y con solo mirarlo se preguntaba ¿Qué es lo que hacia allí? Un chico joven y además de buen aspecto en un prostíbulo, era como ver a un adolécete con un futuro muy prometedor echando su vida al caño. Se acerco a el muchacho, pero este retrocedió asustado para luego regresar y mirar al suelo- ¿Qué pasa?- le pregunto un poco preocupado por esa reacción.
Su “amigo” de la oficina se acerco a los dos y examino al muchacho, luego dio una risa y dijo en burla- oye amiguito, si quería sexo con alguien como tu lo aria con mi hermano, esfúmate- luego de que dijo eso el muchacho salio corriendo, pero no a la puerta si no al baño.
Kunimitsu miro como su compañero tomaba a uno de los mas grandes y lo llevaba a la cama como si nada, decidió dejar las cosas allí y fue al baño a lavarse la cara para intentar sacarse las ganas de vomitar con lo que veía y encontró al chico de cabellos castaños llorando, se le acerco lentamente y le dio su pañuelo- no llores, el es un tonto de primera por decirte eso, sabes el es muy incompetente no se porque no lo despiden de la empresa, y te cuento el colmo, es casado y con dos hijos.
-¿Con una mujer o con un hombre?- pregunto joven tomando el pañuelo y secando sus lágrimas.
-Con una mujer y de las feas.
-Pobre por eso viene aquí- dijo sonriendo, pero esta vez mostrando algo de alegría.
-No lo hagas caso- le dijo el de lentes acercándose mas a el- lo dijo por que te vez muy joven ¿Qué sabe el? Además no es que mientras mas joven mejor acaso.
-Eso es con las mujeres, pero con los hombres creo que es por las facciones, tengo cara de niño si te fijas.
-¿Cómo llegaste a trabajar en esto?- pregunto el rubio intrigado para saber como el, un chico tan bello y amigable termino así de esa manera
-Me engañaron, el tipo de lentes de abajo, resulta que yo vivía en un departamento con un amigo en Chiba, pero…el tipo de anteojos de abajo saco un anuncio en el diario que decía que requería modelos masculinos, mi amigo Saeki dijo que era una buena oportunidad para mi yo me presente y ahora estoy aquí. No puedo escapar porque el me tiene muy vigilado, después de mi turno me encierra en una habitación allí me alimento, me baño y duermo y luego cuando es mi turno el me saca de la habitación me dice que es hora de trabajar y me pide que me cambia para trabajar.
-La verdad eres muy bello- le elogio su Tezuka mirando muy detenidamente.
-Gracias, mi amigo dijo lo mismo, que mis ojos azule encajan perfecto con mi piel y mi cabello- sonrió mas animado el muchacho.
-Me llamo Kunimitsu, ¿Cómo te llamas?- dijo dándole un poco de amistad a su relación de recién conocidos.
-Tensai- respondió sin pensar el chico.
-No, tu nombre de verdad.
-Syusuke, Syusuke Fuji.
-Bonito nombre- sonrió el de lentes- y hermosos ojos, tu amigo tiene razón.
-Gracias- se sonrojo deliberadamente el de ojos azules.
-Te elijo a ti- dijo sin pensarlo dos veces el mas alto.
-¿Qué? ¿Enserio?- dijo algo nervioso.
-Ven, vamos a una habitación privada- dijo tomándolo del brazo, salieron del baño y el de lentes dijo a su amigo, el cual estaba muy entretenido en la cama con uno un poco mas alto que el- Este, me lo llevo a este si no lo requieres.
-Haz… lo que quieras- dijo el que estaba en la cama.
El de lentes salio con tranquilidad y luego saco del bolsillo de su pantalón las llaves de una de las habitaciones del lugar, abrió la puerta de la habitación que había alquilado para la noche, entro y luego cerro con llave, miro al muchacho y le sonrió- dime Syusuke, ¿eres bueno?
-No lo se, lo que pasa es que aun nunca lo he echo con nadie, nunca he visto películas porno por que mi madre jamás me dejo y mis amigos tampoco, no se ni lo que tengo que hacer- respondió mirando al suelo.
-No te preocupes, yo también nunca he tenido esa experiencia- le dijo suavemente- a esta hora siempre hay películas pornográficas, ¿quieres ver una? Ya que tenemos televisión en el cuarto.
-Bueno- dijo con miedo el de ojos azules.
El rubio se recostó en la cama, el chico castaño le siguió, tomo el control remoto de la televisión de la recamara y puso los canales de películas, estaba muy interesado en tener una idea para su primera vez ambos, pero una vez que vieron fragmentos de una película pornográfica, el mas pequeño, asustado se abrazo al mas grande y comenzó a temblar de su suerte.
Tezuka miro a Syusuke y luego miro el televisor, la verdad esas escenas eran bastante fuertes y quizás ninguno de los dos estaba preparado para tal acción, por lo que su pequeña aventura podría esperar. Apago el televisor y luego abrió la cama totalmente para acostarse a dormir-Buenas noches- Dijo finalmente para comenzar a dormir, esa noche había sido un malgaste de dinero.
-Acaso ¿no quiere?- pregunto el de ojos azules acurrucándose en la cama
-No creo, estar listo para esa acción- respondió sacándose los lentes.
-Yo tampoco creo estar listo aun- dijo pensativo el castaño- Buenas noches- cerro sus ojos el menor.
Tezuka se quedo mirando el cuarto, mirando todo a su alrededor, la noche aun era joven, pero había tomado la decisión correcta según el, cuando estaba por rendirse a los brazos de Morfeo, sintió unas pequeñas manos comenzar a abrazarlo, giro su cabeza y vio, borrosamente, que el muchacho que acababa de conocer lo abrazaba y sonreía de par en par, sonrió con esa acción y pensó que tal vez no había sido tan mala idea dejarse llevar por su compañero de trabajo allí, no había sido un mal gaste de dinero y podría ser que en el futuro no lo seria, en especial si elegía al Fuji, si, así seria- Nadie mas que yo te tocara, serán bruscos contigo- suspiro mirando al chico.
Continuara