La Avaricia Rompe El Saco
By AthenaExclamation67
Shaka tenia una extraña sensación, un mal presentimiento que hacia que todo su cuerpo quedara tenso. Sobre todo cuando estaba con Aioria, esa sensación se intensificaba, crecía de un modo descontrolado.
Tenia el presentimiento de que le ocultaba algo, estaba ya cansado de preguntarle y de oír como respuesta que estaba paranoico, que nada sucedía.
Aún así, Shaka no se convencía, ninguna explicación le valía, así que decidió enterarse por su cuenta.
Quería saber por que no compartía las noches con él, por que debía dormir solo por las noches cuando antes, Aioria no se separaba ni un minuto de él, no le dejaba ni para efectuar sus meditaciones, entrenamientos, oraciones o simplemente, estar conversando tranquilamente con otro de sus compañeros.
Empezó a temerse lo peor, por su mente pasaron toda clase de ideas extrañas, pero solo una le preocupaba, que se hubiera cansado de él, que hubiese encontrado otro amor, otra persona a la que querer.
Esa duda le perseguía, le atormentaba a pesar de que cuando estaban juntos, Aioria se desvivía por él, le colmaba de atenciones, pero para Shaka algo no funcionaba, algo no iba del todo bien.
Empezó a hacer averiguaciones, a preguntarle a todos sus compañeros si sabían algo, si también habían percibido su comportamiento extraño.
No sabía como hacerlo pues ninguno de ellos conocía ese pequeño secreto tan bien guardado, así que debía medir sus palabras con cuentagotas para no meter la pata hasta el fondo.
Un día, después de una larga reunión con el patriarca, aprovecho que Shura y Aioros estaban solos y trató de descubrir si conocían algún motivo-
- Hola muchachos – interrumpió - ¿saben a dónde iba Aioria tan deprisa? – preguntó sin percatarse de la mirada que puso Aioros.
Ambos negaron, se marcharon dejándole solo y más preocupado, sin ninguna pista, sin nada que pudiese despejar alguna de sus dudas.
La semana avanzaba, les había preguntado a casi todos sus compañeros, solo le faltaba Death Mask que curiosamente se ausentaba mucho, casi tanto como Aioria, así que le era imposible preguntarle.
Durante la semana, Aioria entraba y salía a escondidas de su templo en el que se sentía amado por completo, en el que olvidaba todas y cada una de sus preocupaciones durmiendo a su lado, sintiéndose inmensamente feliz, pero al día siguiente de esa maravillosa noche, despertaba a la realidad, una fría y solitaria realidad al ver que Aioria no estaba, que no le despertaba con besos y caricias como acostumbraba.
Ese día, decidió que ya no podía más, las ausencias sin despedida, los desplantes que le hacía a pesar de que parecía no darse cuenta de ellos, le dolían demasiado, pero hubo algo que lo detuvo en su camino hacia la verdad, hacia el que se dirigía para encontrarle y volver a preguntarle, Aioros, lo retuvo unos segundos para preguntarle como estaba.
- Hola Shaka – dijo reteniéndole de un brazo suavemente - ¿cómo estás? – preguntó preocupado.
- Aioros yo… - contestó sintiéndose mal, desvelando después algo que Aioros ya sabia – es que no se que sucede con Aioria, tu hermano me confunde demasiado, me está matando con lo que hace, mejor dicho lo que no hace y ya no se que pensar Aioros…
El arquero lo sabía perfectamente, podía leer en su hermano cada uno de sus gestos o pensamientos, pero creía que Shaka debía averiguarlo por sus medios ya que no creería ni una sola de las palabras que le diría.
- Bueno Shaka. Yo te diría que hablaras con él, pero seguro que ya lo has hecho, así que solo puedo hacerte una sugerencia… Pregúntale al único con el que no has hablado aún – dijo y se fue, dejando a Shaka solo, pensando en el motivo por el cual, Aioros le decía que hablase con Death Mask.
Decidió ir a buscarle, si Aioros decía eso, sus motivos tendrían, así que se fue hasta el templo de cáncer donde encontró a un Death Mask fuera de sus casillas, lanzándolo todo al aire rabioso.
- Mask… Que pasa… ¿se te perdió algo? – dijo tratando de relajarle, de hacerle reír.
- ¡¡LA PACIENCIA!! – gritó – ya no lo aguanto más Shaka… ¡Estoy harto!
Shaka no entendía nada, se acercó a él y volvió a preguntarle, esta vez sin bromear.
- ¿De qué Mask?
Death Mask se giro, sabía que Shaka le escucharía, que no se reiría ni mucho menos le juzgaría, así que se lo explicó.
- Shaka… - se sonrojó – verás, Aioria y yo llevamos un tiempo juntos, casi un mes y tengo la extraña sensación de que al muy burro le pasa algo, pero no confía lo suficiente como para contármelo – dijo viendo como el rostro de Shaka cambiaba a medida que relataba lo que le sucedía.
Empalideció, no podía creerlo, justo hacia un mes que encontraba que le parecía que Aioria estaba raro, pero a pesar de que llegó a pensarlo, jamás imagino que podía estar engañándolo.
- Mask… amor, ya fui a hacer lo que tenia pendiente y… - entro Aioria hablando, callando al ver a Shaka a su lado.
- Así que esto era lo que te sucedía – empezó a hablar Shaka – debías reducir el tiempo que pasabas conmigo para poder estar con él – añadió temblando, señalando a Death Mask.
- ¿Qué? – exclamó Mask – Aioria que está diciendo… ¿Qué rayos está pasando? – preguntó apretando los puños.
- No… no. Esperar un momento, no es lo que creéis – trato de excusarse Aioria.
- Te acuestas conmigo y con él – dijo Mask iracundo, señalando a Shaka con un dedo - ¿Qué deberíamos creer? – preguntó furioso, situándose a la izquierda de Shaka que lo miraba esperando alguna respuesta.
- ¡Pero es que no lo entendéis! – exclamó Aioria – os quiero a los dos, no puedo vivir sin vosotros – decía – os amo a ambos, no puedo escoger, es más… no deseo hacerlo – seguía viendo las caras de asombro – quiero que estemos los tres juntos, quiero que compartamos nuestras vidas, así no tendré que dividirme para poder estar con vosotros.
- Claro, así te será más cómodo… ¿no? – dijo Mask irónico – conmigo no cuentes para eso Aioria – decía con la pena impresa en su mirada, empezando a caminar para salir de su templo, gesto que imitó Shaka que lo miró con desprecio y se giró.
Shaka estaba dolido, mucho, ambos se sentían así, utilizados para suplir las carencias del otro, por más que Aioria les hubiese dicho todo lo contrario.
- ¡SHAKA, MASK! – corrió Aioria hasta ellos y los tomó de una mano – esperar, hablemos de esto, se puede arreglar, quiero estar con ambos, no puedo perderos, os necesito a mi lado.
Shaka se detuvo en seco al ver como Aioria lo frenaba, soltándose del amarre, algo que Mask imitó.
- Las personas, no son objetos Aioria, ni juguetes que se puedan compartir o codiciar. Por querer tenerlo todo, te acabas de quedar solo – dijo triste, marchándose de ese templo siendo acompañado por Death Mask que se fue hasta el de él donde lloraron por la misma pena, dejando solo a Aioria, esperando que aprendiera, que la avaricia rompe el saco y que en esta vida, no se puede tener todo.
- Fin -