El esperado timbre sonó, ¡al fin era libre! Guardó con suma prisa los útiles en su mochila y salió corriendo hacia una gran puerta.
-Ah! Al fin viernes... -suspiró un pelirosa, aflojándose la corbata del uniforme- ¿quieres venir a casa Hiro?
-Seguro, vamos -respondió un alto pelirrojo, imitando el acto de su amigo. Ambos se dirigieron a la casa del menor con paso tranquilo y pesado debido al fuerte calor que hacía- y dime, ¿qué haremos en tu casa?
-¿Acaso no es obvio? ¡Nos internaremos en Internet!
-Pero Shu, ¿no crees que ya eres un freak por el Internet?
-No, además mira quien lo dice... tú te cuelgas en el Chat por horas!
-Eso es diferente -respondió haciéndose el desentendido a la vez que ingresaba a la casa.
Una vez allí, se refugiaron en el cuarto del más pequeño, el cual estaba repleto de revistas, videos y demás objetos relacionados con su banda favorita: Nittle Grasper. Las paredes estaban adornadas por los rostros de Sakuma, Tohma y Noriko, los estantes repletos de cualquier cosa con el nombre de Ryuichi impreso en ellos. A simple vista todo aquello era bastante impactante, apenas se le prestaba atención a una cama chica y baja, a una cómoda con espejo y a una computadora situada en un rincón junto a unas pilas de papeles y una consola de videojuegos.
-Ven Hiro, arrímate la silla de ahí -dijo animadamente el pelirosa mientras encendía la computadora y se acomodaba en una silla frente a ella- ¿qué haremos primero?
-Revisemos nuestros correos.
Abrieron sus cuentas y... “0 mensajes nuevos” en la casilla de Shuichi, al contrario de Hiro, del cual rebosaban mensajes de todo tipo.
-Es tan deprimente Hiro... nadie me manda mensajitos, ni siquiera una propaganda, al menos una amenaza... -sollozó apenado el pequeño, una mano despeinó alentadoramente sus cabellos.
-No te pongas así! Si quieres mensajes deberías chatear para conocer gente.
-Sabes que no me agrada eso Hiro, hablar con gente desconocida. ¿Y si me toca un pervertido?, ¿un espía que intenta entrar a Japón a través de mí manteniéndome amenazado?, ¿un agente de prostitución?, ¿nuestro profesor pidiéndome los deberes?, ¿un...
-No digas idioteces!! -le interrumpió bruscamente su amigo- tan sólo intenta, yo te ayudo -y se apoderó del aparato para escribir una página desconocida para el chico pelirosa- dime un nick.
-¿Nick? ¡¿Qué es eso Hiro?! -gritó enloquecido llevándose las manos a la cabeza.
-Tranquilízate! Simplemente es un apodo o sobrenombre que desees llevar, te reconocerán por eso.
-Ah, en ese caso... -miró a su alrededor desesperado hasta posar su vista en un frasco de shampoo que reposaba sobre la cómoda, en el cual figuraba la imagen de una gran frutilla- emm... ¿está bien... ichigo?
-Supongo que si. Ahora dime una contraseña.
-Mmm... Claustrofobia?
-... -su amigo se limitó a no contestar, sólo escribió la palabra, que vaya a saber por qué, se le ocurrió a su a veces extraño compañero. Shuichi observaba atento lo que hacía el guitarrista con tanta facilidad.
-¿Y bien?
-Ya está listo, ahora elige una sala -y ante unos amatistas ojos se presentó una larga lista con diferentes grupos: amigos, novios, ocio, música, etc. Se quedó mirando un largo rato, pero no podía apartar su vista de la palabra “novios”.
-Creo que... novios... -soltó tímidamente.
-Ah! Esperaba que digas eso, necesitas pareja con urgencia.
-¡¡¡Cállate Hiro!!!
-Bueno, bueno, no te enfades. Entonces te agrego... y listo!
-¿Listo qué?
-Ya estás en el grupo tonto -Shuichi miró sorprendido el mar de palabras de diferentes colores, habían diálogos de todo tipo, se sintió un poco emocionado- ahora que ya sabes como es, puedes ingresar solo.
-Si, gracias Hiro... aunque no te pedí que lo hicieras...
-No digas eso, ya verás que te agradará, harás muchos amigos y conseguirás novia aquí.
-Bueno, pero ¿me ayudas ahora? Sólo para saber cómo empezar.
-Seguro, primero escoge el color de letra -Shuichi señaló el rosa chillón- y ahora escribe.
-¿Pero qué debo escribir?
-No lo sé... ¿Hola?
-¡¿Cómo que no sabes?! ¡¡Tú eres el experto en el Chat!!
-Vamos, hazlo solo, ¡anímate Shu! -le alentó Hiro dándole un leve golpe en el espalda- mientras iré a buscar algo para tomar y comer, no quiero molestar a tu madre.
-Okis, ¡pero apresúrate!
-Se, se...
En cuanto su amigo se fue miró con nervios a la pantalla, una infinidad de nicks y comentarios no paraban de aparecer. Posó sus dedos sobre el teclado y escribió un tímido “Hola”... esperó unos segundos pero todos seguían en lo suyo, nadie le respondía.
-Tal vez deba insistir- y tecleó otro “hola”, y luego otro, y otro, cada vez más insistente, y su pena seguía creciendo al no recibir respuesta- ni para esto sirvo... ah! Un momento! -el corazón le latió con fuerza y se emocionó mucho al ver que alguien le respondió.
-Yu... ki? -balbuceó intrigado, acercando su rostro al monitor y releyendo lo escrito por esa persona “Hola Ichigo...”
X X X X X
-¿Y qué le pasa a esta idiota que no me responde? -rugió un rubio colocando un cigarrillo consumido en el cenicero. Se acomodó en la cama y recostó su laptop sobre sus piernas- además que hace alboroto y soy el único que le responde... -y volvió a escribir “hola ichigo”...y seguía sin recibir una respuesta- ¡es una chiquilla estúpida! -chilló de nuevo- ni siquiera sé para qué me meto en estos lugares, y algunos dicen que mata el aburrimiento... -trató de relajarse y de esperar con paciencia la respuesta de esa misteriosa “chica”, después de todo tenía tiempo de sobra, recién acababa su nueva novela y ya la estaba promocionando en Nueva York y para intentar matar el tiempo, ingresó a la página de Chat (sección novios) para mofarse de los adolescentes adictos al Internet. Además ya se había recorrido Nueva York entera y quería descansar en el hotel en el que se encontraba.
X X X X X
-Oh, veo que al fin empezaste -murmuró Hiro de sorpresa, con una bandeja con refrescos y comida en las manos.
-Hiro! No me asustes así! -gritó el menor- y por qué te tardaste?!
-Es que me quede hablando con tu hermana... ¿quién es Yuki?
-No lo sé, pero fue la única persona que me saludó.
-Y respóndele! Ya va por el quinto mensaje casi.
-Pero, ¿qué le digo? Además es hombre, ¿no?
-¿Y qué con eso? No te dije que harías amigos también? No es tan sencillo encontrar novia.
-Pero...
-La mayoría son personas de nuestra edad, anda, contéstale -Shuichi tragó con dificultad y cerrando los ojos tecleó un “Hola Yuki”, la respuesta no tardó en llegar.
-“Hasta que te dignas a contestar”
Y así comienza el diálogo entre dos extraños, y una rara adicción hacia el Chat.