Ryuichi estaba triste acostado en su cama, tenía a Kumaguro entre sus brazos, y le mordía una orejita, mientras que en el centro de la habitación estaba un Tatsuha muy molesto.
—¿Shuichi? Te estaba haciendo el amor y ¿Tenias que gemir el nombre de MI Cuñado? – le reprocho el moreno dándole la espalda, al tiempo en el que terminaba de vestirse – Sakuma-Kun respóndame o es que acaso ¿No sabe como excusarse en esta ocasión? – rió cínicamente al recodar como ya en otras ocasiones había escuchado el nombre de su cuñado en boca de su amado y con más coraje le hablaba de usted porque sabía que eso hacia enojar al ojiazul.
Ryuichi seguía en su misma posición y sin pronunciar una sola palabra, comenzó a llorar como un crío de cinco años, poniendo más furioso al monje.
—Eso ya no te servirá de nada... Me voy – sentencio Tatsuha mientras salía de la habitación sin siquiera mirar atrás...
De eso ya habían pasado exactamente tres años, tres largos y tristes años para el cantante de NG, quien paresia muerto en vida desde que su amante lo dejo sin más, sabia que había sido su culpa por decir el nombre de otro cuando estaba en la intimidad con su amante, pero no podía evitar sentirse atraído por el pequeño pelirrosa, muy tarde comprendió que Tatsuha lo podía hacer inmensamente feliz y más tarde se dio cuenta de que lo amaba.
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Era un domingo por la mañana, Ryuchi estaba acostado en su cama mientras veía las noticias, cuando de pronto empezó la sección de espectáculos...
—...Y el gran actor español Iván Madrid, vendrá a Tokio para firmar una nueva película, pero esta vez la hará acompañado de su más resiente pareja y su manager Tatsuha Usegui, también conocido como el hermano espejo del escritor Yuki Eiri Usegui... — el cantante se quedó perplejo y enseguida apago el aparato, no estaba seguro de lo que sentía, dolor o rabia, sin duda era su ex-amante, pero tan pronto lo había remplazado, mientras que el seguía sufriendo por su amor.
Se volvió a acurrucar entre las sabanas y trato de dormir un poco más, si fuera posible todo lo que quedaba de su vida...
***Al día siguiente.
Al igual que todos los días Ryuichi llego a las oficinas de NG, ya no era como antes, Yuki y Shuichi se habían ido a vivir a New York por la insistencia del escritor, allá el cantante espeso una carrera como solista la cual tenía mucho éxito, de eso ase dos años, por lo que le grupo se desintegro por completo, Hiro vivía en Kioto con Ayaka y Suguro había remplazado a Sakano después de que este sufriera un infarto...
Todo era tan monótono y aburrido, grabar, fingir ser feliz ante una cámara, dar conciertos, firmar autógrafos, hacer cada día más rico a Toma, mientras que él, aunque también se pudriera en dinero, se sentía miserable y ruin por no estar con su amado moreno.
—Buenos días Tohma – saludo el peliverde cuándo entraba por la puerta del despacho sin percatarse de que rubio de ojos verdes tenia compañía.
—Ryuichi, hola ¿Cómo has estado? – cinco palabras de una voz muy familiar, que no era la de Tohma, bastaron para que el cantante reaccionara y voltease para ver quienes eran los invitados...
Senado en una silla frente a Tohma estaba Tatsuha, no había cambiado mucho que se digiera, seguía siendo el mimo, solo que ahora lucia un poco más serio y usaba traje, cosa que le hacia lucir mas como Yuki. Y su acompañante era hermoso (¿?) De ojos negros y pelo chocolate, con la piel blanca pero ligeramente quemada por el sol. Paresia tranquilo y relajado, como debía de haber sido él mimos hace algunos años atrás, antes de su idiotez y del abandona de su ex-Kio.
— Mucho gusto Sakuma-Kun, mi nombre es Iván Madrid, es un privilegio conocerlo – declaro el español extendiéndole la mano al cantante para saludarlo.
— Hola... Tohma - respondió ignorando el gesto amable del actor y la presencia del ex-monje — ¿Vamos a ensayar o no?
— No deberías de ser tan grosero Ryu-chan – reprendió el rubio sin perder su habitual sonrisa.
El ojiazul miro de nueva cuenta a la parejita y la sangre empezó a hervirle, apretó sus puños y suspiro para tratar de relajarse, suspiro y con una sonrisa muy mal fingida se disculpo y salió dando un portazo.
Tatsuha se quedo muy sorprendido ante tal reacción, realmente nunca pensó que lo que su cuñado la había dicho fuese cierto, Ryu ahora era más serio, por no decir amargado...
Un momento... ¿Por qué le daba pena? ¿Por qué le dolía verlo así? ¿Por qué se sentía culpables? Si ese era el causante de todas su desgracias, para él tampoco había sido fácil empezar a vivir de nuevo sin su honey. Su vida se había vuelto un infierno, todo cambio hasta hace un año cuando conoció a Iván, quien le brindó apoyo, no sólo económico y moral, sino sentimental y sin darse cuenta se encariño mucho de él, pero no por eso dejaba de amar a Ryu-Chan, a su pequeño conejito.
— ¿Amor? – llamo Tat para atraer la atención de su actual kio —Voy al baño, te dejo hablado con mi cuñado ¿Esta bien?
—Por su puesto – excedió el español con una sonrisa marca Tohma — Ve tranquilo...
Ryuichi salió como alma que llevaba el diablo de esa maldita oficina, había que tener compasión por el pobre que se topaba con él, iba maldiciendo en todos los idiomas conocidos y por haber.
Se encerró en el estudio abandonado donde hace no mucho ensayaba Bad Luck...
— ¿Qué te sucede... Tanto me odias... Hum? – Ryuichi voltio y ante él tenia a SU querido moreno — ¿Hoy tampoco me responderás?................... Como quieras... yo sólo... sólo me preocupe, pero veo que no dejas de ser un crío, mejor me voy...
—¡NO! – grito el cantante desde su lugar, para enseguida ir corriendo hacia donde estaba parado el moreno y abrazarse a él — ¡TE EXTRAÑE MUCHO!!!!!!!!!!! – se separo un poco más del moreno y con lagrimas en los ojos le beso.
— Ryuichi... – hablo el moreno una vez terminado el beso.
—Tatsuha.. Aun te amo – revelo el mayor con lagrimas en los ojos, sonriendo tristemente, por revivir esos momentos de un pasado que ahora paresia tan distantes.
Tenia mucho de no probar esos labios, tan suaves y dulces, tan cálidos, cuando besaba a su honey no solo era el deseo lo que lo invadía sino también un calorcito en su corazón que le gritaba: “Idiota, tú lo AMAS, Perdónalo”, pero su orgullo era más grande que el dolor — Esto no esta bien... ahora mi pareja es Iván y no lo pienso traicionar por algo que ya no tiene futuro... Nunca lo tubo...
—Tat-chan sólo dime que ya no me amas y me iré... me perderé para siempre, nunca más volverás a saber de mí, te lo juro... – susurró el mayor viendo el encantador rostro del moreno, quien tenia los ojos llorosos.
— Ryuichi... yo... – miro al piso y junto todas las fuerzas necesarias para después darle un beso apasionado al cantante, un beso que revivía en ambos los recuerdo y ese gran amor. Cuando el beso terminó el cantante estaba apunto de decir algo pero Tatsuha lo detuvo — Este es el adiós... No te amo – y salió de la habitación corriendo...
—Iván, vamos, es hora de irnos – sentencio el moreno a su actual pareja. Este no se opuso sólo se limito a asistir y marcharse con su manager.
—¿Qué sucede? – pregunto al fin el español mientras conducía por las avenidas de Tokio para ir al hotel en el que se hospedaban, pues noto muy serio a su alocado amante.
—Tenemos que hablar seriamente Iván...
— Así será Tatsuha, pero solo si me dices la verdad – el moreno se sorprendió un poco por la actitud de su amante — ¿Aun amas a Ryuichi? – las palabras se quedaron atoradas en su garganta y no contesto la pregunta del español, sólo desvió la mirada — El que calla otorga – dijo muy tranquilo mientras detenía el carro en el estacionamiento — Tengo algo que proponerte...
En el estudio se encontraba aun un Ryuichi muy desconcertado, pero de repente una sonrisa aprecio en su rostro y como si de repente toda esa energía y entusiasmo de un niño de cinco años regresaran a él como por arte de magia, se puso de pie y fue a tomar un lápiz y una libreta y comenzó a escribir como nunca antes, sabía que Tatsuha lo seguía mando por más que dijese que no...
Continuara...