1. El comienzo de una gran amistad
Un lunes, del mes de marzo, hace ya 10 años, en la sala del jardín de infantes, se conocían Liv y Rose, desde ese día, fueron amigas inseparables...
Sus madres eran amigas también, así que estaban todo el tiempo juntas, vivían jugando con el hermano menor de Liv, Chris, inventaban juegos con sus propias reglas, se divertían muchísimo, Eran como tres hermanos que no se separaban nunca. Iban a la escuela juntos, iban a cumpleaños juntos...Ellas iban al mismo curso, Chris iba a otro por la edad, un año menor…
Ya con 12 años, prácticamente vivían juntas, Liv se quedaba a dormir en la casa de Rose y viceversa, dormían los tres en la misma habitación cuando Rose se quedaba en la casa de Liv, y cuando era Liv la que iba a la casa de Rose, Chris no iba…generalmente se quedaban amigos de el, entones ellas, dormían solas.
Hasta que un día, como tantos otros, se encontraban en la misma habitación y se propusieron jugar, eran “prendas” o desafíos, en un momento, por esa casualidad del juego, Rose y Liv se besaron, pero no le dieron importancia, era “solo un juego”
Al transcurrir la noche, Chris ya dormía, ellas conversaban, de cosas nada importantes, planeaban que harían el día siguiente… cuando ya sin un juego de por medio, se besaron otra vez, ya no sabían porque lo habían hecho, solo lo sintieron, solo se dejaron llevar por un impulso que, a los 12 años, seguro era confuso.
Ya con 13 años, descubrieron que no podían estar separadas, aun mas lo sintieron cuanto una noche, en la casa de Liv, se encontraron en una misma cama, en un mismo suspiro, se amaron durante horas, amándose como solo ellas se aman, dulce y calidamente, tal como la primera vez…que de hecho eso fue, su “primera vez” y desde ese momento, cada vez que se juntaban en una casa para dormir, todo terminaba a altas horas de la noche y con un tibio y algo exhausto "te amo".
Nadie sabia de esto, ni el hermano de Liv, Chris, que con el compartían todo, horas de juego, salidas, fiestas familiares, porque aunque no eran tres hermanos, la madre de Liv llevaba a Rose a fiestas, a cumpleaños, y casamientos como si fuese su hija también.
Ya con sus 14 y 15 años, (Liv es la mayor) saben que están realmente enamoradas, y que quieren vivir juntas por el resto de su vida...sus amigas sabían que eran inseparables, que no podía estar una sin la otra, todas sus amigas sabían que se querían mucho, pero no sabían nada de ese amor que nacía y se sentía cada día mas…
Ellas lo planeaban todo; trabajar de lo que mas les gusta, la música, querían enseñar, querían también tener una banda, su propia banda de rock, soñaban con vivir juntas lo antes posible, soñaban con una casa a su estilo, ya se la imaginaban...imaginaban los colores que le pondrían, las cosas que comprarían, lo que comerían todos los días, imaginaban como se vestirían, imaginaban hasta como seria su día a los 20 años…tenían muchos sueños, proyectos que lograrían si seguían juntas.
Esa casa la imaginaban a su estilo, su estilo era el que seguramente ninguna madre desea para su princesita…: Liv vestía ropa negra, grande por cierto, de hombre, usaba borcegos , perfume de hombre, pelo corto, negro también, se maquillaba los ojos de negro y usaba muñequeras de tachas...era mas alta que Rose, y lo ultimo que querría en la vida es un esposo e hijos que cuidar.
Rose se vestía parecido, pero era mas delicada, se vestía de negro, pelo largo, marrón claro, que con el reflejo del sol, era mas bien rubio, era de piel muy blanca, también se maquillaba de negro los ojos...llevaba las uñas siempre de negro, usaba cinturones de tachas, y también odiaba la idea de ser madre.
Una noche…para navidad, en la casa de Rose habría una fiesta, que obviamente Liv presencio, allí Liv le mostró un mensaje de texto que hacia tiempo había escrito, pero nunca se animo a darle…bajo el titulo de “YOU & I”:
-“Quería agradecerte por haber confiado en mi, por haberme dejado cuidarte, y por hacerme la persona que por primera vez te tuvo en la cama, sintiendo tus dulces y exhaustos suspiros, por haberme dejado probar tus labios, y dejarme que me entregue a ti, como no me entregaria a nadie, por haberme amado y dejar que te ame, por haberme enseñado a amar y a ser amada, te prometo, que jamás voy a olvidarte y nunca dejare de amarte, me doy cuenta que eres la única persona que ame en la vida, la única que me entiende y que me apoya en todo…gracias por todo eso…y, una pregunta…al leer todo esto…quieres ser mía por siempre?”-
Al leer esto, Rose le envió un mensaje de texto (aunque la tenia enfrente) diciéndole:
-“claro que soy tuya”-
Pero no hablaron del tema, porque sabían que no les saldría la voz de los nervios….Esa noche se amaron mas apasionadamente que nunca, sintieron que esa noche tuvo un poco de cada una de las anteriores noches de amor, que una le pertenecía a la otra y nada ni nadie las separaría nunca…pero ese mensaje quedo archivado en el celular de Rose…y nada seria lo mismo…