Los mejores hombres son los de pocas palabras.
WILLIAM SHAKESPEARE.
Por mas que lo intentaba no podía abrir la habitación de su pequeño bochan ya que ese estupido mayordomo plateado, no sabia que le había hecho , no se daba por resignado , intento de todo , hasta llamar a ciel desde el otro lado , pero este no le respondía, estaba cada vez mas y mas preocupado.
Tenia pensado declararle sus sentimiento a su pequeño, no quería agobiarlo pero tampoco quería que pensara que no le interesaba como antes, ahora su amor ya estaba decidido, amaba a su bochan y quería que este estuviera feliz.
¡Ay señor! Ser honesto, tal como va el mundo
Es ser un hombre escogido entre diez mil.
WILLIAM SHAKESPEARE
Le dolía la cabeza a mas no poder, se levanto de la cama y sentía que todo le daba vueltas, recordaba todo lo que había pasado y su amigo Dimitry le hablo entre sueños disculpándose con el, pero también le había dicho que aun tenia que escoger su propio camino y eso era ser honesto, tanto con el mismo como con Sebastian, ya que con el quería pasar toda su puta vida, no quería que lo tratara normal, quería recibir un trato especial de su mayordomo negro. Escucho un ruido proveniente de su puerta, parecía que alguien la quería tumbar a la fuerza, estaba seguro que ese no era su mayordomo si no mas bien, algún otro empleado, se acerco a la puerta con cautela y al escuchar que la iban a golpear de nuevo la abrió de improviso, haciendo que con este la persona que intentaba tumbar su puerta cayera al suelo con la cara al piso.
-Sebastian – dijo asombrado a ver al pelinegro con la cara pegada al suelo, este rápidamente y sin perder la elegancia que lo distinguía se levanto, para abrazarlo de improvisto, era un abrazo protector, lleno de amor.
-Bochan-escucho de los labios de su mayordomo, para luego este aferrarlo mas a su cuerpo como no queriendo que escape.
Somos del mismo material del que se tejen los sueños,
Nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.
WILLIAM SHAKESPEARE
Ya no le importaba nada, ni mucho menos que su pequeño lo rechazara, no importa, había una esperanza para el, aun que fuera un demonio. Sentía tan bien tenerlo entre sus brazos sin que este le mostrara rechazo alguno.
-Sebastian – su nombre era delicioso en la boca de su niño.
-Bochan –lo despego un poco de el, le levanto la cara para verlo fijamente a sus ojos, aun que uno estuviera con una parche sentía que lo miraba inquisidoramente. – Ciel- su amo se sorprendió que lo llamara por su nombre, pero ya no había vuelta atrás y antes de que su amo hablara le puso un dedo en los labios para que callara. – Tu no eres un niño cualquiera Ciel Phantomhive- tenia pensado hablar con el corazón y hacerse expresar bien, transmitir sus propios sentimientos- Tu me has robado el corazón, aun demonio que puede llegar a ser de lo peor , lo has atrapado en tus inocentes encantos – no sabia por que pero intentaba no ponerse nervioso. –Al principio me encontraba confundido ya que estos sentimientos son nuevos para mi , yo no quisiera perderte ni tampoco que alguien te llevara lejos de mi lado-su niño lo miraba como si el fuera lo único que existía y eso lo hacia emocionarse pero al mismo tiempo perder su autocontrol y no saltarle encima- Eres un ser especial para mi , quiero que seas todo mío, ya no me conformare solo con tu alma , si no mas bien con todo tu ser , con todo lo que eres mi niño hermoso , yo te quiero decir que te amo mas que cualquier cosa y que sacrificaría hasta mi inmortalidad con tal de estar contigo – se acerco lentamente a el , su niño estaba en shock , momento que aprovecho para darle un beso dulce , un beso capaz de transmitir todos sus sentimientos, anhelos y sueños.
El destino es el que baraja las cartas,
Pero nosotros somos los que jugamos.
WILLIAM SHAKESPEARE
Estaba sorprendido por la confesión de amado, pero al sentir sus labios sobre los suyos, no sabia que hacer, ¿Qué tal si no le gustaba como le besaba? , por primera vez tenia miedo. Sebastian se separo lentamente de el, pero con una mirada triste, melancólica, el no lo quería ver así.
-No se besar tonto –dijo bajando la mirada para que no lo viera sonrojado.
-Entonces bochan yo le enseño a besar – dijo con algo de picardía su mayordomo negro.
-Imbecil ya no me llames bochan – dijo para alzar la mirada y ver la confusión en los ojos de su amado.-Ahora llámame Ciel – dijo para sonreírle ampliamente, podría decirse con una verdadera sonrisa. – Sebas chan – agrego de modo cariñoso para recibir un nuevo beso de su mayordomo negro, ahora su amante y esta vez si corresponder tan dulce beso.
Dos lindas bayas modeladas sobre el mismo tallo.
Así es como dos cuerpos visibles, no teníamos más que un solo corazón.
WILLIAM SHAKESPEARE.