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VIENTOS DEL AYER por LumeWolf

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Notas del fanfic:

Bueno... Es posible que no sea un buen resumen XD

Es una de mis "suspiraciones" XD que es anterior a 'Nuestro Tesoro Lo Más Sagrado'; pero sin ninguna relación.

Espero sea de su agrado. XD

AVÍSENME!!! XD

(volvía la lista la histo, para que no se olviden de ella X3)

Notas del capitulo:  

Este... No adelantaré nada XD

Algunas cosas las marcaré con * <- ese signo, para después ponerlo así -> ([*con lo que tenga que describir o decir]). Jeje

 Bueno, espero que les guste. Como todos saben Yuyu Hakusho (por desgracia) no me pertenece T.T; pero me permití secuestrarme a sus personajes para ésta misión. Así que... Avanti!*   ([*Adelante!])
 

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CAPÍTULO #1: PASADO EN COMÚN

 

Habían habido reportes de todo tipo, desde los más sencillos hasta los que cubrían notas de lo más desagradable y despreciable... Y el Reikai se estaba volviendo un caos con esa oleada de sucesos. Tenían pocas pistas, pero parecía que era un trabajo que encomendar a...

Koenma mandó a por ellos...

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Era un día bastante... Calmado, a decir verdad. De no ser por los deberes de la escuela, se podría aburrir a muerte...

Eso le recordaba... ¿Qué tan tranquilas debían estar las cosas en el Reikai? Bueno, al menos ya habían podido descansar de la última vuelta que les había hecho dar ese Koenma... Tampoco había visto a ninguno de sus otros compañeros (si es que las salidas de fin de semana no contaban...); pero es que estaba tan acostumbrado a que estuviesen siempre juntos trabajando en un caso, que no verlos por mayores espacios temporales le hacían sentirse así de aburrido...

Extrañaba las constantes riñas entre Kuwabara y Hiei, junto al siempre conciliador y amable de Kurama...

-¡Yusukeeeeeeeeeeeeeee!-

Una voz lo sacó de sus pensamientos. ¿Quién le ha...?

Siguiendo la dirección de la voz, más que por otra cosa, atinó a ver hacia el cielo.

-¿Botan?- Yusuke, con cara de "¿Enserio está ahí?"; miró a la brujita peliazul ir descendiendo hasta estar frente a él -¡Botan! ¡Hola! ¡Cuánto tiempo! Dime. ¿Qué mi...?- se sintió, en cierta medida, emocionado de ver a aquella; porque nunca faltaba cuando la brujita se diera sus escapadas para pasar rato con ellos -¿Qué sucede?- Pero al verle la cara de seriedad y preocupación, supo que esa visita no era por nada al respecto.

-Lo siento Yusuke, creo que olvidé saludar. Koenma quiere verlos, hay algo ocurriendo en el Reikai y necesitamos que ayuden a resolverlo.- Botan forzó una sonrisa; mientras aquel le miraba seriamente, asintiendo.

Había estado pensando en las misiones hacía unos momentos, que incluso las extrañaba... Pero ahora, Yusuke, dudó al respecto. Sin embargo...

-Claro. Hay que ir a por los demás...- Yusuke, se dispuso.

-Ya fueron informados. Koenma envió a otros mensajeros para que se reunieran lo más pronto a su oficina; seguramente ya están en camino.- Botan le interrumpió.

-Si es así, vayamos también entonces.- Yusuke...

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Genial... Ver a Koenma...

Si no fuera porque era una perfecta excusa para ver a otra persona, estaría aun más disgustado. Pero, dejando de lado el tema. ¿Qué clase de situación se estaba suscitando en el Reikai para que les hicieran llamar con tanta urgencia?

Hiei miró con desconfianza al mensajero que habían enviado a darle aquella noticia...

Por lo general era aquella bruja atolondrada la que le buscaba; no un Yokai de lo más reacio a darle mayores detalles.

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Otra misión... ¡Santos cielos! ¡Justo cuando estaba acostumbrándose a la tranquilidad una vez más!

No es que no le gustara la idea de estar con sus amigos peleando y ganando a todo Yokai que se atreviera a disturbar el mundo y la sagrada paz de las personas a las que quería; pero... Se le hacía demasiado espeluznante la forma en que Koenma los convocaba esta vez... ¿Dónde estaba Botan?

Kuwabara miró a su entorno, llegando casi a su destino; antes de que el mensajero que había ido a por él desapareciera por alguno de los pasillos en el trayecto. Ya estaba frente a las puertas de la oficina de Koenma.

Tocó y se anunció para entrar.

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Despidió al mensajero, tan luego había escuchado atentamente lo que había llegado a comunicarle. Primero tenía que localizar a Shiori para justificarle su ausencia (se lo debía como la madre que era de Suichi Minamino, y como la persona a la que él también quería).

Había pensado muy poco, a decir verdad, cuando escuchó el mensaje... La idea de pasar ese tiempo con sus amigos, durante misiones, le gustaba; no había que tener mejor excusa para estar cerca. Pero ahora que se encontraba de camino a la oficina de Koenma, ya a pocos metros de él, había recapacitado al respecto...

Una misión de lo más delicada. Koenma se estaba tomando demasiadas molestias como para que no la hubiese considerado así.

Tocó antes de entrar.

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-Bienvenido Kurama.- la voz de Koenma le recibió. A lo que el mencionado se limitó a asentirle con respeto; antes de mirar a los que había percibido presentes desde el trayecto al lugar; su sentidos de Kitsune le habían denotado los aromas de sus compañeros.

El ambiente de absoluto silencio.

-Bueno, ahora que están todos, procederé a explicarles lo mejor posible la situación.- Koenma habló, captando la total atención de los detectives -Hemos recibido reportes de robos, desde los más simples hasta los de mayor gravamen, así como el reporte de asesinatos en el Makai y el Nigenkai... En un principio, pensamos que eran obra de varios Yokais; aunque, dadas las condiciones de los más significativos robos y escenas de las muertes registradas... Parecen ser de uno sólo... Pero, hasta ahora, no podemos darle un nombre como para poder identificarle en concreto.- hizo una pausa, mientras los detectives pensaban al respecto -Pero estamos seguros de que es alguien que pertenece al Makai; alguien fuerte.- eso puso un poco más de tensión en el ambiente -Uno de los portales entre el Makai y el Nigenkai se ha estado debilitando por el constante y fluido paso que ha habido por él.- concluyó.

-Pero...- Yusuke, prestándole atención a aquello último -Si tienen ubicado el portal. ¿No sería más práctico montar una guardia y esperar que el culpable lo cruce para poder aprenderlo?- sonaba bastante lógico.

Koenma le dedicó una mirada seria, pero apesadumbrada.

-Ya lo hemos hecho... Pero pocos de los que enviamos lograron salir más o menos en una pieza... Nunca pudieron identificar a quien cruzaba, pero sí que había liquidado en unos pocos movimientos (sino es que en uno sólo) a un poco más de las tres cuartas partes del escuadrón que destiné para ello.- Koenma... Los detectives enmudecieron aun más al respecto -Por eso recurrimos a ustedes. Dado a que éste... Sujeto, Yokai o lo que sea entra y sale del Makai y Nigenkai a placer y sin tiempo ni hora en concreto, puede estar en cualquiera de los dos mundos. Tendré a gente buscando en el Makai, pero quiero que ustedes se encarguen del Nigenkai; y, en todo caso de que tengan mejor suerte de identificarle mejor que nosotros, avísenme inmediatamente y hagan lo posible por detenerle; de la forma que sea necesaria...-

Esas últimas palabras... Koenma, pocas veces, se mostraba tan dispuesto a dictar ese tipo de ejecuciones a realizar; en esa forma. Pero no podían negárselo, dadas las circunstancias.

-Entendido.- los cuatro detectives asintieron.

-Bien... Pueden irse. Botan se encargará de darles los informes de los casos más relevantes de robos, y los archivos de los asesinatos.- Koenma les despidió.

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Estaban en un parque, lo bastante solitario (dado a que estaba oscureciendo) y que parecía un buen lugar para discutir, por el momento, la misión. Yusuke estaba revisando algunas de las carpetas que Botan les había entregado, al igual que Kuwabara, Hiei y Kurama.

-Esto parece ser muy serio... ¿Pero cómo piensa Koenma que vamos a reconocer a ese sujeto? No creo que vaya por ahí anunciando que es un ladrón y asesino o algo así...- Kuwabara se expresó, mientras pasaba la vista por el listado de los objetos; tan valiosos como extraños, como para que los requiriera un Yokai; que habían sido robados...

-Ni yo, pero...- Yusuke concordó con lo último de Kuwabara; mientras hizo una mueca de desagrado y pena por la carpeta que estaba viendo -Ahora entiendo porqué Koenma quiere a toda costa que lo encontremos...- mostró una de las fotos que habían archivadas en esa carpeta. El cuerpo de una mujer, destazado, y con la clara impresión de la sangre que había estado fluyendo por la mortal herida en el pecho; así como más sangre que había emanado de la boca y los ojos...

Todos miraron la foto.

-¡Dios Santo!- a Kuwabara se le fue el aliento.

Hiei miró con detenimiento la imagen, con el seño fruncido; como si intentara descubrir más al respecto.

Kurama desvió la mirada, cerrando la carpeta que él mismo tenía... También había estado leyendo y viendo fotografías de otras muertes...

-A la gran parte les han extraído el corazón, ojos y lengua...- Kurama, con un hilo de voz... -Así como otros órganos vitales...- no le había gustado la brutalidad que aquel asesino estaba desatando.

Hiei, como los otros, fijaron su vista en él.

-¡¿Pero qué clase de enfermo haría tal cosa?!- Kuwabara exclamó, horrorizado con lo escuchado.

-Al parece ser el mismo que estamos buscando. ¿No?- Hiei, con sarcasmo, ante la reacción del deforme.

-¡¿Qué has dicho?!- Kuwabara le lanzó una mirada mortal, así como Yusuke; y una, más bien suplicante, por parte de Kurama... Le pedía que no hiciera escenas en esos instantes. No era el momento.

-Nh...- Hiei cedió ante aquella mirada esmeralda; pero sentenciando la del pelinaranja con su manera fría y arrogante para apartarse del grupo un poco.

-Bueno...- Yusuke suspiró, pesado, tratando de conciliar la situación y volver al tema. Mientras Kurama agradeció, internamente, que Hiei no hubiese seguido molestando a Kuwabara -Por ésta noche no podremos hacer mucho. Mañana, a primera hora, nos veremos aquí para elegir los lugares en los que deberíamos empezar a buscar.- propuso.

-Me parece bien.- Kurama.

-Estoy de acuerdo.- Kuwabara.

-Bien, vayamos a descansar entonces. Mañana será un largo día.- Yusuke, disponiéndose a tomar camino, al igual que Kuwabara.

-Nh.- Hiei... Su expresión de siempre; pero es que, también, eso le causaba cierto cosquilleo en su interior... Y es que...

-Sabes que eres bienvenido a quedarte en mi casa Hiei. Como cada que vienes al Nigenkai.- Kurama le dijo, sonriéndole con su forma tan amigable y cálida para con aquel... Siempre con aquel...

-Ya.- Hiei, secamente, por modo de tratar de aplacar lo que le provocaba...

-Eres demasiado bueno con él, Kurama. ¡Mira que darle siempre asilo, porque nuestro chaparro no sabe cómo comportarse con los demás seres humanos!- Kuwabara, había escuchado la propuesta, antes de irse; como ya lo había hecho Yusuke.

-¡¿Qué dijiste pedazo de...?!- Hiei, furioso, con intensiones de volverse el próximo asesino en la lista de Koenma. Pero Kurama se apresuró a aplacarle.

-¡Basta!- Kurama, apenas y habiendo tomado por la capa a Hiei para detenerlo de abalanzarse contra Kuwabara -También deja de provocarle Kuwabara; creo que la misión que nos han dado es demasiada como para tener ánimos de molestarse...- intentó disuadir por ese lado; por no querer mencionar o delatar que, más que nada, no le gustaba que molestara a Hiei...

Lo prefería tranquilo, o con su actitud de "Todo lo que pasa a mi entorno se me resbala...", pero no enojado... No le gustaba ver su carita con muecas de corajes...

-Cierto... Perdón...- Kuwabara aceptó, recordando la foto del archivo que había mostrado Yusuke -Los veré mañana...- se fue.

Kurama y Hiei quedaron solos; mientras el primero le soltó la capa, al percibir que no haría nada por alcanzar a pelinaranja.

-Déjalo estar Hiei, vamos.- Kurama, intentando animarle -Aun es temprano para mi hora de llegada, así que podemos pasar por un ‘nieve dulce' (como le dices) si quieres.-

Los ojos verdes esmeralda se encontraron con los rojos sangre... Reacciones internas, para cada uno, ocultas al contrario.

-Nh...- Hiei, optando; capaz y decía alguna tontería que arruinara la invitación...

-Eso me ha sonado como un sí.- Kurama le sonrió -Vamos.- y volvió a animarle, marcando el camino.

Y Hiei le siguió... Sin una palabra más; disfrutando el verle ir por delante suyo por unos pasos, y dejando que esa imagen, como muchas otras, se grabaran en su mente...

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No podía dormir...

Miró aquel rostro tan apacible a su lado. Si tan solo...

Apartó su vista del rostro del pelirrojo. Hacía tiempo en que no podía conciliar el sueño cuando se encontraba con aquel; en las mismas circunstancias que ahora. Cuando se quedaba en el Nigenkai, y Kurama le hospedaba en su casa...

Compartiendo la cama...

Hiei volvió a dirigir una mirada de soslayo a aquel rostro tan hermoso; el rostro con el que no encontraba comparación con  ninguna otra criatura en los diferentes mundos. Miró los entreabiertos labios de aquel que descansaba con toda la confianza del mundo...

Deseaba poder probarlos...

Hiei desvió la mirada abruptamente, sintiendo que le escocían las mejillas.

¡¿Cómo es que se le ocurría tal idea?!

Kurama se movió ligeramente, volteándose un poco hacia el lado contrario del que se encontraba...

Hiei tragó saliva, al tener la tentadora visión de aquel pálido y terso cuello expuesto a lo que quisieran hacer en el... No. No debía pensar en tales cosas. Kurama era sólo su...

-Amigo...- musitó Hiei. Queriendo ignorar nuevamente todo lo que la imagen del Kitsune le provocaba; su mirada, su sonrisa..., su voz... -¡No puedo más...!- se exasperó, incorporándose en la cama, ante el fuerte golpe desde dentro de su pecho... Su corazón por pensar en aquel...

Intentó apartarse, caminar para poder despejarse y dormir un poco; tenían una misión. En eso debía de pensar. No en...

-¿Sucede algo Hiei...?- la somnolienta voz de Kurama le llegó; justo cuando el mencionado había logrado bajar de la cama, y se ponía junto a la ventana.

Hiei, con un ligero sonrojo por haber sido pillado, se volvió a ver a aquel; se acentuó el sonrojo, al ver la imagen del Kitsune un poco despeinado y frotándose los ojos con una mano antes de apartarse el cabello que le molestaba, pero la oscuridad de la habitación le serviría para que no se le notara. Trató de reponerse.

-Yo...- Hiei, buscando qué decir -Estoy pensando en la misión, cómo atrapar a ese sujeto. No puedo dormir imaginando cómo y qué clase de poder tendrá...- intentó justificar               -Imaginado, más bien, lo que sería enredarme con tus labios...- desvió la mirada, ante el pensamiento que surcó por su mente.

-Entiendo...- Kurama, quedamente, cedió; poniendo los pies en el suelo  e incorporarse para acercarse a aquel...

-No... Ahora no...- pensó Hiei, viendo a aquel acercarse; no quería estar tan confundido, tan susceptible a la presencia de aquel... -Nh...- sin saber que decir, trató de actuar con normalidad; se volvió a mirar por la ventana, queriendo ignorar la reacción de su cuerpo por la cercanía de aquel.

Kurama se puso junto a Hiei, también viendo por la ventana... El tenue reflejo de ambos en el cristal...

¿Porqué tenía que haberse despertado? No podía controlar con entereza sus acciones cuando se encontraba en la semiinconsciencia del sueño... Donde los instintos de su otra vida afloraban a la menor oportunidad...

¿O eso era lo que quería pensar? Bueno, y aunque no fuese así, le era imposible no ceder ante sus anhelos en esa irrealidad de la madrugada... Viendo la imagen de Hiei junto a sí...

-Hiei...- Kurama, por lo bajo; casi como un suspiro. El mencionado apenas y se volvía a verle...

Kurama adelantó su mano a ese pequeño rostro y acercó el suyo, en un solo movimiento, para cerrarse sobre la boca de aquel; con un libre acceso a esa cálida cavidad, por la sorpresa que suscitó en aquel... Un  gemido del Yokai de fuego se ahogó en su boca; podría ser por protesta... Ciñó a Hiei por la cintura; mientras éste no encontraba más modo de reaccionar; haciendo pasar de su boca a la del medio Koorime una especie de semilla...

Hiei, por mera reacción, tragó aquello que se deslizó a su boca;  y, a su vez, por inercia, intentó apartarse de ese contacto que le hacía flaquear las fuerzas de sus piernas; que le hacía crecer el calor que afloraba desde su vientre...

-¡K-Kurama...!- Hiei, completamente sonrojado, poniendo distancia con sus manos entre su cuerpo y el de aquel. Apenas y distinguió las verdes pupilas del mencionado -¿Qué...?- pero todo se oscureció de repente. Perdió el conocimiento.

Kurama se apresuró a cogerle antes de que cayera de lleno al suelo. La semilla somnífera había hecho su trabajo.

-Perdóname, Hiei...- susurró Kurama, sosteniendo al Yokai de fuego entre sus brazos; no pudiendo evitar besar esos pequeños labios nuevamente, con castidad ésta vez... Con suerte, Hiei sólo pensaría que fue un raro sueño; porque, en cierta forma, no deseaba que olvidara que lo había besado... Quería que, de alguna manera, ese recuerdo prevaleciera en la mente de aquel; aunque fuese como un vago sueño; como lo estaría en la de él mismo, por si nunca podría darse nada más entre ellos...

En su vida pasada había sido muchas cosas aparte de ser un ladrón...; pero en ésta..., había cosas que quería cambiar. No forzaría ninguna situación para estar con Hiei...

Lo quería...

Kurama llevó ese pequeño y liviano cuerpo entre sus brazos a la cama que habían desocupado, lo arropó con cuidado; mientras decidió salir de la habitación en busca de algo de beber. Necesitaba serenarse, recobrar un poco de raciocinio...

No había estado bien haber hecho aquello...

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Abrió los ojos, sintiendo el cuerpo ligeramente pesado y adormecido aun... Imágenes se deslizaron, fragmentadas, por su mente...

Kurama acercándose a él junto a la ventana; escuchar su nombre pronunciado por aquel...

Desconcertado, atinó a mirar al que ocupaba la cama a su lado. Kurama  estaba acostado con la espalda vuelta a él. Otra imagen surcó por su mente...

Los labios de Kurama sobre los de él, besando profundamente...

El sonrojo acudió a sus mejillas; al tiempo en que aquel otro también parecía despertar... Vio cómo Kurama se estiró bajo las cobijas, volviéndose a él, con su rostro un tanto somnoliento; la cálida sonrisa se dibujó en sus labios...

-Buen día Hiei...- saludó, Kurama, apenas encontrarse con los ojos de aquel; recordó, para sí, lo que había hecho... El dulce sabor de aquellos pequeños labios y la calidez de aquella boca... Pero disimuló lo más posible.

-Nh...- Hiei, recobrándose un poco...

¿Había realmente ocurrido o había sido un sueño?

Vio a Kurama incorporarse de la cama.

-Yusuke y Kuwabara nos verán en el parque; será mejor alistarnos.- animó Kurama, tratando de que su rojo cabello no estuviese tan despeinado, alisándolo con la mano.

-Ya...- atinó a decir Hiei, incorporándose en la cama. ¿porqué sentía tan irreal su cuerpo? Bueno, seguramente se había dormido muy pesado cuando al fin concilio el sueño... Otro fragmento de recuerdo. Miró a Kurama; quien buscaba ropa limpia en sus cajones.

¿O en realidad, aquel le había...?

-¿Sabes Hiei? Tuve un sueño raro...- la voz de Kurama distrajo al mencionado; a Hiei le retumbó el pecho... ¿Y si le refería lo que él...? -Quizá sea por la impresión que me dejaron los archivos que nos entregó Botan... Soñé con estar en una escena de asesinato, todos nosotros, buscando las pistas...- dijo; causando una ligera decepción en el medio Koorime, aunque también cierto alivio...

Quizá también había soñado... Después de todo..., había estado pensando en los labios de aquel antes de que se hubiese dormido... Aunque, ese momento, no lo recordaba concretamente...

-Quizá...- Hiei, por lo bajo, concedió; tanto a las palabras de Kurama como a sus propias ideas...

Quizá...

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-Entonces así quedamos.- Yusuke, después de que se hubiesen reunido y estar un buen rato analizando los lugares y puntos en la ciudad en el que habían sido registrados los robos y los asesinatos.

Habían dividido las zonas en las que cada uno estaría rondando durante ese día, a manera de cubrir terreno; porque el campo de acción del Yokai que había estado cometiendo aquellos crímenes era demasiado amplio, como para ir en grupos o en parejas. Debían ir solos en ésta ocasión.

-Sí.- Kurama y Kuwabara asintieron; mientras que Hiei asintió con su típico ‘Nh.', a él le tocaba una parte un tanto alejada de  la población (pero con bastante afectación por el Yokai malo) que no tenía que interactuar mucho con los nigens.

-Bien, manos a la obra. Estaremos en contacto.- Yusuke.

Todos tomaron sus respectivos rumbos.

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El ocaso...

Había estado todo el día fuera de casa; menos mal que le había dicho a Shiori que andaría con sus amigos, para aprovechar relajarse con ellos en fin de semana.

-Como si ésta misión nos permitiera relajarnos...- comentó para sí Kurama, con cierta ironía... Andaba por el centro de la ciudad en esos instantes y las personas se movían tan  juntas y en masas, como si fueran hormigas... Así eran los nigens...

Miró un tanto distraído a su entorno, mientras un grupo de estudiantes pasaron a su lado y las chicas le dirigían sus miradas coquetas... Ya estaba habituado a que lo hicieran.

De improviso, un aroma tan viejo y familiar fue captado por sus sentidos de Kitsune; así como el Youki, no oculto a la perfección... Muy cerca. Atinó a ver hacia su flanco derecho, mientras un grupo de personas se deslizaban por ahí antes de cederle libre visión a lo que quería descubrir...

Y, al parecer, no fue el único que había sentido lo mismo...

Unas pupilas azules y profundas se encontraron con las verdes esmeraldas... Habían volteado a buscar al contrario, al percibirse, al mismo tiempo...

Quizá no era tal y como había sido; pero, a juzgar por el Youki y el aroma, no tenía duda al respecto.

-Kuroki...- musitó, demasiado sorprendido; viendo a un joven como de su misma edad, de mirada azul casi violácea, piel blanca y cabello entre largo de un color negro, lustroso...; casi podía percibir la suavidad que debía poseer con sólo mirarlo.

-Kurama...- y aquel pelinegro también le reconocía. No importaba que el mencionado tuviese aquella apariencia de chico como de su misma edad; el cabello rojo sangre, sedoso, contrastando con la piel pálida y los ojos verdes y brillantes; como las valiosas esmeraldas...

Se habían reconocido sin más...

Fue como si ambos hubiesen entrado a una dimensión aparte de la circundante; porque todo el entorno careció de importancia. En esos instantes sólo tenían la atención puesta el uno en el otro...

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-Ha pasado mucho tiempo... Ku...- Kurama comentó; usando un diminutivo; al joven que estaba a su lado. Habían encontrado un sitio apartado de la multitud, un pequeño templo con su bosquecillo.

Estaban sentados a la rama de uno de los árboles.

-Y que lo digas Nii-Ku*...- aquel, que había respondido al nombre de Kuroki antes, lo hacía con aquel diminutivo igual; y llamaba con otro a aquel... -Demasiados años...- sus miradas se encontraron. ([*Nii/Onii significa hermano; pero también puede usarse como cariño entre amantes; además del Koi])

Kurama miró a aquel con detenimiento, haciendo comparaciones y divergencias con la apariencia que a aquel le había conocido.

Viejos recuerdos le vinieron a la mente.

:::::::::::::::::::::::::Flash Back::::::::::::::::::::::::::::

-Ku...- el Youko plateado hablaba a aquel; con una de sus sensuales sonrisas; mientras ya se encontraban de nuevo al resguardo de uno de los bosques del Makai, una vez que  hubieron concluido con las misiones que habían emprendido algunos días atrás.

-¿Hey, Nii-Ku...?- otro Youko se volvió al llamado; un Youko de melena negra, profunda, lustrosa y sedosa; una sonrisa sugerente, como cierto brillo lujurioso en una  mirada plateada...; como el Youko al que estaba mirando precisamente; cruzando con una de oro...

Youko Kuroki.

Una vez que las distancias desaparecieron entre ambos, encontraron los labios... Tan sensual y candente... Como desde el mismo inicio que se hicieron amantes...

El Youko Kurama; famoso ladrón; y el Youko Kuroki (el Youko Negro); famoso cazador..., trabajando en todo lo que fuera y por quien fuera siempre que le llegaran al precio...

Ambos Youkos, ambos Kitsunes... Los encuentros carnales eran indescriptibles para ellos...

:::::::::::::::::::::::::End Flash Back::::::::::::::::::::::

-Siempre me quedó una duda...- Kurama, pensativo; mientras dirigió la mirada al cielo, que empezaba a estrellarse, distinguido entre las hojas; sentía la mirada de aquel, la atención que le prestaba tal y como ates -¿Quién dejó a quién? ¿Tu me dejaste  o lo hice yo contigo?- sí... Esa era una vieja duda que no había querido revivir; hasta ese instante.

Un ligero suspiro.

Kurama se volvió a aquel; viéndole reflexivo unos momentos, pero sin abandonar una ligera sonrisa nostálgica y conforme con estar a solas en esos instantes.

-Ambos lo hicimos...- Kuroki, al fin; fijando la mirada en la de Kurama -Después de ese último asalto en que dijimos que  nos encontraríamos en la guarida; yo no volví la noche acordada. Y, tiempo después, me enteré que no fui el único... Tú tampoco volviste esa noche...- no había reproche, ni nada por el estilo. Así habían sido las cosas entre ellos.

-Sí... Lo mismo escuché yo...- Kurama, por lo bajo, coincidió.

-Te amaba, Nii-Ku... Kurama...- Kuroki, pensativo y con cariño, llamó la atención del mencionado; quien se sorprendió ante las palabras y vio a aquel mirar también hacia el cielo, con esa sonrisa como la de antes -Pero era tan extraño sentir eso, sentirme así... Ambos Youkos, ambos con propia historia; y se suponía que nunca dejábamos que surgiera ninguna emoción por algo o alguien... Sólo disfrutábamos de la compañía sin un compromiso en especial...- confesaba, mientras bajaba lentamente la mirada para fijarla en la de aquel.

No había más sorpresa, le escuchaba con atención. Reflexionando para sí mismo.

-... Tuve miedo. Me asustó ese sentimiento y decidí huir aquella vez...- Kuroki continuó   -Y parece que no fui el único asustado con ello...- miró la expresión de  Kurama; aquella serena que le mostraba con ese bello rostro nigen...

El que ahora lo fuera, no desmerecía en nada su antigua hermosura de Kitsune...

-Sí... Tienes toda la razón...- Kurama aceptó, recordando aquellos momentos -Por eso también me fui...-

Kuroki rió suavemente. Ambos no perdían el contacto visual.

-Las grandes mentes piensan igual que una, y hasta puede decirse que sienten igual... ¿Recuerdas?- Kuroki.

Ante la mención de aquellas palabras, Kurama sonrió con nostalgia. ¡Claro que las recordaba!

-Siempre lo decías, desde que nos conocimos.- Kurama.

Kuroki asintió... Recordaba una de las veces en las que se las había dicho...

:::::::::::::::::::::::::Flash Back::::::::::::::::::::::::::::

-Las grandes mentes piensan igual que una...- Kuroki, besando la sien del Kitsune plateado que se encontraba a su lado; después de que las caricias de los momentos anteriores a ese habían dado paso a muchas otras cosas -Y hasta puede decirse que sienten igual...- rió suavemente, a la aterciopelada y platina oreja de aquel...

Y la risa fue respondida con una igual, y sensual...

-¿Ah, sí...?- Kurama enredó sus finos y largos dedos en los suaves y oscuros cabellos de aquel, antes de alcanzarle el rostro y que se volviera a encararle... Un roce incitante de labios...

-Sí...- Kuroki... Dispuesto a hacer presa de su boca aquellos labios que le provocaban.

Pero Kurama se le negó con una de sus profundas risas.

-Entonces...- Kurama, sosegándose de la risa; logró ponerse por encima de aquel de improviso. Kuroki no se opuso a que lo hiciera -También podrías ser un ladrón...- sugirió en ese tono sensual que le caracterizaba; la misma sugerencia cada que salía a flote aquella frase del Kitsune negro... Pero excitado nuevamente.

Descendió sus labios por el cuello de aquel; quien se estremeció de placer y con una risa sumamente suave y atrayente...

-Mejor tú conviértete en cazador...- Kuroki, acariciando esos sedosos cabellos plateados; sintiendo la boca de aquel Kitsune sobre su pecho...

-No...- Kurama le negó, con aquella sonrisa; fijando sus ojos dorados en los plateados del otro Kitsune; habiéndose puesto por encima de aquel.

-Eso es lo que nos diferencia...- Kuroki también le sonrió; siempre acababan igual esa charla... -Pensamos igual..., sentimos igual...- tomó la nuca del otro Kitsune... Acercando sus rostros sin dejar de tener contacto visual -Pero tomamos decisiones diferentes...- un roce de labios...

-Así es...- Kurama; se desplazó al oído de aquel, volviéndose a negar a aquellos labios... Sólo por unos instantes más -Ahora me toca a mí...- le susurró con lujuria; abandonando por completo el otro tema.

Oh, sí... Era su turno para llevar el control en el sexo...

-Ya lo creo...- Kuroki... Sintiendo las manos del Kitsune plateado recorrer su cuerpo; así como también lo hacía él.

Un ligero intercambio de miradas... Se fundieron en un enardecido beso de deseo.

:::::::::::::::::::::::::End Flash Back::::::::::::::::::::::

Se mantuvieron en silencio largo rato; disfrutando de la mutua compañía...

Kurama pensaba en ese reencuentro, las circunstancias en las que se había dado... Miraba detenidamente aquel.

Y Kuroki sintió la mirada de aquel; él mismo había estado pensando al respecto, pero no imaginaba que podrían estar en aquella situación...

-Me pregunté muchas veces... Qué había sido de ti...- Kuroki comentó -Escuché rumores de que tuviste que encarnarte en un cuerpo nigen y cosas así... Que ahora trabajas bajo ordenes de Koenma. Eso es bueno, después de todo, es la manera más práctica para reducir cualquier condena. También sobre que apareciste en el último torneo de artes marciales.- vio como aquel le asentía...

-Yo también me pregunté el qué había sido de ti...- Kurama admitió -Pero no supe nada... Ni siquiera esos rumores....- pensó, mientras aquel le miraba; había cierto anhelo en su voz. Aun quedaba nostalgia después de todo -Pero veo que también tuviste que encarnar en un nigen...- miró con detenimiento a aquel que había sido su Youko Kuroki... Su hermoso Kitsune negro...

-Sí.- Kuroki, con una sonrisa y un ligero encogimiento de hombros -Me contrataron para ir tras un Yokai con bastante poder; y cumplí hasta la parte de llegar a él; pero a la retirada se complicaron las cosas. Incluso el gran Enma había dictado mi captura, por algo de lo que me había encargado antes de éste último asalto. Pisaban mis talones... Llegué a un punto sin retorno y no tenía otra salida.- Kuroki le hizo referencia de lo que pasó previo a ello -Tuve que quitarme la vida.- lo dijo, sin rodeos; aquello no justificaba que nadie no hubiese hecho comentario alguno de ello, o algo parecido. Pero... -Tú conoces el secreto Kurama...- ahí estaba la clave...

-Tu cuerpo se vuelve aire al perder la vida...- Kurama, por lo bajo...

Youko Kurama; el Kitsune de las plantas...

Youko Kuroki; el Kitsune del viento...

Aquel asintió a las palabras.

-¿Tienes familia?- Kurama, tras un breve momento de silencio; preguntó por la actual vida nigen que aquel debía tener.

-No.- Kuroki.

-¿No me digas que...?- Kurama, ligeramente alterado; tratando de que aquel no lo notara; un presentimiento...

-Murieron en un accidente cuando era apenas un bebé. La mayor parte de mi vida nigen la pasé en un orfanato; pero tuve que escapar tan luego se dio la oportunidad... No era un sitio realmente agradable...- Kuroki le interrumpió.

Kurama sopesó su presentimiento, con las palabras de aquel...

Sus sentidos detectaron, vagamente, unos Ki's familiares. Se volvió a aquel, esperando que aun no los hubiese detectado... Pero unos enardecidos labios se cerraron sobre los suyos; al tiempo que fuertes brazos le estrujaron contra el otro cuerpo... Y no pudo evitar gemir ante la sensación... Aquella vieja sensación envuelta en un fresco contacto de una vida reciente...

Tenía que hacer algo.

-Hasta pronto Nii-Ku...- Kuroki se apartó de aquel; viéndolo a los ojos... También había sentido, con profundidad, lo que en aquel otro había provocado. Pero estaba consiente de que... -Aun tengo trabajo que  hacer...- se apartó, en un ágil movimiento.

-¡Kuroki!- el pelirrojo intentó detenerlo; demasiado tarde. El antiguo Youko desapareció con una ráfaga de viento; justo antes de que una enredadera, invocada por Kurama, tuviese tiempo siquiera de apresarlo...

Pero el sabor de aquellos labios aun estaban impregnados en su boca...

-¡Kurama!- se escuchó vagamente.

La voz de Yusuke y Kuwabara...

Kurama no podía hacer más. Descendió del árbol...

-¡Ahora voy!- Kurama.

Se apresuró a encontrarse con ellos...
Notas finales: A que no se esperaban eso, verdad? XDXDXDXD Oh! Mentecilla la mía! Tengo tantas cosas que decir al respecto! Le tengo avanzado un poco, pero es mejor esperar... Escuela... Tareas... Mm...Se supone que estoy estudiando; pero ya ven... El Yaoi es más fuerte que mi deber (por el momento) XD!Eh! Se que no puse que hiciera mucho a Hiei este de Kurama (bien podía habérselo escabechado y el medio Koorime ni se acordaría... Jeje... Sólo la molestia de aquella parte... Jajajaja) Ah... Pero qué piensan de la aparición de Kuroki? Se nota el cariño y respeto que se guarda con Kurama aun y después de muchos años? Qué les pareció esos breves flash back?Déjenme sus comentarios! XD! Me gustaría saber cuando intentarán matarme para comenzar a huir. JajajajaGracias por leer! Subiré el próximo capítulo muy pronto.Se despide LumeWolf. Auuuuuuuuuuuuu!

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