Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jugaremos a amarnos por LadyVoldie

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Advertencias: Songfic, narración de una mente. Título original “Juguem a estimar-nos” de Marta Roure, en catalán. Letra traducida.

 

Notas: Este fic ha sido fruto de una iluminación divina, alguna de las musas se debe haber dejado caer por mi calle, o por mi habitación al menos. Creo que he recuperado parte del viejo estilo mío: ese lleno de pensamientos inciertos y extraños que confunden al propio personaje, y quizás al lector.

Pero así es la mente, ¿no? Confusa. Ilógica.

Espero les guste.

Jugaremos a amarnos

 

Todo ha terminado en este lugar. Al menos para mí.

 

Todos bailan felizmente en el centro del Salón, al son de la música que sale de la nada, y que el director golpetea con un zapato, alegre.

 

Todos están felices porque una etapa de la vida ha terminado, y otra empieza. Una nueva, más dura, más prometedora, que para todos será un paso adelante. Hogwarts terminó.

 

¿No debería yo ser feliz también?

 

Todo ha terminado. Ya no hay más guerra.

 

Cierto, gracias a mí. Y a todos los que lucharon y murieron en ella. Pero yo no soy feliz. No en este momento, al menos.

 

Todos bailan. Incluso yo he bailado, con Ginny, quien amablemente me ha pedido que la acompañara, y así lo he hecho. Me sonreía, diciéndome que todo irá bien.

 

“Harry, no te preocupes. Sé feliz esta última noche.”

 

Sus palabras aún circulan en mi cabeza, como si auguraran lo que vendrá más adelante. “Se feliz esta última noche.”

 

No es que no sea feliz, no estoy tan triste. Sólo… es duro.

 

Éste ha sido mi hogar, donde he reído y he llorado, he tenido discusiones, he corrido y gritado, he atormentado a algunos profesores, y algo más que poca sangre ha caído en estos suelos.

 

Después de esta noche, todo cambiará. Entre nosotros. Es como si fuera una noche mágica, y todos deseáramos que nunca termine.

 

Camino sin rumbo por el salón, sintiéndome protegido por las paredes a mi lado, y termino apoyado al lado de otras personas, como si me hubiera acercado poco a poco, integrándome.

 

No miro a nadie.

 

No tengo ninguna duda, ninguno de los dos sabemos
Por qué estamos juntos esta noche
Tu no sabes ni como me digo
Y la verdad, yo tampoco sé tu nombre
Quizás es mejor que no pensemos en nada

-¿Se te ha perdido algo, Potter?

 

No, ciertamente. Sólo deambulaba hasta cansarme.

 

-No.

 

No, sólo me he apoyado a tu lado, sin siquiera mirarte, no sabía que eras tú. Quizás he hecho mal.

 

-¿Entonces?

 

Lo miro. Lo veo por primera vez esa noche, al menos detalladamente. Está resplandeciente, su rostro parece haberse ensanchado después de la presión de la guerra, como rejuvenecido. Se le ve feliz, como a todos.

 

¿Quién es? Ya no el que yo conocí, ya no quien odiaba y rechazaba. Yo tampoco soy aquél quien le odiaba y rechazaba, porque, junto a su cambio, he cambiado yo también.

 

Todos lo hemos hecho. Ahora debemos volvernos a conocer.

 

-Malfoy…

 

Sus amigos se han ido, quizás cansados de ser ignorados, y estamos los dos apartados del bullicio, espaldas contra la pared sin mirar nada en concreto, pero mirándonos el uno al otro. Estudiando. Preguntándonos.

 

Sonríe.

 

-¿Qué ocurre?

 

Ha sonreído, como jamás le he visto hacer. Mantiene esa mueca burlona, pero sus ojos tienen una chispa cálida, y sus mejillas un sonrojo que lo embellece.

 

-No lo sé.

 

No sé qué ocurre. Ni qué pasará mañana, y pasado, ni el año que viene. ¿Dónde estarás tú? ¿Qué haré yo?

 

Es como si ya sintiera nostalgia de estos últimos y mejores años de mi vida.

 

Inclina la cabeza, como sopesando mi respuesta y riéndose de ella a la vez. ¿Quién es? ¿Qué le ocurre a Potter? Noto que me toma del brazo, para sacarme de mi estupor. Apreta demasiado, estará buscando mi reacción. Sí, Malfoy, tranquilo, estoy vivo.

 

Suelta un resoplido que suena a indignación. Potter no hace caso a Malfoy en una noche como ésta, es indigno.

 

-¿Quieres…

 

Sí. Por favor. Por lo que más quieras, hazlo de una vez. Sólo esta noche, Malfoy, haz de mí lo que quieras. Seré tuyo y lo que tú desees, toda la noche.

 

-… tomar el aire? Te ves mal.

 

Bueno, no estaría mal. Es extraño.

 

Caminamos hacia la salida, y no hay nadie fuera del Gran Salón. Me arrastra por el brazo, quizás tenga miedo que me tire atrás y vuelva sobre mis pasos.

 

-Lo siento, debías estar pasándotelo bien allá dentro. –me disculpo, sin sentirlo. Esta noche es mía, me dijo Ginny. Seré egoísta y lo retendré conmigo.

 

-No importa, tampoco estaba tan a gusto.

 

Mentira, se le veía tan resplandeciente… No importa, ¿verdad?

 

Aprovechemos que estamos solos
Aparquemos todos los problemas
Y disfrutemos de este momento
Esta noche haremos que sea nuestra
Esta noche podremos ser lo que queramos
Mientras esperamos que salga el Sol

Las grandes puertas de la entrada están abiertas de par en par, jamás había ocurrido esto. Pero hoy nadie se preocupa por eso, ya no hay porqué, y el calor de la noche pide aire. Pero también fuera, iluminado por la media Luna, hace calor. Como si todo se hubiera puesto de acuerdo para ser la mejor noche de muchos.

 

-Espera. Prefiero caminar por el castillo.

 

Lo echaré de menos, quiero recorrerlo por completo para retener toda su esencia y su silencio.

 

No importa si es con él. Hoy nada importa, el pasado no existe.

 

Se alza de hombros.

 

-¿Me llevas a las mazmorras? –pido, inocente y tranquilo- Nunca las he visto enteras.

 

Me mira, extrañado, y yo le digo con la mirada que nada importa, que ahora ya no somos enemigos y que no me importa pasear con él.

 

Las mazmorras son iguales, eternas, frías y silenciosas. Algo más estrechas que los pisos superiores y con más iluminación. Nunca había paseado por allí, nunca voluntariamente al menos. Y menos aún lo había hecho con Draco Malfoy de guía.

 

-¿Acaso quieres hacerte un mapa como recuerdo, Potter? –se burla, las manos ya en sus bolsillos, sin parar su caminar.

 

-Ya tengo un mapa, Malfoy. –respondo, con tono misterioso. Me gusta su rostro ofendido.

 

-Entonces ya sabes dónde está Slytherin. –gruñe, como si eso le desagradara.

 

-Todo el mundo sabe dónde está Slytherin, Malfoy…

 

¿Acaso cree lo contrario? Tan suyos, los slytherin, que creen ser un secreto…

 

-… incluso he entrado en el Nido. –admito, sólo para conocer su reacción. Ahora ya nada importa.

 

Se para de golpe.

 

-¡Potter! ¡Cuándo? ¡Cómo? – otra vez está indignado, es divertido.

 

-Ya no importa, Malfoy. ¿Verdad? Esta noche, no importa nada.

 

Y con estas palabras, lo empujo suavemente contra la pared y, sin miramientos, lo beso. A nuestro lado, la puerta de Slytherin, donde hemos llegado sin darnos cuenta. Se sorprende, obviamente, y me aparta.

 

-¿Qué…?

 

-Sólo hoy. Es nuestra última vez juntos, que sea la primera que estamos bien. –no me he apartado demasiado; estoy dentro de su espacio personal, sin tocarlo.

 

Duda, frunce el ceño, intentando leer mis intenciones. Algo le ocurre a Potter.

 

-¿Por qué debería aceptar?

 

-¿Por qué no, Draco?

 

Esa es la pregunta. ¿Por qué no? No somos los mismos, ya no peleamos, ya no nos odiamos; ya no somos más Potter y Malfoy, con tono insultante.

 

Ahora somos Harry Potter y Draco Malfoy, dos compañeros, en la última noche de colegio. Solos. Juntos. No es tan descabellado, ¿verdad?

 

Sopesa la proposición. Sonrío.

 

Me sonríe de vuelta.

 

-De acuerdo. Juguemos.

 

Quiero que estemos juntos, que no dejemos de jugar
Quiero que me digas “te amo”, aunque no sea verdad
Quiero que nos abracemos, que disfrutemos del momento
Y jugar… jugaremos a amarnos.


Me acerca y me besa, mejor de como le he besado yo. Siempre mejor.

 

Me apoyo contra su cuerpo, recostado contra la fría piedra. No hay nadie salvo en el Gran Salón.

 

No me fijo en la decoración de Slytherin, Draco me distrae, y lo hace muy bien. Y yo hago mi parte, dejándome distraer, besar, acariciar… Y le beso y acaricio bajo la fresca ropa de verano.

 

Cuando llegamos a su cuarto, miro a mi alrededor, sacando las manos de la espalda tibia.

 

Es muy Slytherin, ciertamente. Muy Malfoy, también, si eso es una descripción, pero es la mejor que tengo en estos momentos.

 

Caemos en la cama pesadamente, dejando de lado el carameleo, que es para las parejas enamoradas que hacen el amor. Caemos duramente, directos a los hechos. Porque sólo tenemos una noche, la que queda de ésta. Y mañana todo habrá terminado.

 

Mañana será otro día. Cuando salga el Sol, nos dispersaremos todos como la niebla. Quizás sin dejar rastro.

 

Mientras nuestras lenguas se atacan furiosamente, no somos nada más que carne que se encuentra. No somos más que furia y felicidad.

 

Y cuando el Sol mañana te saque de la cama
Yo ya no estaré a tu lado
Tan sólo quedara un recuerdo
El sueño de una noche de verano
De aquella noche que tuvimos los dos
Muy lejos de toda realidad

Puede ser falsa, lo será. Nada de esto existirá jamás. Pero no importa ahora. La noche es mía.

 

La ropa desaparece, no sin prisas, y empieza una necesitada fricción de carne ardiente que ambos necesitamos. Hace tiempo que las palabras desaparecieron de nuestra mente, no son necesarias. Si digo algo, la magia se perderá.

 

Debe ser como un sueño.

 

Todos son felices bailando y cantando en el Gran Salón, con un director que golpetea la zapatilla contra el suelo, contento. Yo soy feliz en una cama, siendo nadie en este momento, junto a alguien que jamás me hizo feliz, pero que ahora me está llevando al mismísimo cielo.

 

“Harry, no te preocupes.” No, no ahora.

 

Sus manos toman mi erección finalmente, para estimularla más de lo que sus labios y lengua han logrado en mi pecho. No deja de sonreír, gratificado por la victoria que posee en mi cuerpo entero.

 

Me toma con la boca y respondo con un apretón en el cabello, quizás demasiado expresivo.

 

Pero no importa, esta noche haré lo que sea. Un no parar.

 

Ya hemos olvidado toda la guerra, toda la tristeza y los malos recuerdos. Hemos olvidado que la nueva era será dura para todos, que somos jóvenes para afrontarnos a tanta libertad. Hogwarts será un bello y fuerte recuerdo para todos. Quien pudiera volver…

 

Dejaré mi hogar y me afrontaré a la gran ciudad. Tengo miedo, pero ahora no me acuerdo.

 

-Para… -gimoteo.

 

Una noche que ahora vivimos
Y queremos que dure eternamente
Donde nada importa, sólo nosotros
Esta noche vale todo, seré quien quieras
Mientras no aparezca el Sol

 

Lo aparto, antes de que me venga demasiado rápido.

 

-Para… tenemos toda la noche. –jadeo.

 

Tenemos tiempo antes de terminar. Pero ojala no terminara nunca.

 

-Cierto –sonríe, malicioso-. Tienes toda la noche para recuperarte.

 

Y sin más vuelve a succionar con fuerza, sin que logre apartarlo antes de tiempo. Me dejo ir con un apretón y un gemido profundo en la garganta.

 

Tose y lame, sacándose con el revés de la mano una pequeña gota de mi semen en su labio. Sonríe lascivo.

 

Su boca sabe amarga cuando se posa sobre la mía. Gruño.

 

Se deja caer, llevándome con él. Ahora es mi turno. Tengo toda una noche para volver a la acción.

 

Lo beso con parsimonia, investigando ese cuerpo que jamás se me habría ocurrido tomar.

 

-Vamos, Harry. –se burla, sus manos sobre mi piel- Los empalagos son para las parejas.

 

Quizás estoy siendo demasiado afectivo, quizás eso le molesta.

 

-No importa… -respondo, besando su bajo cuello- Sólo esta noche. Dilo.

 

Es un juego de mutuo acuerdo.

 

Se ríe, contento por este juego que jamás se le habría pasado por la cabeza.

 

-Te amo… -y se ríe de nuevo, como si hubiera sonado estúpido.

 

Le muerdo, castigándolo. Es todo un juego entre personas que no se conocen.

 

Porque si no conoces, si no sabes nada, puedes ser tú. Porque si no pienso que es Draco Malfoy, puedo hacerle lo que quiera, puedo ser lo que desee. Sólo somos carne caliente.

 

-Dilo otra vez… -tomo un pezón y es extraño sentirlo duro y plano bajo mis labios. Pero no importa, morderlo es divertido.

 

Jadea y se remueve.

 

-Te amo.

 

Esta vez no ríe, sino con voz profunda por el placer. Tanteo con una mano hasta encontrar su miembro, duro y cálido, y lo masturbo mientras bajo por su tórax, blando y pálido, recubierto de un suave vello casi transparente.

 

Miro su rostro y lo veo más resplandeciente que esa primera vez, en el Gran Salón. Ahora produce luz propia, con las mejillas recubiertas de sonrojo y los labios húmedos. El cabello desparramado por la blanca almohada.

 

Parece un ángel tomado por pecado, con el rostro poseído por el placer. Un rostro que antes parecía imperturbable.

 

Vuelvo a él, a sus labios y a sus ojos cerrados.

 

-Eres hermoso… -admito, con voz dulce, mordisqueo su oreja- Te amo.

 

Se ríe de nuevo, pero sé que le ha sonado bien. No es algo estúpido.

 

Bajo, serpenteando por su cuerpo, hasta tomar su miembro en mis labios. Siento sus manos sobre mi cabeza, como yo había hecho antes.

 

Tenía razón, vuelvo a estar preparado para lo que sea.

 

Quiero que estemos juntos, que no dejemos de jugar
Quiero que me digas “te amo”, aunque no sea verdad
Quiero que nos abracemos, que disfrutemos del momento
Y jugar… jugaremos a amarnos

 

Ninguno de los dos se lo hubiera imaginado, cuando entramos en el Gran Salón ese anochecer, que la noche acabara con estp.

 

Que cuando saliera el Sol, habríamos terminado así. Que la última noche, la pasaríamos en brazos de aquél que habíamos odiado durante tanto tiempo. Tanto odio, el uno hacia el otro…

 

¿Por qué? No se sabe, pero no importa. ¿Por qué se me ha ocurrido hacer tal… insensatez?

 

No importa.

 

Tan sólo, quería hacerlo.

 

Sí, por favor.

 

Sólo esta noche.

 

Haz de mí lo que quieras. Y tú, sé lo que yo quiera.

 

Hazlo de una vez.

 

No tenemos prisa alguna
Pero no perdamos tiempo
Que cuando salga el sol
La magia se perderá
Que la noche es larga
Pero debemos aprovecharla
Seré lo que tú quieras hasta que salga el Sol

Dejo su erección con algo de reticencia, y gateo sobre él, espero que abra los ojos para mirarlo directamente.

 

-Ahora.

 

Me mira fijamente, respirando rápidamente, sin responder.

 

Dejo mis caderas rozar contra las suyas, sentado sobre su entrepierna.

 

-Hazlo. –vuelvo a ordenar. Una orden que suena más a suplica, a demanda y a deseo.

 

-Pero…

 

Sí, lo sé, tenemos toda la noche. Tú sólo hazlo. No tienes miedo, porque yo no lo tengo.

 

Hay que aprovecharla entera.

 

-Tómame.

 

Y lo hace. Me voltea contra la cama, dejándome de cuatro patas, y gruño en protesta. No quiero ver la almohada.

 

Pero insiste, y me rindo bajo sus caricias, sus manos que viajan por mi espalda y mis costados, haciendo nacer escalofríos por todo mi cuerpo que terminan en oleadas de placer.

 

Su boca sobre mis nalgas es lo más erótico que jamás he sentido, tan íntimo que me espeluzna. Me hace estremecer entero sentir su falta de pudor, cuando su lengua me prepara, junto con sus dedos.

 

Acaricia mis piernas, separándome los muslos para colocarse.

 

Y duele. Joder, si duele. Como cuando excavas con tus manos una pared para encontrar la luz, salvo que, esta vez, son las paredes las que más dolor sienten.

 

Pero el final es el mismo, es la luz, es el logro. La libertad.

 

“Sé feliz esta última noche.”

 

Siento tal felicidad, ahora, que el dolor no importa. Porque he sufrido mucho dolor en mi vida, y este puedo soportarlo sin problemas, si es el placer el final.

 

Soy feliz de esta manera, siendo tomado enérgicamente por Malfoy, quien se ha inclinado sobre mi espalda, besándome los hombros y los labios, cuando logro voltear el rostro.

 

Ya no dice esas palabras, aunque todo sigue siendo un simple juego. Pero ya no debe decirlas, ahora no, podrían sonar verdaderas.

 

Y no lo son.

 

Porque este juego, este amor, terminará cuando llegue la mañana y todos partamos en direcciones diferentes. Y ninguno de los dos se arrepentirá.

 

Ni de haberlo hecho, ni de alejarse después.

 

Porque todo será un recuerdo, de la última noche de Hogwarts.

 

Dos carnes jóvenes que se desconocen, que se alejan, y se acercan.

 

Por la mañana huiré de esta cama, para no afrontar tu mirada al despertar. Y tú me agradecerás haber desaparecido de tu vida, porque esta noche ha sido demasiado intensa.

 

Ha sido un juego para los dos. Un juego sobre el deseo.

 

A ambos nos gustaría que esas simples palabras fueran ciertas. Pero jamás lo serán, no hay manera que eso sea posible. Por ello, hemos hecho este juego.

 

Esta noche, ha sido nuestra, tuya y mía, solos en Hogwarts, y lo demás no ha importado.

 

El porqué, no lo sabemos.

 

No le he visto en todo el camino hasta el tren. Tampoco en el tren, pero me he dormido en mi compartimiento, mientras la voz de Ron seguía preguntando sobre dónde he pasado la noche.

 

He pasado la noche tomando y siendo tomado, con alguien que no recuerdo; conozco pero no conozco a la vez, y el recuerdo sólo son sensaciones que me hacen sonreír. Ron se escandaliza, malinterpretando mi sonrisa.

 

El Sol ha borrado la magia de la noche.

 

Hogwarts me ha abandonado, o quizás yo a él.

 

Ojalá pudiera volver a jugar a amarlo.

 

Quizás, si nuestros caminos se vuelven a cruzar, pueda ser posible.

 

No importa en realidad.

 

FIN

Notas finales:

Creo recordar que soy adoradora de los one-shot, así que, gente, aquí termina la historia. Espero que les haya gustado lo que ha habido en ella, y que no les decepcione el hecho de que NO HAYA CONTINUACIÓN. Porque, señoras y señores, en esto se basa el fic.

El cap a continuación es sólo la letra de la canción original, con su traducción al castellano. 

 

Les dejo libertad total a imaginar la continuación, a iros a dormir y, junto a la almohada, continuar esta historia a vuestro gusto personal.

 

Junto a esto, les ofrezco el reto de, con esta canción que tanto me ha enamorado (porque la he conocido hoy mismo), hagan su propia versión, si les place.

Son bienvenidos a versionarla en songfics distintos al mío.

 

¡Un review, por favor! Si les ha gustado, y si no, pues también (sin ofender).

 

LadyVoldie


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).