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Apoyo Moral por kimee_de_capricornio

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Notas del fanfic:

1- Dicslaimer: Saint Seiya, y los atractivos goldies *o* le pertenecen a Masami Kurumada y a la Toei Animation. Yo sólo los tomo prestados sin fines de lucro para divertirme un rato con mis loqueras.

2- Universo Alterno.

3- Todos los personajes están en OOC (Out Of Character), espero no ofender a nadie con esto.

Notas del capitulo:

Hola....!!! Disfrutando las "vagaciones" después de la entrañable falta de PC (T.T) vuelvo al ataque con un fic que en lo personal considero que tiene más corte romántico... en algunas partes rayando en lo cursi, que de humor. En fin, todas estas loqueras están traducidas en mi primer Kanon/Mu, aunque taaaaaaaaarde, pero seguro, está dedicado especialmente a Karin ^-^.... (Lo prometido es deuda, espero te guste...!!!)

 

Ahora si, los dejo con "Apoyo Moral"!

 

Apoyo Moral

 

 

--- ¡Todos a sus posiciones!

 

La voz de "Troncha Toro" lo sacó de su letargo, y con evidente expresión de hastío se colocó en su posición correspondiente. Era la trigésima vez que repetían ese segmento y tanto la organizadora de bodas que ostentaba secretamente tan profuso mote, como el flamante y neurótico novio no se convencían con el resultado. Si, definitivamente estaban aliados para hacerles la existencia de cuadritos a los directamente involucrados, que exhalarían el suspiro aliviado en cuanto terminase toda esta charada.

 

--- ¡Juro que cuando la copia chafa se digne a hacer acto de presencia... lo cuelgo de los bajos en el primer árbol que encuentre!

 

Mu puso los ojos en blanco por el comentario de un Shaka que estaba que lo cortaban y no botaba sangre. Y el griego se presentaría sumiso y obediente... en un universo paralelo, pues Kanon Geminni vendría cuando y como se le pegara la gana. No era el tipo de hombre que le rindiese cuentas a nadie...

 

--- ¡Ya llegó por quien llorabas! --- era la potente voz del susodicho, quien venia contoneándose tal cual top model en una pasarela, robándose suspiros de muchos de los presentes. ¿Y como no hacerlo?, pues era un sexy demonio ataviado en cuero negro que se amoldaba a su cuerpo fusionándose con la piel bronceada.

--- ¿Qué horas son estas de llegar? --- le increpo el rubio, furioso.

--- Saga, búscale una valeriana --- sugirió su gemelo, ignorando al ojiazul, para después decirle con sonrisa maliciosa --- Según estudios científicos, el estrés produce canas, y yo veo una por...

 

No terminó de decir más cuando el aludido salió disparado hacia el baño... y el pelilila hacia vanos esfuerzos por contener la carcajada rebelde que ha estado presente durante todo el ensayo, pues era catástrofe mundial para el "dulce" novio si alguien osaba mencionarle la aparición de las blanquecinas hebras en su larga cascada dorada, a la tierna edad de veintiséis añitos.

 

--- Genial --- murmuró Saga, el novio "light" --- tardara horas en volver a la normalidad. Muchas gracias, hermanito... voy a ver si puedo sacarlo del exilio.

 

Se fue en dirección a su pareja, dejando solos a ambos jóvenes. Ese Kanon, pensó divertido, siempre ha tenido esa capacidad de hacerlo reír, asi era desde que se conocieron, hacia casi diez años.

 

--- Eres la única persona que se atreve a fungir como padrino en la boda de su ex --- le reprocho el de melena azulada, mientras su compañero observaba a su hermano gemelo.

--- No les iba a dar el gusto de que me vieran mal... además, tu tuviste tu "romance de verano" con Shaka...

--- Eso es diferente. Fue solo sexo... --- Eso era muy, pero muy cierto. Si le pegó los cuernos con su hermano, y eso inevitablemente dañó un poco su orgullo, tampoco era para echarse a morir --- y, ¡ya deja de botar la baba por Saga que no tengo cubeta a la mano...!

--- Si no ganas, empatas --- le contestó el carnero, sarcástico.

--- Aunque la verdad, yo lo catalogaría como una acción de niñato ardido.

 

Niñato ardido. Esta era una de las veces en las que desearía mandar al peliazul a la estratósfera, aunque en cierto modo, tuviera razón. Se suponía que el algún día, protagonizaría ese momento junto a Saga, su primer y único novio. Aun le dolía el hecho de que fuera a casarse dentro de un par de días. Le costaba analizar las cosas de forma fría y racional... claro, ¿Cómo tomar objetivamente que tu novio te confiese de buenas a primeras estar enamorado hasta las metras de la persona con la que te ha adornado la frente?... y encima que anuncien boda. Si fuera un malpensado... y si Shaka fuera mujer, aseguraría que tienen un encarguito en camino. Debía reconocer que en parte fue su culpa... ¿¡Quién carajos lo manda a el de buen samaritano, invitando a su ex compañero de facultad a pasar las vacaciones de verano...!?

 

--- En fin --- Kanon lo saco de sus cavilaciones --- ¿Ya tienes con quien ir?

 

Mu frunció el ceño, acordándose de Milo, su socio en la orfebrería que ambos regentaban... quien desgraciadamente se fracturo una pierna en un accidente de tráfico. Se supone que iba a ser su acompañante, sin embargo, estaba en el hospital, disfrutando de lo lindo de la vagancia obligatoria, sobre todo de los cuidados de un guapo... y esquivo enfermero de nombre Camus.

 

--- ¿Nunca puedo ocultarte nada? --- confesó, resignado.

--- Yo tampoco tengo con quien ir --- le dijo --- Me preguntaba si tu y yo... bueno... ya sabes... si quieres que sea tu... "apoyo moral" en la boda.

 

El carnero abrió los ojos como platos... ¡Kanon ofreciéndose a ser su acompañante!. Esto es lo que se llama un mundo bizarro... aunque se le hacía extraño que el gemelo estuviera libre un sábado por la noche. La verdad, no sabia si sentirse halagado o insultado. Momento... ¿Y por que balbucea?. No debería tomarle importancia... De acuerdo, no podía darse el lujo de hacerse el interesante...

 

--- Ya que --- aceptó.

--- ¡Oye, al menos ponle un poco más de entusiasmo!--- el griego fingió enfado --- no muchos tienen la suerte de salir con este portento de hombre de veintiocho años...

--- Comiendo moussaka --- bromeó Mu.

--- No tientes a tu suerte, cordero del demonio --- le siguió la bromita, acercándose peligrosamente a él, hasta quedar a una distancia peligrosamente corta, pasando su mano suavemente por una de sus mejillas dejando al pobre Mu inmóvil.

 

Por su parte, el aludido se perdió en aquellos orbes del color del jade. Sabía que se caía de bueno, pero nunca había tenido la oportunidad de apreciarlo a distancia tan reducida, ese fascinante panorama en forma de un guapo e irreverente griego que enturbia sus sentidos. Era el gemelo de Saga, sin embargo él tenía un magnetismo especial que hacía que literalmente, todos se quedaran rendidos a sus pies... como en este momento, en el que cubría sus labios, robándole un largo y dulce beso...

 

***

 

--- ¿¡Voy a ver si la gallina puso...!? --- Milo se limpiaba una lágrima de tanto reírse por la anécdota de su socio y amigo --- ¿Eso fue lo único que se te ocurrió para decir después de aquello?

--- ¿Qué puedo hacer...?... mi cerebro no actuaba con normalidad precisamente --- se ruborizó el de cabellos lilas, apenado, mientras firmaba el yeso del griego --- y no entiendo porque... Kanon nunca me atrajo de ese modo. Es demasiado... llamativo para mi gusto. Pero estuvo apoyándome con lo de Saga y Shaka... del tiro sacrificó varias citas que tenía en su agenda para subirme los ánimos.

 

Al menos eso era verdad, debía reconocerlo. Cuando se enteró de lo de aquellos dos pasó una semana sin ir a trabajar a causa de la depre que tenía. En dicha semanita, un día, Kanon pasó por su departamento, por mera visita social, ¡Y lo encontró vestido con sus peores fachas!. Para rematar, aún se encontraba en la fase de culpabilidad donde imperaban las preguntas: "¿Acaso hice algo mal?" ,"¿Qué tiene él que no tenga yo?", e interrogantes por el estilo. Es por ello que su amigo griego se tomó como reto personal sacarlo del atolladero al sacrificar su agitada e intensa vida social durante semanas para "limpiarle los mocos", por así decirlo, llevándole guías de superación personal, lo llevó a un gimnasio colocándolo frente a una pera de boxeo para que se deshiciera de las frustraciones (La bolsa tenía pegada una foto de Shaka con traje de policía sexy, que el griego le "tomó prestada" a sus espaldas, pues tenía la sospecha de que le iba a servir para algo), fueron a un club nocturno en donde se realizaban concursos de karaoke; ahí fue que lo animó a participar, por supuesto, el dando el ejemplo atreviéndose a correr a los presentes con su terrible versión de "Te vi venir", destrozando la pobre canción de Sin Bandera, obvio que no ganó el concurso pero sí recibió un reconocimiento por "actuación y originalidad"... nunca se había reído tanto en su vida... incluso fueron al parque de diversiones donde lo retó a subirse a la montaña rusa, a sabiendas de que a él le daba miedito. Lo hizo, ¡Por él!, claro que terminó decorándole la remera ese día. Su gentileza, preparándole toda una agenda de planes hizo que poco a poco se le levantara el ánimo. Todo iba relativamente normal, hasta que Saga y Shaka anunciaron sus planes de boda, otro golpe para su maltrecho corazoncito, y el orgullo tampoco se queda atrás. Para completar, aquel rubio con su porte elegante y altivo le propone que sea su padrino de bodas nada más porque "todavía le cae bien a pesar de todo"... ¡Menudo caradura!. Aceptó con una gran sonrisa, aunque por dentro se moría de rabia porque ya estaba en la fase de soberbia en donde sobresalía la frase "No me verán como un chiquillo llorica así sea lo último que haga", la que para Kanon es la de "Niñato ardido" en la que sigue hasta el sol de hoy.

 

--- ¿Te dijo que tenía la agenda copada? --- se interesó el de melena azulada.

--- No, pero yo sé que es así. El es del tipo que se va de juerga los fines de semana, preferiblemente acompañado.

--- ¿El clon de tu ex-novio te mueve la aguja por casualidad? --- inquirió, al percatarse del tono que el carnero empleaba.

--- Claro que no --- contestó apresuradamente... tal vez demasiado --- Ya te dije que es demasiado lanzado para mi gusto. Yo prefiero un poco de tranquilidad en mi vida... Saga y yo tenemos eso en común... y ahora el se va a casar con aquel rubio desteñido --- contestó, recordando su desgracia.

 

Milo pensó que no hay peor ciego que el que no quiera ver, ningún seductor que se respete es tan altruista. Su amigo era tan ingenuo en ciertos aspectos de la vida que sinceramente había que pulir un poco...

 

--- Ya Kanon va a pensar que eres un memo o algo por el estilo por haber huido...

 

Sí, eso fue lo que hizo... aplicó aquello de "Patas, para que las tengo" al mencionar una excusa que ni un niño de tres años se creería. Pero, estaba aturdido ante semejante osculo... ¡¡¡Y que momento...!!!. Si, vaya paleto que era, el único consuelo fue comprobar lo bien que sabía besar...

 

--- Si te sigues burlando no te doy los brownies --- contestó Mu con una maliciosa sonrisa. Conocía la pasión del ojiturquesa por aquel dulce.

--- ¡Insensible! --- el pincitas hizo un adorable puchero mientras se acomodaba un poco en aquella cama de hospital, cosa difícil con su pierna totalmente cubierta de yeso hasta la rodilla --- ¡Cómo duele!

--- Da gracias a los Dioses que no quedaste como momia... aunque si que fue mala suerte, acababas de comprar aquel auto que quedo para el deshuesadero...

--- Un estúpido conductor que se saltó una señal... cosas que pasan --- reconoció, para después exclamar como crio de kínder --- ¡¡¡¡Mi precioso auto...!!!!

 

Unos leves toques a la puerta, que estaba entreabierta hicieron que se quedaran por un rato en silencio. Entraba un joven con el uniforme que lo identificaba como enfermero. Al griego se le iluminaron los ojos al identificarlo, pues era el guapo francesito al que intentaba ligarse sin éxito en su cruzada.

 

--- ¡Hola, enfermero! --- exclamó, regalándole su mejor sonrisa.

--- Vine a ver si todo estaba en orden --- informó, revisando el historial del paciente, como también chequeando si todo estaba bien con las medicinas o algo por el estilo.

--- Para que todo esté en orden... ¿Qué tal si me das tu e-mail y número telefónico? --- insistió Milo, en otro incontable intento de seducción.

--- Lo siento, no tengo permitido cofraternizar con los pacientes --- lo desanimó, concentrado en su trabajo.

--- No siempre seré un paciente, Enfermero Delluc... y cuando salga de aquí, practicaré todas y cada una de las páginas del Kamasutra contigo --- ronroneó con su mejor tono sensual.

--- Promesas, promesas de ahogado... --- murmuro el de cabellos aguamarina, haciendo que el Aries se partiera de risa.

--- Yo siempre cumplo mis promesas --- declaro solemne el escorpioncito.

--- Ya tendré otra ocasión para escuchar su... interesante conversación, pero ahora no --- contestó, mirando el reloj que se acaba de sacar de uno de los bolsillos del pantalón --- mi guardia terminó hace diez minutos.

--- ¿Me dejas tu rúbrica en el yeso antes de irte...?

 

Se lo pidió con mirada de perrito bajo la lluvia, y él enfermero, para que lo dejara marchar tranquilo, porque el pincitas era muy insistente, suspiró resignado, tomando el rotulador que le ofreció Mu, y escribió algo en la superficie blanquecina que el griego no alcanzó a ver.

 

--- Con permiso --- hizo una inclinación de cabeza hacia el carnerito, quien le guiñó un ojo en señal de complicidad y salió de la habitación.

--- ¡Tan lindo mi Camus! por eso lo quiero tanto... --- comentó el bicho, sonriente al ver partir a su amor platónico.

--- ¿Tu Camus? --- inquirió el de cabellos lilas con ¿escepticismo?, claro que no fue escuchado.

 

Mu juraba verle corazoncitos en los ojos. Claro que también se reía por lo bajo, sobre todo al ver el dichoso mensaje que decía: "(088)-5771689, hieloporfuera@hotmail.com. No me decepciones.".... Si hasta llevaba carita sonriente incluida... y siguió riéndose.

 

--- Lástima que todavía no lo tenga muy claro. Va a caer, como que me llamo Milo Balaras --- seguía en su perorata, hasta que reparo en que no estaba sólo --- Mu.... ¿Qué es tan gracioso...?

--- Nada, Milo. Nada...

 

***

 

--- "Y pídeme...¡Qué sea un loco por tu amor!. Y pídeme...¡Qué sea siempre tu obsesión!. Y pide, pide, pide y pídeme, que sea fuego abrasador. ¡Qué te enamore día a día y que te llene de pasión...!... Y pídeme, que yo te quiera sin pudor. Y pídeme, que yo te cuide sin temor. Y pídeme, alguna estrella y te la doy. ¡Yo te regalo el firmamento por una noche de tu sol...!" *

 

Era el tema que escuchaba en su iPOD Mu Padesh, quien estaba literalmente molido por causa de los ensayos que los tenían a sol y sombra, gracias a que el histérico de Shaka no conseguía estar contento con nada en específico. Se retiró por un momento de los preparativos para recorrer el hotel en donde se celebraría el enlace, una maravilla de la arquitectura moderna muy bien administrada y de gusto impecable. Particularmente, se había entretenido con los perritos que había dejado una excéntrica huésped en el área destinada a las mascotas. Cabe destacar que eran los únicos animales que estaban en todo el hotel, pero le parecieron tan monos que pudo relajarse. Bueno, continuando con los entretelones, a vísperas de la boda: La empresa encargada del catering había llegado más tarde de lo habitual, exactamente, una hora y media de retraso; el traje de uno de los novios requería ajustes, Kanon, para echarle más leña al fuego, se encargaba de molestar al neurótico y estresado novio que ya estaba en plan fatalista... y Saga, ya no estaba tan tranquilo, adoptó la expresión de "¡Qué este circo se termine pronto...!". En cuanto al gemelo menor, este actuó como si nada con respecto al beso. Si, se puede decir que lo esperaba, ya que el griego no era una de esas personas que le restaran importancia a algo tan nimio... y él ahogándose en un vaso de agua por algo que probablemente no se va a volver a repetir, porque el no era precisamente del tipo de Kanon, y este, tampoco era su tipo... así que... ¿Por qué ayer en la noche tuvo semejante sueñecito con aquel hombre?... el no era la clase de persona que hace esas cosas, vaya que estaba delirando... y la maldita boda que ya lo tenía harto. En fin, un día de locos, pensó quitándose el aparato una vez que terminó la canción y apagándolo para dejarlo en algún lugar del mueble; estaba en la sala de su departamento de decoración un tanto colorida, que lo hacía un lugar acogedor, estaba ataviado en unos cómodos pantalones ligeros y una playera sencilla. Todo en total armonía tratando de leer, pero se quedaba estancado en la misma página, cuando...

 

--- "Mi amor, me encantaría enredarme en tus sábanas, ¡Y que me pidas más, más, más, más, más!. Me encantaría que te pongas romántica, ¡Y que me pidas más, más, más, más, más!. Tú quieres, lo sé. Tú quieres, yo lo sé. Tu cuerpo me pertenece, que el fuego no cese... " **

 

--- ¡Callen a la chicharra...! --- exclamó Mu sin despegar la vista del libro, preguntándose por que rayos se tuvo que quitar los audífonos del iPOD, pero el no era adivino --- Kanon, el clima es aceptable. No quiero que llueva... aunque no me importaría si mañana cae un diluvio.

--- ¿Todavía picado con ese par? --- bufó el gemelo --- Al rubio casi le da un colapso nervioso porque "alguien" se equivocó en darle la hora al catering.

--- De acuerdo, fue infantil --- admitió, cerrando el libro para mirar al interlocutor que entró como perro por su casa --- Pero, esa boda es un error. Mañana se casan, y tú verás que al poco tiempo están firmando los papeles del divorcio. Son diferentes: Saga es serio, equilibrado, racional... y Shaka... bueno... es un ególatra impulsivo al que le encanta atormentarse por todo.

--- Los opuestos se atraen --- replicó el de cabellos azules --- además, acéptalo, ellos se aman.

--- ¿Tu que sabes de amor? --- le espetó Mu, levantándose del sillón --- Tu, el que va de cama en cama... no tienes ni idea...

--- Aunque no me lo creas, se lo que es el amor... y también sé que duele --- confesó el griego con cierta tristeza en su voz.

 

El tibetano nunca lo había escuchado hablar de ese modo, en ese tono desolado. Sin saber porque, eso le había calado, haciéndolo sentir como un niñato egoísta.

 

--- Etto... Kanon... lo siento, no debí... --- balbuceó, avergonzado.

--- Descuida --- el de ojos verdes recuperó su habitual tono alegre --- Traje cena para los dos porque sé que no te molestarías en cocinar, y de salir ni hablemos. La verdad, no me apetecía comer solito.

 

Lo miró. Llevaba en una mano una bolsa donde seguramente están los envases de comida, de la que le llegó el aroma, haciendo que instantáneamente, su estómago comenzara a protestar... ¡Estaba seguro de que era comida griega!, su olfato no lo engañaba. En la otra mano, llevaba una botella de ouzo. ¡Ese Kanon!... ¡Momento!... ¿Está dentro de su departamento?

 

--- Tu y tu manía de dejar las puertas abiertas --- dijo el gemelo, como si le leyera el pensamiento --- Van a terminar asaltándote un día de estos...

--- Ya deja los sermones y vamos a comer que me rugen las tripas...

 

***

 

Efectivamente, la cena consistió en la típica comida griega: Kebabs y Avgolemano (pollo con arroz, huevos y zumo de limón), Keftedes (unas bolitas de carne muy picantes), la infaltable moussaka (berenjenas con carne de cordero, canela, vino rojo y aceite de oliva), y como postre, Baklavas (Una pasta de hojaldre con miel, almendras y vainilla), todo esto acompañado de una botella de ouzo de la cual apenas quedaba una cuarta parte; una cena nada original para ellos que precisamente viven en Grecia, pero a ambos les encantaba.

 

 

--- ¡Juro que voy a reventar! --- exclamó Mu, una vez que terminaron de cenar en la cocina.

--- Por supuesto... casi ni me dejas --- se burlo el "invitado", a lo que recibió una mirada asesina--- ¿Más ouzo?

--- De acuerdo --- aceptó, dejando que le sirviera otro vaso del popular licor griego, para después servirse.

 

Continuaron charlando sobre temas intrascendentales hasta que Mu se levantó de la mesa, sintiéndose un poco mareado. Demasiado tarde recordó que el ouzo era un licor lo bastante fuerte como para dejarlo noqueado... y le gustaba esa sensación de estar achispado... lo desinhibía un montón, reconoció, al percatarse de que el griego se había levantado para sostenerlo, ya que daba evidentes tropiezos. Vaya, ¿Por qué no se dio cuenta antes de que tan imponente era el hombre que estaba allí, sosteniéndolo entre sus brazos?... al estar consciente de esto (aún en su estado), una placentera sensación lo recorrió por completo...

 

--- Ya ves que no soporto bien el alcohol --- explicó innecesariamente con voz pastosa, regalándole una sonrisa tonta a su interlocutor.

--- Bien, Cordero. Te llevaré a la ducha --- le dijo, y al ver su sonrisita... ¿Lasciva?, aclaró --- para bajarte los efectos del ouzo.

--- Lástima --- balbuceaba el Aries --- Y yo que quería que me ayudaras a bajar otra cosa --- se frotó sensualmente contra él, dando a entender de que hablaba --- ¿Te atreves a ser solidario?

 

El gemelo menor tragó grueso ante aquellas palabras... Sí tan sólo Mu no estuviese ebrio...

 

--- Mejor te llevo a la ducha --- declaró, muy a su pesar, porque su pajarito ya quería alzar el vuelo.

 

Era la oportunidad que tanto deseaba, pero no podía. Su complejo de nobleza se lo impide.

 

Con cierta dificultad, logró trasladarlo hasta la recámara de matices verdes. Sin embargo, como los pasos eran lentos y torpes, terminaron cayendo encima de la cama, específicamente, Kanon encima de Mu... Por su parte, el mayor hacía amago de levantarse, pero las piernas del menor rodeaban su cintura, impidiendo la acción.

 

--- Justo ayer tuve sueños húmedos contigo --- confesaba el carnero, desabrochando los botones de la camisa del de cabellera azulada, haciendo que esta cayera al suelo.

--- Mu... --- no pudo articular palabra ante semejante revelación porque el de cabellos lilas lo besó con pasión... y ahí si que flaqueó toda su resistencia.

 

La carne es débil... ¿Qué podía hacer si su nobleza se fue a freír espárragos ante semejante tentación?

 

Se besaban con abandono, sus lenguas encontrándose y jugueteando ansiosas una con la otra. Kanon abandonó la boca de Mu, repartiendo fogosos besos por el blanco cuello de este para después subirle la remera. Este arqueo su espalda para facilitarle la tarea, cosa que hizo, arrojándola a alguna parte del suelo, dejando expuesto aquel níveo torso que recorría con reverencia llegando a su parte más, cosa que inevitablemente hizo que los gemidos del de cabellos lilas llenaran la habitación.

 

--- Esto es mejor... de lo que soñé --- balbuceaba Mu entre jadeos.

 

Kanon le aflojaba las piernas para bajarle los pantalones, y el bóxer de estrellitas que lo hizo sonreír, dejándolos en el suelo para engullir aquella cumbre que se erguía orgullosamente... y que tanto lo excitaba. Lo hizo, al principio con lentitud, explorando, torturándolo...

 

--- Ahhh.... siiiiii.... quiero más... ---- jadeaba, llevando sus manos hacia la melena azul de su compañero, para dictarle el ritmo.

 

Este, ni corto ni perezoso, obedecía ciegamente, deleitándose con su tarea hasta que su compañero descargó el tan anhelado elixir, el cual tragó completamente, para después hacerle probar su esencia con un beso. Como aún estaba parcialmente vestido, se quitó el resto de la ropa que ya se le hacía incómoda, quedando tal y como vino al mundo ese monumento de hombre que se posicionó entre aquellas piernas que se abrían ansiosas para recibirlo, e introdujo un dígito en su interior. Mu emitió un gemido por la intromisión y el griego besaba su vientre para relajarlo, esperando a que se acostumbrara. Después, lo acompañaron un par de dígitos necesarios para dilatar ese estrecho orificio hasta que hizo lo propio para luego sustituirlos por su miembro, que se adentraba lenta y trabajosamente en aquella estrecha cavidad, consiguiendo amoldarse a la perfección.

 

 

--- Ahhh... Kanon... --- jadeó Mu, moviendo sinuosamente sus caderas para que el otro se moviera.

 

No se hizo de rogar, e inició un vaivén lento que se fue incrementando poco a poco, haciendo que ambos se movieran al mismo tiempo a un ritmo casi animal. En aquella recámara, sólo se podían escuchar los alaridos, jadeos y gemidos de placer presentes en la apasionada entrega. El griego besaba lujuriosamente a su amante que correspondía con la misma intensidad, enredando sus níveas manos en las hebras azulinas, disfrutando de su tacto...

 

--- Voy a... ahhhhhhhhh...

 

Con un sonoro gemido, el carnerito manchaba de semen ambos cuerpos, evidencia de su intenso orgasmo.

 

--- Sólo... un... poco más.... --- jadeaba Kanon.

 

Derramó su esencia espesa y caliente, que emanaba abundante, llenando totalmente su interior.

 

--- Mu... te amo...

 

Ninguna respuesta... hasta que escuchó su respiración relajada, evidencia de que el agotamiento, más el efecto del ouzo dentro de su organismo, inevitablemente hizo que quedara atrapado en los brazos de Morfeo. Abandonó con cuidado aquella estrecha cavidad, y se colocó a un lado para contemplar tanta belleza que lo había cautivado desde el primer día. Se lo había presentado a Saga, de quien terminó siendo novio, creyó que eso no duraría mucho, tonto de él; pero habían pasado casi diez años y ahora estaba libre... se encargaría de conquistarlo para sí, ya había perdido demasiado tiempo... Con estos pensamientos, estaba allí, velando su sueño....

 

***

 

Sentía como si tambores retumbaran incesantemente en su cabeza, atormentándolo. Horror. ¡Jamás volvería a probar el alcohol!, pensaba con vehemencia tratando de enfocar la vista hasta lograrlo. Giró su cabeza a un lado, encontrándose con una figura familiar que dormía profundamente. Se aventuró a mirar un poco más, descubriendo que la sábana cubría partes esenciales de su fantástico y bien trabajado cuerpo. Las alertas se dispararon en su mente, cayendo en cuenta de que también se encontraba completamente desnudo. Se movió un poco, para descubrir una ligera punzada de dolor en cierta parte de su anatomía. No había que ser un genio como para ponerse a deducir lo evidente, pensó, tratando de recordar los detalles sin éxito.

¡Así no tendría como comparar!, si sus únicas experiencias fueron con Saga, y de ello no tenía ninguna queja... Miro a su compañero. Vaya que era completamente sexy... y su expresión era tan tierna y relajada mientras dormía, que no pudo evitar sonreír al verlo. Tocó con un dedo esos pectorales de ensueño. Al parecer, era algo sensible, pues entreabrió los ojos al esbozar una linda sonrisa.

 

--- Buenos días --- se acomodó, y le dio un beso en los labios que lo tomó por sorpresa.

--- Buenos... días... --- balbuceó, sintiendo la horrible punzada en su cabeza, recordándole la resaca que se cargaba.

--- ¿Estás bien...? --- inquirió, preocupado.

--- Etto... ¡Por favor, no hables tan fuerte! --- se quejó.

 

Después de ello, Kanon había sido tan atento con él, preparándole una sopa "Levanta-muertos" para que se le bajara la resaca y se quedó hasta mediodía, dejándole suficiente tiempo para sus cavilaciones...

 

***

 

El enlace nupcial se efectuaría, ya era sábado por la noche y todo estaba totalmente preparado para ese evento. Hasta Shaka parecía relajado, dedujo al mirar por un rato al tranquilo rubio intercambiar votos con su esposo frente a un juez de paz. Nadie podía dudar del amor que ambos se profesaban, y eso lo comprendió Mu, como también comprendió que no se sentía triste ni enfadado al presenciar en primera fila aquella boda. Ese capítulo en su vida estaba completamente cerrado, lo supo porque ya no lo quería de esa forma. Finalmente, había entrado en la etapa de aceptación.

 

Estaban en el animado banquete, cerca de la mesa de los canapés rechazando una copa de vino que le había ofrecido un camarero, cuando alguien se le acercó, sacándolo de sus pensamientos. Lo miró, pensando que era Kanon, pero segundos después se dio cuenta de que era el flamante recién casado, que andaba sólo.

 

--- ¡Enhorabuena! --- lo felicitó Mu, esbozando una sincera sonrisa.

--- Gracias... Oye, te veo... diferente --- le dijo, mirándolo detenidamente --- radiante, diría yo.

--- "Probablemente tuve el mejor sexo de mi vida y ni siquiera me acuerdo" --- pensó para si y contestó --- Claro que no... Son impresiones tuyas...

--- Tu siempre tan despistado... esa fue una de las cosas que más me atrajo de ti --- soltó el de cabellos azules.

--- Saga...

--- Déjame terminar --- le dijo el griego --- De verdad, siento no haber sido sincero contigo desde que todo esto se diera, y hacértelo pasar mal.

--- Lo que pasó, pasó --- declaró el de cabellos lilas con tranquilidad.

--- ¿Sabes...?, Shaka te tenía celos... por eso estaba tan irritable.

 

¿¡Celos...!?... ¡El elegante y sofisticado rubio se sentía intimidado por él!. Vaya descubrimiento que hizo... aunque, no entendía porque rayos le había pedido así sin más que fuera su padrino de bodas. Si, fueron compañeros de universidad, hasta podría decirse que amigos, pero no lo suficiente como para semejante petición.

 

--- Yo creí que ese era su estado natural --- murmuró sin pensar y se sonrojó al darse cuenta de con quien conversaba --- lo siento...

--- Te juro que algunas veces llegué a creerlo también...

 

Ambos rieron por la temática absurda de la conversación.

 

--- Vamos, Mu... ¡Aprovéchalo, que eso no es todos los días...! --- exclamó el gemelo mayor con una sonrisa.

--- ¿Aprovechar que...? --- inquirió este, confuso.

--- Tu no cambias... --- Saga puso los ojos en blanco --- Debo regresar... ya es hora de otra sesión de fotos... ¡Suerte!

 

Lo miró alejarse. Definitivamente, no se esperaba aquello... Momento,  ¿Y Kanon?... debe habérselo tragado el lavabo, pensó caminando por el salón hasta salir a las áreas verdes del hotel. Y lo encontró, cosa que desearía no haber hecho...

 

--- Gracias por haberte ocupado de Mu cuando te lo pedí --- expresaba Shaka.

 

El susodicho frunció el ceño. Eso no sonaba bien...

 

--- Confieso que temí que hiciera algo por impedir la boda --- continuaba el rubio con su perorata --- Es que no me cuadraba mucho que hubiese aceptado cuando cualquier persona normal se negaría rotundamente a hacerlo.

 

Ahí estaba la respuesta a su duda, pensó sarcástico... ¿Shaka había esperado todo este tiempo que el hiciera algo para fastidiarla?. Vaya que le dio la impresión equivocada al aceptarlo... ¡Y simplemente el quería demostrar como un niñato inmaduro que no estaba afectado!... pero, sus palabras le cayeron como un balde de agua fría al escuchar que la actitud de Kanon hacia él había sido parte de una charada. Su primera impresión fue sentir rabia, porque no era ningún juguete para ser utilizado hasta que se cansara de él... y la otra impresión fue tristeza porque... porque... sencillamente se había prendado por completo del griego, de lo lindo y gentil que había sido con él... No sabía como ni cuando empezó a albergar esa clase de sentimientos hacía él, pero la realidad es que estaban allí, presentes...

 

--- Es por ello que quiero agradecerte que...

 

La frase murió de los labios del de melena dorada, quien palideció al ver a la figura que se alejaba, corriendo afanosamente.

 

--- ¡Mierda...!

 

Si... lo había arruinado todo.

 

Kanon miró el semblante de su cuñado, y no necesitó más señales para comprender el porque del taco... ¡Tenía que dar una buena explicación!

 

***

 

La búsqueda de Mu era totalmente dificultosa. Revisó los lugares que se le ocurrieron: el banquete, los baños, su departamento... ¡pero nada!... incluso fue al hospital dónde estaba internado su socio, quien le dio la clave donde podía encontrarlo... claro que no fue gratis. Finalmente llegó al sitio: La orfebrería propiedad de Milo, el lugar de trabajo de su carnerito. Pudo percatarse de una luz totalmente encendida, señal de que había vida humana dentro del local.

 

Tocó la puerta, sin importar que los pocos transeúntes pensaran que se había escapado del manicomio. Sabía que Mu era capaz de arrojarle la puerta en la cara, por lo que cambió la voz como pudo para exclamar:

 

--- ¡¡¡Policía... abran la puerta... buscamos sospechoso...!!!

 

Abrieron por arte de magia, y al ver de quien se trataba, Mu iba a cerrar, pero lo detuvo el pie de Kanon.

 

--- Mu, déjame explicarte...

--- ¡¡¡Márchate de una buena vez, grandísimo hipócrita...!!!

--- Sé que estás enfadado y...

--- Enfadado es un eufemismo para describir mi estado de ánimo... ¡Vete, Kanon! --- le dijo a gritos.

--- ¡Tendrás que escucharme! --- le respondió en el mismo tono. Lo quería, pero algunas veces lo sacaba de quicio --- ¡Sino... armo el alboroto de la historia!

--- ¡Y yo llamaré a la policía!

--- ¿Con qué cargos?

--- Acoso, invasión a propiedad privada, por aprovecharte de mí...

--- De las dos primeras soy culpable --- lo interrumpió --- En cuanto a la tercera, yo no fui el que comencé, y no escuché objeciones precisamente. ¡Hasta el criminal más despiadado merece su derecho a réplica!. Dame cinco minutos, por favor.

 

Mu abrió la puerta con toda la "sutileza" del mundo, haciendo que el griego se golpeara el rostro por atravesado. Entró, a la orfebrería exóticamente decorada, dispuesto a exponer sus argumentos.

 

--- ¡Auch! --- exclamó este, sobándose el rostro --- ¡Me vas a pagar la cirugía plástica!

--- Cuatro minutos con cincuenta y nueve... no puedes darte el lujo de desperdiciarlos --- le espetó, mirando el reloj que llevaba en la muñeca izquierda.

 

Kanon tomó aire para sacar lo que llevaba dentro.

 

--- Es cierto. Shaka me pidió que te mantuviera a raya --- admitió.

--- No me dices nada que no sepa --- le dijo con desprecio --- Te quedan cuatro minutos... ¿O te comieron la lengua los ratones?

--- Accedí, ¿Sabes por que, pequeño idiota? --- confesó el gemelo --- ¡Porque estaba harto!... harto de ser invisible a tus ojos, de que no repararas en mi existencia --- las frases salían atropelladamente --- Harto de sentir celos y envidia porque preferías a mi hermano y eso me daba coraje. Siempre tuve  todo lo que quería, todo se me daba con facilidad. Todo, excepto tu...

--- Tres minutos...

--- Te he amado durante todo este tiempo... torturándome, maldiciendo el día en que te presenté a Saga --- declaró Kanon --- Recriminándome por ser tan idiota y no haber actuado primero... por eso te decía que el amor duele.

--- ¿Por qué no lo hiciste?

 

La confesión lo dejó shockeado... no lo esperaba. Kanon no es de los que se enamoran, aunque al parecer lleva tanto tiempo juzgándolo que no se molestó en ahondar más que en lo que ofrecía la fachada.

 

--- ¡Porque pensé que eras muy joven!... creí que era demasiado tarde hasta que explotó lo de Saga y Shaka por lo que me permití abrigar esperanzas al decidir conquistarte... --- comentó con seriedad --- ganarte por mis propios medios, y no como el reflejo de mi hermano. Por eso accedí, porque me daba la excusa perfecta para acercarme más a ti, sabiendo perfectamente que no sientes lo mismo que yo. Eso es todo lo que tengo que decir.

 

Dijo esto último con resolución, dándose la vuelta para salir de allí.

 

--- ¡Espera!

 

El géminis se detuvo, volteándose a mirarlo con un deje de ¿Esperanza?.

 

--- Queda un minuto que pretendo utilizar y empezaré --- le dijo con seguridad --- Bien: Eres un imbécil redomado, Kanon Geminni. ¿Quien te dijo que yo no sentía lo mismo?... De acuerdo, admito que no supe captar las señales, y quiero que sepas que siento haberme comportado como un niñato ardido por hacerte cargar con mis berrinches y el despecho. Para mi no eres un simple apoyo moral, pues me mostraste la persona que esta detrás de la apariencia, esa persona me cautivó por completo --- añadió, acercándose hasta tenerlo a su frente --- Te amo, pedazo de idiota.

--- Yo también te amo, Mu Padesh --- le dijo, inclinándose para besarlo hasta que el ojiamatista lo detuvo.

--- Espera... ¿Fue Milo quien te dijo que yo estaba aquí? --- el gemelo asintió --- Que yo sepa, ya es muy tarde para las horas de visita... ¿Que te pidió a cambio?

--- Fastidié tanto a un enfermero que me dejo pasar por un momento --- explicó --- Habían dos firmas en su yeso, sólo le anoté en un papel la que no estaba a simple vista.

 

Mu ya se estaba carcajeando por la situación.

 

--- También  dijo que limpiáramos antes de salir... ¿Que con eso?

--- Historia loca --- comento el de cabellos lilas, todavía riéndose --- Algo bizarra...

 

¡Ese Milo!. La próxima vez que lo visitara le llevaba ración doble de brownies. De seguro está deseando más que nunca salir del hospital, tenía muy buenos motivos...

 

--- Ya me lo dirás después --- expresó Kanon, atrayéndolo hacia si, cosa que hizo que dejara de reír --- ahora... ¿Qué te parece si repetimos lo de anoche?

--- Por más que trato... no recuerdo nada --- confesó Mu, bastante avergonzado, cosa que delató el rubor de sus mejillas.

--- Pues, yo me aseguraré de que recuperes la memoria. Además, estás sobrio --- dijo con una sonrisa lujuriosa para robarle un memorable beso que su carnerito detuvo abruptamente.

--- No sé porque, pero siento que olvidé algo en el banquete...

--- No debe ser importante ---murmuró el de cabellos azules, quitándole el saco para después desabrochar los botones de la camisa --- Todo está bajo control, al menos mi neurótico cuñado no va a tirarse de los pelos porque todo esta bien... ¿Verdad?

--- Kanon...

 

Frunció el ceño. Sabía que era algo importante pero no conseguía ubicar que...

 

--- Hablas mucho --- lo silenció con un beso, mediante el cual el carnero no emitió palabra alguna (al menos una frase completa y coherente) hasta muy, pero, muy tarde...

 

***

 

El rubio se estaba sintiendo como guiñapo por lo ocurrido hacía escasos instantes, pero su esposo, quien es de esas personas que siempre ve el vaso completamente lleno, le aseguró que todo saldría bien. Por supuesto, se animó porque quería una fiesta de bodas para recordar, y el enlace Geminni-Virget lo fue... aunque no exactamente como esperaba; cortesía de tres simpáticos canes: un San Bernardo, un Golden Retriever y un Chihuahua que originalmente estaban en el área destinada a las mascotas. Estos animalitos hiperactivos se habían escapado "misteriosamente" de su morada y hacían de las suyas en el banquete ante unos asombrados invitados.

 

Cabe destacar que el estallido habitual en estos casos "Copyright Shaka", fue frenado a tiempo por un equilibrado y solicito, aunque divertido esposo, que utilizó el método más antiguo de todos los tiempos...

 

*Fin*

Notas finales:

Kimee: Jajajaja... ¡pobre Shaki! xDDDD.

Shaka: Me odias, remedo de escritora -o-

Kimee: Claro que no, me divierte hacerte sufrir  ^v^

Shaka: Qué mundo tan cruel....!!!! x_x

Kimee: Vamos, rubito... si te quedaste bien acompañado... ¿A poco no? ;D

Shaka: O//////O ***limpiándose la hemorragia nasal***

Kimee: Wiiiiii.....!!!! yo se que si *0*... ¡Yo no soy celosa!

Shaka: ¬¬##  *** Shaka entreabriendo sus ojos hacia mi.... horror, el mendigo rubio va a quitarme los sentidos***

Kimee: ((O_o))... Nos vemos al rato....!!!!

 

***** Rato después, agotada de escaparme del blondo neurótico xDDD *****

 

*Coro de la canción Pídeme, interpretada por Guaco... (Me mata la canción lo admito *0*)

** Wisin y Yandel... no recuerdo el nombre del tema n_nUUU

Como lo dije, es una historia romántica (el primer one-shot que me queda tan largo) que espero haya sido de su agrado xD

Karin, espero que hayas disfrutado este fic tanto como yo lo hice mientras escribía ^^

Por último: Comentarios, sugerencias, críticas, tomatazos y todo lo que se les antoje se recibe de buen grado.

Saludos y feliz año nuevo...!!!!


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