Capítulo Dos.
-Hola nene, también me da gusto verte, y te he dicho que no me llames Itachi, no me gusta ese nombre... ( con carita de enojo) además hueles a... Hades...
-Y otra vez con eso, es mi trabajo y debo de cumplirlo, soy el mensajero, para bien o para mal él es un dios y merece ser tratado como tal, no te pongas celoso, sabes que solo tu me gustas- termino con un simple beso ya que el dios le ordenó con un gesto que se retirara hasta su propia habitación.
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-Así que el mensajero ese ya se fue, que bueno la verdad es que no me cae muy bien- comentaba el fiel amante del dios de la muerte. Este era un joven muy apuesto de cabellos negros, su piel era bastante clara, casi la misma estatura que Gaara y aparentaban la misma edad, pero lo que más atrayente este joven y era lo que había cautivado al pelirrojo, eran sus ojos, esos ojos tan atrayentes, tan fríos, tan hermosos que era casi imposible no quedarse mudo ante su fuerte presencia y sabiendo más que era el favorito del Dios, a decir verdad el único que podía entretenerlo.
-No seas así, el es un buen chico, o acaso es que tenes celos de Lee... (de una forma muy provocadora)... Neji.
El aludido izo caso omiso al último comentario del siniestro y solamente se limito a besarlo y dejarse guiar por este hasta sus aposentos.
Al llegar a estos Gaara lo deposito sobre su cama mientras empezaba a besar el cuello del joven, haciendo que este comenzara a sentir escalofríos recorrer su frío cuerpo, solo que cuando el mayor se dedicaba a bajar hasta el abdomen de Neji las puertas de su habitación se abrieron de para en par dejando ver así a un hombre de cabellera blanca y larga y aparentemente muy enojado.
-Hades, ¿Por qué demonios no asistes a las fiestas?, ¿es que acaso no quieres que te invite más?... (con un tono ya juguetón) y por favor tápate, no dejes que vea estas cosas hazlas cuando estés en privado- decía para terminar riendo a carcajadas por ver como estaba su hermano.
-Eres tan inoportuno como siempre, Zeus- levantándose de arriba de Neji- no, es la vigésima vez que te digo que no quiero que me invites a tus fiestas son tontas, feas, aburridas y estúpidas, pórtate como lo que eres un Dios. No tienen ningún sentido, así que porque no te tomas el palo que estoy muy ocupado como para andar gastando mi tiempo con tigo, cuando quiera verte iré al Olimpo, así que hasta ese momento, ósea hasta nunca brother- no terminaba de hablar cuando la puerta golpeo la nariz de Zeus.
Tock, tock (golpe de puerta, que mala soy en esto T.T)
-Che, Hades deja al muchacho que tenemos que hablar...
Al final el soberano terminó por rendirse al escuchar los ruidos del otro lado de la puerta y entender lo emocionado que estaban aquellos muchachos como para prestarle tención.
Dos semanas humanas habían pasado cuando sin previo aviso unas sombras oscuras aparecieron en el Olimpo. Todos quedaron anonadados al ver de quienes se trataba, Gaara con su imponente imagen y a su derecha Neji, con unos ojos que daban miedo, él lo llamaba Biakugan.
-Zeus quiero hablar con tigo a solas, ahora- hablo Hades con muy mala cara.
-No sé, capaz que voy a estar ocupado con Hera...jajaja- reía aquel ser tan detestable para Gaara.
-No es joda, tengo una proposición interesante para hacerte, y estoy muy seguro de que no te negaras.
-Deacuerdo, déjennos solos- y con una seña de su mano quedaron a solas- de que querías que habláramos, hermanito
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En el pasillo Neji esperaba algo nervioso cuando la peor de sus pesadillas se le presento frente a sus ojos, Lee, la verdad es que tanto escucharlo de la boca de su señor ya se había acostumbrado al nombre. El aludido quedó bastante sorprendido al ver a Neji, es que no lo pasaba mucho y para peor de peores, le tenía celos, si celos de que Neji podía viajar al mundo de los humanos y pasar tiempo allí mientras que él debía quedarse en el Olimpo con Eros, y como decirle que no si Itachi era un Dios y él un simple sirviente, y como tal debía someterse a los deseos del pelinegro.
-Neji, ven primor- hablaba Gaara de una forma muy tierna- y tu también Lee, entren los dos.
Al ingresar Eros (Itachi) estaba sentado a la derecha de Zeus y Gaara frente al peliblanco, los jóvenes tomaron asientos y se les entrego una carta en la cual designaba un cambio de sirvientes.
-Como, no entiendo- comentaba Neji un poco desorientado por la poca y con fusa explicación.
-Es fácil primor, Lee se viene con migo al infierno y tu te quedas con Eros en el Olimpo.
Continuará...