No me lo podía creer. Yo, el gran Kuja, perdido junto a todo una panda de, o bien desubicados gritones, o bien emos sin futuro. El único que tenia de mi bando decía dos o tres palabras por hora, y estaba distraído mirando hacia todos lados. No me hacia ninguna gracia esa situación….
Nuestra encuentro casual había desembocado en una pelea, en la que todos nos dábamos la gran paliza, hasta que cierto monito del infierno me cogió de la pierna con la cola, y oh!, usando su corta inteligencia, me tiró al bosque, pero no solo a mi.
Se llevó a Squall, a Cloud, y a Sephiroth con él. Como siendo Yitan tan pequeño podía ser tan condenadamente fuerte? Después de maldecirle varias veces con mi extenso vocabulario que el, obviamente, no llegaba a entender ni la mitad, me puse a inspeccionarlo todo. Y que había? Árboles, árboles, árboles y….ah si! árboles….
Maldije el día en que Garland le creó….en fin. Nos encontrabamos en situación de buscar una salida. Una pequeña tregua, puesto que el bosque donde estabamos es el bosque Maldito, ni mas ni menos, en el cual se nos ocurrió la “feliz” idea de poner un sello que anulara la magia. Es decir: ni piro, ni hielo, ni electro, ni aqua, ni hostias. Teníamos que salir a patita.
Caminamos entre los árboles. Sephiroth iba a su aire, no queria saber nada de nadie. Cloud y Squall iban comentando cosas entre ellos, aunque me importaba tanto como el musgo lo que estuvieran diciendo. Y Yitán…espera, donde estaba el maldito mono???
Miré hacia todos los lados, pero ni rastro del renacuajo. De repente me cayó un fruto en la cabeza. Al mirar arriba vi al pequeñazo colgado de la rama de unos de los árboles por la cola, sosteniendo varios frutos, y con uno en la boca. Bajó enseguida, aterrizando al lado de Squall y Cloud, y dándoles frutas a cada uno. Luego me miró, haciéndome burla, como diciéndome que yo ya tenía el mío y que no esperase mas. Y luego se dirigió hacia Sephiroth. Eso si que no me lo perdería. Seguramente “Sephi” le miraría con cara de “si me tocas, mueres” y luego le golpearía o algo parecido.
Pero esa reacción no llegó. Yitán le tiró de la manga, como siempre dando por saco, y Sephi se dio la vuelta, mirándole. Al ver que no había reacción extremadamente brutal y gore, le entregó una de las frutas que cargaba. Sephiroth la cogió y la miró, para luego volver a mirar a la cara del crío y sonreírle. Pero esa sonrisa no era para nada inocente. Algo le debió de pasar por la cabeza a Sephi para que pusieses esa cara. Por suerte el coeficiente intelectual cero de Yitán no captó la mala expresión, se fue todo feliz al lado de sus compañeros. Al fijarme en ellos, vi que miraban a Sephiroth con una cara seria. ¿Se habrían dado cuenta también de la mirada?
A mi ni me iba ni me venía. No era su canguro ni me preocupaba que le sucediese. Seguimos avanzando hasta que se hizo de noche. Y llegó la hora de dormir, o al menos se suponía que teníamos que dormir. Ninguno se atrevía a pegar ojo. Sephi y yo estábamos apoyados en un árbol, vigilando atentamente al otro grupo. Squall, Cloud y Yitán estaban en la base de un árbol frente al nuestro. No me di ni cuenta que ya tenía los ojos cerrados y estaba dormido como un tronco.
Pero por suerte o desgracia, el sueño me duró hasta lo que serían sobre las tres de la madrugada. Me desperté por el simple rumor del viento. Al mirar a mi alrededor vi que todos estaban dormidos. Eso me alegró bastante, porque quería decir que aquella noche sería tranquila. Pero nada mas cerré los ojos de nuevo, noté como mi compañero se levantaba. Abrí un poco un ojo para ver que haría. Me imaginaba que simplemente daría un paseo por los alrededores, y mas o menos eso hizo, hasta que se acercó al otro grupo.
Pensé que esa noche tranquila iba a terminar en otra pelea. Por un lado no me importaba lo mas mínimo, total, Sephi y yo nos las podríamos arreglar para salir de ahí solos. Cerré los ojos de nuevo, esperando cualquier estruendo que pudiera surgir, para entonces hacer ver que me despertaba sobresaltado y que preguntaba que qué sucedía. Pero el maldito estruendo brillaba por su ausencia. Decidí volver a abrir un solo ojo, pero lo que vi me hizo abrir ambos.
Sephiroth, el gran y oh! poderoso Sephi, estaba besando al mono de las narices!? Mis ojos veían la escena pero mi mente prefería ver a Terra destruyéndose. ¡Y el paleto del crío ni de daba cuenta de lo que estaban haciendo con él! Sephiroth se separó de él, y acto seguido me miró. Hice ver que estaba dormido, pero creo que no funcionaba ni una pizca. Notaba como su paso se acercaba a mí, hasta que de repente noté una punta punzante en mi cuello.
Sephiroth: dime Kuja…estas pasando bien la noche?
Kuja: que dem…??!! Qué haces ti….
Se arrodilló frente a mi, acercándose cada vez mas, poniendo sus piernas entre las mías hasta tenerle a 5 cm de mi cara. Me miró fijamente, mientras que yo lo único que podía hacer era mirarle a los ojos y controlar sus movimientos.
S: veo que te has alarmado al hacer yo eso con el pequeño….
K: e…el queeee??
S: no te hagas el tonto, me he dado cuenta….supongo que puedo contar contigo para guardar el secreto….verdad?
Acercó su cara a mi cuello. No sabía que pretendía hasta que noté que me besaba por la zona.¿¿¿Qué demonios estaba haciendo??? Intenté apartarle, pero me tapó la boca con la mano y clavó la espada en la mía, dejando mi mano unida al suelo con el filo de la espada. Quise gritar, pero me lo impedía su mano en mi boca. En aquel momento, hubiera deseado que cualquiera, incluso Yitán, se hubiese despertado y me hubiese ayudado.
S: si…creo que lo guardarás….jeje
Le miraba con cara de ira, pero no podía hacer nada si quería salvar el pellejo. Se apartó de mi, para dirigirse de nuevo hacia Yitán, y cogerlo en brazos. Luego se alejó del lugar, desapareciendo entre los árboles. ¿Qué demonios pretendía hacerle? Sentí una preocupación. Podía tenerle a Yitán toda la manía del mundo, pero también le tenía estima. A fin de cuentas era mi hermano….o algo mas?
Aun así, aquella noche no me atreví a seguirle. Curé mi mano con parte de mi ropa, y me dormí de nuevo, maldiciendo el no poder seguirle.
A la mañana fuimos despertandonos poco a poco. Cloud y Squall volvían a murmurar entre ellos, y acogido entre ambos se encontraba un Yitán muy asustado. Mientras, Sephiroth se levantaba, como quién no ha hecho nada en toda la noche, y me miraba con cara de maldad pura. Empezamos a caminar. Yo iba a mi aire, pensando en todo lo que había sucedido la noche anterior, cuando de repente alguien tiró de mi mano.
Noté que me tiraban hacia atrás, y me encontré con un enfadado Squall, el cual acto seguido me preguntó:
Squall: dime Kuja….esa herida en tu mano, también te la ha hecho Sephiroth?
K: !!!!
Cloud: ¿sabes que pasa con él?
K:…..como si yo lo supiera…
Yitán se acercó a mi, ya mas calmado. Pude observar moratones en sus brazos. ¿Qué le había hecho aquél tipo?. No se como, tenía a Yitán a mi lado, como si se encontrase seguro conmigo. Recordé entonces aquel momento en el árbol Lifa, cuando, arriesgando su vida, intentó salvar la mía.
Había olvidado aquél momento desde que vine a esta dimensión que conecta nuestros mundos.
K: Yitán….
Y: …?
K: mantente a mi lado…
Y: …Kuja…
S y C:…..
K: sea lo que sea que planee….nadie que haya herido al genómido favorito de Garland que no sea yo saldrá bien parado…
Lo dije sin pensar. Sabía que eso haría que ellos desconfiasen. Pero captaron el significado real del mensaje. Yitán me sonrió con su expresión de siempre, con actitud mas tranquila. Squall hizo un gesto de aprobación, y Cloud encogió un poco los hombros.
Por segunda vez iba a ayudar al grupo de los héroes. Aunque fuera una corta tregua, aunque luego nos tocara pelear de nuevo, nada haría que cambiase mi decisión.
Íbamos a detener a ese sádico costara lo que costara, y lo haríamos antes de salir de ese bosque, antes de que la tregua finalizara…
CONTINUARÁ