Desde la primera vez que lo vi lo supe. Supe que lo iba a ver mas que como a un simple hermano. Supe Que lo iba a amar hasta llegar a la obsesión. ¿pero como no enamorarse de tan bello ángel? Sus ojos eran tan puros, no destilaban ni una gota de maldad, solo pureza. Su cuerpo se ve tan frágil que de solo verlo dan ganas de protegerlo.
Lo que yo siento es enfermo, pero no se puede evitar sentir. Al fin y al cabo es amor, un sentimiento puro y hermoso que causa alegría pero también muchas veces dolor. Mi amor es un amor prohibido, porque a los hermanos no se les puede ver de otra forma que solo hermanos y por ellos sentir amor fraternal.
-Ni-san- dijo en voz baja mi hermanito asomándose por la puerta de mi habitación.
Mire el reloj, era ya medianoche. Pero yo sabia que vendría ,siempre venia, a veces se demoraba mas otra veces menos, pero siempre llegaba a mi cuarto. A mi lindo hermanito no le gustaba dormir solito, siempre tenia pesadillas y necesitaba dormir con alguien que le protegiera…
-Ni-san me dejas dormir contigo esta noche, es que tengo pesadillas-decía MI Sasuke con un pequeño sonrojo en la mejillas.
-Claro- digo mientras abro las tapas para que se meta mi Ototo-kun.
Como no aceptar su petición con esa carita de angelito que pone cuando quiere conseguir algo, Como negarme si lo que mas ansío es poder estar siempre a su lado.
El viene corriendo y se sube a la cama, Me abrasa y acomoda su cabecita en mi pecho y se dispone a dormir. Yo también le abraso. Pasan unos minutos y Sasuke ya se queda dormido, yo me dedico a acariciar sus cabellos, son tan sedosos. Después acaricio sus mejillas suaves, sus labios… son un manjar prohibido que no tengo derecho a probar pero tanto ansió. Lo contemplo, es tan hermoso, no se puede describir en palabras lo hermoso que es. A sus 7 años es tan atractivo, ya me imagino cuando crezca… no creo poder controlarme si esto sigue asi. Solo quiero que me mire a mi, solo quiero que me escuche a mi, solo quiero que este cerca de mi, solo quiero que me quiera a mi, solo lo quiero para mi… Solo para mi. Lo necesito.
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En la mañana cuando desperté Sasu ya no estaba a mi lado, seguramente debe haberse levantado a ver uno de esos programas infantiles que ven los niños de su edad.
El es tan pequeño y aun así lo amo, el es mi hermano y aun así lo amo. Y no puedo mas que amarlo en silencio. Si alguien lo supiera me catalogarían como enfermo y pervertido, solo lograría que me alejaran de Mi Sasuke y yo sin el no podria vivir. Lo necesito.
Me levanto en pijama y me dirijo al living donde esta mi hermano, aun es algo temprano por lo que todavía mama no se ha levantado. ahora solo esta nuestra madre en casa ya que nuestro padre es un exitoso empresario y se la pasa viajando, nunca esta en casa. Así es mejor de todas maneras lo odio.El solo le causa dolor a mi hermanito, nunca lo reconoce, nunca le pone atención, ni siquiera le regala algo para su cumpleaños y siempre le pasa recalcando que es un bastardo. Mi hermanito nació de la relación de mi madre con otro hombre. Pero nada es culpa de mi angelito y el no comprende por que mi padre lo odia, por lo que siempre se esfuerza para hacerse notar, para que lo reconozcan. No dejare que nadie te haga daño Sasuke.
-Ototo-kun, ¿aun no te has bañado?-Le pregunto o mas bien afirmo.
-Ni-san, es que no quiero bañarme yo solo- dice mi hermano infantilmente.
-Ya estas bastante grande y ya te deberías bañar solito, bueno entonces yo ocupare la ducha ahora- digo para empezar a irme rumbo al baño pero la voz de mi angelito me detiene.
-¿Puedo bañarme contigo ni-san?- me pregunta con su carita tierna a la que no me puedo resistir.
-Esta bien- Respondo sin pensar y guiado por esa carita tierna que puso.
-Arigatou Ni-san- No debí a ver dicho que si, fue un error, yo tengo mucho autocontrol pero cuando estoy con el no puedo controlarme, lo necesito, lo deseo pero se que jamás podré tocarlo, es indebido. No puedo tentarme asi ya que puedo cometer el error de caer en la tentación de tocarlo y hacerlo mío no quiero hacerle daño pero… Lo necesito.
Nos dirigimos ambos hacia el baño, entramos y mi ototo empieza a sacarse la ropa, no puedo evitar mirarlo, su cuerpo se ve tan delicado y suave que me entran unas enormes ganas de acariciarlo, pero me controlo y yo también me empiezo a sacar la ropa. Cuando ya estamos completamente desnudos ingresamos a la ducha, yo le echo shampoo en el pelo de mi hermanito y lo empiezo a lavar mientras el cierra sus ojitos, se ve tan tierno. Termino de lavar su cabello y sigo con el mío, me demoro un poco mas ya que el mío es mas largo. Ahora viene la parte mas difícil, debo enjabonarlo. Agarro la esponja y el jabón pero cuando voy a a pasar la esponja por la espalda de mi hermanito este me detiene.
-Puedo hacerlo solo, no te preocupes ni-san- Gracias a kami-sama que mi hermanito se sabe enjabonar solito por que si yo lo hacia me iba a terminar exitando como en mis sueños.
La verdad es que tengo sueños húmedos con Sasuke, casi todas las mañanas despierto con eso duro entre las piernas, menos mal que mi angelito jamás se a dado cuenta de ese pequeño detalle.
Mi hermanito se empieza a jabonar y yo decido hacer lo mismo con mi cuerpo, después nos enjuagamos y salimos de la ducha y nos dirigimos a diferentes cuartos para terminar por vestirnos. Menos mal que pude controlarme y no hacerle nada malo a mi hermanito.
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Habían pasado un par de semanas desde que nos duchamos juntos, las cosas seguían igual que siempre pero hoy era un día ¿especial? Era mi cumpleaños, mi padre había llegado esa mañana para celebrarlo. Para mi padre yo era el orgullo de la familia, siempre me regalaba las mejores cosas y le decía a toda la familia Uchiha lo perfecto que era como hijo, y era verdad yo podía ser el hijo perfecto, el alumno perfecto en la escuela, el hermano perfecto para Sasuke, pero había cometido el peor de los pecados, enamorarme de mi propia sangre.
Iban a celebrar mi cumpleaños numero 13 con una fiesta familiar, habían invitado a todos los Uchihas y para mi eso era lo peor, la mayoría de la familia trataba mal a Sasuke o simplemente se les hacia invisible solo por que no era hijo de sangre de Fugaku Uchiha. Los odiaba a todos, odiaba a esa horrenda familia llena de engreídos que se sienten superiores a los demás.
La fiesta paso tranquila, todos me llevaban sus regalos y yo los habría y ni me fijaba en lo que había dentro, todos se esmeraban en comprar algo caro al orgullo Uchiha pero a mi no me interesaba. Observaba a mi hermanito que estaba con la única persona que lo trataba bien en esta familia, mi tío Madara, era el único que no veía a mi angelito como un simple bastardo y eso me alegraba.
Al terminar la celebración todos se fueron y yo subí a mi habitación a guardar todos esos obsequios en alguna parte olvidada. Al rato después vi la cabeza azabache de mi hermanito asomarse por la puerta.
-Ni-san ¿puedo pasar?- pregunto mi hermanito. Se le veía un semblante triste y a mi no me gustaba que se sintiera mal.
-¿Pasa algo malo Sasuke?- Pregunto yo igual de serio que siempre pero en mi voz se notaba la preocupación.
Yo siempre he sido una persona muy seria y que no demuestra sus sentimientos, aunque para Sasuke yo soy el hermano perfecto, solo con el dejo de ser el antisocial de siempre.
Mi hermanito entro a mi habitación y se sentó a mi lado en la cama.
-¿No estas enfadado con migo?- Pregunto Sasuke
-No ¿y por tendría que estarlo?- sinceramente no entendía por que mi angelito creía que yo estaba enojado con el.
-Ya sabes… Yo fui el único en no darte un regalo- así que era eso lo que tanto le molestaba a mi hermanito, pero eso era lo menos importante para mi, no me interesaba ningún regalo material, y el mejor regalo de todos lo tenia día a día que era poder estar con el.
-No te preocupes, no importa- Le dije intentando que no se sintiera mal.
-Claro que importa, yo busque y busque pero no encontraba nada adecuado para ti, lo siento…- Decía volviendo a poner esa carita de tristeza- Pero sabes, pideme lo que quieras y te juro que yo te lo daré.
Eso me dejo algo sorprendido, de verdad mi hermanito esta tan preocupado por darme un regalo, pero eso a mi no me importaba, pero por satisfacerlo le pediría algo.
-Esta bien, quiero que me des un beso- eso dije, pero salio solo de mi boca, no pude controlarlo.
Vi como mi hermanito ponía una carita confundida, pero se paro de la cama decidido y se puso al frente de mi, cruzo sus brazos por mi cuello y me dio un beso en la mejilla y luego se quedo abrazándome.
-Gracias- Le susurre sonriendo, De verdad el me dio el mejor regalo que podia esperar este día.
Amo tanto a este angelito que no me importa nada, haría cualquier cosa por protegerlo y quedarme a su lado para siempre. Jamás diré que te amo ni a ti ni a nadie, siempre te amare en silencio. Por que eres lo único que da luz a mi vida, sin ti no podría vivir. Te necesito.