Sólo porque se que aún te duele... sólo porque se que esto nunca debió haber pasado... sólo porque se que aunque te ame en esta vida jamás podré estar para siempre junto a ti como lo prometí...
Las dulces brisas que habían llegado con la temporada se hacían presenten en los mechones de su cabello. Podía sostener con incredulidad aquella carta sellada con su nombre en ella. Una carta urgente, algo había cambiado a la hora de renovar contratos, y ahora tendría que acarrear las consecuencias.
Apretó la carta contra su pecho como si no lo creyese, cerró los ojos por un momento...
-¿Tetsu?- escuchó la voz de Hyde a sus espaldas.
Hizo añicos la carta que tenía entre sus manos con rapidez y volteó para ver a su vocalista fingiendo tranquilidad.
-¡Hyde!- exclamó con sorpresa- pensé que te habías ido a casa...
-No podía, sabía que aún estabas por aquí.
Sus ojos lo sabían, no había necesidad de hablar sobre el tema. Ellos lo sabían desde hace tanto tiempo. Ahora estaban los dos músicos en el estudio, pretendiendo que las arenas del tiempo no pasaban tan rápido por encima de sus cuerpos, pretendiendo no saber nada, pretendiendo que todo se solucionaba con palabras.
-Eso que rompiste- Hyde le miró serio- tiene algo que ver con nosotros, ¿no es así?
-Si- no podía ocultarle nada, ni siquiera un simple secreto; nada- Sabes que... esto no es fácil para mi, como tampoco lo fue para ti.
Y no hubo respuesta alguna, simplemente fingieron que se sonreían, cuando en realidad lloraban desgarradoramente por dentro, querían que el mundo desapareciese, que todos se fueran
I wish you are all dead...
Las preparaciones de una boda exquisita estaban por todos lados. En el gran casino se encontraba ahora, las mesas arregladas con las más divinas flores, y el aroma a muerte que podía respirar con dolor. Tetsuya Ogawa no era nada más que un humano con arrepentimientos, no podía simplemente huir, nunca había sido ese tipo de persona, él siempre había pretendido que no le importaba, que podía hacer cualquier cosa con tal de conseguir lo que quería y hacer sus sueños realidad.
Y ese sueño claro se había convertido en una pesadilla con el transcurso de los años. Había encontrado en Hyde algo que le había cambiado la vida, algo que realmente quería atesorar... y sintió que se le escapaba de las manos como el agua cristalina.
Esos años dorados se habían hecho añicos una y otra vez... cuando el vocalista recibió la carta, lloró desconsoladamente en los brazos de su amante con dolor en el pecho, pero decidieron que ante todo se mantendrían juntos. Cuando la farsa llegó a su fin, esa carta había llegado a las manos del bajista, tendría que contraer matrimonio con la señorita Ayana Sakai, inventar toda una fantástica historia de amor y hacerlo público para eliminar cualquier rumor.
Una orden era un orden y aquellos años maravillosos, ¿Habían llegado a su fin?
Brilliant years...
Había elegido una sortija de lo más sofisticada, había tomado fotografías de la manera más oportuna fingiendo una sonrisa que ni siquiera el podía aceptar que fuese del todo natural. Escribió y preparó todo lo que su corazón le pedía que no hiciera.
-Haz tenido suerte- Ayana salía a la par del bajista de aquel restaurante donde habían acordado todo- muchos desearían estar conmigo.
-Suerte...- se repitió a si mismo al recordar lo que para él era la suerte- suerte es encontrar al amor de tu vida en un club de mala muerte a altas horas de la madrugada, eso es suerte.
-Supongo que toma un significado diferente- paró en seco- Tetsuya, sé que dependes de mi para rehacer tu vida como artista, y voy a poner mis condiciones.
El bajista sonrió y miró a la dama de frente.
-No puedes ponerle condiciones a mi vida, tu harás tu vida y yo la mía, sólo estamos juntos por contratos y lo sabes- suspiró- tu no eres más que mi compañera, la persona con la que tengo que dormir, tener un hijo y hacerles ver a los demás que te amo con locura y con pasión. Y cuando no soportes más el vivir así, nos vamos a separar.
-Justo como Megumi y Hyde- se sonrió- no te dejaré ir tan fácil Ogawa, sabes que tengo el poder de decirle todo a los medios, así que deberías calmarte.
Tetsu se posicionó lo más cerca que pudo, mirando a su novia de la manera más seria y siniestra.
-Deberías calmarte tu- Le tomo de los hombros- no quiero que haya ningún tipo de problema, haré lo que quieras, pero mantente alejada.
-¿Alejada de Hyde?- le miró retadora- eso depende de él...
Las brisas de la noche se hicieron presentes, era verdad que aquella mujer tenía todo el poder que deseara tener... Más le valía al precioso vocalista mantenerse alejado.
Loose Control...
Las preparaciones se hacían, la novia lucía hermosa en aquel vestido comprado para la ocasión, se sonreía a su misma ante su espejo, feliz, una felicidad vana que se sostenía en darle poder y hacerle creer que el mundo lo creaba como ella quería.
Sus asistentes salieron por la puerta y se quedó completamente sola en aquel cuarto, se escuchó que se abría la puerta y volvía a cerrarse... alguien puso el seguro.
-¿Quién es?- volteó rápidamente para encontrarse con el querido amante de su futuro esposo.
Recargado en la puerta yacía Hyde, con un traje hermosamente negro, su cabello suelto perfectamente peinado como últimamente lo había usado. Con un ramo de rosas rojas en la mano y una sonrisa siniestra en los labios.
-No recuerdo haberte invitado- la altanera novia se puso de pie- ¿por qué pusiste el seguro? ¿Acaso piensas matarme?
-No, por supuesto que no- levantó la mirada aventando el ramo de flores a un lado- sólo vine a felicitarte por algo que ni yo mismo pude hacer- metió la mano a su bolsillo derecho y sacó un cigarro, lo encendió con galantería y miró de nuevo a los ojos de la novia- Ayana de Ogawa... no me agrada.
-A mi me agrada- la muchachita sonrió- Hideto Ogawa no suena para nada bien.
-Sea como quieras pequeña. No vine a ver que apellido le queda mejor a quien, realmente es algo que me viene sin cuidado- caló el cigarro en su boca.
-Se que tampoco viniste a felicitarme- se fue acercando lentamente al vocalista- dime a que viniste.
Hyde dejó la puerta, se acercó a la muchacha y repasó el velo del vestido con una de sus manos. Volvió su mano a tocar suavemente la mejilla de la chica y le miró lo más seriamente, clavando sus ojos en su mirada.
-No es tuyo, Tetsu es mío, será mío y siempre lo ha sido. Te lo presto por un momento- caló de nuevo el cigarro, liberando el humo frente al rostro de Ayana- Y más te vale no hacer ningún movimiento brusco o te juro que yo mismo te mato. No me importa la prensa, no me importa nada.
Ayana tragó saliva, con el miedo en sus ojos.
-Se que Tetsuya no es lo suficientemente malvado como para hacerte algo o dejarte las cosas en claro, podrá ser tu fiel esclavo y todo lo que quieras. Pero yo no dejaré que eso pase, yo soy malo, muy malo, y puedo hacer que llores que te retuerzas, lo que yo quiera- soltó le mejilla de la chica y se fue haciendo para atrás- sólo quería decirte eso, y desearte lo mejor- le sonrió, una sonrisa fingida, armoniosa- Tetsu es un buen hombre, cuídalo- se dio la media vuelta y retiró el seguro de la puerta- mientras puedas...
And she said...
-Te ves muy bien- sonrió aquel que preparaba al novio.
Tetsu sólo se limitó a observarse en el espejo, vestido así... para entregarse al mismo diablo.
Se escuchó que alguien llamaba a la puerta, todos voltearon para ver y al abrir dejaron entrar al vocalista, con un cigarro en la boca y otro ramo de flores entre las manos.
-Vas a marchitar las flores con ese humo- le reprochó Tetsu. Hizo una seña para hacer que todos salieran de la habitación y les dejaran solos- pensé que no vendrías...
-Pues es verdad que no fui invitado, y aunque lo hubiera sido- respiró hondo- hubiera preferido llorar todo el día encerrado en mi habitación.
-Hyde...- tomó las flores que sostenía su amado y las aventó a un lado, así mismo como el cigarro que paseaba por sus labios. Podía ver aquella mirada de tristeza, esa misma que se había prometido jamás causar en ese ser, esa misma mirada que le destrozaba más que nada en el mundo- yo...
No pudo decir nada, el vocalista posó dos de sus dedos en sus labios.
-No digas nada Tetsuya, no vine a reprocharte nada, ni a tirarme a llorar en tus brazos y suplicarte que no te cases con ella- sonrió- aunque es exactamente lo que quiero hacer en este momento. Pero no me voy a permitir hacerlo.
Rodeo el cuello de su amante con sus brazos y se apegó lo más que pudo a él, con los ojos cerrados, deseando que el tiempo no transcurriera más. Tetsu le correspondió sin mencionar nada, sin hacer ni siquiera el esfuerzo de hacerlo; sujetó a su amado lo más fuerte que pudo, tan cerca de su cuerpo como infinidad de veces lo había hecho. Sólo así, ellos dos solamente, y el mundo se caía a pedazos a su alrededor.
-Sólo prométeme que esto no nos va a separar- el susurró de la voz que toda su vida había escuchado cantando hermosas notas de pasión.
-Te lo prometo- le sonrió, le separó un poco y besó sus labios, un corto beso, pero lleno de sus más sinceros sentimientos.
Sólo un momento y ya era hora de llegar a un final
Finale...
Cuando se dio cuenta que iba caminando por ese pasillo, cuando se dio cuenta que había aceptado el estar con esa chica para siempre, cuando se partió el pastel y todos bailaban, cuando la boda pasó en un abrir y cerrar de ojos...cuando eso pasó, se desmoronó por dentro y deseo no haber nacido para vivir eso, deseo haber dejado todo como lo había propuesto Hyde hacía años. Deseo tanto y no pudo contener el arrepentimiento que emanaba por sus venas.
Estuvo con esa chica y ya no pudo volver a pensar en nada más, su vida había tomado el giro que ellos habían querido, el giro que los contratos habían querido, y en su mente habitaba esa hermosa imagen, esos ojos risueños que podían llegar a espantarle, esa sonrisa divina que tantas veces había sido sólo para él; Hyde en su mente, habitaba de por vida.
Taste of Love
-Tetchan- escuchó la voz de Hyde como en un sueño- Tetchan...- abrió los ojos para fijarlos en los ojos del que dormía a su lado.
-Hyde- pudo sonreír al sentirse cerca de su amante- ¿Qué haces despierto?
-No puedo dormir- se enderezó en la cama, dejando ver su espalda descubierta, aquel tatuaje que había significado tanto para ambos.
A la luz de la luna, ante las estrellas que se filtraban por aquella alcoba en Paris. El contorno de su silueta resultaba de lo más sensual y hermosa.
-Eso es extraño- murmuró al momento de enderezarse también- generalmente te quedas profundamente dormido después de..
-Hacer el amor- sonrió Hyde al mirarle- pero ahora siento... que si me quedo dormido- llevó sus manos hasta su pecho- te voy a perder, siento que si me duermo... mañana no vas a estar a mi lado.
Cerró los ojos con dolor, mordió su labio inferior con fervor y comenzó a sollozar.
-Hyde...- le tomó entre sus brazos fuertemente mientras sentía las lágrimas de su amado- Hyde no llores, yo siempre voy a estar contigo...yo, yo te amo, y siempre quiero estar a tu lado. Se que cometí un error gravísimo al no haber huido contigo cuando me lo pediste, pero... pero...
El vocalista se aferró a aquel abrazo, llorando silenciosamente, acallando sus sollozos con gran dificultad, aferrándose al amor de su vida.
-Pero quiero estar contigo, no me importa nada. Ahora no me importa nada más.
Hyde se separó un poco, dejando ver las lágrimas que resbalaban por sus mejillas hasta caer por su cuello,
-Yo te amo Tetsuya, y no quiero dejarte ir, nunca- sintió como Tetsu le secaba las lágrimas- yo quiero tantas cosas... y soy un niño caprichudo y tú eres lo único que no puedo poseer completamente. Tu, que eres lo que más deseo...
La noche que inundaba la ciudad parisina, una noche con las estrellas más hermosas que jamás hubiera podido ver en otra ciudad. Una noche para quedarse abrazado de aquel que amaba con locura y con pasión desde hace tanto tiempo.
-No quiero dejarte ir...y ahora que te veo tan lejos de mi, sufro tanto. Y no quiero mantenerme alejado de ti hasta que L’Arc en Ciel se vuelva a juntar, no quiero
-No tienes porque... yo siempre voy a estar allí, se que estoy un poco alejado, pero no voy a dejar que nada nos separe en este mundo. Se que te duele, y a mi también me duele...
Se abrazaron en la penumbra de una habitación hasta el amanecer. Porque el tiempo no perdona y los errores pequeños de un pasado sin remordimientos se convierten en una cadena que te ata hasta la eternidad a una pesada loza de piedra.
Alone en la vida
¿Cuánto tiempo había pasado ya? Un año... si, había pasado un año desde que había visto como se le escapaba la vida, como caminaba su amado hacía la perdición con una mujer extraña a sus ojos, a su corazón.
Vamps había sido su refugio, su trabajo incansable y hacía días que no hablaba con Tetsu, le extrañaba de forma impresionante. Checaba su correo a diario y simplemente podía ver cadenas estúpidas y cartas pequeñas con mensajes ocultos.
-No necesito que me digas que me amas- cerraba la laptop frente a si mismo con molestia- necesito verte... necesito que me abraces y me digas que me amas al oído.
Se puso de pie en el pequeño departamento que alquilaba de vez en cuando para estar solo y componer tranquilamente. Avanzó hasta la habitación y miro con tristeza su cama vacía, justo como siempre se ponía en los largos descansos que ordenaba su líder.
Extrañaba su olor, su sudor, su piel contra la suya, esos labios que no dejaban de besarle a cada momento, extrañaba sus gritos y sus sonrisas de niño, extrañaba todo de él. Y aún así se martirizaba leyendo notas en periódicos y revistas, tonterías aquí y allá sobre el paradero de los dos enamorados.
En medio de su desolación escuchó su celular sonar, ese tono... era Tetsu. Corrió por todo el lugar buscando el bendito aparato.
-¡Ah, maldito celular! ¡¿Por qué te alejas de mi cuando es una llamada crucial?!
Movió las guitarras, tiró los cojines y tomó su celular entre sus manos.
-¿Si?
-¡Hyde!- escuchó esa melodiosa voz que no había escuchado en meses.
-¡Tetchan!- no pudo evitar sonreír ante la sorpresa.
-Sabes, te he escuchado últimamente y pues sabes lo que opino- se escuchaba feliz, Hyde sabía que del otro lado de la línea, su amante sonreía- Ayana salió de viaje algunos días y pensaba que podríamos pasar tiempo juntos.
-¿En serio?- no podía evitar guardarse el entusiasmo- Perfecto
-Se que necesitas más que palabras escritas por computadora para estar feliz, además de que últimamente no estas comiendo como se debe y te ves demacrado...
-Sabes que es tu culpa, ¿verdad Ogawa?- no paraba de sonreír- ven y cuídame, soy tu responsabilidad.
-Eso lo se, iré ahora mismo mi forbidden lover
Colgó el aparato sin poder dejar de sonreír, se tiró en el sillón de la sala y suspiró con euforia. Sabía que su amor no moriría tan fácilmente, sabía muy bien que aunque pasaran siglos y siglos, los dos seguirían juntos.
-Porque por eso te casaste conmigo- miró con ternura uno de los anillos que traía en su mano- ¿no es así Tetchan?
Forbidden Lover
Sólo porque te amo con locura y con pasión, y aunque pasen miles de males, siempre te amaré... Sólo porque siempre serás mi amante prohibido.