Prologo
Once Upon A Nightmare
El sonido de sus tacones contra los escalones de piedra resonaba en toda la torre, siendo el único sonido además de su respiración agitada; cosa curiosa considerando el caos que sucedía del otro lado de la pared de piedra.
Sintió un gran alivió cuando pudo ver la puerta de madera gastada y sin pensarlo dos veces la abrió. Tirito con el frió aire que se colaba del enorme ventanal de la habitación. Se detuvo por unos momentos mirando la ventana... el cielo ennegrecido con destellos verdes entre las nubes; el sonido de una tormenta pero sin lluvia.
Regresando de su estupor se apresuró hacia el ventanal y miro hacia abajo forzando su mirada para ver mejor entre la oscuridad. Sus ojos pasaban de un arbusto a otro del patio esperando con ansiedad. Pasó una mano por su extremadamente largo cabello.
Empezó a apretar el morral en su otra mano y se mordió el labio inferior. Vio algo moverse ente las sombras y su corazón saltó de alegría y angustia a la vez.
-¡Jakob!- Gritó con todas sus fuerza haciendo que las dos sombras que corrían por los patios se detuvieran y miraran hacia arriba.
-¡Hermana!- Exclamo el aludido con la alegría desbordándose de sus ojos grises. -¿Dónde..
-¡No hay tiempo!- Le interrumpió la chica y les lanzó el morral que tenía en la mano. -¡Deben irse!
-¿Qué?- Murmuró el chico con los ojos abiertos y llenos de desconcierto. -¡N-no pienso abandonarte, hermana!
La chica negó con la cabeza sintiendo las lagrimas formarse en sus ojos. -¡No hay otro modo! ¡Váyanse!
-¡Me rehusó a dejarte aquí!- No contuvo las lagrimas y desesperación.
-¡Por lo que mas quieras, Jakob!- Le gritó. -¡Solo huyan!- Miró a la otra persona. -¡Roja! ¡Llévatelo! ¡AHORA!
La chica de cabello castaño asintió firmemente y le colgó el morral al chico y le agarró la mano empezándolo a jalar hacia el bosque detrás del enorme castillo.
-¡No!- Luchaba inútilmente contra la chica por detenerse. -¡No podemos dejarla allí!
-¡No tenemos opción! ¡Tenemos que...
-¡CUIDADO!
Al gritó que dio la chica en la torre la castaña alzó la vista a tiempo para ver un destelló de luz verde que venía en su dirección. En un ágil movimiento los llevo a ella y al chico al suelo esquivándolo; haciendo que este chocara contra la torre.
Los ojos verdes de la castaña y los grises del chico vieron con terror como el destelló verde se enredaba alrededor de la torre conviviéndose en una enredadera y cubriendo todo el edificio incluyendo el ventanal en una gruesa enredadera de espinos tan grueso que ni la luz del sol podría atravesarlos.
-Maldita sea.- Mustió con furia y se levantó del suelo y jalando al chico empezó a correr. Pero esta vez Jakob no opuso resistencia.
Ambos corrieron por el bosque que parecía seco y se sentía un ambiente frió y sombrío. Dejando solo el sonido de amabas respiraciones y sus pisadas sobre el pasto seco y las ramas caídas.
Es imposible decir cuanto tiempo permanecieron corriendo pero se detuvieron en un claro para recuperar su aliento. La chica miró el cielo y luego al chico. Sintió su corazón encogerse al verlo arrodillado en el suelo viendo este con una mirada quebrada y perdida; pero no podía detenerse ahora... estaban tan cerca.
-Jakob...-
-¿Por qué?- La interrumpió sin mírala. -¿Por qué esta pasando todo esto? Yo... yo no... yo no entiendo.
-Jakob, yo...
Fue cortada por el agudo sonido de un aullido no muy lejos de ellos. La castaña se puso en posición de pelea y el chico se levanto y miró hacia el cielo.
-Mierda.- Masculló la chica. -Ya nos encontró, a este paso nos alcanzara.- Miró al chico que apenas y le superaba en tamañazo. -Jakob...
Tenia que tomar una decisión y lo hizo.
El chico la miró atentamente mientras ella se quitaba su caperuza tan roja como la sangre y se la colocaba al chico. -Quiero que corras.
-¿¡Q-Qué!?- Sus ojos se abrieron con desconcierto.
-¡Escúchame!- Le llamó con fuerza. -Yo lo distraeré, tú corre hasta el cementerio, conoces el camino y allí a la fuente. Por favor.
-P-pero...
-Por favor.- Le interrumpió y le colocó la capucha de la caperuza cubriendo el largo cabello negro del chico. Colocó sus manos sobre las pálidas mejillas del chico y le sonrió. -Tienes que huir... a un lugar donde estés a salvo. Por favor, Jake.
El chico solo bajo la mirada y asintió con fuerza.
La castaña lo abrazó y le dijo suavemente. -Te la encargo.- Pasó una mano por la prenda. -Te ayudara a escabullirte, recuérdalo.- Se separó del pelinegro y le sonrió. -Ve.
Dudó por varios momentos pero al final se dio la vuelta y echó a correr entre los árboles perdiéndose casi de inmediato entre el follaje.
No dejó de ver el puntó donde se perdió el pelinegro hasta que sintió una presencia a sus espaldas y una pisada en el pasto secó.
-Tardaste en llegar.- Se giró sobre sus talones para encarar a la enorme bestia con aspecto de lobo y enorme y salvaje sonrisa; de la cual escurría saliva en grandes cantidades.
Hizo una mueca y estiró una mano hacia un costado. Un destelló de energía hizo presencia y tomo forma de un serruchó que destelló en la escasa luz de luna. La castañaza la blandeó y la colocó frente a ella con agilidad.
-Lo siento, Lobo... pero por aquí no pasas.
El animal ensanchó su sonrisa y se colocó en posición de ataque.
-Pero que ojos tan grandes tienes, querida.- Sus voz sonaba rasposa, seca y con un extraño eco.
-Son para no perderte de vista.
Un aullido atravesó el bosque con ferocidad haciendo que Jakob se girar con el corazón en la garganta pero sin detenerse. Regresó su vista al frente y apresuró el paso sentía su corazón latir con fuerza.
Unos pasos mas adelante pudo ver la reja de metal que llevaba hacia el cementerio y no dudó en abrirla con fuerza y seguir corriendo. Sintió un escalofrió atravesar su cuerpo cuando cruzaba el lugar. Lapidas de piedra de varias formas y tamaños combinadas con el extraño clima daban un aspecto tétrico al lugar, más tétrico de lo normal.
Detuvo su andar cuando llegó a la fuente y la observó. Redonda con la escultura de un ángel de largo sosteniendo un cántaro del cual salía una cascada de agua. Toda la fuente estaba hecho del mas blanco mármol haciendo parecer que tenia brillo propio y las alas del ángel le rodeaban un poco el cuerpo dándole un aspecto mas misterioso combinado con su expresión relajada.
Observó la fuente por varios minutos sin saber que hacer.
-Chico...
Dio un brinco y miró en todas direcciones con miedo en sus facciones.
-Chico... aquí...
Tembló un poco y dio un paso hacia la fuente aun mirando en todas direcciones. ¿De donde venía esa voz?
-Chico... aquí... en la fuente.
Giró sobre sus talones y observó la figura del ángel y podía jurar que lo estaba observando. Dio un paso hacia atrás.
-No temas, chico... acércate.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente. -¿M-me... estas hablando?
-Por supuesto.
Abrió la boca pero ningún sonido escapo de ella.
-Soy el guardián de esta fuente, chico...- No supo que responder así que solo escuchó a la dulce voz. -Terribles cosas han pasado, es por eso que debes irte.
-¿I-Irme?- Repitió con desconcierto. -¿¡A donde!? ¡Ya no tengo hogar! ¡Ya no tengo nada!- Gritó con lagrimas en los ojos y cayendo de rodillas al suelo, pero no se permitió llorar.
-Lejos de aquí... muy lejos de aquí... a donde puedas estar seguro.
Agarró su cabeza con fuerza., podía escuchar la voz dejar eco en su cabeza y simplemente no quería oír mas.
-Al lugar de lo terreno. Al reino de lo mortal.
Alzó la vista con los aun con lagrimas sin derramar. -¿Re-Reino Mortal?- Un poderoso aullido atravesó el lugar haciéndolo temblar de pies a cabeza.
-No hay tiempo... entra en mis aguas...
-¿Qué?
-Entra en mis aguas.
El aullido se escuchó de nuevo y esta vez más cerca haciendo que se levantara de golpe y mirara el bosque con miedo. Su corazón acelerado le impedía pensar con claridad pero si podía entender que no se debía quedar en ese lugar por mucho tiempo.
Dio un paso hacia atrás y se tropezó con la fuente; cayendo al agua. Por un segundo pudo sentir el fondo de la fuente pero al instante siguiente sintió un vació y como si el agua lo jalara hacia el fondo se hundió en esta.
Observó la superficie del agua alejarse cada vez mas y como todo se volvía mas oscuro. Intentó regresar a la superficie pero no podía se seguía hundiendo cada vez mas hasta que ya no vio la superficie y se encontró flotando en una oscuridad total.
Observó en todas direcciones encontrando nada. Empezó a intentar moverse hacia... algún lugar; pero nada. El miedo y la desesperación empezaron a apoderarse de él.
-Tranquilo...
Se detuvo al escuchar aquella voz que esta vez parecía un murmullo muy distante proveniente de ninguna parte en especial. Un destelló azul llamó su atención y miró hacia abajo y pudo ver un destelló azul muy suave que se movía cual pez; después otro y otro mas.
Los destellos se movían por el lugar rodeándolo y subiendo como si fuera un banco de peces, observó como se movían en muchas direcciones a la vez que subían semejando un cielo estrellado y como poco a poco se perdían en la oscuridad.
Estiró la mano y abrió la boca para llamarlas y varias burbujas se escaparon de su boca y cuando se dio cuenta de lo que había echo se llevó la mano a la boca pero se dio cuenta... de que no se estaba ahogando, respiraba con completa normalidad.
Un golpe. Sintió un golpe de algo invisible moverlo y la presión a su alrededor empezó a aumentar de forma considerable y todo se empezó a sacudir. Abrió la boca para gritar pero solo burbujas salieron de ella. Una luz se apareció a sus pies, tan clara y brillante que lo cegaba y lo siguiente que sintió fue como era arrastrado hacia esa luz.
Cuando la presión desistido abrió los ojos y miró a su al rededor... Podría ver la superficie del agua y como una suave luz se fragmentaba sobre esta. El agua estaba tranquila y podía ver varias plantas cerca de él y tierra también.
Empezó a sentir la falta de aire en sus pulmones y se apresuró a la superficie y cuando salió tomó una gran bocanada de aire. Se mantuvo flotando y paso una mano por su cabello mojado para echarlo para atrás. Miró a su alrededor y descubrió que ya no estaba en la fuente.
Estaba en lo que parecía un diminuto estanque rodeado de un enorme y alto tronco hueco y la luz que veía era una brecha un poco grande en el tronco, a la altura del suelo. Salió del estanque sosteniéndose del agujero en el tronco y con algo de trabajo logro salir.
Calló sobre un suelo cubierto de pasto verde y se arrastro un poco hasta tirarse boca arriba en el suelo. Se dio cuenta de que debía estar en un bosque por los enormes árboles que daban sobre del sol.
Alzó un poco la cabeza y noto que de donde había salido era efectivamente un enrome árbol y que el agujero del que había salido parecía la madriguera de un conejo o algo parecido.
Se incorporo y observó el árbol y noto que era diferente a los demás. Tenia flores de un tono azul y lila muy hermosos. Una jacaranda, según sabía. Miró a su alrededor y, si, efectivamente se encontraba en un bosque.
Se acercó al árbol y se acurrucó junto a él. Acercó sus piernas a su pecho y las rodeó con sus brazos; para después enterrar su cara en sus rodillas.
Esta vez no pudo contener las lágrimas ni el llanto y no se molesto en contenerlas. ¿Dónde demonios estaba?
Tenia miedo, mucho miedo. ¿Cómo había empezado todo esto? Solo sabia que era su cumpleaños y que estaba con su familia... sus papás, sus hermanas... estaban celebrando y después... oscuridad, caos, gritos... ¿Qué había sucedió?
TBC