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Hot Car por Deathrider

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Notas del capitulo:

 

 

 

  -Phoenix deja de temblar, ¿Acaso te doy miedo?-. Su voz estaba ronca, y me hizo sentir un hormigueo en el vientre. Mientras me decía esto, sus manos se fueron deslizando hasta mi chaqueta, desabotonándola lentamente.- ¿Prefieres que me detenga ahora?

Me mordí el labio y me deshice de la chaqueta lo más rápido que pude.

-Lo último que quiero es que te detengas Miles…-. Una vez dicho esto, el se abalanzó ferozmente contra mi cuello, mientras desabrochaba mi camisa, pudiendo así acariciar mi torso. Sus manos eran muy suaves, y recorrían delicadamente mi piel, sin dejar ni un rincón por explorar. Ante esta acción no pude reprimir un gemido ahogado. Edgeworth simplemente sonrió complacido y se dirigió hasta mi cinturón, que desabrochó juntamente con mis pantalones azules, dejando al descubierto mi vergonzosa e inminente erección.

-Y-yo… perdón-. Bajé la vista avergonzado, haciendo amago de cubrir mis intimidades.

Edgeworth me apartó las manos, sosteniéndolas a cada lado de mi cabeza.

-No tienes por qué avergonzarte idiota, eres demasiado inocente, ¿No crees que es normal que tu cuerpo reaccione así ante mis provocaciones?-.Volvió a besarme, esta vez muy suave y lentamente, mordisqueando mi labio inferior. Me liberó de su agarre para dirigir sus manos hacia mi miembro, acariciándolo sobre el bóxer.

-Para… no…Ed…

-cállate Phoenix, me dices que no peor mira cómo estás ya…-. Mientras decía esto, bajó mi ropa interior, dejando mi hombría al descubierto, acariciándola de arriba abajo mientras me miraba fijamente.

-Alguien podría vernos y…

-¿Y que pasaría entonces?-. Seguía mirándome con aquella sonrisa pícara, mientras con la otra mano desabotonaba su pantalón, haciendo su erección notable a través de su ropa interior.

-Entonces…-. Tragué saliva.- Estas completamente loco.

Le agarré por el cuello y lo atraje hasta poder besarlo, mientras con mi mano, busqué hasta poder deslizarla bajo su ropa interior. Edgeworth gimió, pero quedo silenciado por el beso, mientras su mano subía y bajaba cada vez más deprisa por mi miembro.

-E-Edge… voy a…

-¡Espera!

Paró en seco y yo proteste enérgicamente.

-Ten paciencia, lo mejor está por llegar.- Me sonrió y se sentó sobre mis caderas.- Nunca he hecho esto, así que sé paciente.

Miles se llevó tres dedos a la boca y los lamió insistentemente mientras me miraba de reojo, yo, con la respiración entrecortada lo miraba fijamente, sin saber qué hacer, si esperar a que el hiciera algo o hacer algo yo. Sacó los dedos de su boca y comenzó a introducir uno, inclinando las caderas hacia delante para que yo pudiera observar que era exactamente lo que hacía. Movía el dedo dentro y fuera, en círculos, y mientras lo hacía dejaba ir pequeños gemidos. Una vez hubo introducido el tercer dedo me miró con ojos de cordero degollado.

-Wright… no aguanto más, te necesito…

En aquél momento me faltó poco para sufrir una hemorragia nasal a el más puro estilo masacre, pero mi deseo por poseer a Miles era aún mayor que esa probabilidad.

-Yo tampoco aguanto más… aunque…

Le miré a los ojos, estaba confundido, me avergonzaba admitirlo, pero yo era virgen, y no tenía ni idea de lo que debía hacer.

-No te preocupes…

Le cogí por las caderas, y el se posicionó de manera que me fuera más fácil penetrarle. Dirigí mi palpitante erección a su entrada, y el comenzó a sentarse lentamente sobre esta.

-Ugh…

-¿Estás bien Miles?

-Duele más de lo que me esperaba, pero puedo soportarlo.

Continuó bajando, ya casi entraba entera.

-Phoenix… no puedo…

Edgeworth respirad agitadamente y tenia los dientes apretados.

-tranquilo, ya casi está…-. Besé su frente y le empujé lenta pero firmemente hacia abajo sujetándolo por las caderas. Gemí al sentir mi miembro oprimido por esa cavidad suave y caliente .

-Oh dios…

-Nh…

Le besé, y pasé mis brazos por su espalda, para abrazarle.

-¿puedo… moverme?

Asintió, mientras apoyaba su cabeza en mi hombro. Le sujeté por las caderas y comencé a penetrarle suave y dulcemente, intentando no hacerle daño.

-Ah…Phoenix… Duele…

-Lo siento… pero creo que podría morir de felicidad ahora mismo.

-Idiota-.Me miró fijamente, después se dirigió a mi cuello y lo mordisqueó suavemente, no pude reprimir unos pequeños gemidos. Comencé a moverme más rápido, llegando más profundo, enloqueciéndolo de placer.

Agarré su miembro y comencé a masturbarlo, quería hacerle sentir tan bien como me estaba sintiendo yo o más, en respuesta a eso, él me empujó hacia atrás, haciendo que quedara completamente tumbado sobre el asiento del coche.

-¿tan agradable es… estar dentro de mí..?.- Apartó la mirada tímidamente, pero sin dejar de moverse.

Yo solté una risilla y lo agarré por las nalgas, moviéndome a un ritmo frenético.

-¿Me sientes…? ¿No es genial cuando puedes hacerlo con la persona que te gusta?

-¡W-Wright! No puedo… me voy… me voy a…

-¿Y cuál es el problema? Córrete Miles.

Edgeworth arqueó  la espalda hacia atrás, dejando salir un profundo gemido de su garganta, mientras mi pecho quedaba impregnado por sus fluidos.

-De repente esta… tan estrecho… ¡Miles!-.Mi pene estaba siendo oprimido de manera que yo ya no pude aguantar ni un segundo más y me corrí dentro de él. Me dejé caer hacia atrás, intentando recuperar el aliento, mientras Edgeworth se recostaba sobre mi pecho, respirando agitadamente también.

Ambos levantamos la vista y nos miramos, seguidamente rompimos a reír como idiotas, no hacía falta decir nada, nuestros cuerpos habían expresado todo lo que las palabras, tan siempre sobrevaloradas habían sido capaces de transmitir todos estos años. Enlacé mi mano con la suya mientras miraba al techo.

-¿Por cuánto tiempo hemos estado conteniéndonos?-. Era una pregunta lanzada al aire, aunque realmente esperaba una respuesta de él.

-Más tiempo del que me habría gustado.

 

No dijimos nada más, tampoco lo creímos necesario, simplemente me limité a abrazarle deseando que el momento nunca acabase. Poco después y muy a pesar mutuo nos vestimos ya decentamos un poco, Edgeworth puso el coche en marcha.

-¿Qué haces?

-¿No es obvio? Vamos a celebrar mi absolución ¿No?

Me quedé mirándole fijamente y sonreí de corazón. El coche salió del parking, para conducirnos al restaurante donde los demás debían estar esperando mi regreso.

-¿No estarías interesado en contratar mis servicios permanentemente Miles?

-¿Por qué no? Los abogados novatos pueden llegar a tener una gran calidad en su servicio…

Egeworth apoyó su mano en mi rodilla mientras seguía conduciendo, yo le miré y sonreí complacido, pro una vez, se podía decir que la defensa y la acusación estaban completamente de acuerdo.

Notas finales: gracias por leer

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