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Sweet dreams before Halloween por Yoru Eiri

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Notas del fanfic:

Ah pues, yo se que me odian por dejar todo a medias, pero es que tenía que subir este, realmente me gustó mucho y lo disfruté, así que amenlo.

Notas del capitulo: Espero y lo disfruten, perdonen mi obseción

Escoria nacida del miedo que radicaba en sus inocentes ojos, basura del abismo más negro que hubiese cerca y un amor pasional que irradiaba en la calidez de sus saludos; eso no podía ser una persona, esa no podía ser lo que era, no podía, ¡No podía!

 

Un mundo podrido, nacido de la oscuridad de los corazones, del más malvado de los espectros del mundo humano, y podía mantenerse de pie un mundo lúgubre, lleno de miedos y aspiraciones a nada.

 

Suspirar, ¿Qué mas podía hacer? Tener miedo de aquel que les brindaba la dichosa oscuridad y temblar su horror al sentirse deshilado en los ahogos de los gritos en aquella ciudad donde lo único que alumbraba siempre, era la Luna.

 

Una ciudad maldita, ¿qué más podía ser? Personas tan malvadas, sonrientes ante las desgracias del mundo, felices cuando veían aquella rama caer. Y él sólo podía suspirar.

 

Halloween, le habían llamado, y el mayor escándalo que podían crear era aquella noche de luna llena en Octubre. La ciudad de Halloween, sin aspiraciones a nada, con la más macabra presencia del terror y el horror.

 

Y el que se deshilaba a cada instante que respiraba las sucias intenciones de los demás, el que suspiraba, el que había sido condenado a vivir en aquella ciudad por haber muerto de amor.

 

“La única forma de llegar a ciudad Halloween es muriendo con malas intenciones. Y la única forma de salir, es haciendo la mejor travesura en día de Halloween en el mundo mortal”

 

La noche de la luna llena había llegado a su fin, y si bien era sabido, el rey, el más aclamado, el más malvado, era quien decía la mejor travesura y le daba la libertad a aquella alma en pena.

 

-¡Saludos mis escalofriantes espectros!- lo decía él, el único que podía seguir siendo el rey del lugar aterrador al que llamaba su hogar- la mejor travesura se ha hecho...

 

Y seguía de allí un largo discurso, un discurso que le dolía a sus oídos.

 

Llevaba más de siglos en aquella ciudad, y nunca se atrevería a querer salir. Había muerto de amor al caer de un edificio por un amor. Si bien había sido un accidente, pero estaba condenado a seguir en ciudad Halloween por el resto de sus días. Y todos los que allí habitaban, no eran personas, eran monstruos, eran cadáveres vivientes, que aparecían en aquella ciudad según las condiciones en las que habían muerto.

 

Ya no era una persona; al caer del edificio, en su vida mortal, se había desmembrado las extremidades de su cuerpo, y ahora que lo recordaba, le dolía tanto. Cuando entró en ciudad Halloween tenía la apariencia humana, pero algo había cambiado, las cicatrices de la caída estaban allí, pero se veían tan frágiles, como si se fueran a descoser... y sus ojos se volvieron como platos cuando pudo ver que efectivamente se podía descoser...

 

Lloro tanto, y ahora sólo cargaba siempre con sus hilos y agujas en una canasta, sólo por si acaso les llegaba a necesitar. Su cuerpo, lleno de cicatrices que podían romperle; su vida no era más que una repetición cruel de lo que había sido su amor.

 

-Hyde- escuchó mencionar su nombre de labios de alguna bruja.

 

Una bruja, ¡cuanta novedad! Eran las que más abundaban.

 

-Mande- Hyde la miró, con su habitual canasta y aquellos harapos que usaba por siempre para toda la eternidad.

 

-¿No es escalofriante?- La vil mujer se acercó lo más que pudo con una sonrisa burlona- El rey de la ciudad anunciando quien se librará de la diversión eterna.

 

La bruja se burlaba, todas aquellas brujas que habitaban la ciudad de Halloween habían muerto por líos amorosos, así se sabía que la mayoría de ellas eran mujeres. Los payasos, hombres que jugaban con mujeres, estafadores y pedófilos. Los vampiros eran aquellos parásitos que dependían de los demás. Y así sucesivamente se iban uniendo los seres monstruosos que adoraban la exaltación de la noche.

 

-Lo es- Hyde le respondía con desgano, tratando de ocultar sus ganas por salir de la ciudad.

 

La ciudad estaba rodeada de espesa niebla, y todo aquel que salía, era condenado por la corte divina, por eso para unos, era mejor quedarse por siempre en Halloween. El hacer la mejor travesura en noche de brujas significaba el derecho de salir de aquel lugar, pero casi nadie quería hacerlo...

 

-¡La mejor travesura se ha anunciado!- gritaba en medio de la plaza del pueblo, el único que podía hacerlo- Ahora podrá irse, y podrán comenzar a preparar sus travesuras para el próximo año- terminaba con una enorme sonrisa macabra que podía lucir sus más oscuras intenciones sin revelar nada más sobre su personalidad enigmática.

 

Se escuchaba una ovación general y todos comenzaban a aplaudir a aquel que había realizado la travesura, aquel que ahora podía irse, más allá de la niebla.

 

-¿No es hermoso?- la bruja que seguía zumbando en sus oídos- Es tan guapo y galán, y es fabuloso en la cama.

 

-¿Ah si?- él le miró con una mueca de asco- no me interesa saber eso.

 

-Por supuesto que no- ella se llevó una mano a la boca- si te abrazara, te rompería, si te besara, te rompería, cualquier cosa que él quisiese hacer contigo, ¡te rompería!- estalló en risas y se retiró del lugar, segura de no querer preparar una travesura perfecta, pero quizá, sacarle un gran susto a algún hombre.

 

Hyde sintió todo lo que sentía cada día de su vida en aquel lugar sin escape, donde nunca se vería más allá de una espesa niebla que mostraba la luna. No podía más que suspirar, mientras se daba cuenta de que todos desaparecían, listos para preparar todo un año, lo que sería el Halloween que se avecinaba

 

Las voces de júbilo que podía escuchar, y le llegaba a la mente, aquella voz que le había provocado la muerte tan vil. Cerró los ojos y caminó directo al lugar donde descansaba, o simulaba que descansaba, puesto que sólo llegaban pesadillas a su mente.

 

“Donde el llanto es eterno y el placer del dolos jamás terminará”

 

En su camino largo hacia la vida...

 

-La mejor travesura- podía suspirar en sus labios- es realmente una idiotez- las palabras del único rey, el primero que apareció en aquel lugar, aquella persona que podía esconder todo lo que era, el único que sonreía malévolamente.

 

Caminó alrededor de la plaza, galante, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón rayado. Con un moño enorme y negro en el cuello adornando su traje de frac. Sus pasos largos a través del pueblo pequeño y su cabello ondulando con el viento moribundo.

 

-Maravilloso- la misma bruja que había hecho su aparición- ¿No lo crees así, Tetsuya?

 

El de traje de frac puso sonreír de lado, tragando su verdadera opinión, sólo para satisfacer a la dama que satisfacía su vista.

 

-Morbosamente espeluznante, señorita- sonrió como sólo él podía hacerlo.

 

Seduciendo hasta la muerte, y muriendo lentamente en ella. El destino que estaba plasmado en los corazones de los que ya no eran mortales, y el deseo de sufrimiento que pedían sus almas en la oscuridad de Halloween.

Notas finales:

Espero sus comentarios

 

atte: Vianka


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