Lluvia. Qué bonito, ¿No?
Una débil marca se forma bajo mi nariz, por el cristal distingo que es: ¿Una sonrisa?
¿Hace cuanto que no sonreía?
¿Por qué tengo que sonreír justo ahora?
¿Cuándo todo acabó?
Sólo dos días...
Dos días... ¿Por qué?
Je, no me voy a poner a pensar en razones ahora... es estúpido...
Como fue estúpido haberte engañado...
Haberte "usado"...
Haberte querido tanto...
¡Idiota por no saberlo antes!
Hace cinco meses que no veía esa sonrisa en mis labios, y justo en este momento se le ocurre aparecer...
-Te extraño tanto chibi-chan...- soltaron mis labios como un leve suspiro, apoyado en el cristal del ventanal del que era nuestro departamento...
Irónico, ¿No?
¿Por qué no pude ser así de sincero contigo cuando estabas aquí?
¿Por qué no pude expresarte todo lo que sentía?
¿Por qué diablos no te detuve?
¡¿Por qué mierda me lamento ahora?!
¡Ahora que todo acabó!
¡Ahora que ya no hay tiempo de arrepentimiento!
¡Ahora que no podrás mandarme al diablo como solías hacerlo!
Eras tan masoquista Takanori...
Siempre te lo dije...
Siempre lo afirmaste...
"Porque te amo..."
Idiota tú...
E idiota yo...
Ambos no hacemos uno... somos un par de idiotas que se amaron en algún momento...
Uno de esos idiotas falló... y pago consecuencias...
Idiota que irónicamente: Soy yo.
•·.·´¯`·.·•
-¡Reita! ¡Akira!- chillaba asustado el menor, pero por sobre todo más alto, zamarreando fuertemente al susodicho que no había parado de llorar apoyado en el empañado cristal- ¡Reita reacciona! ¡Por favor!- lloraba al ver que el rubio perdía su mirada en algún punto recóndito del piso, llorando pero aún así con una sonrisa en los labios. Los espasmos le hacían saber al preocupado castaño que el rubio seguía vivo, sino, nadie lo creería. Pronto una débil carcajada azotó su garganta, ahogándolo mientras seguía riendo y llorando- Akira...- murmuró preocupado.
-Le hice mucho daño Shima...- musitó dificultosamente, aún sin parar de reír- P-Pero... el siempre estaba...d-dispuesto a perdonarme... imbécil de él...- lloró sonriendo ampliamente, dejó de mirar a su amigo para fijar su vista a algún lugar del paisaje que se apreciaba desde el balcón de su departamento- E-Era tan masoquista...- susurró dolido, recordando- S-Siempre quiso saber... saber...- la voz se le cortó y siguió llorando, la risa se había esfumado y sólo se veía su triste semblante, el castaño sólo se mordió el labio inferior- Saber con quién... yo...- miró nuevamente a su mejor amigo y hasta hace poco amante, sonrió débilmente- Él nunca lo dijo pero... él sabía que eras tú Shima...- murmuró bajando la mirada.
-Ruki me odiaba...- musitó triste.
-No... él no te odiaba, muchas veces me lo dijo... él se odiaba por ser masoquista... por seguirme y no mirar otros caminos... él quería...- aquellos espasmos volvieron, siguió llorando aún sin poder controlarse. El castaño sólo le levantó la vista con las lágrimas contorneando su rostro- él quería que yo...- cerró los puños, haciendo sonar sus nudillos. Shima lo observó preocupado por unos momentos cuando recibió el inesperado y desesperado beso de su mejor amigo, cerró los ojos correspondiéndole- Que yo le dijera que lo amaba...- concluyó al fin.
-Yo te amo Reita...- susurró contra sus labios volviendo a besarlo- Por eso... siempre... estuve contigo...-
-¡Yo amo a Takanori!- chilló volviendo a caer en su amargo llanto, no se entendía, no podía entenderse. Y volver a ver a su mejor amigo sufrir nuevamente por su culpa le estaba destrozando el corazón.
-No... n-no te preocupes por mí Akichan... y-yo entiendo...- susurró.
-¡No quiero que me entiendas!- se agarró los cabellos, tironeándoselos histérico- ¡Quiero que me odies! ¡Quiero sufrir por favor! Q-Quiero que Ruki se dé cuenta que si lo quiero, que sí sufro por su partida... q-que soy capaz de amarlo... que lo amo...- golpeó el ventanal con tan poca fuerza que sólo vibró unos segundos. Abrazó sus piernas siendo acurrucado por el menor.
-Por más que quiera no puedo odiarte Akichan... y-yo te amo...
-Quisiera saber qué es lo que piensa Ruki de mí ahora... soy el único imbécil culpable de su muerte...
-¡No digas esas cosas!- le golpeó frustrado, haciendo que la rubia cabeza del mayor golpeara el ventanal- ¡Tú no tienes la culpa!- chilló.
-Si no fuera porque...
-¡¡Cállate!! ¡¿Puedes siquiera pensar en los demás?! ¡En los que estás haciendo sufrir por estar aquí encerrado! S-Sin comer, s-sin dormir, ¡Por Dios Akira! S-Sólo... ¡¡mírate!!- se levantó del suelo tirando todo lo que se hallaba reposado en la cómoda frente a la cama. Más allá cerca de la puerta se tiró de bruces al suelo a llorar, bajo la atenta mirada del sin nariz. Preocupado y sin fuerzas se acercó a rastas dónde su amante, besándole tiernamente.
-Shh... Quédate esta noche conmigo, ¿Sí?- dijo calmadamente secándose las lágrimas que caían libremente por el contorno de su cara, el castaño sólo asintió limpiándose el rostro. Ambos se acostaron en la enorme cama matrimonial.
•·.·´¯`·.·•
Lo siento...
Siento todo lo que les he hecho pasar chicos...
Siento lo que los hice sufrir...
Es por eso...
Qué les dedico mis más sinceras disculpas y una carta de Adiós...
Ya no puedo seguir...
Sin Takachan...
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-¡¡¡REITAAA!!