I
Al principio, se sintió muy importante y poderoso, aun cuando en sus manos tenia una misión que resultaba imposible comprender en su todavía inmadura consciencia…que podría hacer un chico de 16 años con un cloth dorado?...y que protección podía darle a una diosa que resulta ser infinitamente mas poderosa que el?
-Dohko!!- un jovencito se acercaba a su nueva casa de Libra (nueva para el, pero antiquísima como el resto del Santuario) no atino a divisar bien de quien se trataba, subía corriendo…o eso creyó ver por la velocidad con que avanzaba, por las escalinatas aquel muchacho rubio y extraño, sin cejas y muy serio y correcto.
- Dohko!, vengo a presentar mis respetos, soy el nuevo guardián de la casa de Aries, Shion de Jamir- su condiscípulo se inclino afablemente.
Interrumpida su meditación, observo a aquel chico, antiguo compañero de entrenamientos en el Santuario, con quien había practicado siendo niños antes que su maestro lo llevara a China…le veía algo diferente pero no supo deducir a.
- ah!, Shion…por fin conseguiste un cloth, pensaba que habías vuelto a tu tierra junto a tu maestro, hace muchos años que no tenia noticias de ti, te ves bien camarada!...-
-…-
-pues te felicito, y eres bienvenido a la casa de Libra cuando quieras- Dohko sonrió y le extendió su mano, que Shion quedo mirando seriamente.
- Pues no…mi maestro regreso solo y yo decidí competir por el cloth aun ante el temor de morir en combate- le respondió este sin ninguna muestra de haberle prestado atención a la bienvenida de Dohko.
-…-, Dohko se quedo perplejo, no había notado las magulladuras y cicatrices en el rostro y cuerpo del nuevo santo de Aries…que resultaban ser las diferencias que noto en Shion al llegar a su lado.
-Estas herido!...- reacciono con preocupación
-No es nada de importancia, gracias por tu interés- le respondió Shion apartándose un poco con recelo.
- sígueme, te curare esas heridas…se ven feas- le dijo en tono amable, dándole la espalda y entrando en su casa, Shion no se movió.
-vamos, no temas…recuerda que somos compañeros de armas desde ahora!- le dijo su compañero con una sonrisa en los labios al notar que se quedaba parado en el mismo lugar.
-mmm…no puedo…tengo que volver a mi casa…-se excuso el santo de Aries, esquivo.
- entonces iré contigo! Deja que busque unas cosas y regreso- Dohko corrió hacia su casa pensando que el chico ese no era tan raro sino un poco serio y quizas tímido, sin embargo muy responsable.
- bien, vamos!- al momento salio con una caja de madera pequeña y unas botellas misteriosas, Shion miro las botellas con desconfianza pero no dijo nada, a lo que Dohko volvió a sonreír con cierta picardía.
Bajaron las infinitas escaleras y presentaban sus respetos a los guardianes presentes: Asmita de Virgo no respondió como era de esperarlo, la casa de Leo aun se encontraba sin dueño, y en Cáncer encontraron a Manigoldo dormitando sentado en el suelo con la espalda apoyada en una columna, que no respondió, luego atravesaron Géminis también vacía, pero al llegar a la casa de Tauro se encontraron con una sorpresa.
-JAJAJAJAJA!!! Así que ustedes dos, pequeños, son los nuevos guardianes de Aries y Libra? - un hombre gigantesco y de rostro amable les tomo por los hombros conduciéndolos a través de su casa.
-Aldebaran! Que tal como estas…oye, de verdad quieres que te llamemos así?-
- si, si Dohko, quiero ser la estrella mas brillante de esta constelación!...ah!! Por cierto tu amiguito de Aries paso recién por aquí, y ahora vuelve tan rápido…mmm…acaso no lo dejaste pasar por tu casa, joven guardián de Libra?-
-jajaja! No, es que vengo a curarle las heridas, parece que su batalla por el cloth fue reciente, no es así Shion?- respondió Dohko divertido, el animo del bondadoso Aldebarán le resultó contagioso.
- si…-
-Ya se, ya se…- el gran guardián de Tauro sonreía divertido -yo mismo vi la impresionante pelea que dio, eres muy fuerte para ser tan pequeño Aries! Jajaja!- Aldebarán poso su inmensa mano en la cabeza de Shion y le sonrió con confianza
-vayan, vayan, que siempre serán bienvenidos a mi casa camaradas- Aldebarán los acompaño hasta la entrada de la casa de Tauro y saludaba con la mano en alto.
- gracias! Eres muy amable Aldebarán de Tauro!. pronto volveré!!- le responde Dohko mientras descendían hasta la casa de Aries. En el trayecto pudo notar que Shion no solo se mantuvo muy callado, sino que cada vez palidecía más a causa de las hemorragias, que lo debilitaron.
- ya estamos llegando Shion, resiste un poco más…- se animo a decirle en un momento, pero se sorprendió al ver la actitud del mismo, al oír sus palabras, quien levanto la cabeza instantáneamente y lo miro con una expresión tal que si hubiese descubierto un secreto inconfesable
Aun tenía algunas manchas de sangre en el rostro y su piel resultaba casi translucida, se veía muy débil realmente.
-De que hablas?...me siento perfectamente, solo tengo rasguños que duelen y temo se infecten…pero eso no es nada- respondió esquivo y sin mirarlo, murmurando.
-vamos Shion, estas tan blanco como un papel y sudas, probablemente estés afiebrado también. Confía en mi, no te voy a hacer daño, somos compañeros-
El trayecto resultaba largo, pero al ser en terreno de bajada no les resulto tan pesado, aunque Shion se sintiera un poco débil y agotado, pensaba que ese Dohko fue muy amable al querer acompañarlo dejando su casa abandonada. Al fin y al cabo se decidió a que el le ofrecería las disculpas al Patriarca si descubría a Dohko fuera de su sitio…es lo menos que podía hacer.
Retomo el camino detrás de él; parecía que había comprendido su error y susurró un - “lo siento”- , Dohko sonrió sin darse vuelta.
- este chico Aries tiene algo…- se dijo a si mismo.
II
-bien, llegamos, ahora desvístete!-
QUEEEE?!- la orden de Dohko tomo por sorpresa a Shion y lo incomodo un poco.
-si, desvístete para que pueda curar tus heridas- le respondió resueltamente.
- ¿ESTAS LOCO??...no lo haré, esto es vergonzoso…Dohko…no me obligues…-
Shion estaba un poco indeciso, no le gustaba eso de desnudarse frente a extraños, no lo había hecho antes, mas aun si tenia heridas y le costaba hacerlo ahora, con un muchacho de su edad mirándolo…sin embargo Dohko tenia razón, si no lo hacia no podría curarle.
-Shion, a que le temes? Solo estamos nosotros dos, tienes que ser razonable….estas muy herido y no te dejare así!!-
- A-antes d-dime que es eso que tienes en la caja…- el rostro desconfiado de Shion, le resulto divertido y abriendo la caja de madera, Dohko le enseño el interior de la misma.
-Si tanto quieres saber…solo hay vendajes, y algunas tenacillas para lo que fuese necesario, ves? Estas son agujas para los cortes y el hilo cuando sea necesario suturar-
Una vez convencido, Shion se quito las prendas de vestir sucias y ensangrentadas mostrando un cuerpo más pequeño y esmirriado del que Dohko creía; pero joven y fuerte, cubierto de pequeñas lesiones y raspones que sangraban.
-Creo que es necesario que te limpies la sangre- le sugirió y para su sorpresa un ánfora con agua bailo delante su rostro, apareciendo de la nada.
-Que rayos?!!- es lo único que atino a decir, con una semi sonrisa en los labios, mas sorprendido que asustado.
- tengo poderes telekineticos…es propio de mi raza- Shion se sentó en el suelo y rasgando el paño con el que se había cubierto al verse desnudo, comenzó a limpiar las heridas.
- Mi maestro Hakurei aun tiene que quedarse en Jamir para proteger a nuestro pueblo, pero me entreno para servir a Athena ya que desde la era del mito tuvo guardianes de mi tierra…dentro de la orden-
-ahhh… por eso son las marcas en tu frente, - Dohko rasgo también del paño un trozo y pasándole el lienzo mojado por la espalda terriblemente herida percibió un estremecimiento leve en Shion.
- te duele?...espera…ahora te pondré un remedio que prepare con hierbas, quizás te arda un poco pero te aseguro que resultan efectivas en las heridas-
-Ay!...si…duele- Shion se estremecía y encorvaba la espalda al contacto con el liquido en sus lesiones abiertas.
- ja! Veras que rápido sanan esas heridas…ten paciencia…ahora necesito que te recuestes para ver tus piernas si?-
Ayudándole a ponerse de pie, Dohko guió a Shion hasta la cama y lo acostó de espaldas, comenzaba a notar una desmejora en su rostro, observó que el dolor y el cansancio estaban haciendo estragos en su cuerpo.
- Bien, solo duerme, que yo veré tus heridas …tienes hematomas, y probablemente te hayas quebrado un par de costillas además de un esguince en el pie que ya logre vendártelo para que sane; pero no perdiste mucha sangre, asi que estarás bien mañana, y para asegurarme, me quedare contigo esta noche entendido?-
Dohko estaba serio, mas en su rostro se adivinaba cierta esperanza que alivio a Shion adormecido por el silencio y el repentino cansancio que apareció al verlo allí tendido.
- no...es…necesario, vete…tie…nes…u…na…casa que…prote…ger…ve a tu casa…Doh…ko-
Shion intento articular algunas excusas, pero cayo profundamente dormido al instante.
-estoy aquí para velar por ti, camarada- le dijo en susurros Dohko amoldándose al piso de piedra fria e incomoda y apoyando su cabeza en el filo de la tosca cama también pétrea, antes de dormitar.
Pasaron alrededor de 2 horas cuando algo lo despertó, era un sonido débil; intentó ver en la penumbra a Shion que se agitaba incomodo y gimiendo en su cama, rápidamente acudió Dohko y acercando la mano a la frente para tomarle la temperatura, se preocupo al ver que estaba muy alta. Humedeció un paño en agua fría y lo poso en la frente de Shion con ademán suave pero firme, para refrescar el ardiente cuerpo de su compañero
- pronto pasara, son los anticuerpos que se intentan defender- le susurro al oído al semiconsciente Shion. Se vio en el trabajo de mantenerlo fresco el mayor tiempo posible mientras su compañero revolvía la cama y susurraba delirando.
a las 2 o 3 horas la fiebre bajo sumiendo al muchacho en un sueño tranquilo hasta el alba.
- Buenos días!-
Shion abrió sus ojos, desconcertado, sin saber donde se encontraba y miro alrededor un poco aturdido hasta que reparo en Dohko arrodillado a su lado con una bandeja en sus manos.
-…donde…estoy?- alcanzo a preguntarle antes que su compañero le llenara la boca con una cucharada de una espesa avena tibia.
- Come tu desayuno y luego hablamos! Estas muy frágil y no quiero pasar otra noche mas durmiendo en el piso!-
Dohko estaba de muy buen humor, se sentía aliviado de que su amigo hubiese pasado la noche, porque en realidad eso fue lo mas peligroso…la noche, si la fiebre subía podía haber muerto, pero decidió no decírselo y esperar a que el mismo se diera cuenta. Lo miraba sonriente cuando le entrego el recipiente de avena con la amenaza de comer porque sino se las vería con el.
-…entonces…de verdad estuviste toda la noche al pie de mi cama?- le pregunto Shion un tanto avergonzado y un poco sorprendido.
- por supuesto! Para eso estamos los amigos…bueno si quieres serlo… -
Dohko sonrió animosamente, actitud que desconcertó a Shion por a la primera vez que alguien se dirigía a el en términos de amistad, y devolvió la sonrisa vencido por la espontaneidad y alegría de su camarada.
- entonces te debo una disculpa por haberte tratado tan mal ayer…y si seremos amigos debes aceptarla-
-…eh?...ah, por supuesto! Que bien que te sientas mejor y ahora…es hora de vestirte-
No se había percatado Shion de su desnudez y se volvió a cubrir con las mantas de su cama, murmuro una disculpa y termino su avena antes de vestir las prendas que Dohko dejara dobladas al lado suyo.
- te espero en la casa de Libra, no tardes!- le dijo Dohko mientras corría escaleras arriba hacia su morada, y lejos como un eco escucho Shion una risa apagada que probablemente fuese Aldebarán anticipando la llegada de Dohko a la casa de Tauro.
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