Y allí me encontraba, bebiendo mi propia sangre que ahora no tenía el mismo sabor metálico que tanto me gusta, sin duda lo que quería no era mi sangre, sino sufrimiento.
Hasta ahí entendía la situación, porqué es fácil entenderla, ¿o no?, desde mi punto de vista lo único que deseaba era poder matar con mis propias manos cualquier ser que tuviese ese líquido espeso y delicioso, poder cortar en pedacitos cada pequeña fracción de su cuerpo, y esas pequeñas piezas de rompecabezas usarlas para unir su piel de nuevo, reestructurando el daño, y ver si era posible que esto funcionara.
Porque, la vida es un experimento, un experimento mordaz que solo necesita años indefinidos para detenerse, aunque uno puede acortarla si le da la gana ¿no..?.
Digamos también que la vida es dulce, como la mermelada de fresa.
Digamos también que la vida puede ser amarga, como la sal.
Digamos también que todos preferimos la mermelada de fresa, por eso es mi favorita, la sangre es roja como la mermelada, la mermelada es como la sangre, que deliciosa.
CRASH - Un ruido que rodeó todo el lugar, y provenía de la habitación de cierto pelinegro, que sin querer se le había caído su taza de café, llenando el piso de esa sustancia caliente y de color oscuro.
-Lo siento, Watari-san. - Se disculpó el detective, sin interrumpir su trabajo, mientras que el anciano limpiaba los restos de cerámica.
Y este se retiró sin mayor detalle, sin mostrar expresión alguna, siquiera un gesto de no te preocupes. Parece que algo lo alteraba, parece que tenía miedo de algo que iba a pasar, parece que...Algo malo iba a volver.
Desde que el gran L resolvió el caso Kira, la gran mayoría de los crímenes siguieron cesando, no todos se creían que Kira había muerto (En su sentido más literal, puesto que el culpable nunca fue penado con muerte.) así que no había más casos por resolver.
Pero pronto, algo cambiaría las cosas.
Una amenaza, que, sin duda, sería un nuevo reto para el gran L.
-L- Avisó Watari desde una ventana del Msn, hizo un sonido muy parecido a un " tururut " el cual retumbó en el eco de la vacía habitación.
-...¿Algún problema? - Escribió el pelinegro con lentitud, y luego recibió un archivo que llamó su atención.
Asesinato a 45 personas en la ciudad de Mánchester (Inglaterra), un 10% de las víctimas fue asesinada con arma blanca, un 13% fue ahogada en piscinas públicas , un 30% fue quemada , un 23% fue torturada hasta ser incapaces de seguir viviendo, y un 24 % fue asesinada desangrada, y , tenían distintas cosas escritas en su piel, cortaduras con significados propios como palabras o signos, muy complicado. Sin embargo, curiosamente, todos los casos tenían una característica en principal : En cada uno de los lugares donde se efectuaban los asesinatos, había un tarro de mermelada mermelada, con un lazo rosado, y , sin huellas digitales legibles.
-...¿Que esta pasando aquí? .- Una pregunta curiosa, sin duda quería resolver ese caso, porqué, era interesante.
Entonces, ¿dí en el clavo?.
Revisando con cierto cansancio las 45 imagenes de las víctimas, pudo notar algo que le dió más curiosidad, aunque empezaba a asustarle...
Esas personas que tenían marcas escritas, decían oraciones, claro que sí, oraciones sin sentido que L recordaba muy bien.
El que ataca primero, gana. - Dijo Lawliet
BB no esta jugando...Porqué sabe que puede perder.
Y BB No quiere perder!
Y ahí mismo decían los cadáveres, se escribía en grande:
Serás Mío.
Cuando menos te enteres.
La paranoia del detective aumentaba.
Y la excitación del asesino aumentaba sin control...
Será que...
Al fin, podrá ser que...
¿Era él?
¿Había llamado su atención?
Watari de nuevo interrumpió su silencio, esta vez le mandó otro archivo de una adolescente, que fue asesinada tras ser violada, junto a su lugar de muerte, había un tarro de mermelada, y fotos y videos pornográficos y gays. Y con una gota de sudor, vió la letra L gótica que era su insignia en la camisa de la víctima, tal vez si se estaba volviendo paranoico, pero sin duda, decidio tomar el caso.
Este fue un grave error...
Pero, el último que vas a cometer.