Todo por una llave!!
Qu es una llave? Una copia de un objeto metlico, con el cual puedes ingresar a cierta habitacin…? Una referencia para que uno se acuerde que tiene casa…? Un adornito que cada persona debe llevar para hacer finta? o un maldito estorbo para “ciertos” asuntillos?
Bien, para Saga fue un completo estorbo, y la referencia para acordarse que tena casa… Pues, si estn interesados se los relatar en este mismo instante… evocar a mis ms siniestros recuerdos, para reproducir paso a paso, y casi morbosamente lo que sucedi con ese adonis aquellas veces…
@@@@@@ Flash Back @@@@@@
Cierto da, en una buena tarde, un muchacho peli azul estaba recostado encima de un mullido sof, con unos cuantos libros a su costado, con la intencin de separar los mejores para tratar de ayudar a su “Amigo” a resolver los ejercicios de la tarea. Hasta que, desde las nebulosas, se escuch el chillido del timbre, que alert al joven sentado a ir y abrir la puerta con delicadeza a su invitado.
--Buenas tardes, Saga! – Salud el muchacho recin llegado.
-- Bue… buena tardes… Mu – Atin a decir el griego, bobo ante semejante belleza tibetana.
-- Vine a la hora que acordamos – le sonri el peli lila, mientras agachaba un poco la cabeza, para evitar que el mayor se percatara del sonrojo ligero que daba color a sus mejillas.
-- Ya veo… pero… que haces all, parado… entra y ponte cmodo. – Saga abri la puerta y extendi el brazo, como conduciendo al pequeo carnero a adentrarse.
-- Gra… gracias… - balbuce nerviosamente el menor, mientras daba pasos tmidos y lentos hacia el interior de la vivienda.
Cuando ya estuvieron dentro, Saga le ofreci a su visitante un vaso fresco de limonada dulce… que el pequeo bebi de poco a poco. A la hora convenida, ambos sacaron sus libros, cuadernos y dems tiles de escolaridad, y se instalaron en la mesilla de al lado, para dar inicio a sus labores estudiantiles.
Cuando estaban en la mitad de los ejercicios acordados, ambos se miraron fijamente… Mu se sonri, pues le pareca demasiado graciosos que Saga lo estuviera mirando de reojo… y este estaba desvistiendo al menor con la mirada…
Saga se apeg ms al lemuriano, y, con el pretexto de explicarle un problema, chocaron las cabezas de sus lpices… ambos voltearon la mirada, y otra vez, un encuentro masivo de sus visiones… la retina del peli lila qued grabada en las pupilas del peli azul… hasta que, un impulso, y Saga ya tena acorralado al menor, y se encontraba besando sus labios con parsimonia.
Y entre el forcejeo que ambos realizaban, uno por liberarse para encontrar el oxgeno necesario para realizar sus funciones vitales, y el otro por continuar y tratar de extinguir el fuego que lo quemaba y soltar a aquel diablillo que llevaba dentro, terminaron tropezando con el maletn del menor… y se dieron con la sorpresa… cayeron… quedando el geminiano encima y a horcajadas del lemuriano.
Saga, con su aire a papacito sexy, mientras tena sudada la camiseta, se deshizo de ella… incitando al menor a hacer lo mismo… aunque este se haba quedado petrificado por contemplar esos pectorales tan sexy… a todo ese semental de hombre… por Dios! Y es que se vea tan bien…
Saga, al notar esto, y tratando de no perder ese magnfico momento, cubri de besos y mordiscos el cuello blanquecino del menor, a quien no se le poda evitar escapar algunos gemiditos ahogados, que moran en su garganta.
La entrepierna del mayor se estaba enroscando con la del peli lila, hasta que en un determinado momento, parecan una sola… y as, entre gemidos entrecortados y susurros ininteligibles, una mezcla exquisita de besos, recorridos sensuales y alguna que otra expresin corporal de placer y rendicin total…
El lemuriano estaba dando carta blanca para que Saga le quitara por hora cada una de las letritas de la llamada “pureza”; y que era obvio que, de all saldra con la mancha de la virginidad descompuesta, ya que con todas estas mezclas de sensaciones nuevas le estaban gustando pero a la vez lo asustaban… rogaba a santa Cachuchita y a todos los santos existentes que por favor… no quera irse en esta ocasin con el culito perforado… tena que haber algo que lo despertase de esta situacin quimrica por la cual estaba atravesando; aunque ni la mismsima Afrodita, diosa del placer y la seduccin carnal, se negara a los encantos de semejante griego que estaba encima suyo…
Hasta que… de la nada, sinti una punzada medio rara en el muslo… un hincn fuerte que lo hizo gritar y volver a la realidad en parcela de segundo… an cuando estaba ya casi desnudo… y la cima del placer lo llamaba a gritos…
Bien… se preguntarn que cuernos sucedi? Algo raro se encontraba estorbando entre la pierna sensible del pequeo ariano… Una llave!! Esa maldita llave impidi que Mu perdiera la cordura, y de inmediato empuj fuertemente al peli azul, quien se fue a dar de espaldas con la pared…
Mu se demor poco al comprender lo que estaba a punto de sucederle… as que, sin ms decir, se visit lo ms rpido que pudo, cubri el rubor que adornaban sus mejillas con algunos de sus cabellos que caan por encima de sus rostro… cogi como pudo sus cosas… y se march si ms, dejando con las ganas al peli azul, quien se jur a si mismo que no descansara hasta tener entre sus brazos y arrancar gemidos ms fuertes que los que ahora haba escuchado…
@@@@@@ Fin Flash Back @@@@@@
Dicen que la segunda chance es la que cuenta, la que decide si algo va mal o no, as que hay que aprovechar cuando el profe te da una misin de turno… alguna oportunidad que no puedes pasar desapercibida. Bien, Saga estaba apunto, segn l, de llevar a cabo el plan perfecto.
Ambos, Saga y Mu, estaban en la biblioteca, los dos, solitos y ni un alma rondando por all… hasta que de la nada, los libros de lgebra, fsica, y qumica formaron como una especie de muro, que no se poda ver a travs de las mesas. Detrs de la muralla de frmulas, estaban los dos trtolos en proyecto, cada uno con n lapicero en la mano, apuntando las frmulas del MCUV y resolviendo ejercicios. De pronto, un moviendo telrico hizo que se sobresalten, y ambos se abrazaron, hasta que pas.
--Ya pas… no te preocupes Mu… estoy contigo. – deca saga, mientras abrazaba al menor.
-- Gracias saga, t siempre tan gentil…
El aroma a flores del menor hizo despertar en excitacin al geminiano, que de la nada, gir a Mu en 180 grados, y mirndolo fijamente a los ojos, se lanz a la piscina, devorando su cuello blanquecino con devocin, mientras en otro se dejaba llevar por el momento.
Poco a poco, Saga se fue recostando encima de Mu, y este a su vez encima de la mesa, excitndose de tal manera que pareca que perdera la cordura, y mandara a la pureza a frer esprragos, mientras disfrutaba del ms puro placer carnal.
Bien, todo iba perfectamente bien, saga crey que estaba en bandeja de plata esta oportunidad regalada por Eros, hasta que por cosas del destino, otra vez la puta llave vino a molestar la sesin de matemticas.
Mu reaccion por el dolor, y por segunda vez mand a la luna de Paita a su profe provisional… vaya que Saga se qued con las ganas y en los labio enmarcados por saliva, que lo hacan ver arrebatadoramente sensual…
Sin decir nada, pudo observar como su alumno tomaba rpidamente sus cosas, y trataba de ir… pero este reaccion rpido, y lo tom del brazo.
--A donde vas… - le cuestion.
-- A donde no me acoses con pretextos – balbuce Mu, con el rubor cubriendo sus mejillas… mientras se zafaba del agarre y emprenda marcha.
-- Ya caers pequeo… - murmuraba Saga por lo bajo, mientras se acariciaba los labios con la yema de sus dedos.
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Bueno, sin ms decir que la desdicha de este jovencillo… est de la patada… una historia hasta el momento sin son ni ton… Mientras Saga se encontraba sentado en el silln de su cmoda y acogedora sala, se encontraba recordando todo lo vivido con este carnero amado… hasta que, de la nada, se levant, y se dirigi a tomar un poco de agua. Terminando de hacer dicha accin. Este se encamin a su estudio, para contarme con mayor lujo de detalles toda le aversin de sus historia con su amado, ya que si no haca eso, tal vez no se las podra estar narrando en estos momentos… XD
Cuando pas cierto tiempo, ambos se volvieron encontrar., olvidndose de lo anteriormente ocurrido, y que decir que era una escena candente en la vida de ambos jvenes, tema que preferan no tocar… continuaron con su normal vida, hasta que de la nada, ambos fueron invitados a la salida grupal de la escuela… y ya que no haba nada planeado para fin de mes, aceptaron con la promesa de que se encontraran all, pase lo que pase…
Luego de, que la sufrieron “estudiando” juntos, y sudndola duro para aprobar los exmenes parciales de medio ao, Mu y Saga hicieron sus maletas para irse con sus compaeros al susodicho viaje.
A la maana siguiente, un bus privado los fue a recoger a cada uno, de casa en casa, y cuando ya estuvieron todos juntos, se arm el llamado “Bus parrandero” de quinto ao. Las mochilas, maletas y alimentos no perecibles estaban al fondo, mientras que, de la nada, apareci un minibar en una de las esquinas del vehculo, buena msica, y las ventanas, que estaban cubiertas por cortinas negras, hacan que se vea un poco ms de ambiente para una buena fiesta.
Todo el trayecto se la pas de rumba, salseando, y canturreando una que otra buena rola, en compaa de todos, aunque est de ms decir que los gallos se escuchaban de aqu para all.
Cuando llegaron al destino, un amplio prado bien hermoso, con un ro al fondo, y unas colinas por la cual se vea ya el rojo atardecer, los amigos, incluidos Saga y Mu, bajaron del bus, tambaleantes ya que estaban atrados por el etlico mundo color rosa de Dionisio.
Tiraron todo y mandaron al campamento a la gran mierda… estaban tan cansados y tan mal que no podan levantarse ni entre ellos mismos, hasta que fue anunciada que las carpas estaban listas, a la disposicin de todo aquel que quisiera descansar.
Los primeros que ingresaron fueron Saga y Mu (Athena: claro, ellos se tiran a dormir pero no ayudan… XD) quienes como los, entre comillas, “buenos amigos” que eran, se dignaron a compartir la carpa… donde durmieron plcidamente hasta eso de la media noche, que oyeron bulla y canturreo general… salieron, an soolientos. Se dieron con la sorpresa que todos estaban en ronda, hablando de banalidades, mientras que Afrodita comenzaba a relatar una historia de terror. Cogieron un palo con “anticucho”, que calentaron al ras del fuego, y lo engulleron en el acto.
Cuando todo hubo terminado, y la gente se meta a dormir, y otros, como Milo y Camus, se metan a hacer otras “cositas”, inspirados por la luz de la madre luna (&), Saga se llev de la mano al ingenuo de Mu, rumbo a un prado que segn l, haba visto en su sueo catico. Dejndose ambos, llevar por la luz de una traviesa lucirnaga que revoloteaba por all, llegaron hasta la ribera del ro, que a su alrededor estaba cubierto del ms ednico valle, con orqudeas y azucenas (*) que recubran una especie de lecho, al lado del ro.
Ambos se adentraron, embobados por tal bello deleite a la vista de cualquier mortal… el agua (**) corra pausadamente, y el viento, hizo que ambos jvenes cedieran a la corriente y se abrazaran… sintiendo el uno, la piel escarapelada del otro… brindando ambos un poco del calor de sus cuerpos…
El influjo de la luna hizo que de la nada, ambos labios reprimidos dieran encuentro causal, buscando unir sus almas desesperadas por placer carnal. Las bocas de ambos chocaban con frenes, sus lenguas buscaban en las del otro una sensacin electrizante de confort, placer, entremezclados con gemidos, que al odo del griego, sonaba como el relinche de un caballo (***) en plena corrida.
Al no poder ceder ms, y sin nada que los interrumpa… se dejaron caer entre el follaje y la verde hierba, que por ahora cubra sus cuerpos cubiertos an por las delgadas telas, que fueron un estorbo ante las manos del griego. En un abrir y cerrar de ojos, el lemuriano se encontraba semidesnudo, con un bronceado cuerpo sudoroso encima suyo, cubriendo de besos y mordiscos el rea de sus blanquecino cuello, succionando cada regin sensible de sus cuerpo, arrancando unos gemidos meldicos para los finos odos del griego.
En fracciones de segundos, el lemuriano vio sus desnudes, que era vista tambin por el griego, y este sin ms, se relama los labios… semejante banquete que estaba a punta de ser partcipe. Acort la distancia entre sus cuerpos, recorri con la punta de su lengua el abdomen plano del peli lila, arrancando grititos ahogados que moran en la garganta tibetana. Hasta que lleg a la zona sensible… a ese monumento que emerga de la oscuridad, listo para ser devorado, en el acto.
Mordi con devocin ese falo, que peda con todo que sea complacido, y Saga que no se hizo de rogar, le brind un buen sexo oral al carnerito, quien no pudo ms, y desprendi un poco de su esencia al instante. Saga se relami los labios, y con desesperacin succionando de a pocos la sustancia blanquecina y lechosa que desprenda el miembro de Mu.
El menor estaba sonrojado, con el rubor que inundaba toda regin de su rostro, y el sudor que resbalaba por su frente. Parsimonia era lo que simbolizaban sus hermosos jades, ambos contrados por el placer… Se dej dominar por el semental que estaba encima de l… ahora tomando sus piernas como si fueran un par de tenazas, y abrindolas al par, para jugar con uno de sus dedos en su entrada rosada.
Todo se senta tan bien, hasta que los retir, y los cambi por su miembro caliente, que, en menos de tres embestidas, ya estaba en su interior… Al inicio, le fue incmodo, pero luego se acostumbr… Y por inercia, comenzaron a moverse ambos cuerpos, y a la misma frecuencia que parecan uno. Ambos, sonrojados y sudorosos, dejaron escapar su simiente, manchndose el vientre puro.
"Aquella noche corr el mejor de los caminos, montado en potra de ncar… sin bridas y sin estribos…" (%)
Cubri de besos ese cuerpo puro e inmaculado, Ahora desflorado, y se embarraron con un poco de lodo aledao al suelo en el que se encontraban. Lo carg con delicadeza, y se dirigieron al ro, donde se baaron y se acariciaron con toda lujuria posible… de todo ello era testigo la luna, mientras un hilillo de sangre ($) corra con los labios del menor, pues una mordida lo hubo ocasionado, siendo entre comillas un mal presagio.
Saga tena razn… sin llave en mano, el dicho de “la tercera es la vencida” en realidad es correcto…
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Corri el tiempo, luego de tal confesin, no supe nada ms del mega papacito de la cabellera azulina… slo supe que al pequeo peli lila sus padres se enteraron de su pequea aventura, y lo mandaron a un colegio internado, fuera del pas.
Saga estaba tan depre, que se dijo para vestir santos… pero cuando ya iba a cumplirlo, reapareci Mu. Ambos tuvieron que enfrentar un chongazo, por parte de su padre… pero al final, Saga decidi tirar a la mierda la sotana y se dedic a desvestir diariamente a ese borrego con patas, que le carcoma el seso, y en vez de cantar todos los domingos el Ave Mara, escuchara con deleite los gemidos de ese ser, que le rob la existencia desde aquella vez…
Fin
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