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EL MATRIMONIO DE CAMUS por Kristal_de_Iris

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CAPITULO II.- EL REGRESO DE CAMUS

Ya habia pasado un mes desde que Camus abandonara el Santuario, nadie tenia noticias de él, parecia que el Caballero de Acuario hubiese desaparecido de la faz de la tierra, porque no se podia sentir ni siquiera su cosmos. Atena preocupada habia mandado algunos emisarios a buscarlo a Siberia y tambien a Francia, pero la busqueda no dio resultado.
Hyoga como su discipulo, se habia ofrecido como voluntario para buscarlo, nunca su maestro habia desaparecido por tanto tiempo y le preocupaba que algo malo le hubiese sucedido. Pero a parte de él, habia otra persona que no solo estaba preocupada, sino al borde de la desesperacion. Milo sabia que la desaparicion de Camus era culpa suya, aun podia recordar el dia en que Camus le dio a elegir entre él o su vida de conquistador, con una sonrisa de depredador le dijo que preferia la segunda opcion, entonces vio lo que jamas olvidaria. Vio como los ojos de Camus lo miraban con profundo dolor y tristeza, mientras derramaba lagrimas, que jamas penso que alguien tan altivo y gelido como él, pudiese ser capaz de expresar. En ese momento Milo se quedo pazmado y no supo como reaccionar, jamas penso que Camus en verdad lo amara, habia tenido tantos amantes y a todos los habia abandonado, asi que uno mas no le importaba, pero al ver a Camus en ese estado se dio cuenta que en verdad lo habia dañado y no supo como enmendar su error. Cuando al fin reacciono, se dio cuenta que Camus ya se habia ido, su primer impulso fue ir detras de él, pero que le diria? El nunca habia sido bueno con las disculpas, asi que decidio pensar en algo que valiera la pena y mientras tanto darle tiempo a Camus par que se calmara. Cuando al fin tuvo la disculpa perfecta, se dirigio a paso veloz al Templo de Acuario, con el ansia de obtenr su perdon, asi tuviera que arrastrarse a sus pies. Pero solo encontro el Templo vacio, seguramente Camus habia salido a pasear para aclarar sus pensamientos, asi que se puso a esperar, pero la espera fue en aumento y Camus no regresaba. Por las dudas decidio revisar su dormitorio, lo encontro como siempre en perfecto orden, todas las cosas parecian estar en su lugar, cuando movido por instinto decidio buscar la mochila que a Camus le gustaba, y al no encontrarla, solo entonces se dio cuenta que Camus se habia marchado.
Milo se sintio desilucionado y culpable, pero se consolo con la idea de que Camus solo necesitaba tiempo y volveria maximo en unas dos semanas a su lado, pero ya habia pasado un mes y ni siquiera Atena habia podido localizarlo.
-¡Camus, regresa por favor!¡Dame la oportunidad de disculparme y de resarcir el mal que te hice!-rogaba con lagrimas el Santo de Escorpio.
Cuando penso que sus ruegos nunca serian escuchados, sintio una presencia conocida, era CAMUS, aunque se encontraba todavia lejos del lugar, era sin duda alguna él. Milo se limpio las lagrimas y se arreglo presuroso, no podia recibir a Camus en esas fachas, tenia que verse bien. Mientras tanto los otros santos, tanto dorados como de bronce, que habian sentido la presencia, salieron corriendo en direccion de donde se sentia el cosmos de Camus.
Cuando Milo estuvo listo, tambien hizo lo mismo, no le importo que los otros santos se le adelantaran, al final tendria a Camus nuevamente junto a él. Estaba tan feliz de poder volverlo a ver, que Milo solo pensaba en las cosas que haria para enmendar su terrible error, se habia propuesto realizar hasta lo imposible para hacer feliz a Camus. Cuando al fin llego al lugar donde se encontraban los otros santos, se detuvo y decidio contemplar un poco alejado la escena que se presentaba ante sus ojos.
Ahi estaba Camus, tan hermoso, altivo y elegante como siempre, rodeado de los otros caballeros, que no paraban de decirle que los habia preocupado, mientras mostraban al mismo tiempo alivio de verlo sano y salvo. Hyoga incluso comenzo a llorar de felicidad de volver a ver a su querido maestro y Camus se acerco a consolar a su emotivo alumno.
-Hyoga, ya deja de llorar-le pidio con una voz suave desconocida hasta entonces en él, mientras le daba una palmada cariñosa en la espalda. Hyoga dejo de llorar, pero lo hizo mas por la sorpresa de ver a su maestro comportarse de una manera tan diferente a la gelida que acostumbraba. Los otros santos no pasaron la actitud e Camus inadvertida, si habia algo que caracterizaba al caballero de Acuario era su frio trato hacia los demas.
-Y dinos Camus ¿Donde te fuiste todo este tiempo?-pregunto uno de los dorados
- Te lo explicare enseguida, amigo mio-exclamo Camus- Pero antes quiero presentarles a alguien muy especial-dijo y acto seguido se abrio paso entre los caballeros que lo rodeaban y se dirigo a paso seguro hacia una roca cercana, en la que se encontraba sentada una joven de cabello castaño y ojos color miel. Ella los obsevaba con una bella sonrisa en los labios y los caballeros se sintieron avergonzados de no haberse dado cuenta de su presencia.
Camus se acerco a ella y con la elegancia que le era tan caracteristica le ofrecio la mano para poder ayudarla a levantarse. Luego con ella del brazo, se dirigio nuevamente hacia donde los otros santos lo veian extrañados.
-Compañeros, permitanme presentarles a Kristal-dijo Camus
-¡Es un honor conocerlos caballeros!-saludo la joven con una sonrisa, mientras se inclinaba con exquisita gracia.
-Kristal es mi prima...y mi prometida-exclamo Camus, con un ligero sonrojo en las mejillas, antes de que alguno de los santos le preguntara quien era ella.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¿QUE?!!!!!!!!!!!-Gritaron todos los santos sin excepcion, mientras muchos abrian sus ojos como platos, otros se quedaban boquiabiertos o tan solo se quedaban como piedra por la revelacion.
-¿ Maestro, eso significa que va a casarse?-pregunto exceptico el caballero del cisne
-Asi es Hyoga, me casare con Kristal. Ese es el motivo por el que volvi al Santuario, he venido a pedir permiso a la diosa Atena para poder casarme.-respondio Camus con toda naturalidad.
Poco a poco los santos fueron reaccionando, algunos como Mascara Mortal, Ikki, Shura y Aldebaran todavia no creian lo que habian escuchado, otros como Mu, Docko, Shyriu, Shaka y Shun mostraban una sonrisa de satisfaccion.
-¡No sabes el gusto que me da saber que encontraste a una compañera para compartir tu vida!-exclamo Docko-Por la experiencia que me dio los años, puedo asegurarte que es dificil encontrar a la persona indicada para esa tarea-completo con un guiño travieso dirigido a Kristal, la cual respondio con una sonrisa.
-Lo se Docko y creeme cuando te digo que Kristal es una en un millon-dijo Camus con una ligera sonrisa, que asombro a todos los presentes, ya que nunca lo habian visto sonreir.
-¡Camus!-dijo el Patriarca Shion, que habia llegado junto a los santos, en el momento exacto de la presentacion de Kristal-Me alegra tu decision, pero creo que lo mas conveniente en este momento, es que te presentes ante la diosa Atena y le pidas su permiso. Ella estuvo al igual que nosotros, muy preocupada por tu desaparicion.
Camus asintio con la cabeza y tomando la mano de Kristal se dirigio hacia las doce casas, seguido por los otros caballeros. El unico que decidio quedarse en el lugar fue Milo, que aun no podia creer lo que sucedia, sintio como su corazon se partia en el momento en que Camus les decia a todos que esa joven era su prometida. Eso significaba que lo habia olvidado y por eso queria casarse. Se aferro a la esperanza de que nada de esto era cierto, pero esa esperanza murio en el momento en que Camus paso a su lado sin siquiera advertir su presencia o es que acaso no le importaba que el estuviera presente?
-Ahora, ya se lo que sentiste Camus-murmuro Milo al momento en que se sentaba en el suelo y comenzaba a llorar.
Mientras tanto Camus y Kristal, acompañado de todos los santos, habian pasado por las doce casas. Kristal miraba absorta los detalles de cada casa, Camus le habia hablado anteriormente de la magnificencia de estos templos, pero ninguna explicacion se comparaba a lo real. Cuando pasaron por la Casa de Acuario, Kristal le pregunto a su prometido con la mirada si ese era su templo, a lo que Camus movio afirmativamente la cabeza.
-No te preocupes, volveremos a este templo, incluso hasta tal vez vivamos juntos en el- le susurro al oido, a lo que Kristal sonrio con gran alegria.
Cuando por fin llegaron ante la presencia de la diosa, Saori se alegro de tener nuevamente a uno de sus mejores caballeros de vuelta y al escuchar las noticias de su compromiso, se emociono bastante, asi que no solo le dio a Camus permiso para casarse sino que insistio en que la boda se realizara en el mismo Santuario y que fuera ella misma la encargada de planificar la boda. Al principio Camus y Kristal se negaron, porque ellos habian planeado una boda intima y sencilla.
-¡Claro que no! Camus es uno de los mas distinguidos caballeros del Santuario y por lo tanto merece una boda que se adecue a su jerarquia-exclamo Atena, dando a entender que no aceptaria un NO por respuesta. Por lo que a los novios no les quedo de otra que aceptar el ofrecimiento de la diosa, y creanme que Saori, casi, casi comienza a bailar de gusto.
Despues los novios decidieron retirarse, no sin antes aceptar asistir a la Cena de esa noche que seria en Honor a ellos, y tal como Camus le habia dicho, ambos se dirigieron al templo de Acuario, en donde Camus tenia unos aposentos privados. Cuando entraron, Kristal vio con asombro que esta parte privada del templo era bastante amplia a comparacion de su departamento, tenia un living, un comedor,baño, dos o tres habitaciones y una extensa cocina, ademas que todo el lugar contaba con todas las comodidades que pudiese imaginar.
-¿Te gusta?-pregunto Camus de manera tierna al momento en que la abrazaba
-Si, me gusta mucho Camus-exclamo Kristal al momento en que correspondia el abrazo
-Me alegro, porque como te dije, aqui viviremos juntos,al menos por un tiempo-completo Camus, con cierto humor en la voz
Kristal solo sonrio, mientras hundia su cabeza en ese pecho varonil de manera cariñosa, en tanto Camus la apretaba mas a su cuerpo con el mismo cariño.
Entre tanto, Milo trataba desesperadamente de hallar alguna solucion a su problema, no podia permitir que Camus se casara, no podia resignarse a perderlo. Entonces comenzo a analizar la situacion de manera fria y calculadora. No era posible que Camus lo olvidara en tan solo un mes, y que decidiera casarse en tan poco tiempo, lo mas logico seria que Camus queria casarse para olvidarse de Milo. Con este pensamiento Milo se paro como un resorte del suelo, si sus suposiciones eran ciertas, aun no era tarde para recuperar a Camus, pero esta vez debia actuar rapido y no dejar pasar la mas pequeña oportunidad. Se encamino al Templo del Acuario, con la esperanza renovada, debia trazar algun plan para hacer desanimar a Kristal o a Camus de casarse, pero antes que nada debia hablar con él y pedirle las disculpas que desde hace tiempo queria darle.
Cuando llego al primer Templo, el de Aries, se encontro con Mu, despues de un breve saludo, Mu le comento que esa noche habria una cena en honor a los futuros esposos, cuando Milo escucho esto, sintio un ligero malestar, pero no le dio importancia y con pasos firmes se encamino a la Casa de Acuario. Lamentablemente en todas las otras Casas, los guardianes no dejaban de comentar acerca del compromiso de Camus, asi que mientras Milo pasaba por cada Casa tuvo que aguantar los comentarios, sintiendo que su malestar crecia a cada paso. Por fin llego a la Casa de Escorpio y pudo descansar y recuperar las fuerzas que necesitaria para enfrentar a Camus. Aun no tenia idea de como impediria la boda, pero lo haria, por ahora tan solo ansiaba ver a Camus frente a frente, aunque esto significara que Camus lo viera con odio y rencor, despues de todo se lo merecia.
Se encamino al Templo de Acuario, pasando por el resto de las casas faltantes, volviendo a soportar los mismos comentarios, hasta que por fin llego al Templo de Camus. Milo sintio un ligero temblor, proveniente del miedo a enfrentarse a Camus, posiblemente al verlo le lanzaria su tecnica del polvo de diamantes, pero despues de todo se lo mereceria. Se encamino hacia la estancia privada del templo y aunque lo dudo por un minuto, termino por tocar la puerta. Al poco rato la puerta se abrio y de pronto se encontro frente a frente con el caballero del hielo. Camus arqueo sus cejas y lo miro sorprendido, mientras Milo agachaba la cabeza avergonzado incapaz de mirarlo a los ojos. Ambos se quedaron en silencio, ninguno se atrevia decir nada, hasta que sintieron que el silencio era insoportable.
-¿Que haces aqui Milo?-pregunto Camus en su conocido tono seco, desprovisto de emociones.
-Yo...Camus, yo...-tartamudeo Milo, incapaz de decir algo coherente, tenia tantas cosas que decirle a Camus, pero ninguna salia de sus labios, sentia que su cabeza era una ensalada de palabras y que todas estaban revueltas.
-Camus-se escucho que llamaba una voz femenina muy dulce, este se dio la vuelta y vio a Kristal detras suyo, en ese momento ella noto la presencia del otro caballero con una sonrisa se acerco a él- ¿Es usted un caballero verdad?-pregunto
-Si, soy el caballero dorado Milo de Escorpio-respondio por inercia.
-¿En serio? Es un honor conocerlo caballero, me llamo Kristal y soy la prima y prometida de Camus-se presento haciendo una ligera inclinacion.
-¿Prima?-pregunto Milo, hasta ese momento no se habia dado cuenta de ese detalle
-Asi es, somos primos-confirmo Camus,al momento en que abrazaba a Kristal-pero tambien somos futuros esposos.
-¡Crei que no estaba permitido casarse entre familiares!-dijo Milo
-Es cierto-contesto Kristal, que en ese momento estaba correspondiendo el abrazo de Camus-Pero aunque nosotros somos primos, no nos afecta porque somos primos lejanos-dijo con una sonrisa sincera y el tono de voz inocente.
-Y diganme ¿Desde cuando se conocen?-pregunto interesado Milo, porque mientras mas informacion tuviera, mas oportunidad tendria de hallar algun impedimento para la boda.
-Desde que eramos niños-contesto Kristal-Camus siempre me protegia y me acompañaba, hasta que tuvo que irse a entrenar a Siberia, pero a pesar de todo, siempre estuvimos en contacto.
Milo abrio la boca asombrado, definitivamente habia muchas cosas que ignoraba acerca de Camus y se reprendio mentalmente, si le hubiera atendido como se lo merecia, ahora tal vez no estaria en esta situacion. Antes de que Milo pudiera formular una nueva pregunta, fue interrumpido por Camus.
-Kristal, debo acompañar a Milo hasta su templo para resolver un pequeño asunto-explico Camus a su prometida
-De acuerdo pero no te tardes mucho-le pidio ella con una mirada tierna y Camus en respuesta le dio un dulce beso en frente.
Milo miro toda la escena sin perder detalle alguno, y sintio celos, celos porque hasta hace poco tiempo él era el unico que conocia ese trato afectuoso del caballero de los hielos.
Camus solto delicadamente a Kristal y se dirigio a las afueras del templo, siendo seguido con Milo, mientras eran despedidos por Kristal.
-Adios Milo, me dio mucho gusto conocerte-se despidio ella con un pequeño movimiento de la mano-Camus, mi amor, no te tardes mucho.-pidio con una voz tierna.
Camus no paro su caminar, pero miro hacia atras y le dirigio una sonrisa amorosa a Kristal, la cual contesto de la misma manera. Esto definitivamente aumento los celos de Milo, que comenzo a apretar sus dientes fuertemente. Todo el camino hasta el Templo guardaron profundo silencio, solo cuando pasaron por las otras casas, Camus respondia a las preguntas de sus respectivos guardianes y despues continuaba con Milo detras suyo. Cuando llegaron al Templo de Escorpio Camus se dirigio a los aposentos privados de Milo, cuando estuvo dentro se sento en uno de los sillones de la sala y espero hasta que Milo lo imito y se sento en frente suyo. Otra vez ambos se quedaron en silencio. Milo sentia que su corazon queria salir de su pecho, al fin tenia la oportunidad de hablar con Camus, pero otra vez las palabras no salian de su boca.
Camus en cambio parecia estar muy tranquilo, incluso parecia que le estaba haciendo un favor a Milo, al otorgarle ese tiempo, con paciencia infinita. Fue solo hasta que Camus mostro una cara de fastidio, que Milo se animo a hablar.
-Ca...Camus-tartamudeo- Yo...se que te hice mucho daño...tambien se que haga lo que haga jamas lograre resarcir mi error por completo, pero ¿por que decidiste casarte? ¿Por que quieres unirte a una persona que no amas?
-¿Y quien dijo que no la amo?-pregunto Camus en tono seguro, mientras Milo abria la boca de sorpresa.
-No...no es posible...-dijo Milo sobresaltado-No es posible..que me hayas olvidado tan pronto.
-¡Asi que de eso se trataba!¡Veo que no haz cambiado nada! ¡Tu ego no te permite ver mas alla que tus propios intereses!-dijo Camus en tono enojado-¡Sigues siendo tan egoista como siempre!
Dicho esto Camus se levanto del sillon y se dispuso a salir del lugar, pero fue interceptado por Milo, el cual aprovecho el tomarlo desprevenido y acorralandolo contra un pilar se puso a besarlo con toda la pasion que tenia. Al principio Camus se resistio y se puso a forcejar para liberarse, pero era inutil, Milo lo tenia bien sujeto. Poco a poco Camus se dejo llevar por la pasion, hasta que correspondio el beso, que se dio de manera desesperada y llena de pasion por ambas partes. Aprovechando que Camus ya no se resistia, lo acaricio de la manera que solo el sabia hacerlo, haciendo que Camus emitiera unos ligeros gemidos de placer,que eran mitigados por la boca de Milo, el cual cuando termino de besarlo en la boca se dispuso a bajar por su cuello, pero al romper el contacto de los labios, Camus volvio en si mismo y le dio un fuerte golpe en el estomago a Milo, que lo mando a volar y estrellarse contra otro de los pilares. Milo se levanto muy adolorido sujetando la parte golpeada siendo necesario apoyarse en ese pilar, mientras Camus trataba de recuperar el aliento, cuando lo consiguio le dirigio una mirada de odio puro a Milo, que al verlo solo pudo temblar de miedo.
-¡¡Nunca!! ¡¡Y escuchame bien!! !!!!Nunca vuelvas a intentar algo asi, porque la proxima vez me asegurare de ponerte en un ataud de hielo !!!!-grito furioso el gelido caballero, para despues irse, cerrando fuertemente la puerta. Milo al verse solo, se deslizo por el pilar en el que estaba apoyado hasta llegar al suelo, en donde comenzo a llorar amargamente, mientras se torturaba mentalmente con recuerdos de sus noches apasionadas, en las que Camus era suyo, solo suyo. ¿Como fue tan estupido para dejar ir de esa manera a Camus? ¿Por que no se dio cuenta que la felicidad la tenia frente suyo, en vez de ir a buscarla en brazos de otras personas, que al final no le hicieron sentir absolutamente nada? Milo lloro hasta que fue vencido por el sueño y se quedo ahi, no le importo siquiera dormir en el piso, tan solo queria olvidar por un momento a Camus y ese dolor que le embargaba el alma.
Cuando desperto era de noche, recordo que habria una cena en honor de Camus y su prometida y decidio que lo mejor seria asistir. Se dio un refrescante baño, que borro todo rastro de las lagrimas, se vistio con sus mejores ropas, se arreglo el cabello y se miro al espejo, se veia irresistible. Si Camus creia que se daria por vencido, estaba muy equivocado, se toco los labios y cerrando los ojos recordo la sensacion que la boca de Camus le habia proporcionado.
-¡Volveras a ser mio Camus!¡Es una promesa!-se juro a si mismo y salio del templo en direccion del Tempo de Atena, en donde se llevaria a cabo la cena.
Al llegar vio que todos los caballeros ya se encontraban ahi, algunos conversaban animadamente como Shyriu y Shun, otros como Seiya se distraian en la mesa de banquete, otros simplemente como Ikki, se pasaban observando atentamente lo que sucedia a su alrededor. Pero la mayor parte de los caballeros como Hyoga se encontraban al rededor de Camus, haciendole comentarios entre risas, acerca de que el matrimonio le hacia mucho bien, pues habia mejorado su caracter y su trato a las demas personas, tambien cometaban que su novia era muy bonita y gentil y que tenia suerte de haberla encontrado. Camus solo les daba la razon a sus compañeros, con una ligera sonrisa y las mejillas sonrojadas, cosa que causaba sorpresa y gracia a los caballeros de ver al caballero mas frio, mostrar emociones. Mientras tanto Camus le dirigia algunas miradas a Kristal que estaba a lado de Saori, Shaina, Marin y Afrodita, que no paraban de decirle los planes que tenian acerca de la boda. Cuando sus miradas se encontraban ambos se miraban directo a los ojos y sonreian en complicidad.
Milo no paso desapercibido estos hechos, pero en vez de sentirse desanimado, se puso a conversar con uno y otros caballeros de cosas vanales, muy cerca de Camus, pasaba y repasaba a su lado, de manera natural. Lo que Milo queria es que Camus lo mirara y se diera cuenta de lo irresistible que era. Pero por mas esfuerzos que hacia, Camus solo tenia puesta su atencion en Kristal. Cuando todos estuvieron sentados en la gigantesca mesa que se habai preparado par dar lugar a todos los santos. Saori hizo un brindis en honor a los novios, deseandoles mucha felicidad, que fue secundada por todos los caballeros, Milo solo atino a levantar su copa en el momento del brindis y beberla lo mas rapido que pudo, porque sintio que en verdad lo necesitaba. Mientras todos se servian sus respectivos manjares con mucho entusiasmo, Milo apenas pudo probar bocado, no tenia hambre, tan solo añoraba que una simple mirada de Camus se posara en él, pero por mas que espero no obtuvo ni siquiera una mirada de fastidio de parte suya.
Cuando la cena acabo, todos se dirigieron muy alegres a sus respectivos templos y habitaciones. Milo fue uno de los ultimos en irse, se sentia tan desanimado.
Cuando paso por el templo de Acuario, vio como Kristal y Camus se estaban riendo mientras ingresaban a la parte privada del templo. Milo se sintio fatal, ¿Cuando fue la ultima vez que vio a Camus reir? Hace mucho tiempo y en ese entonces su risa era solo para él, ¿Pero ahora?. Con estos pensamientos llego a su propio templo, se tiro en la cama totalmente apesadumbrado, sintiendo al mismo tiempo una rabia hacia si mismo y hacia Camus. Ya era de madrugada y Milo no habia logrado pegar un solo ojo, solo pensaba en la sensacion que los labios de Camus le habian dado y en como a pesar de todo, le habia correspondido. ¡Le habia correspondido! Era cierto, ¡¡Camus habia correspondido al beso!! Milo se levanto como un rayo y se dirigio al templo de Acuario, pasando por los otros templos de manera sigilosa. Esta vez Milo iba decidido a todo, si Camus correspondio el beso es porque todavia sentia algo por él y esta vez no le daria tan solo un beso, le haria el amor varias veces, aunque tuviera que forzarlo, hasta que se diera cuenta que no podria vivir sin él.
Cuando estuvo en el templo de Acuario, se dirigio directamente a la habitacion de Camus, respiro profundamente antes de abrir la puerta de manera sigilosa para no alertarlo, pero lo que vio lo dejo frio. Ahi en la cama se encontraba Camus con el torso desnudo abrazando a Kristal, que estaba tambien abrazada a él y apoyada en su pecho. Ambos dormian profundamente. La manta que los abrigaba, les cubria hasta los hombros de Kristal, por lo que no pudo apreciar si ella se encontraba sin ropa, aunque Milo supuso que si.
Milo se sintio desfallecer en ese momento, salio lo mas rapido que pudo del templo de Acuario y se dirigio a paso veloz a su propio templo, cuando llego lo primero que hizo fue tirarse en la cama y abrazar a su almohada, mientras las lagrimas y los sollozos hacian acto de aparicion. Entonces Milo comprendio lo que sintio Camus, al descubrirlo con sus otros amantes y se arrepintio de su comportamiento, desde el fondo de su alma.

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