CAPITULO III.- LOS PREPARATIVOS DE LA BODA
Milo a pesar de todo no se dio por vencido, tenia que recuperara a Camus, ya no soportaba que sus miradas, sus besos y abrazos fueran para Kristal. Sus celos crecian cada vez que los veia juntos y el ver a todos los caballeros tan entusiasmados con los preparativos de la boda, no le ayudaba en lo mas minimo.
Saori habia destinado a cada caballero una tarea diferente para los preparativos de la boda. Varios se encargaban de la construccion de un altar, unos se encargaban de los preparativos de la comida y bebida, otros fueron encargados de los arreglos y adornos para la fiesta, otros de la musica, tambien habia otro grupo que se destino a repartir invitaciones de la boda a los aliados del Santuario, como ser a Hilda de Polaris y sus dioses guerreros y a Poseidon y sus generales marinos.
-¿A que familiares invitaran a la boda?-pregunto Saori, en el almuerzo, donde esaban reunidos la totalidad de los caballeros
-A nadie-fue la corta respuesta de Camus
-¿A nadie? ¡Pero debe haber alguna persona que quieran invitar!-insistio la diosa-¿O acaso alguien se opone a su union?
-Nadie se opone a nuestra union porque no tenemos mas familiares, ya que ambos somos huerfanos-explico Kristal
-Disculpen que me entrometa, pero la verdad no entiendo ¿Como se enteraron que son primos si son huerfanos?-pregunto bastante confundida, si alguno de los caballeros no se habian interesado en lo anteriormente dicho, definitivamnete ahora todos estaban atentos a la respuesta de los prometidos.
Camus al notar el inusual y creciente interes de sus compañeros y su diosa, suspiro en derrota, en verdad no le gustaba mucho la idea de que se enteraran de su vida, pero no le quedaba otra salida, asi que comenzo a contar su historia.
Lamentablemente ambos habian perdido a sus padres muy jovenes, ambos vivian en diferentes continentes y lo mas probable es que jamas conocerian de su existencia, pero tuvieron la suerte de que un anciano tio lejano, que ansiaba tener descendientes se hiciera cargo de ellos, fue gracias a él que se conocieron siendo todavia unos niños y que desde entonces se creara un lazo de cariño especial entre ellos haciendo que se cuidaran mutuamente, pero tristemente el anciano tio murio y ambos volvieron a estar solos, su herencia era modesta, pero suficiente para que ambos pudiesen mantenerse hasta cumplir la mayoria de edad, sin embargo Camus decidio aceptar la oferta de entrenar para ser un caballero del zodiaco, cuando los encargados del Santuario lo invitaron a reclutarse, al menos asi se aseguraria de que su querida prima estuviera bien. Kristal no pudo contener el llanto cuando supo que Camus se iria para entrenar. Antes de partir adonde lo habian destinado que era Siberia, ambos se hicieron la promesa de no dejarse vencer por las dificultades ni la soledad. Pasaron los años y Camus se conviritio en el Caballero Dorado de Acuario y Kristal entro a la Universidad, siempre estuvieron en contacto, y por ello se diria que solo se tenian el uno al otro.
Todos se quedaron sorprendidos, al terminar de escuchar la historia, ahora entendian porque ambos jovenes se querian, nadie se imagino que el gelido caballero hubiera tenido que pasar por tantas dificultades, Milo se dio cuenta que a pesar de haber estado tanto tiempo junto a Camus, no sabia nada acerca de su vida anterior al Santuario y se sintio culpable, porque nunca se intereso en averiguar su pasado. Con razon Camus preferia a Kristal, ella si lo habia brindado apoyo y cariño sincero, mientras que Milo solo le habia hecho daño.
-¡Eso no importa!-se dijo a si mismo-¡Yo se que me ama y voy a recuperarlo, para nunca mas dejarlo ir!
Con esta idea en su cabeza Milo comenzo a actur para evitar la boda. Primero hizo caer una roca que destruyo parte del Altar, luego se encargo de que varios de los ingredientes mas importantes para el banquete de bodas no llegaran, despues, hizo que se extraviaran los trajes de etiqueta que usarian todos los caballeros incluyendo el vestido de bodas, que Saori mando traer desde Paris, los arreglos corrieron la misma suerte. Todos estaban preocupados ante la inesperada ola de accidentes que se suscitaban con los preparativos de la boda. Saori era la mas afectada, pues se sentia frustrada hasta el borde de las lagrimas, a cualquiera que la viera le pareceria que se trataba de su boda la que se estaba arruinando. Las amazonas y Afrodita trataban de reconfortarla pero no lo lograban, hasta que a Kristal se le ocurrio pedir la ayuda de Seiya que gustoso le ofrecio su hombro para llorar y consolarla. Tambien Kristal la consolaba diciendo que no importaba los inconvenientes y que para todo problema siempre habia una solucion.
-¿Y que propones?-le pregunto la diosa, mientras se secaba las lagrimas, mientras Afrodita y las amazonas esperaban su respuesta
-Con respecto al Altar, solo hay que reconstruirlo.
-¿Y la comida?-pregunto Marin
-Podemos cambiar el menu
-¿Que hacemos con respecto a los trajes?-pregunto Shaina
-Que yo sepa, todos son caballeros, asi que lo mas conveniente seria que usaran sus armaduras.
-¿Y las invitaciones?¡Ya fueron enviadas!-dijo Afrodita-¡Eso significa que todos vendran en la fecha indicada!
-Solo hay que informar a los invitados que son libres de traer su armadura, si asi lo desean.
-¡Que emocion!¿Pero, y los arreglos?-pregunto Saori al tiempo que sonreia
-Yo puedo ocuparme de los arreglos de flores-se ofrecio Afrodita-Hare unos bellos adornos de rosas
-Gracias Afrodita, te lo agradezco mucho-sonrio Kristal
-¡Un momento se nos olvida lo mas importante!¿Que hacemos con tu traje de novia?-pregunto Saori muy preocupada
-Eso no es poblema-dijo tranquilamente Kristal-Basta con que me ponga un vestido de fiesta color blanco, despues de todo, tenemos suerte que el velo llegara antes que los extravios se hicieran presentes.
-Definitivamente eres digna de admiracion, sabes enfrentarete a todos los problemas-exclamo la diosa
-Es gracias a Camus, prometimos enfrentarnos a cualquier adversidad y hacer nuestro mejor esfuerzo.-respondio la novia con las mejillas sonrosadas
-Camus tiene mucha suerte de tenerte-exclamo Afrodita
Y Kristal solo se sonrojo mas, al tiempo que sonreia timidamente.
Ya se acercaba el dia de la boda y todos los preparativos estaban casi listos. Milo estaba desesperado, queria evitar la boda a cualquier costo.
Se dirigio a la Casa de Acuario, con la intencion de hacer lo que tuviera a la mano para salirse con la suya, cuando entro a la parte privada, no encontro a nadie, pero habia un agradable olor saliendo de la cocina, se encamino a ella y encontro el horno encendido cociendo unas galletas. Milo las observo bien, eran galletas de vainilla, las favoritas de Camus. Lo mas seguro es que Kristal le hubiera preparado esas galletas. Como Milo estaba estaba listo a utilizar cualquier idea por absurda que pareciera, cambio la temperatura del horno, con la esperanza de que la considerara una mala cocinera, y luego se escondio en un rincon oscuro, eliminando su cosmos y atento a lo que sucederia.
No tuvo que esperar mucho tiempo, porque ambos volvieron al templo, solo para descubrir que olia a quemado y salia humo de la cocina. Kristal rapidamente apago el horno y saco las galletas que se encontraban quemadas. Agacho la cabeza con tristeza y sintio ganas de llorar, despues de todo se habia esforzado mucho. Camus lo noto y antes de que siquiera dejara escapar una lagrima, tomo una de las galletas y se la comio.
-¡Camus, no hagas eso. Te vas a enfermar!-le dijo preocupada
Camus no le hizo caso, tomo otra galleta y se la comio con gusto, luego la miro directamente a los ojos, se acerco a ella, le levanto las manos y los beso con vehemencia.
-Cualquier cosa que hagan estas manos es delicioso-le dijo con una tierna sonrisa. Luego se puso a comer el resto de las galletas ante el agradecimiento de Kristal y la desilucion de Milo, que observaba todo desde donde estaba oculto, para luego retirarse sin que ninguno se diera cuenta.
Milo habia agotado todas sus ideas, sabiendo que solo le quedaba el recurso mas bajo, se decidio utilizarlo. Se dirigio al Templo de Acuario y espero hasta que Kristal estuviera sola, y se presento ante ella.
-Kristal , hay algo que tienes que saber-le dijo nervioso
-¿Que cosa Milo?-pregunto interesada
-Kristal debo confesarte que Camus y yo fuimos amantes-le dijo, esperando verla sorprendida, pero el sorprendido fue él cuando le contesto.
-Lo se Milo, desde hace tiempo. Camus no me oculto nada-contesto tranquilamente-Al principio no quiso decirmelo, pero cuando me pidio que nos casaramos, le exigi que me lo dijera, porque no queria que tuvieramos secretos.
-Entonces sabes que no debes casarte con él, porque sigue enamorado de mi-dijo esperanzado
-Tu lo dañaste y lo hiciste sufrir, y eso no se hace a las personas que amamos. Se bien que Camus me ama, aunque no sea con la misma intensidad que te amo a ti y yo solo quiero hacerlo feliz-respondio Kristal con sinceridad.
Milo se sintio derrotado, sabia bien que el era el unico culpable, ella tenia razon, habia hecho sufrir a Camus, por eso se retiro del templo con la cabeza baja y en completo silencio.
Llego el dia de la boda, todos los caballeros se pusieron sus armaduras y los demas se vistieron con sus mejores galas.
Se habia construido un altar bellisimo al pie de la estatua de Atena, en el que se encontraba Camus con su armadura, esperando a su novia. Los santos de bronce y las amazonas de plata se acomodaron a lado de Atena, que estaba frente al altar.
Los invitados de honor, Hilda de Polaris y su hermana Fler junto a Julian Solo, ocupaban los asientos de primera fila, Los dioses guerreros y los generales marinos se acomodaron en el resto de los asientos.
Los doce caballeros dorados, digo doce porque Kanon vestido con su traje de general marino a pedido de Atena, se paro junto a su hermano Saga, se pusieron en dos filas, formando un corredor por el cual entro Kristal vestida de blanco y seguida por Kiki que le llevaba el velo, mientras se escuchaba la marcha nupcial. Milo la vio pasar a su lado, se sentia derrotado, junto a aquella joven, se iba su oportunidad de ser feliz con la persona, que muy tarde supo valorar y comprender que amaba con locura. Kristal lo vio de reojo, mientras caminaba al altar y noto su triteza, aunque Milo no mostrara ninguna señal de su abatimiento.
Cuando los novios estuvieron juntos en el altar, Shion prosiguio a casarlos y cuando llego a la parte en que se dice "Si alguien se opone a esta boda, que hable ahora o que calle para siempre", fueron sorprendidos por Milo que dijo que se oponia. Todos fijaron sus ojos en el Santo de Escorpio, el cual se adelanto hasta donde estaban los novios.
-Perdoname Camus, pero no puedo callar. Te amo demasiado como para perderte de esta forma, se que te hice sufrir y que jamas podre reparar el daño que te hice, pero creeme que si me das una oportunidad, jamas te fallare-dijo con el corazon en la mano.
Todos se quedaron boquiabiertos, nadie se esperaba esto, ahora todas las miradas se dirigieron a Camus, que se encontraba serio. Todos estaban en espera de su decision.
-¿Milo, en serio piensas que te dare una oportunidad, despues de todo lo que me hiciste?-dijo Camus con su conocido tono gelido
-Camus, te juro por mi vida que no cometere las mismas estupideces-dijo Milo, mientras se arrodillaba en el suelo y le suplicaba con lagrimas corriendo por sus mejillas. Cualquiera que viera en ese esado a Milo, se le romperia el corazon y Camus parecia no ser la excepcion.
-¿Serias capaz de comprometerte?
-Si, haria todo lo que desearas para no apartarme de tu lado.
-¿Incluso casarte conmigo?
-En este mismo instante si asi lo quisieras.
-¿Que opinas Kristal?-pregunto Camus
-Creo que es sincero-respondio ella con una sonrisa-Deberias darle una oportunidad
-¿¿¿Como??? ¿Acaso no quieres casarte con Camus?-pregunto incredula Saori.
-¡Claro que si! Mi primito es el esposo ideal, pero si quiere a Milo, yo no me opongo. Para mi lo mas importante es verlo feliz-respondio con una sonrisa sincera. Luego se acerco a Milo, que todavia se encontraba de rodillas en el suelo-Vamos Milo, si quieres desposar a Camus, te sugiero que te apresures antes de que cambie de opinion.
Milo aun no podia creer lo que sucedia, miro fijamente los ojos de Kristal y vio sinceridad en ellos, luego vio a Camus.
-¡¿Vas a hacerme esperar en el altar Milo?!-pregunto con una sonrisa en los labios.
Milo se levanto ayudado por Kristal y cuando tuvo a Camus cerca se lanzo a abrazarlo y besarlo, mientras lagrimas de alegria inundaban su rostro. Luego fue la misma Kristal que saco una cajita con un par de anillos.
-Lo tenia preparado por si acaso-dijo levantando los hombros, al notar lo sorprendidos que estaban.
Camus tomo la mano de Milo y le coloco uno de los anillos, mientras decia.
-Acepta este anillo como prueba de mi amor- Milo se emociono y tomando el otro anillo se lo puso a Camus.
-Acepta este anillo como prueba de mi amor y mi eterna fidelidad-le dijo con sinceridad. Acto seguido ambos se dieron un gran beso, que fue aplaudido por todos.
Bueno el fin de cuentas dos de los caballeros dorados se habian casado, aunque fuese entre ellos. Asi que la celebración prosiguió como fue planificada.
Milo no dejaba de darle las gracias a Kristal, mientras Camus le agradecia con una sonrisa, la cual fue correspondida con gran alegria.
Kristal se sentia satisfecha de haber ayudado a su querido primo a encontrar la felicidad, pero al mismo tiempo comenzo a sentirse sola. De pronto diviso a dos santos dorados, uno de pelo morado y otro rubio, ambos de cabellera larga, que le sonreian y la miraban con cierta coquetería.
-Quiza todavía pueda casarme con un caballero dorado-penso, mientras correspondia las miradas y las sonrisas de los santos.
Mientras tanto, Camus y Milo se escaparon por un momento a un lugar apartado, habia pasado mucho tiempo desde que estuvieron juntos, ambos decidieron aprovechar la ocasion lo mejor posible, asi que se besaban y abrazaban con amor y pasion desmedida. En uno de esos momentos, Camus paro en su tarea y se puso serio.
-¿Camus, que te sucede amor?-pregunto preocupado
-¡Dime la verdad Milo! ¿Era cierto todo lo que dijiste?-pregunto con severidad – ¿Puedo confiar en que no volveras a fallarme?
- ¡Te juro mi amor, que prefiero morir antes de fallarte otra vez!-exclamo con sinceridad
- Milo, no sabes el gusto que me da escuchar estas palabras-dijo mientras lo abrazaba con dulzura y era correspondido.
-¿Camus, puedo hacerte una pregunta?-dijo timidamente
-Por supuesto mi vida-respondio este
-¿Kristal y tu durmieron juntos?-pregunto con miedo a la respuesta
-Si, ella y yo dormimos juntos algunas veces -respondio tranquilamente- Pero solo dormir. Jamas ninguno se atrevio a hacer algo mas que no fuesen darnos un beso o un abrazo.
-¡Que bueno!-exclamo con alivio- Porque eso quiere decir que eres mio y solo mio-dijo en forma seductora, mientras se acercaba a besarlo.
-Y tu eres desde ahora y para siempre solo para mi-respondio en el mismo tono, mientras sus labios se fundian en un beso cargado de sus mas preciados sentimientos, haciendo la firme promesa de nunca volver a sufrir.
FIN
^_^ Les agradezco a todos el que leyeran este fanfic de mi querido primo Camus y su amado Milo. Por favor diganme si les gusto para poder hacerle una segunda parte. Ya saben que cualquier critica sera bien recibida, aunque sean tomatazos n_nU je,je,je.
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