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Lo Que Yo Conocí... Te lo Mostraré... por shinku09

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Notas del fanfic:

Los personajes de la serie de Naruto no me pertenecen, son exclusivos de Kishimoto sama, más decir que Rossiel es un personaje original mío el cual ha ido evolucionando con el tiempo que llevo trabajandolo en mi mente y en mis roleos díarios.

Notas del capitulo: Bueno como siempre decirles que estoy mejorando a pasos agigantados mi ortografía, me he esforzado mucho para ello a tal punto que ahora enseño a otros que también tienen el mismo padecimiento en escritura.
Este fics se me ocurrió hoy y ya que mi pj sigue su curso he querido mencionarlo en esta historia, es corto, losé, empero a ver qué sale cuando tenga tiempo ;3
Han pasado muchos años, tantos… que parecen siglos, tengo 22 años y no le volví a ver otra vez, claro que no puedo decir mucho puesto que fui yo el que se marchó después de la aldea. Tenía que hacerme más fuerte, creer que la muerte también puede traer salvación cuando se enfoca en los ámbitos de traer paz a los aldeanos, si… lo sé, yo era muy débil para proteger a tantos seres humanos como aquellos, quise convencerme de que mi corazón podía liberarlos a todos de las incesantes guerras que Akatsuki trajo luego de conseguir los ocho demonios, lástima por ellos que nunca lograron arrebatarme Kyuubi, el muy maldito no tenia intensiones de irse tampoco con esos idiotas, de alguna forma se lo agradezco ya que no pudieron cumplir con sus objetivos aquellos traidores, tampoco puedo negar que revolvieron el mundo con sus tonterías y hasta el día de hoy… lo siguen haciendo.

Hoy, después de que han pasado muchos años desde que me largué de la aldea, me doy cuenta de que fue lo mejor que pude hacer en esos años donde sólo la desesperación se volvía parte de mi. Era un adolescente ingenuo, testarudo, no quería escuchar a nadie porque muy en el fondo de mi corazón sabía que ellos tenian razón, estaba obcecado en algo que no existió, la paz no era tangible, vaya… si hasta hoy me recrimino mi falta de madurez, mi real compresión de lo que estaba ocurriendo, que risible ¿No?

El planeta sigue en caos total, las legiones ninjas caen como moscas, están exasperados los reyes que a duras penas gobiernan, los líderes de los pueblos ya no saben cómo traer el control, se ha vuelto tan oscura la existencia. Si… tengo mucho trabajo que hacer para reclamar el poder, cobrarme las vidas que ya no volverán a resurgir de sus tumbas, ya no queda otra cosa que rezar por las almas perdidas en congruentes guerras.

Miré mi aldea, estaban todos trabajando firme por levantarla, se notaba a lejos que por aquí pasó una clase de ciclón que se llevó mucho consigo más no les dejó casi nada, bueno, ahora es hora de alzarnos contra las demás huestes, y sabrán que Naruto Uzumaki ah vuelto por lo que es suyo, por lo que siempre le perteneció, no dejaré que vuelvan a embestir a mi pueblo con tanta crueldad y osadía nuevamente, me las pagaran todos los mal nacidos que ostenten en pos de lucha en contra nuestra.

Mis cabellos largos se revuelven por el rostro en descontrol, mi oceánica mirada azul está al pendiente de todo lo que me rodea, Sasuke, me das lástima puesto que cuando nos encontremos conocerás lo que realmente es el dolor, yo te sigo amando como siempre, pero no dejaré que destruyas a tu propia nación ¿Sabes lo que es una violación? Me imagino que no ¿Verdad? Seré yo el que te enseñe qué es aquello, si… te has olvidado de los placeres carnales y lo has entregado todo por la violencia, pero ¿Qué beneficio te traerá aquello si no puedes sentir el verdadero placer de sentirte en mis brazos, de saberte mío? Me gustaría que intentases venir a visitarme, a ultrajarme con tu cuerpo a ver quién gana entre las sabanas de seda blanca.

Sabes, hay mucho que desconoces de mi, si… desde que mi maestro llegó a la aldea con sus finos cabellos largos y azabaches, con su cuerpo nunca enjuto, sino, uno fuerte y vigoroso, de ojos negros tan refulgentes que hasta olvidé respirar por segundos, me acuerdo también que la primera vez que le vi., todos se le quedaron mirando como posesos, realmente era un hombre demasiado bello ¡Ah! La verdad es que me pareció el ángel de la muerte más encantador que podía haber imaginado en mi pútrida existencia tan débil. Aquellos ropajes negros que recubrían su humanidad no hacían más que echar mi imaginación a volar de lo que detrás de aquellas se ocultaba, me hizo estallar el corazón con sólo hablarnos, yo, yo… pensé que me volvería loco por él.

Sus ojos se posaron en mí, un chico estúpido, imbécil sin ganas de hacer daño a nadie ¡Dios! Casi me sentí desfallecer, mis piernas lánguidas y entumecidas amenazaban con dejarme caer frente a él, jamás, no dejaría una mala impresión de mi ya que era la primera vez que no veíamos a la cara. Sus pasos firmes y seguros que según yo, la tierra temblaba por él y sólo por él. Cuando le conocí no pude hacer nada para llamar la atención como siempre acostumbraba, si… me ignoraba como al resto, yo solo era un chico más dentro de la masa de ninjas que había en la aldea. Tan alto que pensé que era mi Zeus personal, mi anatomía despertó al unísono cuando pasó por mi lado, una sensación de escalofríos, de espasmos continuos por saberle tan cerca de mí, quería permanecer siempre a su lado aún eso significara seguirle hasta la muerte.

Tsunade estaba tan vislumbrada que hasta tartamudeaba cuando Rossiel le preguntaba algo respecto a la aldea. Pasaron varios días después de la llegada de él, le busqué pero no le encontré, supuse que estaba muy ajetreado con proteger a la aldea, nadie sabía la procedencia de aquel insigne, todos curiosos no podían más que hacer todo lo que se les pidiera que llevaran acabo. Tuve muchos sueños mojados con su presencia, le veía desnudo a mi lado provocándome para que me dejase tomar por él, diciendo cosas al oído en medio de susurros, yo… abría mis brazos y le recibía feliz, encantado gemía para decirle sin necesidad de palabras que cuando él me tocaba me encantaba, que me desquiciaba con sólo sentir su respiración chocar contra mi piel…. Cuándo fue que me puse tan bueno para soñar.

Luego de varias semanas de imaginármelo hasta despierto, babeando y perdido en Rossiel, le volví a ver nuevamente en un campo de entrenamiento, la sorpresa mía fue grande ya que a los que tenía bajo su poder, estaban exhaustos en extremos, eran todos hombres de élite y aún así, estaban destrozados por el enorme ejercicio que les demandaba el caballero de ojos negros.

Mi corazón se volcó cuando él se giró para observarme de pies a cabeza, al parecer Tsunade tuvo la confianza necesaria para contarle sobre la bestia que vivía en mi, parecía no importarle mucho, pero buscaba algo y eso me lo dijeron sus ojos que ya me comían, de alguna manera me gustó que lo haya hecho porque me sentí volar…. Pero no duró mucho -… Este es un entrenamiento para personas exclusivas ¿Lo sabías? No puedes andar de merodeador por aquí…- Expuso. Yo no supe que hacer, el corazón desbocado no me ayudó mucho por lo que solo atiné a dar media vuelta y salir pitando trastabillando al punto que casi caí de bruces al suelo, si… hubiera sido algo mata pasiones para Rossiel ver cómo probaba el sabor de la tierra, humedeciendo el barro hasta quedar una mota mis labios sucios, no quise pensar en ello y eso me dio coraje para no caer y seguir corriendo como un loco por el bosque de la muerte.

Llegué a la ciudad realmente agotado, respirando fuerte, clara sensación de asfixia por todas las emociones juntas que me embargaron cuando le vi. Caminé hasta el restaurante Ichiraku donde comí hasta que me sentí aturdido, al punto de estallar en miles de trozos de carne, de almuerzo ¡Que asco! Me concentré en cualquier cosa mientras miraba al vacío. En eso, alguien posó su mano en mi hombro, un miedo me arrancó alma, era cálida y a la misma vez… percibía el delirio. Me giré un tercio para captar de quién se trataba y lo que me encontré me hizo querer salir corriendo pero mi cuerpo se quedó estático, hipnotizado por sus ojos, su rostro, su tersa piel llena de tanto y con tan pocas ganas de dar -… Tú nombre es inusual…- Dijo y yo creí morir en sus brazos. ¿Qué tenia de malo mi nombre? ¿A quién debía reclamar para que me lo cambiaran? ¡Uf! Estaba ofuscado ya que la mueca de risa en sus labios no ayudó a sentirme mejor, si… tal parece que mi nombre no hacia más que darle gracia. Pero aún así, se sentó ignorando mis cavilaciones.

El dueño le atendió como a un rey, y él comía tan finamente que agradecí haber terminado de cenar pues la vergüenza en cuestión me hubiera dejado más de un mal sabor y sobre todo para él. No tardó en alimentarse de los menesteres y salimos del lugar, caminando bajo la noche de brisa fresca que revoleteaba sus cabellos y los míos ¡Cielos! Que alguien le dijera que le amaba desde la primera vez, que me volvería loco si continuaba alejado, que la respiración me faltaba cuando su presencia no estaba junto a mí. Muchas veces me pregunté qué era el amor verdadero, y el resultado no me gustó, era Rossiel y Sasuke entrelazados por un fino hilo rojo el cual yo les mantenía atados porque no quería dejar ir a ninguno, lo quería todo, imaginarme solo era frustrante, si me faltaba Sasuke que era mi pasado… no podría llegar muy lejos con mis objetivos, y si me faltaba Rossiel… no podría siquiera dar un paso hacia el futuro, ese hombre era mi maldito presente que no dejaba de recordarme que yo vivía porque Sasuke lo hacia, pero el amor que sentía por este hombre era tan abrumador que la idea de olvidar al Uchiha no era tan demente después de todo.

Esa noche él me contó que me había estado observando desde hace bastante tiempo, que quería entregarme sus conocimientos, dejarme como un legado de lo que alguna vez fue su existencia, no le quedaba mucho de vida decía, no era enfermedad lo que padecía pero sabía el porqué de lo que me comentaba. Yo acepté sin pensármelo, lo único que deseaba era estar a su lado, el asintió con leve movimiento de su rostro pero no le vi sonreír, al parecer ya captaba lo que estaba pasando conmigo por su culpa, quizá… no quería darme falsas esperanzas.

Al día siguiente Rossiel le comentó su determinación de sacarme de la aldea, también añadió que me enseñaría todo lo que sabia, que me dejaría ser libre a la hora en que yo quisiera regresar a la aldea, Tsunade no tenia muchas ganas de dejarme ir, pero al fin y al cabo el que me pedía era el hombre en quién más había confiado y por esa sencilla razón me dijo que si, que fuera y que me cuidara, y si alguna cosa no me gustaba que regresara a casa cuanto antes, vaya Tsunade sama no me esperaba que dijera algo así, y tampoco tenía intensiones de regresar muy pronto.

Esa misma tarde salimos de Konoha hacia un recóndito lugar, yo no dejaba de mirarle de soslayo, se veía tan guapo con su ropa negra que me dio por vestirme hasta parecido a él, nada es para siempre y eso bien que lo sabia pues de alguna forma yo podía percibir que Rossiel sólo seria una etapa en mi vida y aquello dolía con sólo imaginármelo lejos del alcance de mis manos. Casi 6 años pasamos juntos, a estas alturas mi belleza competía con la suya, me asemejaba a un ángel, ying y yang juntos, si… vivir bajo el mismo techo por tanto tiempo provocó que nos enamoráramos el uno del otro, noches de intensa pasión entre nuestras pieles pegajosas y gelatinosas hasta decir basta, resbaladizos en cada una de las penetraciones contra mi esfínter, revolviéndonos en la cama como viles putas cualquiera, jadeos y gemidos que se hacían poco a la hora de “comer” de mi hombre, mi macho recio ¡Mierda! Que señor tan idílico, ese torso bajo los ases de luna que se colaban por la ventana me dejaban sin aliento, un corazón palpitando a mil por hora, por favor… que alguien le diga que le amaba tanto que me sentí rayar en la locura.

Su cuerpo en movimiento sobre el mío era excitante, el tinte de sus cabellos negros regarse por la cama y mi piel me provocaba que gimiera más para él, gritándole que era mi todo, también recuerdo el sonido de la cama que en cualquier momento se dejaba caer por tanto revuelco sobre ella, sus dígitos detallando mi humanidad. Me mordía los labios con el hecho de saberle mío, de que sus ojos solo fueran para verme, que sus labios me profesaran miel ¡Ah! Es que con dejar que esos recuerdos vengan a mi mente ya me entran ganas de tener sexo nuevamente tan furtivo como ese, si… pero como todo lo bueno termina pronto… Rossiel falleció.

Desapareció una noche como cualquier otra, la verdad es que en el día él se sintió mal, quise ayudarle pero no se dejó, y el resultado fue que cuando llegué de comprar la cena en un pueblo cercano, nuestro lecho estaba completamente en rojo por tanta sangre ¿Y su cuerpo? Nunca lo encontré, es por ello que deduje que fue a morir en soledad donde yo no pudiera ver su agonía, me eché a llorar como poseso tirado en el suelo, apretando las sabanas fuertemente entre mis puños reteniendo el último aroma de su piel.

¿Mucho he pasado verdad? Si, lo sé, bueno qué podemos hacer, ahora vuelvo a mi sitio para levantarlo, no… no tendré compasión con Sasuke cuando lo atisbe otra vez, con él me desquitaré todo lo que pueda, le haré conocer lo que es el amor en verdad pues yo lo conozco, nadie cree que se pueda amar a dos hombres a la vez pero si es posible y yo… soy la fehaciente prueba de ello. Hay que comenzar una vez más hasta que nos encontremos en el otro mundo con Rossiel, no sé qué le diré cuando la hora llegue, pero también sé… que esos dos hombres que amo nunca dejaran de ser importantes para mi, aunque ellos algún día me odien con toda su alma por el profundo engaño de aferrarme a los dos.
Notas finales: Por favor mis lectores, pedirles que dejen REVIWS para que me comenten qué piensan de lo que escribí, desconosco si les gustó la idea de que pusiera a mi personaje creado por mi *-* es por ello que les pido que me dejen sus opiniones. Gracias a todos los que me apoyan como siempre y desearles que tengan buena semana a todos los que lean ;3

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