Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Back To Your Heart por millah

[Reviews - 218]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Un fic que no estaba segura si subir o no...pero ustedes me diran si hice lo correcto *o*. Y como ya saben, mucho drama, romance y un poco de lemon.
Tom conocía a Bill desde pequeños, pero siempre pensó que el pelinegro era un chico extraño por su apariencia y porque nunca hablaba con nadie que no fuera su mejor amiga, nunca le veía en fiestas y rara vez se lo topaba en los pasillos, pues cada recreo él y su amiga desaparecían quizás donde. No le daba mucha importancia, porque para él Bill era uno más del montón, y no le parecía para nada atractivo, no feo, pero el maquillaje que usaba y ese mechón que cubría parte de su cara no le gustaba para nada, incluso se burlaba de él a sus espaldas diciendo que parecía un sicópata o un asesino en serie y que le tenía miedo. Tom era bisexual, pero de ninguna manera se enredaría con un chico tan extraño como Bill. Eso creía hasta que un día sus mejores amigos le dijeron que ese extraño chico guardaba un secreto y que él tenía todo que ver con el. Aun más, tenían pruebas para demostrárselo.

-¿A qué se refieren con que tienen pruebas?

Uno de sus amigos sacó de su mochila un pequeño cuaderno azul y se lo dio a Tom.

-¿Y esto es una prueba?- preguntó examinando el objeto por todas partes sin encontrar nada relevante.

-Ábrelo idiota, la prueba está adentro- le gruñó un castaño de ojos verdes.

-Más idiota eres tú Georg... ¿por qué no avisas antes?

Tom abrió el cuaderno y al leer la primera hoja se puso rojo como un tomate, miró a sus amigos que se mordían la lengua para no reír y volvió a clavar los ojos en eso que parecía ser un diario, lo que veía y leía no le causaba mucha impresión, las hojas estaban repletas de poemas dedicados a él pero no le dio importancia, aunque su nombre estaba escrito al comienzo de cada poema.

-Hay muchos chicos que se llaman Tom- dijo cerrando el diario.

-Pero tú eres el único Tom Kaulitz que hemos conocido, y creemos que es casi imposible que exista otro Tom con tu mismo apellido -esta vez habló un rubio de anteojos.

-Además está escrito ahí, tu nombre y apellido, en la última pagina - agregó Georg quitándole el diario para mostrarle la pagina en donde estaba escrito, devolviéndoselo abierto.

Los ojos de Tom se abrieron como platos al leer su nombre escrito con hermosas letras color rojo junto a una para él vergonzosa dedicatoria.



"Quiero que me mires
como yo te miro,
quiero que pienses en mi
como yo pienso en ti,
quiero que tu corazón sienta
lo que yo siento por ti."



Para Tom Kaulitz





-¿Pero que demonios?... ¿de donde sacaron esto?- preguntó cerrando el diario de golpe.

-Lo tomamos prestado, lo devolveremos...es que pensamos que deberías saberlo- se defendía antes de la acusación el rubio un tanto nervioso.

-Gustav, no puedo creer que tú hayas sido capaz de esto...de el idiota de Georg me lo esperaba, pero de ti nunca lo imaginé- decía riendo malicioso.

-Yo este... es que Georg...

-Oye ¿yo qué?...que yo sepa no te puse una arma en la boca para obligarte a hacerlo- le riñó a su amigo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

-Bueno ya basta, devuélvanlo y no se les ocurra contárselo a nadie si saben lo que les conviene...par de tontos.

-¿Pero no nos vas a decir lo que piensas de esto?

-¿Están locos?, no tengo nada que pensar...es un chico muy extraño...E-X-T-R-A-—-O les recalcó haciendo mímica- y la verdad, me da un poco de miedo, si hubiera sido Megan la que escribiera el diario sin dudarlo habría ido por ella y me la hubiera tirado...esa si que está guapa -dijo con ojos lujuriosos, luego carraspeó su garganta- ahora vayan a devolver esa cosa.

-Está bien- dijeron sus amigos al unísono, caminando hacia la puerta del baño.

-¡Esperen!- gritó deteniéndoles frente a ella -¿como supieron de lo que siente Bill?

Georg se acercó casi atorado por contarle como supieron de eso -escuchamos a Megan hablando con él, Bill le contaba de su diario, estaban tan concentrados hablando de ti que ni se dieron cuenta de que nosotros estábamos a unos centímetros de ellos.

-Ella le decía que si quería que nadie lo supiera, tendría que dejar de mirarte tanto y suspirar, pues cualquiera lo notaría- agregó Gustav.

-Pues yo nunca me he dado cuenta de que me mira... será porque nunca me fijo en él, ok ya váyanse- les empujaba para que se fueran pronto.

Cuando los chicos abrieron la puerta, se toparon de frente con el pelinegro, bajaron sus miradas y salieron disparados del baño, dándose cuenta muy tarde de que él llevaba puesta su mochila ¿y ahora como harían para devolver el diario?...Gustav, el más inteligente de ellos había pensado inmediatamente que hacer.

Tom al ver a Bill, no pudo evitar sonrojarse, miró hacía otro lado y decidió seguir a sus amigos, no pudiendo evitar darle una mirada penetrante antes de salir y dejarle solo, con el corazón latiéndole a mil por aquella mirada, que no sabía bien si era de odio o que, pero que le hizo suspirar al verle salir.

Luego de eso se metió a un cubículo y abrió su mochila con la intención se sacar su diario para escribir lo último que se le había ocurrido al ver a Tom. Pero no lo encontró y enseguida se puso nervioso, pues si alguien lo encontraba y lo leía sería el blanco de burlas y bromas crueles, corrió asustado al lado de su mejor amiga y le contó lo de su diario, por supuesto ella enseguida le ayudó con la búsqueda, pero sin obtener resultado positivo.

-Megan ¿qué voy a hacer ahora?, si alguien lo encuentra seré el hazmerreír de toda la escuela- lloraba en el hombro de su amiga.

-No te preocupes, lo encontraremos... ¿ya buscaste en tu casillero?

El pelinegro levantó la cabeza y la miró sonriente -no, ahí no he buscado...pero no recuerdo haberlo dejado ahí...pues siempre lo traigo en mi mochila...

La joven le agarró del brazo y se lo llevó corriendo a su casillero. Allí revolvieron todo y lo encontraron casi en el fondo de todo el desorden.

-¿Ves? aquí está tu tonto diario.

-Siii -respiró aliviado -pero de verdad no recuerdo haberlo guardado aquí...bueno ya no importa, lo importante es que está aquí y completo.

Lo guardó en su mochila y luego volvieron a la sala de clase. Allí aprovechó de escribir lo que tenía en mente sin dejar de mirar en ningún momento al rubio de rastas.

-No lo mires tanto, se dará cuenta -le susurró Megan un tanto molesta.

-Lo siento, es inevitable -sonrió guardando su diario.



El timbre avisó que la clase se había terminado, todos los alumnos recogieron sus cosas y salieron disparados del salón de clases, todos excepto Bill y Megan, que siempre esperaban hasta el final para salir, no fuera a ser que esa manada de animales les tiraran al suelo y los mataran a pisoteadas, por lo menos eso pensaba Megan que era una exagerada por naturaleza. Salieron tranquilamente del salón y caminaron a paso lento por el pasillo hasta la salida, afuera estaba la mayoría de los estudiantes reunidos, mientras pasaban entre ellos Bill sintió una mirada penetrante que le observaba inquietantemente, miró a su alrededor y vio con sorpresa que era Tom quien le miraba insistentemente, sintió sus mejillas arder cuando su mirada chocó con la del rubio y sin darse cuenta pisó el pie de su amiga, quien con su grito lo sacó del trance y de paso hizo que Tom desapareciera.

-¡AAUU!... ¡me pisaste!- gritó la chica saltando en un pie.

-Lo siento Megan...es que...- trataba de explicarle buscando a Tom entre la multitud.

-Tendré que ir al hospital - se quejaba sollozando.

-Ay por favor, no seas tan exagerada...mejor vamonos a casa.

-¿A la tuya o a la mía?

-A la tuya, hoy mi padrastro se muda a mi casa y no quiero estar con él.

-Pero Bill, si él es tan dulce...se nota que te quiere mucho, deberías darle una oportunidad.

-No, y no entiendo por qué mi mamá tuvo que llevarlo a vivir con nosotros.

-Pues porque es su esposo, es obvio que deben vivir juntos.

-Pues yo no quería que...

-Tu madre tiene derecho a rehacer su vida y si ha encontrado a un buen hombre que la ama tu deberías apoyarla.

-Si, lo que sea, ya cambiemos de tema.

El camino a casa de Megan no era largo, solo unas cuantas cuadras y ya estaban allí.

La mayoría de las veces estaban solos en la casa ya que la madre de la joven dedicaba la mayor parte de su tiempo a su trabajo, ella era doctora y cuando no estaba trabajando, estaba en juntas aprendiendo nuevas cosas sobre la medicina o si tenía tiempo libre aprovechaba de salir a festejar con sus compañeros.

-¡Hola!... ¡mamá ya llegué!....no está, como de costumbre- resopló resignada.

Pasaron y fueron directo a la cocina, donde por supuesto no había nada para comer.

-Tendremos que cocinar nosotros.

-No que va, yo no cocino...mejor pidamos unas pizzas - dijo el pelinegro sonriente.

-Está bien, pídelas tú.

Tenían la tarde para ellos solos y que mejor que pasándola escuchando música mientras miraban revistas de moda que les ayudara tomar decisiones de como vestirse para el baile que pronto se efectuaría en la escuela, el baile de San Valentín.
Notas finales: espero sus comentarios...danke por leer.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).