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I need somebody por ines_kaiba_wheeler

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Notas del capitulo:

Como ya dije de la última vez, aclaraciones al final del capítulo. De momento las cosas irán algo lento, después de todo, va a ser un fic largo. Con el paso del tiempo los capítulos se harán más largos e incluirán más situaciones en otro lugares, pero de momento esto va así. Espero que tengáis la suficiente paciencia como para aguantar hasta entonces.

Disfrutad de la lectura.

 

-¿En serio?-preguntaba Takashi, riendo levemente ante el último comentario de Sadaharu.

Se encontraban en medio de una hora libre debido a la ausencia del profesor mientras uno que había venido a cubrir al que faltaba contestaba las preguntas incesantes de las jóvenes, que parecían muy interesadas en averiguar su número de teléfono. Por casualidades de la vida, ambos habían acabado en la misma clase, uno sentado tras el otro y al lado de la ventana. No tenían unas vistas bonitas, es más, del otro lado del cristal a unos  pocos metros de ellos, se encontraba otra parte del edificio junto con algunas de las clases de primero. Al estar las ventanas cerradas no se podía vislumbrar con exactitud las personas que había en aquellas clases, ni siquiera en la que estaba justo al lado, pero tan pronto el calor de la primavera se hiciera presente, ya conocerían a sus vecinos.

-Completamente inservible-contestó Sadaharu. Takashi se encogió en la silla, intentando amortiguar la risa cubriendo con sus manos su boca. Sadaharu se colocó las gafas y dirigió su mirada hacia la ventana con los labios curvados en una pequeña sonrisa-Cosas de la vida-algo más calmado, Takashi limpió las pequeñas lágrimas, fruto del entretenimiento, que se escondían en los laterales de sus ojos.

-Sí, pero qué cosas-añadió soltando una pequeña risa nerviosa. Lo que no le pasara a su amigo mientras hacía sus zumos, no le pasaba a nadie. Observó la libreta de Sadaharu, abierta en la mesa de este, en la que se encontraba escrito el horario-¿Qué tenemos después?-podía mirar su propia agenda pero eso implicaría girarse, abrir la dichosa libretita, buscar el horario y volver a encarar a Sadaharu. Mucho trabajo para alguien que está cansado.

-Matemáticas-el chico de los datos pudo ver el brillo en la mirada de su amigo.

-Genial, por fin algo interesante-los números le apasionaban, quizá porque desde que era pequeño había ayudado a su padre con las cuentas de los clientes o quizá sería por aquel profesor que le dio clase en su primer año en el Seishun Gakuen. A saber.

-¿Insinúas que las dos horas de ciencias naturales que hemos tenido no han sido interesantes, Kawamura?-preguntó Sadaharu empezando a tomar nota, con una sonrisa extraña en la cara-Teniendo en cuenta que casi te duermes en la mesa seguramente la respuesta sea un no, hay un setenta y ocho coma siete por ciento de que así sea-añadió haciendo girar su bolígrafo entre sus dedos-También puede ser que el tono monótono y carente de emoción del profesor no te haya llamado la atención, con una probabilidad del ochenta por ciento-Takashi sonrió.

-Ha sido interesante, Inui-si no paraba a su amigo se pasaría el descanso haciendo cálculos y para eso ya tenían la hora siguiente-Como has dicho casi me quedo frito, pero por otras razones.

-Imagino que no has dormido-le dio con el bolígrafo en la nariz-Sabes que tienes que descansar bien para estar sano, Kawamura. Llevo diciéndotelo tres años-se frotó la nariz con la mano mientras cerraba los ojos, intentando no sentirse culpable por lo que Sadaharu acababa de decir.

-Fue algo superior a mí, pero prometo que esta noche dormiré-al menos, lo intentaría.

Aunque teniendo en cuenta que aún no sabía dónde dormiría Jin el resto de la semana, lo más probable es que se quedara en vela de nuevo. Todavía no le entraba en la cabeza que Yuuki, la amable Yuuki, lo hubiese echado de casa sin darle ninguna explicación. Seguía siendo su hijo, siempre se había preocupado por él como nadie más, de eso Takashi podía dar testimonio. ¿Qué se le pasaría por la cabeza a aquella mujer? A  lo mejor debería hablar con ella sin que Jin se enterara o sino no lo perdonaría jamás. Siempre se enfadaba cada vez que hablaba con su madre, aunque se encontraran por la calle de casualidad. Hablando de cosas que no entendía, eso también le parecía extraño.

-Kawamura-lo llamó Sadaharu mientras revisaba su libreta-Me gustaría saber qué pasa con Tanaka-san-tras parpadear un par de veces, Takashi sonrió levemente.

-¿No me digas que no sabes nada de ella?

-Aparte de que te tiene una estima que roza la molestia, obviamente para ti-Takashi asintió levemente. Una sonrisa tímida se instaló en su cara. Era cierto que la chiquilla le caía bien, pero también se le hacía muy difícil aguantarla-Sólo sé datos básicos sobre su vida.

-No puedo decirte mucho, la verdad. Ni siquiera yo sé que se le pasa por la cabeza a veces-se rascó la nuca, un poco avergonzado-Es bastante callada con lo que a su vida personal se refiere.

-Que no es lo mismo que le sucede al hablar de la vida de los demás-sí, era bastante cotilla-Alguna razón tendrá para seguir besándote, ¿no?-preguntó con curiosidad, dejando el bolígrafo a un lado.

-Dice que le doy fuerzas para seguir adelante-se encogió de hombros-Se lo pregunté hace dos años, supongo que seguirá siendo por eso-aunque en aquel tiempo tampoco le dio mayor importancia.

-Esa chica es todo un misterio-reconoció Sadaharu-Llevo un tiempo intentando buscar más información sobre ella, pero no la encuentro-repasó los datos que tenía en la libreta, prestando atención a la mínima palabra-Cuando entró en primero era bastante asustadiza, como tú-el moreno se ruborizó-Con los años ha cambiado pero no tengo claro si para bien o para mal-Takashi soltó una carcajada.

-Con el tiempo te acostumbras a sus locuras.

-¿Y no te molesta que se así?-la pregunta tomó a Takashi por sorpresa, por lo que se tomó su tiempo para responder.

-No es que me moleste o deje de molestar-jugueteó con sus dedos distraídamente-Al principio sí, ya sabes cómo son todos con trece años. …ramos el cotilleo del año-sus mejillas volvieron a colorearse-Hubo un momento en que pensé que me gustaba, pero al final lo descarté-cerró sus ojos con lentitud, reprimiendo un suspiro tras una tímida sonrisa-Creo que no es necesario que te diga la razón, ¿no?-su compañero le devolvió la sonrisa antes de cerrar el cuaderno.

-Cambiando de tema-recogió de nuevo su bolígrafo y lo hizo rodar un par de veces por la mesa-Ya que no te unirás al club de tenis, ¿qué tienes en mente?

-Bueno-hizo un repaso mental a los clubes que había en ese instituto-Dudo entre dos-dijo finalmente.

-El de cocina y el de kárate, ¿verdad?-con un movimiento afirmativo de cabeza, Takashi se preguntó si habría algo de él que Sadaharu no conociera-Si quieres puedo hacer un estudio sobre cuál se adapta mejor a ti-obviamente, su indecisión era algo que sabía desde que lo conoce-Ya sabes que no me molesta-al igual que su manera de no molestar a la gente con sus cosas.

Antes de que Takashi pudiera contestar algo coherente para que su amigo no se preocupara por eso, el timbre que indicaba el cambio de clase sonó, sobresaltando a más de la mitad de sus compañeras, todavía arremolinadas en torno al profesor. Este escapó de allí casi corriendo, tal parecía que era nuevo en el instituto, al igual que todos ellos. Si ese era el caso, tendría mucho que sufrir, ser nuevo, joven y apuesto, tenía sus más y sus menos en aquella profesión.

 

Tras esa clase de descanso, no tuvieron un solo minuto de relax hasta la hora del almuerzo. Sadaharu y Takashi llegaron al comedor siguiendo a sus compañeros para no perderse, minutos más tarde de que sonara el último timbre. Todavía seguían debatiendo uno de los últimos problemas de matemáticas que les había dictado su profesora, que ni uno ni otro habían sabido cómo resolver correctamente. Entre debate y risas, se sentaron en una de las mesas completamente vacías que había, ya servidos y dispuestos a hincharse a comer. Aún acababan de asentarse cuando vieron a Eiji entrar por la puerta, abanicándose con una mano. Tras él, la sonrisa escalofriante de Aki junto la mirada misteriosa de su novia, provocaron en ambos muchachos un leve escalofrío. Eran extrañas, quizá tal para cual.

-¿La conoces?-preguntó Sadaharu revolviendo su sopa de soba.

-¿A la novia de Aki-chan? Todavía no-cogió su bol de arroz-No suele presentármelas-seguramente para que no hubiera malos roces-Me recuerda a Fuji-comentó distraídamente intentando cambiar el tema.

-Ahora que lo mencionas, tiene un parecido-también era morena, con el pelo corto, pero con unos rasgos más femeninos y por supuesto, con unas curvas que Syusuke no tenía.

El ruido de otra bandeja llegando a su mesa los silenció por unos segundos hasta que vieron que era su amigo pelirrojo, quien se dejó caer en la silla frente a Sadaharu, completamente agotado.

-No puedo más-resopló cruzándose de brazos-¡Es injusto!-exclamó irritado, echándose hacia delante-¡Qué hambre!-sonrió con amplitud mientras se inclinaba hacia su comida. Takashi observó a su amigo con un tic en la ceja. Después hablaban de sus cambios de humor cuando cogía una raqueta-¡Nyagh!-exclamó al ver la botellita que tenía Sadaharu a un lado. Su maquiavélico zumo. Un zumo del que Takashi se había apartado nada más verlo.

-¿Qué es injusto, Kikumaru?-preguntó Sadaharu sin inmutarse por el último grito.

-Eso.

-¿Eso?-se preguntó Takashi en voz alta.

-Tener a Akutsu al lado-respondió con una mueca mientras cogía la sopa de miso-A veinte centímetros de mí-murmuró algo entre dientes que ninguno pudo escuchar-Parece que quiera matarnos a todos con solo mirarnos, nya-miró hacia Takashi con los ojos abiertos y algo asustado-¿Cómo soportas ese aura que desprende? Parece un verdadero demonio.

-Ni idea-respondió encogiéndose de hombros-A lo mejor es porque lo conozco desde hace tiempo, o quizá porque nunca me ha dado una paliza-hizo una pausa para terminar de comer el arroz-¿Quién sabe? Nunca me he puesto a pensar en ello-finalizó con una sonrisa.

-Quizá deberías-comentó Sadaharu subiéndose las gafas, antes de seguir comiendo y dejar a Takashi con las ganas de preguntar qué escondían esas palabras-De todas maneras, Kikumaru-el pelirrojo levantó la mirada de su tazón de arroz sin dejar de comer-Pareces molesto por algo más.

-Oishi lleva días sin llamarme-murmuró con tristeza-Seguro que ya se ha olvidado de mí-miró hacia ellos con ojos llorosos. Primero taladró a Takashi, haciéndolo respingar.

-A lo mejor está ocupado-opinó Takashi, intentando que su amigo no empezara con una pataleta y sabiendo que el tema era Suichiro, sería de las grandes-Recuerda que ha tenido que irse fuera y ya sabes cómo es Oishi. Seguro que está estresado por cualquier tontería-pero Eiji no parecía muy convencido y esta vez, atosigó con su mirada a Sadaharu.

-Todo parece indicar-dijo tras un carraspeo-que aún no se ha acomodado del todo en su nueva casa ni a su nuevo colegio-hizo una pausa, omitiendo el detalle de que a él sí lo había llamado-Podrías probar a enviarle un mensaje dándole ánimos. No ahora-añadió al ver el rápido movimiento que hizo Eiji hacia sus bolsillos-Espera a llegar a casa.

-Inui tiene razón, Eiji-el mencionado los miró a ambos y después al tazón de miso que tenía entre manos. Repentinamente, su humor parecía haber mejorado y ya estaba dando leves brincos en la silla sin dejar de comer con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Sabéis que tengo después?-preguntó entusiasmado-Historia-ambos muchachos se miraron sin saber muy bien qué decir. Que a alguien como Eiji le gustara la historia de Japón era extraño-Estoy deseando  saber qué daremos este año-muy extraño-¿Vosotros no?

-C-Claro-respondió Takashi, rascándose la nuca y desviando la mirada. Tenía tanta emoción por empezar estudiar historia como de que un pastor alemán le mordiera el culo.

-Yo estoy deseando que llegue física-sus gafas relucieron con ese peculiar brillo-Una pena que tenga que esperar hasta mañana-añadió chasqueando la lengua, algo molesto.

-Espero de todo corazón que no os toque al mismo profesor que a mí-Eiji volvió a ser el centro de las miradas-No os pongáis en primera fila, resistiros a hacerlo. ¡No caigáis en la tentación, nya!-exclamó levantando los brazos-Tampoco en la última, bueno-miró hacia el frente-Inui, tú sí.

-¿Por alguna razón en especial?-preguntó Takashi con cierto temor.

-Si estás en primera fila cómprate un paraguas o un chubasquero-puso cara de asco-Cada vez que habla te pega un duchado que no veas y habla mogollón-con la manga del uniforme se frotó la cara con fuerza, dejándole las mejillas rojas-Antes de venir me lavé la cara tres veces-cambió su mueca de asco por su sonrisa habitual-Si te pones al final corres el riesgo de salir al encerado a resolver ecuaciones-enseñó sus dientes todavía más-Akutsu estuvo a esto de tener que hacer unas cuentas-levantó sus manos y casi las juntó para dar a entender lo que le había faltado al muchacho-Justo antes de que dijera su nombre, ya había tocado el timbre.

-Hablando de eso-Takashi miró su reloj-En media hora tenemos que estar en clase-Eiji se apuró para terminar de comer ya que era el único que aún no había acabado.

-¿Qué días tenéis educación física?-preguntó con curiosidad. Takashi miró de reojo a Sadaharu, que fue quien respondió.

-Mañana a cuarta y los jueves a segunda-el pelirrojo dio un par de saltos.

-¡Coincidimos mañana! (1)-exclamó dando un par de saltos-El profesor se pasó por nuestra clase, bueno y la profe de las chicas-añadió con una risilla picarona-Supongo que también se pasará por la vuestra.

-Ahora que lo mencionas-los tres se levantaron para limpiar sus bandejas-Ya se pasaron a primera hora.

-Entonces sabréis que mañana toca-hizo una pausa-¡Natación!-hizo una pirueta sin soltar la bandeja, consiguiendo que no se cayera nada y que a Takashi casi se le caiga la suya por intentar esquivarlo.

-Sí-pues sí que parecía que compartirían clase-Es raro, ¿no? Compartir clases, digo-miró hacia Sadaharu, quien parecía distraído. Al notar la mirada del moreno sobre él, carraspeó.

-No te creas. En nuestra clase apenas hay chicos y chicas suficientes para cubrir las personas necesarias para la clase de educación física.

-En la nuestra pasa lo mismo, nya-se cruzó de brazos tras dejar su bandeja en una repisa-Inui, ¿sabes cuándo empiezan las actividades del club de tenis?

-La semana que viene, pero tenemos que apuntarnos esta-minutos más tarde salían por la puerta del comedor, Eiji dirigiéndose al lado contrario que los otros dos ya que su clase quedaba en la otra zona del edificio.

-A lo mejor su clase es vecina de la nuestra-comentó Takashi sentándose en su silla para buscar con mayor facilidad su libro de literatura en la mochila.

-Quizá-respondió Sadaharu sacudiéndose el uniforme. Parecía algo decaído desde que se había tocado el tema de educación física.

-¿Pasa algo, Inui?-este vaciló antes de susurrarle algo en el oído a Takashi, quien rió con un toque burlón-¡Ala!-a pesar del rubor que había anidado en sus mejillas no podía evitar reírse de su amigo.

-Le tengo dicho que no lo haga, pero se le olvidan las cosas tan rápido que asusta-el moreno volvió a reírse.

-Mientras sea sólo uno-parpadeó un par de veces, confuso, al ver que Sadaharu se rascaba la nuca con un ligero sonrojo en las mejillas, adoptando la misma postura que solía tener él la mayor parte del tiempo. La risa de Takashi resonó en el aula otra vez.

-Voy a tener que ponerle un bozal-su amigo le dio la razón entre risas. Las gafas de Sadaharu brillaron maléficamente-Estoy mejorando mi nuevo zumo, Kawamura-levantó la botella que aún tenía en la mano-Me gustaría que lo probaras una vez lo termine-obtuvo el efecto esperado, ya que su amigo dejó de reír al momento, intentando convencerle para que utilizara a otra cobaya. Le gustaba su estómago tal y como estaba. Suficientemente maltratado lo tenía ya desde que conocía a Sadaharu, no quería rematarlo de una vez por todas.

-A decir verdad-ahora el sonrojado era Takashi-Te puedo asegurar que no eres el único con ese problema-con una ceja enarcada, Sadaharu observó a su compañero con detenimiento-Cuando Aki-chan se entere se me va a echar al cuello. ¡Siempre lo hace!-exclamó cubriéndose la cara con sus manos-Espero que Eiji no se vaya de la lengua.

 

-¡Taka-chan!-dos voces sincronizadas lo llamaron mientras se calzaba, en la entrada del instituto. Ya habían terminado las clases del día y, como hasta  la semana que viene las actividades de los clubes no empezaban, la jornada acababa con la recogida del aula. Takashi buscó a las dos autoras de aquel grito, que pronto se colocaron a su lado. Se puso a pensar detenidamente en vías de escape para que Aki no se le acercara más de lo debido.

-Hola chicas-sonrió algo avergonzado. No es que le incomodara la presencia de las muchachas, pero las chicas siempre lo habían asustado un poco.

-¿Qué tal tu día, Taka-chan?-le preguntó Aki con una sonrisa de oreja a oreja, mientras agarraba de la mano a su novia-¡Oh, espera!-se situó entre la otra chica y Takashi-Primero las presentaciones. Taka-chan, esta es Kame-chan. Kame-chan, este es Taka-chan-la morena sonrió de lado.

-Kameko Ishikawa-hizo una pequeña inclinación, al igual que Takashi.

-Takashi Kawamura-dijo con timidez.

-Ahora sí-se hizo escuchar Aki-¿Qué tal el día?-empezaron a caminar hacia la salida para no interrumpir el paso de sus compañeros.

-Bastante tranquilo-después recordó la manera en que habían llegado al comedor-¿Has hecho alguna travesura ya?-preguntó con una sonrisa. Aki infló sus mejillas y se cruzó de brazos, fingiendo indignación.

-¿Quién te crees que soy?-la sonrisa de Takashi se volvió burlona-Aún no, como es el primer día tengo que ser formal-sacó su lengua mientras guiñaba un ojo-Pero no pude evitar hacer mis-se inclinó hacia adelante, escudriñando su vista hacia alguien en concreto entre la multitud-entrevistas-Takashi empezó a temerse lo peor. Sabía que Aki se pasaba de lista porque era capaz de ver más allá de lo que la gente aparenta ser y más de una vez tuvo que dar la cara por ella para que no recibiera ningún golpe-¡Ah!-ese grito lo dejó casi sordo-¡Aku-chan!-a unos metros de ellos caminaba Jin, quien se quedó de piedra al escuchar el grito de ambas muchachas. Takashi quiso reírse por el mote que le había puesto Aki, pero si lo hacía era hombre muerto y eso se lo decía la mirada asesina que les estaba brindando su amigo, en especial a la propia Aki.

-No me llames así, no te acerques a mí, olvida que me conoces-gruñó Jin girándose de nuevo para irse a otro lugar bien lejos de aquellas dos.

-¡Sabes que no puedo hacer eso! Viene en nuestra clase-añadió en voz baja hacia Takashi antes de que las dos empezaran a correr para alcanzar a su nueva presa.

De la misma manera que se había apiadado del alma de Eiji cuando este le dijo que iría en la clase de Jin, se apiadó del alma de Jin por tener que soportarla a ella día tras día. Con Aki le pasaba lo mismo que Jin. Serían sus amigos, pero a la hora de soportarlos ya era otro asunto diferente. Además, sabía cuan insufrible podía ser, después de todo, fueron tres años en la misma clase. Dando un par de zancadas algo rápidas los alcanzó, escuchando las preguntas un tanto indiscretas que le estaban haciendo a Jin.

-Aku-chan, ¿qué tipo de chicas te van?-preguntó Aki con una sonrisa traviesa.

-Las tías no me interesan-respondió echándose la mochila al hombro a ver si así las espantaba un poco. Ambas mujeres soltaron un gritito.

-¡No sabes lo que te pierdes!-le picaron ambas-Eso quiere decir que-hicieron una pausa para m mirarse-¡Te van los chicos!-exclamaron emocionadas. La mirada que les dirigió Jin podría congelar el mismísimo infierno.

-No volváis a decirlo en voz alta-les gruñó. Aki se agarró al brazo derecho de Takashi mientras que Kameko se agarró al izquierdo, como si tuvieran miedo de Jin. Obviamente a Aki le encantaba hacer paripé y obligaba a los que estaban a su alrededor a hacerlo con ellos.

-¡No seas así! Hay que tomarlo como la cosa más natural del mundo.

-Dejad el tema-por el bien de todos, Takashi decidió terminar con aquella charla tan peligrosa.

-¡Pero, Taka-chan!-exclamó Aki-Tú mismo sabes que es mejor no sufrirlo en silencio-los cuatro se quedaron en ese mismo silencio, tres de ellos mirando fijamente hacia la hiperactiva muchacha, casi perplejos-¿Qué?-preguntó algo azorada al ser blanco de toda mirada.

-¿Sufrirlo en silencio?-preguntó Kameko carraspeando, con una sonrisa bailona en la cara-Creí que hablábamos de que era homo, no de que tenía hemorroides-sin poder evitarlo, Takashi soltó una carcajada. Una cosa era pensarlo, otra muy distinta oír a alguien decirlo en voz alta.

Poco tardaron los demás en seguirlo. Obviamente, Jin trataba de mantenerse serio como podía, pero la risa de Takashi, aparte de ser curiosamente agradable de oír a sus oídos, era muy contagiosa, por lo que todo intento era en vano, tanto para él como para las dos muchachas. Al final, Aki y Kameko acabaron apoyándose en Takashi para no caerse al suelo porque sus piernas comenzaron a fallarle por la risa. No es que les importara sentarse en la fría baldosa de la calle, pero no querían manchar su uniforme el primer día, ya tendrían oportunidad de ensuciarlo otro día, aunque si era posible, preferirían no hacerlo. Más que nada, para que sus respectivos padres no las mataran. Algo más calmados todos, chicas a un lado, chicos al otro y Jin con su habitual aura asesina alrededor otra vez, siendo halagado por las chicas al decir que tenía una bonita risa, siguieron caminando por la calle, al igual que muchos otros estudiantes.

-Bueno, Aki-chan-dijo Kameko al llegar al primer cruce-Me despido aquí-miró hacia los chicos con una mirada que fue imposible de leer-Taka-chan, sea lo que sea lo que te preocupa, no te lo tomes muy en serio-el moreno parpadeó varias veces, confuso-Las cosas ocurren por algo, pero siempre hay una solución simple para que todo vuelva más o menos a su curso-dirigió su mirada, con vagueza, hacia Aki que la esperaba con los brazos abiertos y una sonrisa pícara.

Aprovechando que las chicas se despedían "como era debido", Jin le dio un pequeño golpe en la frente a Takashi con un dedo, haciéndolo volver a la realidad. Al observar los ojos dorados de Jin y su consiguiente mirada, ligeramente molesta, entendió a lo que se refería Kameko, pero no comprendía cómo sabía que estaba preocupado. Ni siquiera Sadaharu le había comentado nada al respecto y siempre lo hacía.

-Entonces nos vemos aquí mañana a la misma hora-escucharon que decía Aki. Takashi se despidió de ella con un movimiento de mano y Jin sólo la miró de reojo. Kameko sonrió para sus adentros mientras caminaba hacia su casa, al mismo tiempo que ellos reemprendían la marcha-¡Taka-chan! ¿Cómo que estás preocupado por algo?-cuando su amiga se giró hacia él, pudo apreciar un pequeño sonrojo en aquellas mejillas bronceadas-No me vale tu vergüenza ahora, Taka-chan. ¡Habla!-exclamó levantando su mochila en lo que a ella le pareció, una pose intimidatoria. Pose que logró que Takashi se riera de nuevo-¡Pero bueno!-resopló para después sonreír de lado-Supongo que hoy es uno de esos días.

-¿Esos días?-se preguntó Takashi-No lo creo-Aki se refería a que siempre que alguien hacía reír a Takashi como había pasado minutos antes, la mínima cosa lo haría reír después-No es algo de lo que debas preocuparte, ni siquiera es algo de lo que deba preocuparme yo-se rascó la nuca.

-Bueno, esta vez me fío. ¡Pero no te acostumbres!-echó a correr, riendo escandalosamente-¡Nos vemos mañana, Taka-chan, Aku-chan!-agitó su brazo con energía antes de desaparecer por otra calle.

-Si tan sólo fuera un tío-murmuró Jin-hace rato que estaría haciéndome un collar con sus dientes-gruñó con molestia. El comentario hizo que Takashi soltara una risilla nerviosa.

-Agradezco entonces que sea una chica-recordó entonces aquella manía suya de besarlo, de ser un chico a saber cómo habría acabado-Por muchas razones ya.

-Por cierto, Kawamura, tengo que pedirte disculpas-Takashi giró su cabeza hacia él con rapidez, sorprendido por lo que acababa de escuchar, y no dudó en poner su mano en la frente de Jin para comprobar si tenía fiebre y estaba delirando. Divertido por esa acción, pero también molesto por la extraña sensación que se coló en su cuerpo por el roce, no dudó en hacer que se desmayaba antes de apartar la mano de Takashi de él-Siempre te he llamado aburrido y ahora resulta que estás metido en un menage a trois con un par de lesbianas. ¡Eres un verdadero hombre!-un pronunciado sonrojo acudió a las mejillas de Takashi y este empezó a negar frenéticamente, nervioso. Eso hizo que Jin se riera a carcajada limpia, con aquella burla que lo caracterizaba impregnada en su risa.

-No bromees.

-Oh, vamos. Eres un blanco tan fácil como tu hermana-el moreno se sintió ofendido por la comparación. Justo después se dio cuenta que Jin estaba en lo cierto, pero antes muerto que darle la razón-Sin embargo, el tema de la disculpa sigue en pie. Aunque eres tú el que debe dármela.

-¿Eh?-no recordaba hacer algo que pudiera molestar a Jin, no al grado de tener que pedirle perdón-¿Por qué se supone que tengo que disculparme?

-Esa cría me dijo en clase "si tú eres el mejor amigo de Taka-chan, entonces sabrás que es homo, ¿no?"-imitó, asombrosa y escalofriantemente, a la perfección el tono de Aki. Más escalofriante fue, sin duda, la reacción que tuvo Takashi, quien aflojó tanto el agarre de su mochila que esta cayó al suelo-Ya que somos tan amigos al menos podrías decírmelo a mí primero-lo miró de reojo al notar que se había quedado quieto, a unos pasos atrás-Quita esa cara, a punto de llorar debería estar yo-caminó hasta ponerse detrás de Takashi, recogió su mochila y lo empujó para que siguiera andando-Que casi me abro la cabeza en canal al caerme de la silla cuando me lo soltó, así, sin anestesia ni nada-se frotó la parte trasera de su cabeza-¡Exijo que te disculpes, Takashi Kawamura!-saliendo de su shock momentáneo, Takashi giró un poco su cabeza para mirar a Jin-¿Saliste ya del trance?-preguntó dejando de empujarlo, observando cómo se giraba para encararlo-Pues toma tu jodida mochila. Pesa-añadió resoplando, lanzándole la mochila al pecho. Todavía sin creerse que aquello le estuviera pasando a él, caminó al lado de Jin a paso lento. Si no se lo había dicho era porque no tenía la confianza en sí mismo para hacerlo. Tampoco quería que le rompiera un hueso o algo por el estilo, aunque de haber sabido que se lo tomaría con tanta guasa se lo hubiese dicho antes-Pide disculpas.

-¡No pienso hacerlo!-exclamó él de repente-Si no tú también tienes que hacerlo-Jin parpadeó. Después se encogió de hombros.

-Cierto, estamos empatados-segundos después, se miraron de reojo, con una pequeña sonrisa en la cara y, en el caso de Takashi, un leve sonrojo también.

-Akutsu-había algo de lo que debían hablar, aún si su amigo no quería-¿Dónde dormirás esta noche?

-Quizá venda mi cuerpo para ganar pasta y techo-al utilizar un tono bromista, Takashi lo empujó levemente con su cuerpo, fingiendo molestia. Al menos, fingiendo la mayor parte de ella, ya que aquella idea había hecho que algo quemara dentro de él-Tengo algo de pasta, me iré a un hotel o algo así-pateó una lata de ponta que había tirada-Empezaré a buscar curro de media jornada y después, a saber.

-Te será difícil sacar el curso si trabajas. Nunca has sido una lumbrera-añadió recordando los últimos días del curso pasado, cuando Yuuki le había dicho lo mucho que le había costado aprobar el curso.

-¿Alguna otra idea, chico listo?-Takashi bajó la cabeza, negando-Pues eso-siguieron caminando en silencio.

-Podría ayudarte a estudiar-Jin se paró, mirándolo con incredulidad-No es que saque muy buenas notas, pero al menos me defiendo mejor que tú-se giró para mirarlo con una sonrisa amable y cálida asomando en sus labios-¿Qué te parece la idea?

-Que tú también suspenderás-el moreno rió con nerviosismo.

-Espero que eso no ocurra-ambos reanudaron la marcha-Akutsu.

-¿Qué quieres ahora?

-¿Quieres venir a mi casa a jugar a la play? (2)-se sentía algo idiota preguntándolo, pero por preguntar no pasaba nada.

-No tengo nada mejor que hacer-se encogió de hombros con aquella actitud pasota tan suya-Pero bueno, tampoco es como si pudiera ir a muchos más lugares-al ver aquel deje de tristeza en los ojos de Jin, Takashi decidió animarlo un poco, incentivarlo más bien.

-Te machacaré-golpeó su hombro con un puñetazo débil-Como siempre-añadió con algo de burla. Jin lo miró con una ceja enarcada y una sonrisa de superioridad.

-Qué te lo has creído, tío. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que jugamos, te haré morder el polvo-Takashi soltó una risa sarcástica.

-Como si pudieras.

Mientras debatían quién ganaría, en cuánto tiempo y en qué situación se daría esa victoria, llegaron al restaurante y, segundos después a la habitación de Takashi. Lo siguiente que se escuchó tras haberse quitado la chaqueta del uniforme, fue una risa como canto de victoria y un gruñido como toda respuesta a ese canto. Era cierto que había pasado mucho tiempo desde la última vez.

Y Jin seguía perdiendo.

Notas finales:

(1) Lo de coincidir…En fin, más adelante no os quejaréis de que tuviera esa idea *se ríe maléficamente*. No tengo ni guarra idea de si eso pasa en Japón, pero por lo menos en el instituto al que yo iba, sí. Es peculiar, pero, es lo que hay. Mi mente funciona de aquella manera, es muy suya, no lo tengáis en cuenta *risas*.

(2) PlayStation…Espero que nadie tenga que mirar esta aclaración a estas alturas de la vida, pero siempre hay quien sorprende. Ahora tiremos del manga y dejad que me explique. Taka adora tener a gente en su habitación y jugar con ellos a cualquier cosa. En el manga aparece su habitación, ligeramente diferente que la del anime, en la cual tiene dos consolas con sus mandos respectivos, un montón de juegos y todo eso. También tiene un monopoly en algún lugar de la casa. Al parecer hay uno en cada hogar de cada familia, incluso los personajes de anime y manga no se libran *risas*.

 

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