ARTE
-El arte es eterna-Decía Sasori.
-El arte es una explosión y por lo tanto efímera- Opinaba Deidara con molestia.
Y la conversación podía prolongarse un largo tiempo, horas quizás si es que acaso se encontraban de buen humor pero nunca parecían llegar a una conclusión en la que ambos quedarán medianamente satisfechos; los dos eran testarudos, necios y…pese a ello no había el porque estar siempre en desacuerdo.
Al menos no cuándo el objetivo de ambos era realizar un nuevo tipo de arte, uno mucho más sencillo, práctico y por momentos agradables.
Cuándo Deidara pasaba sus labios por la rígida piel de cierto pelirrojo con aspecto aniñado no le importaba que fuese dura o hasta fría, sus bocas la aceptaban con la misma facilidad que si fuese arcilla y la degustaban de igual manera, en ocasiones le masticaba sin quererlo para posteriormente ofrecer disculpas sintiéndose no del todo culpable ya que aquello era todo lo que podría hacer, Sasori no era un humano así que en mas de un aspecto se encontraba limitado, lo maldecía en silencio por ello pero no le importaba mas que un par de segundos porque gracias a el conocía un nuevo tipo de arte. Su arte podía ser explosiva y hasta efímera pero lo que practicaba con su maestro Sasori no podía ser considerado de esa manera, era eterna porque el deseo de tenerlo, poseerlo y de fundirse en un solo cuerpo prevalecía con el y así sería un largo tiempo ya que aquella obra nunca estaría terminada.
Por otro lado Sasori podía ver como cierto rubio travieso rodeaba su cuerpo esparciendo besos y caricias con aquellos manos juguetonas, en mas de una ocasión le había mordido y aruñado e incluso tendría que arreglar sus labios al día siguiente para que no se notase lo maltratados que los dejaba; el simplemente se dejaba hacer observando en silencio y con expresión apática escuchaba los cumplidos de Deidara que como un niño pequeño se entretenía con el, su juguete. Pero el no era capaz de sentir nada, solo podía ver y escuchar pero aquello no era algo que le molestase realmente sino el hecho de que aunque se considerará e incluso jactaba de no sentir nada no fuese mas que una mentira, con ese niño todas las reglas que algún día se hubo establecido eran rotas, incluso su arte eterna se trastocaba porque añoraba esos instantes con las misma ansiedad con que deseaba terminar una de sus marionetas pero a diferencia de estas últimas aquellas preciosas sensaciones no duraban mas que un par de segundos, cortos instantes que se esfumaban en la nada, porque aquella era igual que el arte de su discípulo…efímera.
-Maestro…-Llamaba Deidara con voz melosa acurrucado en los brazos de Sasori sintiéndose desfallecer por el sueño-¿Qué es el arte?
-El arte es eterna- Contestaba como era usual.
-Yo pienso que es efímera- Replicaba con molestia-pero…-una sombra apagaba su rostro vibrante- ¿El amor es un arte?
Y Sasori no respondía mas, simplemente tomaba entre sus brazos al rubio hundiéndose en el silencio porque no podía darle una respuesta que el mismo desconocía.
Entonces ambos se fundían en la oscuridad porque ese nueve tipo de arte que juntos habían descubierto no congeniaba con las suyas y jamás lo admitirían porque después de todo en ocasiones el arte simplemente debía disfrutarse.
FIN
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español