Cuando las luciérnagas toquen a tu puerta

- Te amo…-le dije antes de que se marchara, aferrándome a su pecho con fuerza.
- Yo también, no me extrañes ¿bueno?, volveré en una semana.
- Llámame cuando llegues.
- Claro- sonrió Julián un tanto forzado, sé que odia estos melodramas, más no puedo evitar ser empalagoso.

Cuando Julián murió en el bus aquel mismo día, experimenté  el peor sufrimiento que podría haber sentido, y luego de mucho tiempo, mucha meditación, y mucha locura, decidí emprender un viaje para ir a buscarlo. Un viaje épico, crudo, y existencialista, donde el mundo real se mezcla con el divino y se divide en tres, el infierno, el purgatorio y el paraiso...

...subestimé estos dos últimos, y lo pagué caro ¿Se puede distinguir el bien del mal, cuando ambos hacen el amor en medio de la oscuridad?