En un día soleado en un reino alejado de la humanidad, el príncipe de largos rubios cabellos paseaba por el jardín del palacio seguido por otro hombre un tanto mayor que lo miraba jugar feliz entre las rosas. El maravilloso jardín del palacio tenia todo tipo de flores pero sin duda alguna se veían opacadas con la belleza del rubio príncipe a quien le encantaba pasear por ahí con su novio.
-Edward vayamos a la sombra, el sol se esta poniendo fuerte – Dijo el pelinegro mirando con una sonrisa suave al rubiecito que jugaba con el agua de una fuente.
Edward corrió hacia Roy, se tiro sobre el y lo abraso por la cintura, lo miro a los ojos y le sonrió. El pelinegro tomo al chico por los hombros, se agacho un poco y le dio un beso dulce, con el agua de la fuente como música de fondo, y el olor a rosas que inundaba el ambiente haciendo a la escena parecer de película. En el momento que Roy soltó a Edward se miraron apenas unos momento y se sonrieron. El mayor tomo a Ed de las manos y se lo llevo bajo la sombra de un árbol.
Roy se sentó debajo del árbol, se apoyo contra el tronco, y saco un libro que empezó a leer con atención. Edward se sentó a su lado y se fue deslizando hasta su pecho.
-Roy… ¿reamente me quieres?- La pregunta tomo a Roy por sorpresa, dejo su libro a un lado y le dio un beso apenas rozando los labios de Ed.
- Ai shiteru, chibi-
-A quien demonios le estas dicien…- Edward no pudo terminar su frase a que Roy le dio un beso un tanto mas apasionado que los otros. Ed fue abriendo los ojos de a poco y se notaba un ligero color rojo en sus mejillas.
- Te digo a ti, chibi- Dijo Roy llevando al mas pequeño cada vez mas contra su pecho donde se fue durmiendo de a poquito en un sueño cálido.
Al despertar Edward noto que Roy también se había dormido abrazándolo. Cerró los ojos con un gesto de felicidad en la cara acomodándose más contra el mayor quien también se había despertado y lo abrazaba más fuerte que antes.
-Buenas tardes, Edward- Dijo Roy mirándolo con ternura.
Ed se levanto un poco y fue de a poco acercando sus labios mas y mas hacia los del pelinegro quien lo hiso también así. Disfrutaban hacerse esperar el uno al otro y cada cual tomarse el tiempo para todo, haciendo que llegado el momento, fuera más dulce y más placentero.
De a poco el sol fue bajando su intensidad, mientras a lo lejos se podía ver a dos personas debajo de un árbol compartiendo un beso dulce que ambos deseaban que no terminara jamás.
Luego de un largo tiempo, entre besos abrazos y caricias dulces, el cielo empezó a tener unos hermosos colores rojos y dorados que hacían que el ruborizado rubio se viera cada vez mas angelical mientras sus cabellos largos sueltos se mecían suavemente con el viento haciendo que el pelinegro se enamorase cada vez mas.
-Bueno me temo que tenemos que irnos, dentro de poco va a oscurecer- Dijo el mayor levantándose del suelo y ayudando a Ed a levantarse.
-Roy, luego vamos a volver ¿verdad? – Pregunto Edward con una cara que hacia imposible darle una negativa o un tal vez.
- Por supuesto- Contesto Roy mirándolo fijo a los ojos y dándole un beso en la mejilla para luego volver a tomarlo de las manos y empezar otra vez el camino hacia el palacio, poniendo fin por hoy al sueño con olor a rosas.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español