Capítulo I
Hogwarts, un Colegio de Magia y Hechicería. Ancestral y reconocido como el mejor en sus enseñanzas.
Una poción para el amor. No hace o provoca que alguien se enamore. Crea una falsa obsesión y locura. El olor varía de acuerdo a la persona.
Sabiendo esto, Pansy Parkinson, quería un poco de atención por parte de Draco Malfoy. Últimamente el rubio estaba ausente y distraído. Sólo decía que debía cumplir una misión muy importante.
-¡Con esto definitvamente Drake se enamorará de mí!- guarda en una caja verde con una cinta que decoraba muy elegantemente unos bombones amargos con sutiles toques de “amortencia”- cierto, debo arreglarme- entra al baño, dejando el presente sobre la cama.
-Pansy, ya no vamos a desayunar- dice Blaise entrando al cuarto y viendo la caja encima de la cama- le haré una pequeña broma- se lleva la caja y le esconde en el baño de las chicas de gryffindor.
Primero se percató de que nadie le veía y dejó la caja en el suelo, escondida. Luego se fue corriendo de regreso a las mazmorras.
-Ya voy, Blai…se- queda como estatua de hielo al no ver sus chocolates- ¡mis chocolates!- exclama muy fuerte arrasando con todo lo que había en su habitación y hecha una furia.
Hermione fue al baño de gryffindor. Abrió la llave del lavamanos y con jabón se las lavó. Estaba muy tranquila, cuando su mirada fue hasta el suelo y vio una extraña caja verde. Llamó poderosamente su atención y sobre todo la nota que colgaba a un costado de la cinta, la cual tenía las iniciales P.P y decía: “Mi querido D.M, para ti”.
-Debe estar envenenado- la revisa por todos lados- voy a llevarla al Gran Comedor- se la lleva.
MAZMORRA…
-¡Lo mataré!, ¡Blaise Zabini!- Pansy era una fiera.
-Silencio, Pansy, tus gritos son insoportables- comenta Draco de mal humor.
-Drake, pero yo- hace un puchero.
-Pero nada, vamos a desayunar- termina cortante y camina hacia el Gran Comedor.
GRAN COMEDOR…
-Oh, Hermione, nos ha traído chocolates- comenta Ron comiendo con mucho entusiasmo su desayuno.
-¡No seas glotón, Ron!- le quita la caja a su amigo.
-Egoísta- le reprocha.
-Gracias por los chocolates- Harry sacó alrededor de 4 bombones y se los comió- vaya, es chocolate amargo.
-Harry, no debías comerlos- comenta la castaña, preocupada.
-¿Por qué no?- pregunta extrañado- son amargos, pero ricos- bebe su jugo de calabaza.
-Podrían estar envenenados- dice la gry, preocupada- recuerden los incidentes anteriores.
-Entonces tomaré una poción y listo- dice como “fin del problema”.
-Como quieras, después no reclames- come un trozo de budín.
-Ginny, ¿me puedo sentar a tu lado?- pregunta el pelinegro de pronto.
-Por supuesto- la pelirroja se sonroja.
La mirada de Harry se fue a la mesa de las serpientes. Específicamente a Draco Malfoy. Se veía tan “atractivo”
Contemplaba el cabello rubio platino que caía sexy sobre sus ojos. El corazón lo tenía acelerado y una sonrisa tonta asomó a sus labios.
Cuando Draco levantó su mirada hacia Harry, sólo le miró con desprecio y frialdad.
Harry bajó la mirada, dolido. De un segundo al otro, su mente se llenó de pensamientos sobre el príncipe de las serpientes.
_¿Qué sucede Harry?- pregunta preocupada Ginny.
-¿No creen que Malfoy está diferente?- pregunta el moreno a su amiga Hermione.
-Puede ser, Harry- responde la chica, con su libro en la mano.
-Hermione, deja de leer por un rato- dice el pelinegro, sulfurado- ¡aquí hay algo que no encaja!
-Tus cambios de ánimos, no encajan, Harry- le reprocha la castaña.
-Lo siento, Hermione, pero, es que…- toma su libro de pociones avanzadas- tomaré un descanso, nos vemos luego- se retira del Gran Comedor.
-¡Harry, espera!- exclama la chica, pero Ron le toma el brazo- ¿qué pasa?
-Quiere estar solo- dice el pelirrojo, soltando el brazo de su compañera- estará bien.
¿Por qué tengo tantas ganas de llorar?, ¿por qué siento este vacío tan grande que nada lo puede llenar?, ¿desde cuándo yo siento algo por Draco Malfoy?
-¿Por qué Harry miraba tanto a Malfoy?- pregunta Ginny, levantándose de su puesto.
-Cree que tiene un plan contra Dumbledore- responde Ron sin entender el sentido de la pregunta de su hermana.
-No me entiendes lo que quiero decir- pausa- va a sonar extraño, pero me dio la impresión de que le gusta Malfoy- comenta Ginny.
-¡Deja de bromear!- exclama Ron, pálido.
-Sólo digo lo que vi- se defiende.
-No peleen y vamos a las clases- Hermione calma los ánimos exaltados.
MESA SLYTHERIN…
-¿Qué mirada era esa de Potter?- el rubio queda pensativo- como si me importara- termina de desayunar y se va del lugar.
-¡Todo es tu culpa, pedazo de idiota!- exclama Pansy reclamando la broma de su compañero.
-Sólo fue una broma inocente- decía el chico en su defensa.
-¡Inocente nada!, ¡arruinaste mis bombones encantados!- la chica estaba fuera de sí.
-¿Encantados?- Blaise la detiene.
-Silencio- Pansy lo golpea con un periódico en la cabeza.
Harry bajaba por la escalera y se topó de frente con Draco.
-¿Quieres que te vuelva a pisar la nariz?- el rubio lo empuja.
Esa indiferencia del rubio, la entendía, pero lo hería.
-¡Eres un estúpido arrogante!- golpea a Draco en la cara y dio un paso en falso, rodando por las escaleras, quedando semiinconsciente en un charco de sangre que brotaba de los cortes.
Draco bajó las escaleras y se quedó a unos dos escalones, viendo el cuerpo de Harry.
Podría dejar que se siguiera desangrando o salvarle la vida.
Estaba en sus manos la vida de su némesis.
Se sigue acercando y le toma por el hombro.
-Cara-rajada, despierta- dice el ojigris, moviéndolo con el pie.
¿Cuántas veces más piensas romper mi corazón?... puedo olerlo… ese olor a menta, al igual que los chocolates.
-Mal…foy- murmura Harry débilmente.
Continuará...
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