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Merry Christmas, Mello? por Yuko Hiitachin

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Notas del fanfic:

Hii!!! n.n

Este one-shot ya lo tenia hecho y me he animado a subirlo aqui aprochando la fechaa!! >33
Es lo primero que hago MattxMello...una pareja que simplemente me encanta *-*
Asi que espero que les guste...Y que tengan una feliz navidad!! ^_^ *cronologicamente atrasada* xDDD

Disclaimer: Los personajes no me pertenercen. Son de los señores Obata y Ohba los cuales se pasan o_o

Aquel día, como muchos otros días de invierno en esa monótona cuidad, nevaba y hacia un molestoso frío que obligaba a los niños de Wammy’s a usar ropas abrigadas. Sin embargo, aquel día no era como los demás…todos los niños, a pesar del horrible día que hacia y las bajas temperaturas, parecían felices, jugando y corriendo contentos en medio de la gran sala de estar, ansiosos de abrir los regalos que “Santa” les traeria en ese “hermoso” día de Navidad.

Mello, por más que lo intentara, no acababa de comprender la mentalidad sencilla y simple de los demás niños. No comprendía porqué todos se empecinaban en encerrarse en esa burbuja de irrealidad como lo estaban haciendo. Había estudiado y sabia lo suficiente para darse cuenta que todo aquello era una burda mentira, una estupido engaño y con linda pero totalmente falsa fantasía. Primero, todas aquellas ideas que Santa llegaría en un trineo desde el Polo Norte, tirado por sus renos voladores, se metería por la chimenea con su gorda panza y un saco enorme con regalos para todos los niños de Wammy’s –era obvio que no cabria-, eran totalmente absurdas y irreales…”Santa Clous” no existía y tampoco nunca había existido; tan solo era un ser ficticio, creado para la tradición y alimentar las fantasías de los ingenuos niños que caigan vilmente engañados en el cuento, haciendo que fantasearan con un mundo de irrealidad, siendo que, el verdadero, el palpable, era mucho más cruel del que sus ignorantes mentes se podrían llegar imaginar. …l sabia, con certeza, que todos esos regalos que se recibían en navidad eran obra de los padres que los compraban para sus hijos y les decían a la mañana siguiente que Santa se los había traído mientras estaban durmiendo, pero en el caso de ellos era diferentes…ellos no tenían padres que los mimaran y les dieran regalos, por lo cual el “amable” y viejo Roger se encargaba de la compra de todos los regalos para los niños de Wammy’s House….era simplemente odioso, pareciera que le agradaba recordarle que era huérfano. Siendo así, la Navidad no le parecía nada bonito, además que el verdadero hecho que se celebraba era el nacimiento de Jesús de Nazaret, un ser del cual nada era concreto y cuya existencia y obra él ponía en duda.

Ese día definitivamente le parecía fastidioso y absurdo, por lo cual no le apetecía moverse de adonde estaba, recostado en su cama comiendo mucho chocolate, con un libro a medio ojear encima de su pecho.

Miro de reojo a su acompañante, el chico pelirrojo de goglees que parecía muy concentrado en su videojuego como si fuera lo único que le entretuviese en esa vida. Había llegado a su habitación muy de mañana, cuando aun él estaba durmiendo y se había instalado con su videojuego en una silla, sin tener la verdadera necesidad de cruzar palabra con el chico rubio en todo el tiempo que llevaba metido allí.

Ciertamente estar juntos era algo que se había convertido en parte de su rutina, y el chico pelirrojo cada vez que tenia algún tiempo se iba a instalar en su cuarto para hacer cualquier cosa. Realmente no era muy entretenido, pero siempre encontraba algo con que fastidiar al pelirrojo a sabiendas que éste le obedecería. Era algo de utilidad para él, quizá eso explicaba el porqué siempre esperaba ansioso el momento que este entrara por la puerta de su cuarto y empezara a jugar con su tonto aparto de videojuegos.

Matt pareció captar la mirada que le dirigía el rubio, coloco “mute” a su juego un rato, para enseguida caer en cuenta que se estaba congelando y realmente debió estar muy concentrado en el juego para no sentir el intenso frío que hacia.

Mello advirtió que el chico se aproximaba hacia él, sentándose en el extremo de la cama donde no estaba acostado para sacarse las botas. En el momento que abrió las ropas de cama el rubio pareció alertarse verdaderamente.

-¿Qué rayos crees que haces, Matt?- pregunto viendo que el chico se disponía a subir a la cama donde él estaba acostado.

-Hace frio y me estoy congelando en la silla. No creo que haya nada de malo en que me acueste al lado tuyo un rato- dijo el pelirrojo, atreviéndose a entrar entre las fresadas por donde estaba recostado Mello.

Mello sintió el cuerpo de Matt literalmente pegado al suyo, la cama verdaderamente no era muy grande y definitivamente no estaba hecha para que cayeran dos personas, además que los dos eran hombres, lo que agregaba un considerable factor de incomodidad ya que en ninguna aparte había sabido que era normal que dos hombres se acostaran juntos en una cama. Estaba a punto de echarlo a patadas de su cama, cuando, al estar tan cerca de él, sintió inevitablemente lo fría que estaba la piel del pelirrojo, provocándole un ligero estremecimiento en su cuerpo. Lo reconsideró un momento, después de todo el chico se había pasado casi toda la mañana en ese cuarto que no superaba los 3ºC sentado en una silla.

-Solo será un rato- dijo finalmente el rubio el cual parecía fastidiado.

-De acuerdo- Matt verdaderamente parecía muy conforme con la respuesta de Mello, el cual normalmente le hubiera respondido un rotundo “no”, después de haberlo empujado al suelo. Esbozo una pequeña sonrisa y se acomodo un poco más al lado de Mello, el cual mordió su chocolate como siempre que lo hacia cuando estaba molesto, decía que comerlo le relajaba. Ahora que estaba cerca él podía sentir el aroma a chocolate que desprendía el rubio, lo que a lo lejos era una leve fragancia, de cerca era un aroma dulzón que llegaba a embriagarle los sentidos.

Mello sintió que se relajaba verdaderamente, aquella cercanía del pelirrojo se había vuelto una sensación misteriosamente agradable. …l estaba mirando al techo mientras su compañero estaba de costado, muy apegado a su cuerpo y su cabeza reposaba muy cerca de su hombro, haciendo que sintiera su tibio aliento haciéndole cosquillas en el cuello.

-¿Matt?- pregunto después de unos minutos en que el ambiente se había relajado y el pelirrojo al lado suyo estaba tan quieto que parecía estar durmiendo.

-¿Si, Mello?- dijo el pelirrojo, el cual al parecer no estaba durmiendo, sino que, al igual que Mello, se había relajado.

-¿Crees que sea un día bonito?- le pregunto con algo de curiosidad el rubio, esa pregunta estaba directamente relacionada con lo que estaba pensando hace algunos momentos atrás.

-Pues hace algo de frío pero esta agradable, además de que todos parecen divertirse mucho- respondió Matt con algo de pereza en sus palabras.

-No. Me refiero a que si encuentras que la Navidad sea algo tan maravilloso como los otros piensan- aclaro el rubio, cierto tonito de molestia comenzaba a notarse en sus palabras -¿No crees que exageran?...es realmente fastidioso ver como se engañan con las mentiras que los adultos inventan.

Matt se quedo pensando un momento en lo que su compañero decía, y que en parte era cierto, pero…- Creo que solo tratan de tener un momento especial una vez al año, además que todos parecen muy felices creyendo en eso.

-Por favor, Matt. No me digas que aun crees en Santa y estas cosas. ¿No encuentras que ya estas bastante grandecito para darte cuenta?...vamos a cumplir catorce años y además que tú también sabes que Roger es el que compra los regalos…nada de otro mundo- dijo con fastidio, dándole la espalda repentinamente al pelirrojo. No le gustaba que se pusiera en su contra además que pensaba que él era el único capaz de comprenderlo pero se estaba dando cuenta que no era tan así.

-Mello…- pronuncio con algo de disgusto el pelirrojo –No, no creo en esas cosas…pero pienso que la Navidad es una fecha agradable…al menos desde que llegue a Wammy’s he sido algo feliz con eso- respondió en todo despacio mirando al chico que en ese momento le daba la espalda.

-Bien, veo que tú también eres de los que se engañan, Matt- dijo volviendo a darle la cara, tomándolo sorpresivamente de la polera con algo de enojo –Date cuenta donde estamos…¡esto es un orfanato no un parque de diversiones!. Nuestras vidas son horribles, nuestros padres nos abandonaron y aquí lo único que hacen es aprovecharse de nuestro coeficiente intelectual y hacernos estudiar todo el tiempo como malditas maquinas. ¿Te parece que alguien puede ser feliz así? ¡No seas como ellos, Matt! ¡No te engañes! ¡Esto es un asco de vida! ¡Despierta de una vez por todas de las estupidas fantasías que esos malditos videojuegos te provocan!- le grito fuertemente, sin ni siquiera saber muy bien en que momento había quedado encima de él, tomándolo de la polera y la ira que sentía en ese momento provoco que le propinara un fuerte golpe de puño a su compañero en la cara.

Matt se sorprendió por lo repentino del golpe, su rostro estaba hacia un costado apegado a la almohada por la intensidad con que se lo había propinado y un pequeño hilo de sangre corría por sus labios. Sin embargo, en realidad, no era nada por lo cual debía sorprenderse mucho, Mello siempre reaccionaba de esa forma y lo golpeaba, pero aquella vez era distinto….había logrado que algo de él lo decepcionara y sentía las repentinas ganas de llorar.

Mello se vio sorpresivamente apartado de encima de su compañero por él mismo, cuya expresión no era para nada alentadora. Se bajo de la cama colocándose las botas y saliendo de la habitación sin mediar una palabra.

Para cuando el rubio se había dado cuenta lo que le había hecho al pelirrojo impulsivamente, era realmente tarde. Nunca tenía el control de lo que hacia o decía en sus momentos de ira, pero eso no justificaba la reacción de Matt…

Lo había dejado solo.

¡Maldito Matt! No sabia cuantos golpes le había dado antes, pero si sabia que nunca antes se había ido…nunca le había dejado solo. …l no podía hacer eso, él tenia que estar siempre a su lado, siéndole fiel y obedeciéndole sin protestar.

La vida de Mello ciertamente no había sido color de rosa, ni fuera ni dentro de Wammy’s House, pero nunca desde que había conocido a Matt había estado solo…y no quería volver a estarlo.

“Estupido Matt…no te alejes”

___*---------*___

Afuera del patio del gran orfanato hacia en realidad mucho frío y estaba nevando, por lo cual la mayoría de los niños estaban adentro disfrutando del temperado ambiente de proporcionaban las chimeneas de la sala de estar. Lo había buscado dentro del orfanato pero dentro de la multitud de niños Matt no apareció y, ciertamente, era poco probable que estuviera allí dentro, conocía un poco las manías de su amigo y sabía que el lugar preferido para jugar videojuegos del pelirrojo era el patio, detrás del orfanato donde había una hilera de árboles y usualmente no sé juntaban a jugar muchos niños por lo cual era un lugar tranquilo para que Matt se pudiera relajar.

Le costo mucho llegar con los pies hundiéndose en la nieve que se había acumulado en el piso y con el intenso frío que lo envolvía por no haberse puesto nada que lo abrigara realmente, pero al llegar sintió que todo aquello había valido la pena. Matt estaba allí y ni siquiera sabia como había soportado afuera bajo la nieve por todo ese tiempo sin congelarse.

-Matt…-murmuro cuando ya estuvo más cerca de él, ciertamente llegando a aquellas instancias se sentía como un tonto por haberlo buscando con tanta desesperación…de seguramente el pelirrojo no quería saber nada de él –Lo que dije endenantes…bueno…yo…no sé si sea cierto…quizá….hable de más- el rubio en verdad no sabia como pedir una disculpa, se estaba acomplejando mucho y sus mejillas estaban algo calientes a pesar del frío…no sabia que decir.

El pelirrojo se había sorprendido bastante con la presencia de Mello. Lo había buscado…se había preocupado de él…eso, de alguna manera, se sentía muy bien. -¿Estas tratando de pedir disculpas?- pregunto incrédulo el chico levando una de sus cejas.

-¿Ahh?...¡No!...digo…¡Tú fuiste el que te largaste con cara de triste como una niña! Yo solo te seguí porque de verdad eres tan tonto que pensé que podrías perderte, y…bueno, si quieres estar solo yo mejor me voy- respondió con verdadera vergüenza Mello, siéndose incomodo por toda fastidiosa aquella situación. Si Matt ya no quería verle más lo afrontaría, pero no seria tan tonto de arrastrarse por pedir perdón. La simple palabra ya estaba fuera de sus parámetros.

El rubio se disponía a irse, de hecho, estaba tan rojo que prefería eso antes de, en uno de sus arranques de impulsividad, pegarle otra vez al pelirrojo. Sin embargo, para su sorpresa, Matt lo detuvo y de un momento a otro tuvo él cuerpo de su compañero detrás del suyo, rodeándolo con sus brazos en algo que tenia la palabra de “abrazo”, quizá el primero que el rubio recibía en toda su vida.

-No, no. Quédate. Quiero tenerte conmigo, en realidad, sabia que tú quizás no lo comprenderías pero me refería a que de que entre a Wammy’s la Navidad en realidad me hace más feliz, por desde que entre aquí te conocí y estoy contigo- soltó el pelirrojo, cerrando los ojos y ateniéndose a cualquier tipo reacción que pudiera tener el rubio por semejante confesión -¡Por eso quiero que esta Navidad la pasamos juntos!

Mello estaba tan sorprendido que le costaba procesar las palabras dichas por Matt, su sonrojo iba más de lo que era capaz de aguatar y en realidad ni él sabia como iba a reaccionar: pegándole fuertemente hasta hacerle sangrar o darle el beso más apasionado que nunca en su inexperta vida amorosa había dado; sin embargo, si sabia que su visión sobre aquella fecha llena de regalos y fastidiosos villancicos había cambiado completamente.
Notas finales: Jee...espero que haya gustadoo n.n
Si le beso o le pego ya se lo dejo a su imaginacion xDDDD (ohhh, no quiero imaginar lo que piensan

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