CORAZÓN DE HUMANO por Alhen Lawliet

El viento soplaba suavemente, el aire olía a pasto, olia tan bien. Sus sentidos, adormecidos casi, habían deseado tanto el sentir aquella agradable sensación. Lentamente, abrió sus ojos, podía ver el cesped vailando por el viento. Cerro de nuevo sus perlas. Todo negro, todo eran tinieblas, pero podía sentir la agradable caricia.

Abrió sus ojos de nuevo, esta vez logro mantenerse despierto, trató de levantarse, con algo de dificultad lo logró. Miró de un lado a otro, Era una vista hermosa a sus ojos. Un paisaje verdoso, de árboles frondosos y una fauna y flora de gran belleza. Sin duda, ese era un lugar bello, pero... ¿Dónde se encontraba?

Decidió dar unos cuantos pasos, viedo de nuevo el extraño y hermoso lugar, avanzó esta vez, dando paso a paso, estaba algo temeroso, pues a pesar de que auqel sitio era bonito, no dejaba de ser extraño, con peligros inimaginables.

Ya había caminado bastante,no sabia donde estaba, el cielo, antes soleado, ahora estaba envuelto en su manto oscuro, con estrellas brillantes y una hermosa luna. El frío comenzaba a sebtirse, pero no era algo que no pudera soportar. Un ruido, eso alltero sus sentidos, con su miraba baja, una presencia frente suyo, levanta su rostro y ve a un hombre de apariencia jove, apuesto, de cabellos largos color marfíl, ojos dorados y fríos, una voz, agudo y diminuta, una voz que decía claramente "amo Sesshomaru." Una segunda voz se escuchó, una dulce e infantil.

Bajó su vista, viendo a una pequeña niña que mesionaba el nombre de aquel hombre. al ver al joven mirandola, con una mirada sin emociones, se escondió detrás del apuesto joven.

- ¿Quién es él?

El joven era de cabellos negros y rebeldes, ni muy cortos nu muy largos, ojos del color de la noche y piel tan blanca como la nieve. Vestía de una camisa blanca de manga larga y uno pantalones grises.

Pero el momento tranquilo fue interumpido debido a unos lobos enormes, más de lo normal, y empezaron a atacar, Sesshomaru los golpeo con gran refinamiento en sus movimientos. El joven pelinegro,al ver que la pequeña iba a ser atacada, saltó sin dudarlo y recibió el impacto de la mordida en su brazo y protegiendo a la niña el lobo atacó su espalda, tratando de arrancarle un trozo del brazo junto con parte de la espalda, pero un chillido del animal, giró su rostro y vió que el peliblanco había atacado al animal.

Trató de levantarse y vió al apuesto demonio con ojos inexpresivos pero con gratitud de haber atacado al lobo, claro, sabia que lo hizo para salvar a la niña, pero estaba agradecido de evitar que le arrancaran su brazo.

Liberó a la pequeña de sus brazos y se levantó, al ver al demonio acercarse a el, lo único que hizo fue levantarse e irse, pero antes de lograr aquello, una bestia mucho más grande y feroz. El chico trató de alejarse, aquella bestía trató de atacarlo, pero el youkai golpeo al animal, parecido a un león blanco, con enormes colmillos y ojos azules de aspecto fiero.

El animal murio al instante en que el Youkai atacó. Una mujer apare3ció entonces, ataviada con un traje hermos, una camisa ajustada, sin mangas color negro y un traje anaranjado, su cabello era violeta, casi oscuro y estaba sujeto en una cola, sus ojos eran tambien violetas, miraba sonriente al joven pelinegro.

- Tanto tiempo, Len. Creo que es tiempo de que vuelvas con nosotros.

El chico trató de huir pero la mujer hizo aparecer otra bestia, era igual a la anterior pero más grandee y furiosa. El muchacho reaccionó rápido y de un gran salto le propinó una patada y lo dejó tendido en el suelo, la mujer al ver eso, tan solo desapareció en una nube de humo.

Sesshomaru, al ver aquello se acercó al joven para hablarle.

- Si podías pelear así, ¿Por qué no te defendiste en un principio?

El cico no contestó y se fue del lugar con la miada seria. el joven demonio podía sentir una presencia muy rara irradiando de aquel chico, era una sensación oscura pero no maligna, eso era muy extraño.

Al ir caminando, adentrandose más al espeso bosque, sintió una presencia, una bestia agonizante. Pudo ver algo brillante, al acercarsepudo distigir una pieza de color negra, muy brillante, al tomarla la pequeña pieza, esta se tornó blanca, la puso a contra luz para distinguir mejor lo que era.

- ¿Qué será?

Giró lo que parecía ser un fragmento de alguna joya. Al sentir que algo se acercaba trató de huir. Al darse cuenta, estaba a orillas de un río, fue hasta el i cogió algo de agua para bañarse la cara con ella. Una voz se dejó oír, una que parecía enojada y de caracter rudo. Al girase, pudo ver un rostro joven y unos ojos dorados, eso fue todo lo que vió, pues había caído al río. Luchando por salir y salvarse, pues no sabía nadar.

Su visión se deformaba, todo lo que veía era que se hundía más y más. En su mente pasó la idea de la muerte. Sus ojos se cerraron, tan solo quedaron las tinieblas, pero... sintió una mano que lo sacaba del agua.