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El regalo ideal por Yebin

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Notas del fanfic:

XDDD esto consta de dos capitulos XDD por que sino se me hacia muy largo XDDD gracias por editar los terrores ortograficos http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=3773

XDDD y a todos los que amen esta parejita que yo tanto adoro -w-

El Regalo ideal

SisyphusxRegulus

Saint Seiya Lost Canvas

El reloj que gallardo se levantaba del suelo sagrado del Santuario expresaba en su magnificencia la hora en Acuario. Sus ojos no dejaban de observar aquella llama que a lo lejos aun lucia imponente en la constelación de copero de los dioses.
Un suspiro de cansancio con pizcas de resignación no se hizo esperar.

-Ya pasaron 10 días…

Suspiros de cansancio y palabras al aire eran lo único que se escuchaban en aquella porción de panteón donde el pequeño de ojos tan azules como el cielo y tan lleno de tierra como el suelo, producto del entrenamiento, se encontraba sentado.
Las prácticas para los aspirantes siempre habían sido intensas, y no conforme con ello, Regulus debía esforzarse el doble al ser el protegido de Sisyphus, uno de los más respetados de la corte dorada. No se quejaba ni presumía de aquello… los entrenamientos no eran aquello que lo mantenían en vilo o le preocupaban, ya que los mismos dioses le habían regalado las cualidades de un héroe a pesar que con modestia cargaba en sus espaldas tan solo sus tiernos 10 años.

Lo que perturbaba su mente era otra cosa... algo que los demás aspirantes tomarían como un chiste o algo digno de esos románticos de la época.

El señor Sisyphus había partido ya hace 10 días.

Sacudió su cabeza con rebeldía... intentando alejar las posibles hipótesis de un ataque en aquella misión a las afueras del Santuario, ¡¿Quien podría siquiera ponerle un dedo encima a aquel guerrero de doradas alas?! Era imposible...Sisyphus era el hombre mas poderoso que sus ojos tuvieron que contemplar en su corta vida. Además... en su compañía iba aquel hombre... ¿cómo se llamaba? Tanto era el desinterés por aquel santo que permanecía detrás de su Maestro como “excremento de pez” -según las palabras de Yato- que siquiera recordaba el extraño nombre de la cabra dorada del zodíaco, simplemente su rostro hizo nacer en sí el desprecio, los celos, hasta la maldad en ocasiones.  

-¿Todavía ahí sentado?.... ya es tiempo de terminar el entrenamiento...
Y ahí estaba, la paternal voz de Hasgard que resonaba en las ruinas que hacían de Gimnasio en esas épocas, Regulus levanto su cabeza observando a aquel que solo igualaba en tamaño su bondad.
-Señor Aldebarán…
-Ya lo se pequeño… Sagitario de seguro esta bien... sabes que estas misiones son de gran importancia en momentos cruciales como este.
-Lo sé…-y era verdad...él entendía la tensión del momento... aunque no sabia a la perfección el momento de “qué” en especifico. Por eso era que todos entrenaban con ahínco y cada vez se veía más movimiento en aquel lugar al que él no recordaba haber llegado hace más de medio año.
-¡Entonces no te preocupes! ¡Vamos, vamos! ¡Si sigues con esa cara larga y entre suspiros creerán que eres un cachorro mojado!
-¡¡¡Señor Aldebarán!!!
Y la estruendosa risa del toro dorado logró sacarle una sonrisa al pequeño quien corría detrás para alcanzarlo y disponerse a descansar de un día lleno de preocupaciones.

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Esta vez la hora estaba en Virgo, solamente faltaban unos instantes para que el entrenamiento matutino comenzara. El “Cachorro”, como todos los mayores solían llamar a Regulus, ya se encontraba en la entrada del Gimnasio. Ese sería otro día más, quizás siquiera logre tener noticias de Sisyphus esta vez.
El día había arrancado tranquilo…con la sesión de abrazos y risas que Yato, al parecer, mortificado, recibía de su parte con el eterno “¡¡¡DE SEGURO EL SEÑOR SISYPHUS NO REGRESA POR QUE LO LLENARÁS DE BABA COMO A MÏ!!!” que intentaba herirlo o siquiera detenerlo del agitado saludo de buenos días que le propinaba al pobre moreno quien preguntaba a los dioses que habría hecho en su anterior vida para que alguien como Regulus se interesara en su compañía.

Suspiró nuevamente…y los aspirantes comenzaron a llegar gradualmente.
Miró con poco interés a cada uno...cada tanto veía a alguna amazona con sus plateadas caras... o a aquellos jóvenes que lo triplicaban en masa corporal o estatura, quizás hasta en edad.
Y como magia...casualidades del destino, o quizás un designio poco creíble de Cassandra, cuando las llamas del reloj comenzaban a encenderse en Libra, apareció Sisyphus al lado de Hasgard, al parecer conversando.
¡No lo creía! Pareció tanto tiempo desde la ultima vez que vio a su mentor!.

Observo como Sagitario buscaba algo con la mirada de manera discreta. Y ahí estaba lo que su mirada profunda buscaba

-Regulus…
Una mano, de tamaño considerable revolvió sus cabellos de manera dulce… una mano calida. Esa misma mano que, él recordó, tomó con desconfianza esa vez sobre el letargo del santo dorado y su león ese día de lluvia.
-¡Señor Sisyphus! ¡Que bueno que esté de regreso!.. lo extrañé mucho…
Al santo dorado aún se le hacia difícil escuchar tales palabras de cariño y preocupación del menor. Ya de por sí el asumir que Regulus a pesar de ser un niño, de tener un pasado difícil y aun más, ser un niño solitario (a excepción de aquel aspirante que continuamente lo empujaba o corría para perderlo de vista), tenía un cariño tal que lograba hacer que sus sonrisas afloraran por sí solas.
-No fue mucho tiempo…tan solo fueron-
-Once días y 5 horas…
Otra sonrisa afloró en el rostro de Sisyphus, sintiéndose por unos instantes, importante, otro instante sintiéndose feliz y al siguiente recobrando su postura.
-Tauro me dijo que te esforzaste mucho. Estoy orgulloso de ti.

Y el momento de sonreír fue de Regulus, quien simplemente recibió con felicidad una caricia en su cabeza más intensa por parte de su tutor, lo que le recordó las veces que él, en sus años de soledad, acariciaba de la misma manera a cuanto felino encontrase en su camino.

Una vez que terminó de contarle de manera muy breve los pormenores de la misión, apareció El Cid, reclamando la presencia de Sisyphus y allí mismo las sonrisas de Regulus se esfumaron del mismo modo en que llegaron. Aquel hombre lo hacia hervir de celos…el solo ver como, gracias a su estatura y la relación de total cercanía que tenia con su maestro, tocó su hombro y le dedicó una sonrisa franca que parecía decir todo.
-Debo irme Regulus… quiero verte luego de hablar con el Patriarca…

Y allí marcho nuevamente… la imagen de la espalda de su maestro era mas frecuente que ver su rostro franco, pero agotado. El rostro del santo más devoto de la diosa.

Miro el suelo lentamente, estaba feliz...muy feliz, por eso, en ese instante creyó que debía hacer algo... algo que demostrara lo contento que estaba de que haya regresado su mentor. Y otra idea no se le pasó por la cabeza: Consultar con Yato.

Era casi la hora del descanso…el reloj ya llegaba a Piscis y son sigilo se acercó al moreno quien se encontraba alongando sus extremidades luego de la ardua práctica de esa fracción de día.
-¿Y ahora qué pasa Regulus? ¿Otro alacrán? ¿O acaso simplemente vienes a decirme que una pelusa te está atemorizando de nuevo?
-¡Yo no le temo a las pelusas! Simplemente no me dejan concentrarme…
Ya que a pesar de tener la misma edad, Yato lucía mucho más mayor que el pequeño cachorro, tanto física como mentalmente, era claro ver que hacía las veces de hermano mayor. 
-¿Entonces qué es? El señor Sisyphus regresó… ¿por qué no vas a contarle tus traumas y tus tonterías a él y me dejas tranquilo un segundo para variar?
-De eso mismo se trata... yo… quiero hacer algo por él... está cansado después de regresar de su viaje…quiero hacer algo para que él sepa que estoy feliz de verlo...y se sienta relajado…
-¿Cómo voy a saber yo esas cosas? ¿Por qué simplemente no lo dejas? Si está cansado es mejor que descanse…o no sé…dale un masaje….¿por qué piensas en esas cosas?
-Yato…yo no sé dar masajes…

Y otra vez miró hacia el suelo... se sentía impaciente, y Yato no colaboraba de la manera que él pensaba, pues claro... ¿cómo no creerlo? Si Yato casi siempre tenía la solución a todas sus interrogantes.
El moreno se encontraba pensativo, no era raro que Regulus se preocupara exclusivamente de su maestro, muchas veces en la noche se escapaba de su habitación e iba a su lado a conversar con él. Charlas de horas y horas en las que el castaño le decía lo mucho que admiraba al arquero del zodiaco y como deseaba pronto ser un caballero para poder asistirlo y que se sintiera orgulloso de él.
-¿Y que tal un obsequio?...
El pequeño cachorro levanto la vista, sus ojos brillaron emocionados mientras sonreía felizmente, ¿cómo no se le ocurrió eso antes?
-¡¡¡MUCHAS GRACIAS YATOO!!!-y como lo esperaba, un efusivo abrazo no se hizo esperar, a lo que Yato, resignado y cansado, simplemente se entregó girando su rostro con un falso deje de molestia.

En ese mismo instante las campanas sonaron, apuntando la hora del almuerzo, unos momentos que tenían libres para reponerse, pero el plan del pequeño era otro, pues ya su amigo le había dado la idea, ahora era su deber saber que sería bueno para su maestro. No había mejores guías que los mismísimos santos, quienes a pesar de la distante relación que al parecer mantenían unos de otros, él había observado varias veces como se juntaban a reír y contar anécdotas para alejar su mente de los momentos de tensión que se vivían.
Caminó escabulléndose de la mirada de Hasgard quien no dejaba de ser como un protector padre para todos, incluso fuera del tiempo de los entrenamientos.

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Levantó su rostro nuevamente hacia el reloj… la hora se encontraba ahora en Tauro, se había tardado más de lo que esperaba en llegar a la parte del santuario donde los santos se reunían a menudo fuera de sus templos. Sabía que no estaba permitido estar allí, y menos fuera del horario del entrenamiento. Pero su razón era buena, valía el castigo que le tocaría luego.

No tardo mucho en divisar al lemuriano, el santo de Aries, como era usual, se encontraba discutiendo con el santo de Cáncer de manera acalorada, sobre algo que no pudo entender debido a la lejanía. Con cautela, se escabulló para no ser descubierto. Pero los santos no eran santos precisamente por que se vieran bien en sus doradas armaduras.
-¡¡¡HEY!!! ¿Qué hace este mocoso aquí?..
El canceriano se acercó al cachorro, quien al verse descubierto, no hizo siquiera el intento de escapar.
-Seguro se escabulló en tu guardia… que inútil eres Shion…
El lemuriano simplemente miró al pequeño niño, al que recordó, era el discípulo de Sisyphus, vagamente lo recordaban algunos de ellos, ya que desde su llegada al Santuario, siempre se escondía detrás de Sagitario; un gesto típico en los niños pequeños, pensó Shion para sí sonriendo.
-¿Sucede algo niño? Este cangrejo que ves aquí tiene razón, no deberías estar aquí…debes tener un buen motivo… o eso espero…
Regulus miraba por primera vez tan de cerca a ambos adultos, tuvo que contener su risa de inocente burla al ver que Aries no tenia cejas, se imaginó las millones de dificultades que representaba el no tenerlas. Shion en ese instante se percató de cómo el pequeño miraba sonriente, ocultando la risa, su frente. Los adultos no solían fijarse en detalles como ese, los niños del Santuario lo respetaban tanto que siquiera se fijaban en ese detalle y todos los niños de Jamir tenían la misma carencia en su frente. Tan sólo para Manigoldo representaba motivo de burla ese detalle, y al parecer para ese niño también.
-Yo... necesito ayuda… en algo importante…
-¡JA! De seguro venias buscando bichos o alguna cosa de esas… no tenemos tiempo de jugar con mocosos como tú…el único bicho enorme que encontraras por aquí es al pesado de Escorpio…-Escupiendo a un costado Manigoldo sonrío al ver el rostro sorprendido de Regulus
-¡¡¿¿El santo de Escorpio es un bicho enorme??!!
Fue tarde, pues la curiosidad despertó en Regulus, ¿era verdad lo que Manigoldo decía? De ser así…no le molestaría subir hasta Escorpio y verlo con sus propios ojos, brillantes y emocionados como ahora.
-De hecho…más bien creo que es una alimaña de tamaño-
-Basta Manigoldo….-sentenció Shion al escuchar como el italiano comenzaría a decir sus acostumbradas bromas pesadas y solo graciosas para él. 
Un silencio se volvió a formar luego de eso.
-Es que… estoy buscando algo especial…algo especial para mi maestro.
Shion sonrío con ternura ante la confesión del pequeño, era natural que luego de los viajes o las ausencias de los maestros los discípulos acostumbraran a dar obsequios. Él mismo recordó con alegría sus días en Jamir… cuando Hakurei regresaba de sus viajes al Santuario, el pequeño lemuriano lo esperaba siempre con algún obsequio.
-Que pérdida de tiempo… ¿con qué sentido? No creo que a Sisyphus le guste algo en particular… ¿sabes lo extraño que es tu maestro chiquillo? Si quieres ayudarlo deberías regalarle una carreta o algo axial… el tipo se la pasa de aquí para allá como una hoja de árbol…
Otra mirada reprobatoria de parte de Aries no se hizo esperar, Manigoldo lo sintió, y sin más, se alejó de tan “patética” escena, cruzando sus brazos detrás de su cabeza de manera desinteresada... maldiciendo en un lenguaje que no pudieron comprender.
-Olvida lo que te dijo ese crustáceo…lamento decirte que no puedo ayudar mucho…Cáncer tiene razón en decir que es algo “extraño” tu maestro.
Regulus solo miró de manera insistente a Shion, frunció un poco el ceño... no le agradó el calificativo hacia su mentor... el objeto de su admiración y cariño… pero tampoco podía chistar.
Definitivamente Sisyphus era alguien extraño... misterioso… hermético.
-¿Entonces qué puedo hacer?
-Yo te recomendaría primeramente que regresaras a tu entrenamiento... Tauro se enfada mucho cuando alguien se escapa…quizás deberías consultar con alguien más... nosotros precisamente no sabemos tanto…
Y sin respuestas concretas... el pequeño cachorro le ofreció una sonrisa…observando nuevamente los puntos en la frente del lemuriano... quien esta vez, al sentirse observado nuevamente de manera fija, atinó a ponerse de pie y caminar por donde el italiano había partido.

Y nada más tuvo que hacer... mientras deambulaba de regreso al área de entrenamiento… pensó que el calor del horario, con el reloj ahora en Leo, era muy agobiante como para volver por donde llegó. Decidió tomar un atajo hacia un pequeño bosque lleno de aire puro, fresco, proporcionado por los árboles mientras pensaba y seguía pensando.

En su camino, notó como un destello dorado... un ser que parecía irreal se encontraba aspirando el puro aire del ambiente cerca de una pequeña laguna.
El cabello dorado caía con gracia por sus hombros, sus pestañas acariciaban con suavidad sus mejillas... la piel pálida... extraña en todos los aspirantes a caballero o los mismos santos que él conocía, de seguro se trataba de algún sirviente extranjero que apenas había llegado al Santuario. Pues no lucía como el resto de los adultos que había conocido en su corta estadía.
Se acercó con cuidado, lentamente hasta el ser que parecía estar dormido
-¿Qué puedo hacer por ti, pequeño? 
Y Regulus no caía en su sorpresa, al escuchar una suave y tranquila voz masculina, el extraño de largos cabellos giró su atención hacia él, mostrándole una sonrisa serena
-¿Cómo supo que estaba aquí…? Sus ojos estaban cerrados…
-A veces las cosas son percibidas sin tener que verlas...como puedo saber…que eres un niño... un niño preocupado…
Regulus al no percibir peligro en el extraño, pero siempre alerta a todo, tomó asiento a un lado del rubio quien se encontraba sentado en una extraña posición.
Luego de narrarle toda su preocupación... la situación y sobre su maestro... como si lo conociera de toda su vida, Regulus se detuvo a tomar aire. El rubio escuchó paciente. Era típico el sufrir de las personas...de los humanos ante esas situaciones… él en su estado de deidad lo comprendía.
-Entonces… creo saber qué podría ser…
Escuchó atentamente lo que el rubio le dijo, paso a paso, y se sintió tonto de no pensar en esa posibilidad antes... algo tan obvio, especial… algo que ayudaría mucho a su maestro…algo que lo haría recordar lo especial que era... que siempre lo haría pensar en él.
El regalo indicado.

CONTINUARA.

Notas finales:

bueno XD muy pronto subire el sgundo y ultimo capitulo.. cual sera el consejo que el rubio le dio a Regulus? podra cumplir con su tarea?acaso el caballero de escorpio si sera un bicho gigante? Shion se dibujara cejas postizas? XDD nos vemos en el proximo capitulo! -w-

 

tomatazos,rosas,criticas y jsdgdgssfd en reviews XDDD

Carolinahinojo@hotmail.com


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