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Regret menssaje por miiku-sama

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Notas del capitulo:

Esta triste la historia, espero que les guste, el sentimiento me llego rapido cuando lo leei y esta inspirado en la cancion de Vocaloid

Regret Menssaje

Que es una de las verciones de El sirviente de la maldad.

Espero que sea de su agrado la lectura :)

 

Mensaje.

Mirada aquella botella de cristal flotar sobre el mar una hoja adentro con aquel mensaje que escribí, aquel deseo que estaba en mi interior. Me levante y mire el horizonte, era un atardecer maravilloso, de pronto escucho el agua sonar, aquel mar que tanto quiero se llevara mi deseo espero que se me conceda.

-Honestamente ¿crees estar en lo correcto?- Preguntó una voz detrás de mí, era el príncipe de aquella ciudad donde pertenezco.- No hay forma de que algo como eso pueda hacer tu sueño realidad.- Afirmo mi amo.

-¿Le gustaría intentarlo? Príncipe.-

-No necesito intentar algo tan trivial como eso.- Decía cruzando sus brazos.- Además, todo lo que yo desee será hecho realidad por ti Takuya ¿No es verdad?- Me preguntó con una enorme sonrisa y con los brazos atrás yo tan solo me sorprendí al escucharlo y sonreí cerrando los ojos.

--

Narra la Autora.

A las afueras de la ciudad se podía mirar con claridad aquellas aguas saladas sin infinidad, un chico con una botella en su mano estaba con una vestimenta casi completamente rota y con un pedazo de tela cubriéndolo, miraba el océano como si fuera a salir o aparecer algo de ahí, aquel cristal que estaba en su mano con un mensaje. Miro la botella y la observo por varios minutos.

-Honestamente, ¿Qué es eso que tu deseas día con día?-Pregunto Akiharu sentado en la arena mirando a su sirviente quien estaba en el mar con aquella botella en mano.

-Siempre deseo por que el príncipe Akiharu tenga un gran pene.- Decía feliz

-¿!Qu!?-no termino su pregunta.

-Estoy mintiendo.- Soltó una hermosa risa.-Siempre eh deseado que mi príncipe sea feliz.

-Si eso es lo que deseas entonces quédate conmigo.- Decía poniéndose alado de él.-Por que cuando Takuya esta cercas de mi- Su sirviente tan solo se sonrojo por lo que decía.- Es cuando realmente soy feliz.

-Ya veo.- Miro el mar.- Si yo faltara…Seria relevado.

Imágenes pasaron por su cabeza, cuando sonreía, cuando hacia bromas, las mañanas que le traía el desayuno, aquel asesinato que le mando a ordenar.

-Quiero que asesines aquella mujer verde.

-Si.- Decía con dolor y con duda pero lo oculto.

 Aquel recuerdo hizo que recordara otro.

Llego al mar con grandes manchas de sangre, no estaba herido, se acercaba a su príncipe y le sonrió, una sonrisa que cualquiera podía deducir que era una gran falsedad.

-Creo que te asuste…Lo siento.-

-Takuya.- Susurro angustiado.

Recuerdo tras recuerdo llegaban a aquella conciencia.

Detrás de aquella pared se encontraba Akiharu escuchando los sollozos de Takuya quien estaba en la cama desquitándose con la almudada, llorando a pulmón por el asesinato de su amada, el príncipe tan solo tenía una mirada de tristeza y arrepentimiento, lo estaba haciendo sufrir.

Esa sonrisa que mostraba era porque quería hacer feliz a su príncipe y no quería que el se preocupara por algo.

-Quiero que me cumplas mi deseo.- Decía el chico quien soltaba aquella botella en el mar, pidió que su deseo se hiciera realidad.

El chico miraba como la botella se alejaba poniendo su mano en su cabello ya que el viento lo movía y le cubría la cara. Aquella botella se alejaba cada vez mas y Akiharu tan solo se quedaba ahí parado mirándola alejarse de tierra, aquella tela que tenia puesta se movía a causa del aire y ella aun ahí parada mirando la botella que estaba ya muy lejos.

Su cara se puso un poco pálida y en su rostro de formo la angustia y la tristeza recordando aquella escena.

La gente a su alrededor gritaban que lo mataran, que desapareciera aquella maldad del pueblo, aquella espadachín tenía una cuerda en mano y decía que pronto se acabarían todas las maldades del pueblo, que desaparecería el diablo, y como el lloraba en silencio mirando cómo iba a morir su sirviente frente a sus ojos.

-¡Takuya!- Gritó desesperado pero era en vano, nadie escuchaba, nadie le ponía atención, solo esperaban con ansias la desaparición de la maldad. Takuya se mantenía sonriendo, mirando a la gente con una sonrisa en su rostro y Akiharu lloraba y miraba con horror la escena.

Ahora aquella guillotina estaba cubierta de sangre con un cuerpo sin vida cercas de él, habían matado a su sirviente sin piedad, a pesar de que el solo lo quería proteger, era el chico mas bondadoso y el mas paciente del mundo, lo aguanto por tanto tiempo, sus caprichos y sus estupideces, ahora, murió por su culpa, se reprochaba y con aquella tristeza fue al mar a pedir por su deseo.

Una lagrima callo de su rostro, recorría lentamente su mejilla hasta llegar a su barbilla, sujetando fuertemente aquel pedazo de tela que lo cubría. Lagrima tras lagrima caía por su rostro, apretó fuertemente los dientes y empezó a llorar, se podían escuchar aquellos sonidos de tristeza que hacia al llorar.

Se tiró al mar cayendo de rodillas poniendo sus manos en aquella aren mojada que estaba debajo de aquellas aguas saladas, la cabeza agachada y sus sollozos cada vez más fuertes, lagrimas tras lagrima caía del rostro del chico quien lloraba y lloraba.

-Lo siento.- Decía recordando sucesos cómicos por parte de él.- Lo siento.- Volvió a decir.- Lo siento, lo siento.- Decía una y otra vez, miro hacia arriba llorando con todas sus fuerzas.- Dios, ¡Te lo ruego!...Si yo… volviera a nacer.

-Sería lindo que fuéramos amigos una vez más.- Decía una voz alado de él.

Se paro sorprendido y al mirar alado de él se dio cuenta que no había nadie tan solo el atardecer y él, el mar junto a ellos y el sol escondiéndose.

-¿No es así?- Sonrió.

--

500 años después.

Tsukiyama Akiharu iniciando

Mis condiciones son correctas.

-Mucho gusto.- Decía su manager llegando junto a una persona. ¿Sabes tu propio nombre?- El tan solo asintió con la cabeza.- Eso…Es grandioso, tengo a alguien a quien presentarte.- Decía mirando la puerta y dejando ver a un chico.- Su nombre es…-

Soltó una lágrima de felicidad, dejando ver a aquella persona que había deseado volver a mirar, aun que no haya sido en esta vida.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado esta corta historia sobre este bello principe y su sirviente.

Espero comentarios:)

!Nos vemos!

 


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