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I KNOW WHAT LOVE IS por Shizumi Eibrin

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CAPÍTULO 4: Luces Nocturnas

I will fall / And you catch me always
Time has taught me this / I will fly / And you’ll be there to guide me
Straight up to my heart’s highest wish / I feel you close to me
And I know what love is

No tardaron mucho en llegar a su destino, aunque el porche negro los había seguido por bastante rato, una emboscada con otros autos de Yurai lo habían detenido y ahora Shian sabía que faltaba poco para estar al lado del hombre que más lo había lastimado. Llegaron a una casa en un barrio residencial no muy elegante; al entrar no había luz en la casa de tres plantas, lo condujeron al chico al sótano donde la luz dejaba ver un cuarto muy bien arreglado, con las paredes blancas, alfombrado color piel, sillas y una cama grande con sábanas de seda, en la cama había un kimono de seda rojo oscuro; Cosmo le ordenó que se cambiara y salió cerrando por fuera.

En su departamento, Biron y la familia de Shian esperaban noticias de los informantes del mayor que, después de perder al auto volvió a la policía para comenzar su búsqueda. Sakura estaba en la cocina con su madrastra preparando más café; Biron entra a su cuarto para cambiarse de ropa y al abrir el cajón para buscar su arma se encontró con la pulsera que una vez él mismo le había regalado a Kotori; entonces su mente se iluminó y salió disparado hacia el hotel en dónde ella se hospedaba. La rubia estaba recogiendo sus cosas cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe y Biron entro como una fiera dispuesta a matar:

Biron: ¡¿D”NDE ESTÁ?!
Kotori: ¿De qué hablas?
Biron: No me obligues a actuar de forma ruda – Se acerca a la rubia y la toma por un brazo – Sé que sabes de quién hablo así que no sofoques mi paciencia.
Kotori: Tal parece que ese chico es muy importante… a pesar de quien es…
Biron: ¡Habla de una buena vez!
Kotori: Si te lo dijera nada cambiaría… para este momento ya deben estar de regreso en Japón… Sabes muy bien que Yurai no es hombre que pierda el tiempo…
Biron: Si así lo quieres… no me ayudes… pero si te vuelvo a ver sabrás lo que se siente tener una bala entre los ojos.

Biron sale todavía furioso, pero en el fondo con miedo, de que su amor ya no estuviera a su alcance. Al llegar a su auto ve un sobre pegado con cinta adhesiva a la ventanilla delantera; la abre y dentro hay un número de un teléfono celular. En la casa en donde estaba Shian; el chico estaba sentado a la orilla de la cama, cuando la puerta se abrió y Cosmo bajó con una botella del vino favorito de Yurai y dos copas, las coloca en una mesita que hay al lado de la cama; al salir el propio Yurai cierra la puerta por dentro y baja las escaleras sonriente, vestido elegantemente de negro; Shian se pone de pie y se aleja de la cama manteniendo dos metros de distancia en ese cuarto de 6 X 4 mts.

Yurai: De nada te vale escaparte así – Abre la botella y vierte el líquido color sangre en las copas – Sabías que te encontraría tarde o temprano.
Yurai se acerca al chico que lo mira con verdadero terror y toma con mano temblorosa la copa, entonces Yurai lo sujeta de la cintura y le dice al oído.
Yurai: He esperado mucho para tenerte otra vez… te deseo – Dice a la vez que besa su cuello y lame el lóbulo de su oreja – ya pensaré en tu castigo…

Yurai bebe de su copa y la deja caer al suelo, abraza a Shian y lo besa con fiereza; no tarda mucho en desnudar al chico y tirarlo en la cama, sus caricias y besos son como ácido para el chico que no puede parar de llorar. Horas después al caer la noche, Shian despierta con dolor y destrozado, Yurai aún duerme sobre él, trata de quitárselo de encima pero está demasiado débil y sólo logra que despierte:

Yurai: ¿Tratando de escapar? … eso es inútil…
Shian: Déjame ir… te lo ruego.
Yurai: Para que puedas volver con ese tipo… me enfurece tan sólo pensar que estuviste en su cama… tú eres mío.
Yurai lo besa apasionadamente mientras que con sus manos lo acaricia. Sus besos siguen hasta el cuello y se detiene en su oreja derecha.
Yurai: Ya sé cual va a ser tu castigo…

Yurai se levanta del lecho y sale cerrando por fuera; no sabe que hacer y con dudas en su mente el cansancio lo vence y se duerme. Al despertar puede escuchar el trinar de las aves aunque el lugar no tiene más que una pequeña ventila de aire, la luz ingresa. Se sienta en la cama sólo para ver frente a él a Biron, está dormido encadenado a una silla que está clavada al piso; el menor se levanta y se pone el kimono, luego se acerca a la silla y se arrodilla frente al mayor:

Shian: Biron despierta…
El chico toma el rostro del mayor con sus manos, lo que hace despertar con un beso suave y tierno.
Biron: Shian…
El chico lo abraza llorando y él no puede más que hundir su rostro en el cabello de su amor.
Shian: ¿Cómo llegaste aquí?
Biron: Yurai me trajo…
Shian entiende que ese debía ser parte de su castigo, se separa un poco de Biron y lo besa de nuevo sentándose en sus piernas.
Shian: Te amo…
Biron: Yo también te amo Shian… siempre será así.
Shian: Sin importar lo que pase – lo besa – no olvides que te amo…

Shian se levanta al escuchar los ruidos de Yurai y Cosmo al otro lado de la puerta, palidece al ver como se abre lentamente y ambos entran. Cosmo amordaza a Biron y se queda tras él apuntándolo con su arma; Yurai camina tras Shian que parece una estatua, en la mente del chico una certeza nació, Yurai iba a pagar lo que fuera que planeara hacer, pero el miedo también lo invadió al darse cuenta de lo que iba a pasar. Yurai lo abraza y le besa en el cuello. Lo arrastra a la cama y lo encadena de manos a la misma. Cosmo obliga a Biron a ver como Yurai desnuda y viola a su chico, como a pesar de sus súplicas no se detiene y sólo se gana golpes de parte del mafioso; Shian no puede soportar mucho más el dolor y la angustia que siente al saber que Biron los mira y se desmaya; Yurai se detiene y se levanta para salir, pero se detiene frente a Biron que lo mira con una furia que le hace estremecer, pero sonríe y acerca su rostro:

Yurai: No volverás a quitarme lo que es mío… ya que cuando me vaya con Shian no volverás a verlo… te dejaré vivir… sabiendo que le haré lo mismo todas las noches…

Yurai le hace una seña a Cosmo para que salgan juntos; pocos minutos después Yurai sale de la casa para arreglar su salida del país, asuntos que no le gustaba dejar en manos de los demás; dentro del sótano, Biron miraba a su chico inconsciente, deseando que las cadenas que los separaban se desvanecieran y pudiera acudir a consolar a su querido Shian. De pronto un golpe llamó su atención, conocía el sonido de un cuerpo al caer, la puerta se abrió y una persona bajó, estaba tras él así que no pudo ver quien era hasta que sintió caer las cadenas que lo ataban y pudo levantarse:

Biron: ¿Kotori?
Kotori: ¡Deja de mirarme como si fuera un bicho raro!
Biron: Pero… ¿Por qué?
Kotori: Una mujer no tiene que dar explicaciones de lo que hace… sólo quiero enmendar el daño que les hice… digamos que tengo una conciencia más terca que tú y yo juntos…
Biron: Gracias…
Kotori: Date prisa – Le da las llaves – libera a Shian antes de que Yurai regrese.

Biron libera las manos de Shian y lo lleva en brazos hasta el auto de Kotori; en pocos minutos se encuentran en la casa de la familia del menor; en la sala todos esperan mientras el señor Nagasaki examina a Shian en su cuarto. Al bajar todos lo rodean impacientes por lo que tiene que decir:

Sr. Nagasaki: …L estará bien sólo necesita descanso y alimentarse bien… los golpes no son de gravedad.
Sakura: Gracias al cielo…
Sr. Nagasaki: Biron sube a verlo… cuando despertó preguntó por ti.
Biron sube las escaleras junto con el padre del chico, lo deja frente a la puerta y baja con el resto de la familia; el mayor abre despacio y encuentra a Shian sentado en el marco de la ventana tomando el sol.
Biron: ¿Puedo pasar?
Shian lo mira y asiente con la cabeza, Biron entra cerrando tras de sí y camina hasta estar al lado del chico y acariciar con su mano izquierda su largo cabello plateado.
Shian: ¿Cómo pudimos escapar?
Biron: Bueno… la verdad Kotori nos rescató.
Shian lo mira con asombro.
Biron: Lo sé suena ilógico… pero dice que su conciencia no la dejó tranquila…
Shian: ¿Ella trabajaba para Yurai?
Biron: Sí…
Shian mira nuevamente a la ventana por unos momentos, luego se levanta y abraza a Biron que a su vez lo estrecha fuertemente.
Shian: Tengo miedo… además lo que hizo…
Biron no lo deja terminar, con sus manos derecha sostiene la barbilla del chico y segundos después lo besa. Shian corresponde a ese beso que poco a poco se convierte en una lucha de unas bocas que se deseaban con desesperación, pero cuando Biron acaricia la espalda del chico este se detiene y lo aparta.
Biron: ¿Qué sucede?
Shian: ¿Aún me deseas? … ¿A pesar de lo que Yurai nos hizo?
El mayor vuelve a abrasarlo y a besarlo.
Biron: No olvides lo que nos dijimos… nos amaremos a pesar de lo que pase… yo te amo y nada cambiará eso…
Shian: Pero Yurai no va a rendirse tan fácil… temo por la vida de todos.
Biron: Eso lo sé… creo que debo hablar con mis contactos en la policía… lo primero será ocultar a tu familia por un tiempo… mientras nosotros nos ocupamos de Yurai…
Shian: ¿Nosotros?
Biron: Kotori nos ayudará… y sé que ese debe haberte enseñado algunas cosas que nunca has puesto en práctica.
Shian: ¿Cómo sabes eso?
Biron: No hay nadie cerca de él que no sepa como defenderse en caso de emergencia y tú no eres la excepción…
Shian besa a su amor y lo abraza con fuerza, bueno con la poca que aún conserva, Biron por su parte lo alza y lo recuesta en la cama.
Shian: ¿Y ahora qué?
Biron: Tú por ahora descansa amor… yo hablaré con tus padres…
El mayor camina hasta la puerta y la abre, pero antes se vuelve para mirarlo.
Shian: ¿Qué sucede?
Biron: Gracias por perdonarme… te amo.
Shian: Yo también te amo – Biron le sonríe y sale cerrando la puerta – aunque no te merezca…

Shian se voltea dándole la espalda a la ventana, le duele la cabeza y las lagrimas no le ayudan a mitigar ese dolor, en su corazón siente que ya no es digno de su amor, pero a pesar de su pena el cansancio logra que se rinda al sueño. En la planta baja Biron le explicaba todo al padre de su novio; en una semana la familia del chico estaba oculta y a salvo. Shian, Biron y Kotori habían regresado a Tokio, sabían que Yurai iría tras ellos, pero también sabían lo arriesgado que era cazar al león en su territorio, pero tenían un plan que sabían funcionaría.

En un cuarto de hotel los chicos esperaban el regreso de Kotori de una reunión; Shian estaba mirando la televisión mientras Biron se bañaba, cuando el mayor salió sólo lo cubría una toalla amarrada a su cintura, Shian se sonrojó al verlo y sin pensarlo mucho se metió a bañar. Biron lo miraba extrañado, en los días que habían pasado desde su reconciliación Shian evitaba mirarlo o estar cerca de él cuando estaban a solas, casi como cuando recién lo conocía. Lo pensó por unos momentos y decidió que tenían que hablar así que se metió de nuevo al baño y entró en la ducha; Shian le daba la espalda y Biron lo abrazó para sentir ese cuerpo desnudo que hacía mucho no amaba:

Biron: ¿Qué es lo que pasa ahora amor?
Shian: No sé a qué te refieres…
Biron: Shian – Lo voltea y le sujeta el rostro con las manos – no sabes mentir… algo me ocultas…
El menor comienza a llorar y se aleja de Biron, este intenta abrazarlo pero el chico lo rechaza.
Shian: ¡No me toques!
Biron: ¿Por qué? … ¿Acaso todavía no me perdonas?
Shian: No es por eso… al contrario.
Biron: Explícate mejor amor…
Shian: ¡Es que no es obvio! … No merezco que…
Biron: ¿Que te haga el amor?…¿Que te ame?… ¿Es eso?
Shian: Estoy demasiado sucio… no me explico porque no te doy asco.
El mayor mira a su chico con ternura, sin que él quiera lo abraza y alzado lo lleva hasta la cama, se recuesta encima de él y acerca su boca a su oído derecho.
Biron: No importa lo que ese nos hizo… tú me pediste una vez que sólo mis huellas quedaran en tu piel… y así es porque nadie borra las huellas del amor… y no puedes darme asco porque eres lo que me mantiene vivo…
Shian: Biron… – dijo con voz temblorosa – deja tus marcas en mí otra vez…
Biron: Siempre han estado ahí… pero con gusto te haré recordarlas.

Biron comienza a besar su oreja, traza un camino por su cuello hasta llegar a su boca, se besan de forma apasionada mientras que las manos de Biron recorren cada centímetro de esa piel que siempre será suya. Lentamente el mayor comienza a bajar con su boca por el cuerpo de Shian, llega a sus tetillas a las cuales mima con suaves lamidas, chupadas y mordiscos que hacen al chico gemir de placer, continúa descendiendo hasta llegar a su ombligo y después de jugar con el un rato su boca llega al fin a su sexo.

Shian grita de placer al sentir esa lengua excitándolo, se agarra fuerte de las sábanas de seda mientras levanta las caderas para que el roce fuera más fuerte; Biron entiende el mensaje y aumenta el ritmo hasta que el fruto del orgasmo llena su boca. Vuelve a subir hasta la boca del chico y lo besa nuevamente, después lo levanta de la cama y llevándolo de la mano se sienta en el sillón grande que hay al lado, el mayor sienta al chico en sus piernas dándole la espalda, hace el cabello del chico a un lado para besar su nuca y para decirle al oído que lo ama, con una de sus manos masajea el sexo de su pareja mientras que con la otra guía el suyo propio a la entrada de su pareja; de golpe penetra a Shian y comienza con un ritmo lento, el chico grita y jadea pidiéndole que más, entonces Biron aumenta el ritmo arremetiendo con fuerza hasta que ambos terminan con un orgasmo salvaje.

Pocas horas después Kotori llega y los encuentra durmiendo en la cama, le enternece ver esa paz en el rostro de Biron, y entiende que ella nunca le podría dar lo que ese chico le entregaba. Pero no había tiempo para meditar y los despierta. Shian se sonroja al ver a la rubia sonreírle y ambos se visten con normalidad para luego sentarse en una mesa:

Biron: ¿Qué averiguaste?
Kotori: El líder de la familia Gupei está dispuesto a aceptarnos si eliminamos a Yurai y a su padre… con ellos muertos conquistarían ese territorio…
Shian: ¿Cómo lo lograste?
Kotori: Digamos que me debía una… si ganamos nos tomaríamos el lugar de la familia Hoyoki…
Biron: Yo estoy de acuerdo… supongo que la vida de mafioso no es tan diferente a la de los agentes… pero será difícil para ti Shian…
Shian: ¿Lo dices por mi familia? … no te preocupes ya pensaremos en eso…
Kotori: Bien entonces pediré el apoyo que nos haga falta… Shian será de gran ayuda que pienses en dónde podría estar…
Shian: Eso es fácil… sólo tiene una propiedad secreta en Tokio… estuve en ella los tres años que me retuvo…
Biron: No dudo que ya sepa que huimos a las fauces del lobo… debe habernos seguido…
Shian: Pero si sabe que los tres estamos aquí no creo que se encuentre ahí… debe estar en la mansión de su padre al norte de la ciudad… es mucho más grande y resguardada… sólo estuve en esa casa una vez en una fiesta…
Kotori: Bien con eso me basta… dame las señas para llegar en un papel y cuando todo este listo los llamaré y nos reuniremos en la torre de Tokio…

Shian toma un papel y escribe con lujo de detalles las mansiones y los sistemas de seguridad; Kotori toma el papel y se marcha. Biron saca unas ropas de una maleta y le dice a Shian que se vista. El menor mira intrigado a su pareja mientras se dirigían en taxi a quien sabe dónde y más le intriga la maleta mediana metálica que llevaba con mucho cuidado. Llegan a un edificio de dos plantas, al entrar Shian descubre que era un centro para practicar el tiro al blanco; al entrar a su cubículo se colocan los protectores para los ojos y oídos:

Shian: Dudas de mis habilidades de tiro…
Biron: No… pero el arma que quiero que uses es un poco difícil de manejar sin un poco de práctica…
Shian: ¿Y qué tipo de arma es?

Biron coloca la maleta en una silla y prepara los blancos a unos 10 mts de distancia, luego abre la maleta y saca dos Uzis y dos automáticas, todas perfectamente limpias y listas. Las prácticas duraron dos horas en las que Biron se dio cuenta de que su pareja no necesitaba mucho de esa práctica, de regreso pasaron por un centro comercial, paseaban por las tiendas sin entrar a ninguna, la mirada de Shian estaba en otra parte y eso era claro para Biron:

Biron: ¿En dónde estás amor?
Shian: ¿Eh?
Biron: Parece que tu mente no está conmigo hoy… ¿En qué piensas?
Shian: Pensaba en mi familia… en si estarán bien… en que hacen en este momento…
Biron: Por la diferencia de hora deben de estar durmiendo… no debes preocuparte volverás a verlos pronto…
Shian: Gracias – Toma la mano del mayor – creo que debemos regresar al hotel.
Biron: Sabes que fecha es…
Shian: Noviembre 16… ¡ES MI…!
Biron: Tú cumpleaños cariño…
Shian: Con todo lo que ha pasado no lo recordaba…
Biron: Tenemos que celebrarlo – Pasa su brazo por la cintura de su novio - ¿Cenamos?
Shian: Como lo…
El chico se detiene en seco y su rostro está pálido, Biron dirige su mirada hacia el mismo lugar a donde su chico mira y ve a Cosmo. Lo toma por el brazo y se ocultan entes de que este los viera.

En el hotel, Shian se bañaba mientras Biron preparaba sus armas y las ropas adecuadas, le había costado mucho calmarlo pero al final unas cuantas caricias y besos lo habían logrado. Cuando Kotori los llamó ya estaban listos. Al anochecer la rubia los vio llegar, La chica llevaba puesto un traje color vino oscuro, el pantalón era de cuero ajustado y a las caderas una miniseta negra, un cinturón negro y un abrigo largo hasta las pantorrillas de color vino, en donde guardaba sus armas, unas especies de dagas pequeñas (como las de Misao de Samurai X). Los chicos por su parte vestían de negro y azul; Biron todo de negro, unos pantalones de cuero y una camiseta de manga larga negra, botas hasta las pantorrillas y un abrigo de cuero largo sin mangas, de su cintura colgaban sus armas, dos Uzis. Por otro lado, Shian lleva puesto unos jeans negros y una camisa azul oscuro de manga larga y una chaqueta corta negra de cuero, en su cintura las dos automáticas de Biron, llevaba el cabello trenzado:

Biron: ¿Todo listo Kotori?
Kotori: Si… los refuerzos de Gupei nos esperan…
Shian: Entonces no hay tiempo que perder…

Iban en el auto de Kotori, la rubia conducía mientras los chicos iban en el asiento de atrás, Shian recostó su cabeza sobre las piernas de su pareja mientras él acariciaba su cabello y hombro izquierdo. Era la media noche cuando entraron en la mansión de los Hoyoki; como lo pensaban Yurai y su padre estaban ahí al igual que Cosmo. En Pennsylvania US. Sakura desayunaba con sus padres, no habían recibido noticias y estaban preocupados; la gemela del chico sentía que algo muy importante iba a pasar, pero no estaba angustiada, con una sonrisa trataba de calmar a sus padres, lo que no era muy sencillo. De regreso a la mansión, Kotori y unos de los hombres de Gupei se encargaban de aniquilar al padre de Yurai, mientras que Biron y Shian buscaban al hijo.

Continuará............

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